65
Yoongi escuchaba como sus padres hablaban sobre lo que parecía ser su salud mental. Él salió de ahí y busco un lugar relajado para pensar en todo lo que sucedía. Cuando pasó por un centro comercial se detuvo al ver a Jimin junto con Woozi en una tienda para bebés, él se acercó sin ser visto y vio a Jimin.
—No debes preocuparte, mi tío me dio una tarjeta para los gastos del bebé. —le dijo.
—No sabría qué hacer sin tu ayuda. —sonrió. —estaré agradecido por ello.
Yoongi vio como Woozi dejaba por un momento a solas a Jimin y él aprovechó para acercarse a Jimin, quien al verlo solo apretó su mochila.
—Veo que ya estás buscando cosas de bebé. —dijo con algo de nerviosismo.
—¿Te importa? —hablo Jimin.
—Bueno. —mordió su labio nervioso.
—¿Ahora te importa? —se rio Jimin. —no es tu hijo ¿Lo recuerdas?
—Lo es. —hablo.
—¿Qué estás diciendo? —Jimin dejó escapar una carcajada amarga, aunque sus ojos reflejaban dolor.
—Lo que oíste —dijo Yoongi, con un tono más firme, aunque sus manos temblaban ligeramente al intentar mantener la compostura. —Es mi hijo, Jimin.
Jimin apretó con más fuerza la mochila que tenía en las manos, como si este simple gesto pudiera protegerlo de la verdad que Yoongi estaba dispuesto a confesar.
—Tú renunciaste a nosotros, Yoongi. —espetó, su voz cargada de resentimiento, su mirada se clavó en los ojos oscuros de Yoongi, desafiándolo a que desmintiera lo evidente. —Tú fuiste quien dijo que no quería cargar con esto y dijiste que era de otro.
—Sé que me equivoqué, Jimin, pero... no puedo seguir pretendiendo que este bebé no existe. —Yoongi bajó la mirada, incapaz de sostener el peso de la acusación. —Que tú no existes en mi vida.
—¿Y qué esperas ahora? ¿Que te aplauda por querer hacer lo correcto cuando a ti te conviene? —la voz de Jimin se rompió ligeramente, pero se negó a dejar que las lágrimas cayeran.
—No... no espero que me perdones. —admitió Yoongi en un murmullo, como si el solo decirlo pudiera desmoronarlo. —Pero sí quiero... ser parte de esto, de tu vida y la del bebé.
—Llegas demasiado tarde, Yoongi. —hablo Jimin. —Woozi y yo estamos resolviendo esto y no necesito que vengas a complicarlo todo.
El silencio entre ellos fue pesado, como si cada palabra no dicha quedara suspendida en el aire, cargada de reproches y sentimientos encontrados.
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