Queen Bee se acerca lentamente hacía mí hasta estar a tan solo un paso de mi posición.

Mi corazón late con fuerza y mi respiración se vuelve un tanto irregular.

— Ha pasado mucho tiempo — Sonríe la bella chica.

— Sí…mucho tiempo — Miro hacía otro lado.

Inesperadamente, ella se abalanza sobre mí y me abraza hasta acurrucarse en mi hombro.

Estoy demasiado nervioso, esto no estaba en mis planes, pero sentir sus manos en mi espalda me producen demasiada calidez.

— ¿Sabes? — Tomo la palabra — He reflexionado mucho desde la última vez que nos vimos, ahora soy una persona más segura, me he valoro mucho más, ya no caigo en las provocaciones de Chloé.

Al pronunciar su nombre recordé que estaba en su búsqueda.

— ¡Chloé! — Exclamo — ¡Debo encontrarla!

Me separo de Queen Bee.

— ¡Espera! — Sujeta mi mano — Ella está bien, se encuentra a salvo.

— ¿Cómo lo sabes?

— ¿Confías en mí?

Sin dudar respondí firmemente:

— Sí.

Pude notar como Queen Bee se sorprende por mi respuesta.

— ¿Por qué?

— Por que te admiro, iría por tí hasta el infierno para recuperarte. Además, eres mi musa, no he dejado de pensar en tí, he escrito cada palabra en mi libro en tu nombre — Suspiro — Me gustaría que pudieras leerlas, pero lamentablemente Chloé tiene mi libro.

Sin decir nada. Queen Bee sostiene mi rostro como aquella vez, mira mis ojos y se acerca lentamente.

Nervioso, espero lo inevitable.

Puedo sentir su aliento hasta hacer contacto con mis labios.

Tengo una extraña sensación de éxtasis y anestesia a la misma vez. Mis ojos se cierran al sentir como nuestros labios se encuentran.

Sostengo su cintura. No quiero separarme de ella.

Me aferro a Queen Bee como si no hubiera mañana.

Sus manos acarician mis mejillas con suavidad.

De pronto, ese detestable sonido otra vez.

"Beep…Beeep…Beep"

— Debes irte — Me separo de ella — Sería egoísta de mi parte pedirte que te quedaras, eres una superheroina y sé que debes mantener tu identidad en secreto.

— ¡No! — Lleva mi rostro a la suya.

Sus labios ejercen presión sobre los míos.

Una vez más cierro los ojos mientras ese detestable sonido resuena más rápido.

"Beep, Beeep, Beep, Beep, Beep"

Una fuerte luz atraviesan mis párpados.

No quiero abrir mis ojos, pero la curiosidad de saber quién es la misteriosa chica detrás de Queen Bee me consume.

Con algo de nerviosismo, los abro lentamente.

— ¡Wow!…¡Wow!…¡Wow! — Me alejo asustado al conocer la identidad detrás de Queen Bee.

Mi cabeza da vueltas, es imposible. De todas las personas, jamás pensé que podría ser ella.

¡Esto es imposible!

¡Queen Bee es Chloé Bourgeois!

— Por favor, eres patético (Y/N) — Chloé adopta la misma actitud de siempre, muy diferente a la de Queen Bee.

— ¿Cómo quieres que reaccione?, por Dios, estoy tan confundido.

— Deberías agradecerme — Lleva sus manos a la cintura — Eres la primera persona a quien le revelo mi identidad, ni siquiera Sabrina sabe de esto.

— Esto parece ser una mala broma — Titubeo.

Es increíble, verdaderamente increíble. La chica de la cual me enamoré perdidamente, la chica a quien le dediqué mis más profundos sentimientos fue Chloé todo este tiempo, la niña rica pretenciosa y superficial que me ha molestado desde que llegué a París.

— Ten, esto es tuyo — Arroja mi cuaderno que tenía consigo — Me siento halagada.

Realiza una mueca de orgullo.

— ¿Espera? — Recibo mi libro — ¿Los leíste?, ¿Significa que te gustaron?.

Chloé gira su rostro intentando ocultar sus mejillas sonrojadas.

— No me hagas repetirlo de nuevo — Se muestra un poco enojada, pero por sobre todo avergonzada.

— Tomaré eso como un sí — Sonrío — Bien, es hora de irme. Tengo mucho en que pensar.

Llevo mi mano hacía mi frente, tengo una gran jaqueca gracias a las altas temperaturas.

