56
Todos habían notado la actitud paranoica de Yoongi quien se miraba muy diferente a como solía ser. Woozi lo vio y se acercó a Yoongi a paso lento y le ofreció una leche la cual Yoongi la vio.
Yoongi levantó la mirada lentamente, observando a Woozi con cautela. Había algo en la forma en que se acercaba, en la tranquilidad de sus movimientos, que lo ponía aún más nervioso. La caja de leche en sus manos parecía inocente, pero para Yoongi todo estaba teñido de sospecha.
—¿Qué es esto? —preguntó, su voz cortante mientras sus ojos iban del vaso al rostro de Woozi.
—Es solo leche. —respondió Woozi con una sonrisa leve, casi burlona. —Te ves como si necesitaras algo para relajarte.
Yoongi no respondió de inmediato. Tomó la caja con las manos temblorosas, pero no bebió. Lo observó como si esperara que algo extraño sucediera, como si el líquido pudiera revelar algún secreto oculto.
—¿Por qué me estás dando esto? —preguntó finalmente, manteniendo su mirada fija en Woozi.
Woozi inclinó la cabeza, como si estuviera considerando su respuesta.
—Porque estás actuando raro últimamente desde que fuiste a mi casa. —respondió con voz calmada, pero había un tono subyacente que hacía que Yoongi sintiera un nudo en el estómago. —Pensé que esto podría ayudarte a… calmarte un poco.
—¿Qué te importa a ti cómo actúe? —espetó Yoongi, apretando el vaso con más fuerza.
Woozi no se inmutó ante el tono de Yoongi. En cambio, se acercó un poco más, sus ojos entrecerrándose ligeramente mientras lo estudiaba.
—Porque no es divertido verte perder la cabeza. —respondió con una frialdad que hizo que Yoongi sintiera un escalofrío. —Y porque, si sigues actuando así, podrías meterte en problemas.
Yoongi apretó los labios, sintiendo que su respiración se aceleraba. Woozi estaba jugando con él, lo sabía, pero no podía entender por qué.
—No voy a beber esto. —dijo finalmente, empujando la caja hacia Woozi.
Woozi soltó una breve risa, tomando la caja sin resistencia.
—Como quieras. —respondió, llevándose la leche a los labios y bebiendo un sorbo. —No está envenenada, por si te lo estabas preguntando.
La tranquilidad de Woozi solo hizo que Yoongi se sintiera más inquieto. Cuando Woozi terminó de beber, dejó la caja sobre la mesa y se inclinó ligeramente hacia Yoongi.
—Deberías tener cuidado, Yoongi. —dijo en voz baja, casi como un susurro. —A veces, la paranoia puede ser más peligrosa que aquello a lo que le temes.
Yoongi lo miró fijamente, sintiendo que las palabras de Woozi llevaban un peso que no podía descifrar del todo. Antes de que pudiera responder, Woozi se giró y comenzó a alejarse, dejando a Yoongi solo con sus pensamientos y una creciente sensación de que algo estaba terriblemente mal.
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