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Yoongi se fue de ahí dejando al chico solo el cual sonrió y con un movimiento de mano cambió a su apariencia real. Caminó despacio tomando otro rumbo en el cual sabría que se encontraría con el pálido chico.
—Creo que necesitaré una pequeña ayuda. —dijo mientras sacaba un cristal.
Yoongi caminó y se dirigió a unas tiendas para comprar algo que probablemente le gustaría a Jimin. Cuando llegó a una tienda buscó lo que quería, pero se detuvo al ver a Jimin y junto a él estaba el que parecía ser Woozi.
—Pensé que las cosas de lujo no te gustaban. —dijo y la pareja se giró.
—Yoongi. —lo vio.
—¿Jimin podemos hablar? —preguntó. —es algo urgente.
—Si es sobre lo mismo del colegio no lo haré. —tomó del brazo al chico. —ven Woozi debemos irnos.
—Claro Jiminnie. —le sonrió.
Yoongi tomó del brazo a Jimin el cual se quejó por el fuerte apretón, pero Yoongi cayó al suelo por el fuerte empujón de Woozi, este aunque parecía suave fue con mucha fuerza.
—No vuelvas a tocarlo. —dijo de manera fría.
El pálido no dijo nada y solo se levantó para verlos, la pareja salió de ahí y Yoongi los siguió viendo como Woozi le acariciaba la muñeca mientras le daba cortos besos.
—¿Estás bien cariño? —le dijo.
—Si no te preocupes. —sonrió. —Debemos irnos se hará tarde.
Este asintió y ambos se fueron de ahí Yoongi se quedó ahí molesto, ese sentimiento de verlos juntos no me gustaba.
—Haré que todos descubran que eres una farsa Park Woozi o como sea que te llames. —hablo Yoongi decidido.
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La pareja caminaba en silencio mientras se dirigía a la casa donde se ejecutaría su plan.
—¿No será peligroso para nuestro mundo? —preguntó.
—No. —negó. —digamos que deje unos sustitutos de barro.
—Entiendo. —asintió. —¿Por qué me llamaste?
—Te necesito para mi plan. —sonrió.
—¿Qué plan? —preguntó.
—Lo sabrás cuando lleguemos. —le dijo.
El pálido no preguntó más, al llegar a la casa fueron recibidos por un chico el cual al ver al acompañante del Jimin qué lo ayudaba no dijo nada.
—Tranquilo no es el idiota de aquí. —hablo.
—¿Me debo de ofender por eso? —dijo el pálido.
—No. —negó.
—Es extraño. —dijo Woozi. —Pero pasen.
La pareja entró y se dirigió a la sala para poder hablar sobre el plan que se tenía en marcha y que se realizaría el día de mañana.
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