Ingreso a la habitación de Chloé con ella detrás de mí.

Conozco muy bien el camino de regreso.

Ya cuando estaba por abrir la puerta dispuesto a marcharme oigo la voz de Chloé detrás de mí.

— ¡Espera!

Volteo.

— ¿Qué ocurre?

— Gracias — Baja un poco su mirada.

— ¿A qué viene eso? — Me siento bastante confundido.

— Por aceptar el castigo del Maestro Gonalons, yo también tuve algo de responsabilidad en que fuera akumatizado.

Verla disculparse y con su mirada baja me hizo ver lo amable y sincera que puede ser a veces.

— ¿Sabes?, me gustaría que fueras así más a menudo.

— ¡¿Qué dices?! — Cambia drásticamente a su actitud natural.

— Si fueras menos engreída en la escuela de seguro que le caerías bien a los demás. Seguramente harías muchos amigos.

— ¡Ya basta!, no quiero escucharte más. Además, no necesito de nadie, con Sabrina es suficiente.

— Claro, claro  — Giro nuevamente para irme de aquí — Te veré mañana.

Tomo el picaporte, listo para marcharme.

— ¡Una cosa más! — Siento como toma mi mano.

A decir verdad se siente bien, las suyas están frias que refrescan un poco mi cuerpo invadido por el calor.

— ¿Qué quieres ahora?

— ¿No le dirás a nadie de mi verdadera identidad verdad?. No quiero que lo grites por los cuatro vientos como un chismoso.

— Creí que algo de atención no te vendría mal — Me burlo un poco.

— ¡Claro que quiero toda esa atención! — Se ruboriza mientras muestra evidentes signos de molestia — Pero debe ser en el momento indicado y en un lugar de lujo, no en la escuela. ¡Que vergüenza!

— Tranquila Chloé, tu secreto estará a salvo conmigo mientras tanto. Ahora ya no tendré que esperar a verte de nuevo para inspirarme, te veré todos los días y recordaré este día por el resto de mis días.

— ¡Puaj! eres patético. Ya vete, que necesito dormir mi siesta — Suelta mi mano.

Ahora estaremos a mano, al fín podré  molestarla por todas sus burlas que recibí.

— Ya me estoy acostumbrando a tu verdadera identidad Queen Bee.

— Eres un idiota — Comenta molesta.

Al abrir la puerta para esta vez marcharme definitivamente. Siento como Chloé me abraza por detrás.

Sus manos se sitúan en mi abdomen.

Percibo como su mejilla está apoyada en mi espalda.

Llevo mi mano encima de la suya y disfruto este momento de intimidad.

Soñaba con conocer a la verdadera Queen Bee y creo que debería disfrutarlo. No importa que sea la detestable Chloé Bourgeois que todos conocen, por que sé que en el fondo es una chica que intenta abrirse con los demás a su manera.

Tal como intenta hacerlo ahora.

Lentamente, sus manos se alejan de mi cuerpo.

— Te veré mañana — Ahora está a mi lado.

Inesperadamente sus labios chocan en mi mejilla. Fue un movimiento rápido que aún así pude disfrutar.

— Si le dices a alguien de esto, tu vida será un infierno — La veo sonrojada por su última acción.

— ¿A que debo tanto aprecio de tu parte? — Intento sonar algo burlesco.

— Lo diré por única vez y no esperes que te lo repita…pero…creo que eres lindo — Desvía la mirada.

Antes de que pudiera expresarme, soy expulsado rápidamente por Chloé a los pasillos, como si quisiera evitar a toda costa que realice un comentario por sus palabras.

La puerta resuena al cerrar.

— Ella puede ser muy sincera a veces. No debe ser fácil expresar sus sentimientos.

Mientras camino, suspiro y llevo mi mano a mi mejilla.

Sonrío al no creer que Chloé y Queen Bee sean la misma persona.

No sé por qué, pero me gustaría verla de nuevo como Queen Bee.

Hay mucho de Chloé que desconozco.

Pero verla como Queen Bee me hace apreciar su lado más humano.

Tal vez Chloé no sea capaz de ayudar a otros y actuar de forma amable con los demás ;pero si puede hacerlo como Queen Bee y eso me hace apreciarla y entenderla un poco más.

No sé que clase de sorpresas nos deparará el futuro.

Pero yo estaré ahí para ella, como ella lo estuvo para mí.

No la defraudaré.