El aire en la habitación era denso, casi cargado de electricidad, mientras los dos conversaban en voz baja. El chico, cuya presencia siempre parecía ser un misterio, observó a Woozi con una mirada calculadora, como si ya tuviera todo planeado.

—Yoongi está investigándote. —repitió, con tono firme.

Woozi se cruzó de brazos, apoyándose contra la pared con calma. Su expresión era tranquila, pero había un destello de inquietud en sus ojos.

—¿Eso es malo? —preguntó, arqueando una ceja.

El chico lo miró fijamente, como si la pregunta fuera obvia.

—No eres de este tiempo. —respondió, su voz baja pero intensa. —Por ende, no hay registros tuyos, salvo unos que puse y si sigue buscando, tarde o temprano encontrará algo que no debería.

Woozi frunció el ceño, procesando esas palabras. Aunque sabía que su situación era peculiar, no había considerado el peligro real de ser descubierto por alguien tan persistente como Yoongi. Era un riesgo que no podía permitirse.

—¿Qué debo hacer? —preguntó finalmente, mirándolo con seriedad.

El chico esbozó una sonrisa fría mientras se levantaba de su asiento. Había algo en su postura que exudaba confianza, como si ya tuviera la solución a todo.

—Tú sigue con lo de Jimin. —dijo, ajustando su chaqueta. —Asegúrate de mantenerlo cerca, de fortalecer ese vínculo, es crucial para lo que estamos haciendo.

Woozi asintió lentamente, aunque la preocupación seguía reflejada en sus ojos.

—¿Y Yoongi? —preguntó con cautela.

—Yo me haré cargo de Yoongi. —El chico sonrió aún más, pero esta vez su sonrisa era casi siniestra. —No te preocupes por él, no tardará en darse cuenta de que hay cosas que es mejor no investigar.

Woozi no respondió, pero el nudo en su estómago se apretó. Aunque confiaba en el chico, no podía evitar preguntarse hasta dónde estaría dispuesto a llegar para proteger ese secreto. Sin embargo, sabía que no tenía opción. Todo dependía de mantener a Jimin a salvo, incluso si eso significaba dejar que el caos se desatara en torno a ellos.

Woozi asintió con firmeza, sabiendo que no podía hacer mucho más en este momento. Su principal preocupación seguía siendo Jimin y cómo manejaría todo esto si los rumores y la investigación de Yoongi se intensificaban. Había mucho en juego, y su principal prioridad era asegurar que Jimin no saliera lastimado en el proceso.