Capítulo 44

—Tómalo con calma mi chico guapo, estás temblando — le susurró Jimin tomando las manos de Jungkook entre las suyas —Respira lentamente, estoy aquí contigo—

Jungkook inhaló llenando sus pulmones de aire, su mirada se posó fija en esos hermosos ojos marrones que lo observaban con ternura, dejó salir el aire lentamente imitando a su novio.

En este punto estaba empezando a acobardarse, una vez que cruzara la puerta, tendría que enfrentar ese pasado que tanta amargura le trajo a su vida.

Jungkook de verdad quería soltar todo ese resentimiento que tenía hacia la mujer que lo trajo al mundo, sin embargo, no era tan fácil, no tenía idea de como hablar con ella, nunca había tenido una conversación más allá de un saludo o decirle que estaba bien.

Se sentía un poco demasiado ansioso.

—Me siento nervioso— Confesó Jungkook —No sé si realmente estoy preparado para hablar con ella, ¿Qué voy a decirle?—

—Es normal que te sientas así mi amor, un poco perdido y ansioso, hay un pasado doloroso entre ustedes, — Jimin le apretó un poco las manos — Podrías empezar a siendo sincero, contándole como te sientes—

—Mis sentimientos hacia ella, no son tan buenos, no creo que ella quiera escucharlos— Jungkook tragó grueso.

—Jungkookie, después de todo lo sucedido creo que ella es consciente que lo que hizo estuvo mal, y que tú le hagas saber como llevaste esa situación le dará una idea lo que debe hacer ahora para tratar de reparar el daño — Jimin suspiró — No es fácil, pero creo que la sinceridad es la base de la confianza—

Los ojos de Jungkook se pusieron acuosos.

—Jungkook, la relación con tu madre en este momento está completamente rota — Jimin llevó su mano acariciándole la mejilla — tienes dos opciones, tomar los pedazos y tirarlos a la basura cortando todos sus lazos, o recogerlos e intentar repararla, pero tienes que estar seguro de la decisión que quieres tomar —

—Incluso si intento repararla, no creo que funcione como una relación madre hijo normal, hay muchas fisuras que siempre se van a hacer notar — Jungkook se rascó la cabeza sintiéndose en un dilema.

Esta situación con su madre siempre había sido su talón de Aquiles, un demonio que lo atormentaba desde que ella se fue, y aunque su mentalidad y pensamientos ahora en diferentes, el fantasma del abandono mantenían la espina del resentimiento clavada muy profunda en su corazón.

Kintsugi — Murmuró Jimin mirándolo a los ojos de esa manera tan hermosa y brillante, que solo un ser humano tan puro como el podría hacerlo.

—¿Qué significa?— Preguntó Jungkook, su novio siempre tenía algo bueno que decir, un consejo, una palabra de aliento llena de sabiduría.

—El kintsugi es el arte de la reparación con oro, celebra la historia de cada objeto haciendo énfasis en sus fracturas, da una nueva vida a la pieza transformándola en un objeto incluso más bello que el original — Le contó Jimin con un tono de voz muy interesante — El artesano repara las fracturas utilizando un acabado en oro, en lugar de esconder las imperfecciones, las realza y la pieza queda de nuevo completa, ahora con un valor añadido, la belleza de las cicatrices—

Jungkook analizó las palabras entendiendo a lo que se refería Jimin—Entonces...

—Mi chico guapo tu relación con tu madre jamás será la misma a como era antes de que ella se fuera — Jimin tomó una de sus manos entre las suyas y le dio un besito — Pero juntos pueden reconstruirla, a esas fisuras que les separan irles poniendo pequeños parchecitos de oro, no va a ser fácil, tampoco rápido, sin embargo, si ambos ponen de su parte pueden transformar su relación por completo, e incluso podría ser mejor que antes —

—¿Crees que realmente pueda hacerlo?— Preguntó Jungkook no muy seguro.

—Únicamente tienes que tener la disposición y la paciencia para hacerlo cariño, tú tienes un corazón de oro muy precioso — Jimin le dio un besito ahora en los labios.

—No sé si realmente pueda hacerlo — Jungkook bajó su rostro uniendo su frente con la de Jimin.

—Yo voy a apoyar cualquier decisión que tomes, estamos juntos en esto y en todo— Le susurró Jimin.

Jungkook sonrió para darle un beso — No sé que haría sin ti, eres increíblemente maravilloso—

—Lo sé, soy genial y eres afortunado de que me haya enamorado de ti chico guapo — Susurró Jimin antes de robarle un beso.

Jungkook se rio, amaba que Jimin pudiera hacerlo sonreir incluso en este momento.

—Vamos a hacer esto — Se animó Jungkook besando las manos de Jimin.

El mundo se detuvo para Jungkook una vez que cruzó la puerta, ya que el primer rostro que vio fue el de su madre, esa sensación de malestar que no dejaba que pudiera pensar con claridad, ni siquiera podía explicar lo que pasaba por su cabeza.

Sentía su pecho apretado y un nudo en la garganta era tan jodidamente, desde que ella se fue nunca la había vuelto a mirar a los ojos, apenas y le contestaba las llamadas y cuando se encontraban personalmente siempre acababa mal.

Sin embargo, estaba allí observando los ojos llenos de lágrimas de su madre, ella se veía nerviosa, triste y un poco avergonzada apenas y podía sostenerle la mirada.

Se había imaginado este escenario en su cabeza varias veces, donde el realmente podría enfrentar ese dolor que causo el abandono de su madre, se veía a sí mismo gritando, alejándola y diciéndole que nunca volviera a aparecer en su vida, pero ahora su cuerpo estaba paralizado, su único seguro era la mano de Jimin que estaba entrelazada con la suya.

Jungkook tomó una larga respiración y soltó el aire recordando lo que había hablado con Jimin, sin el ni siquiera podría estar aquí parado.

Kintsugi, ¿El podría lograrlo?

—Hijo... — Su madre sollozó y bajando la mirada, dobló sus rodillas hasta el piso — Lo siento, lo siento tanto, sé que nada de lo que haga puede reparar el error que cometí, sé que tuviste que vivir un infierno desde que eras un niño, todo el acoso escolar, los problemas que afrontaste para aceptar tu sexualidad— Ella realmente estaba llorando de rodillas con un sentido llanto desgarrador.

Jungkook quería hablar, decirle muchas cosas, pedirle que lo mirara, pero las palabras simplemente se quedaron atrapadas en su garganta, había tanto sufrimiento en la voz de la mujer que le dio la vida mientras se disculpaba.

—Fui tan egoísta, pensé solo en mí, divorciarme, no significaba que tenía que dejarte también, ningún niño debería crecer sin su madre, y yo fui una maldita que no pudo ver que estaba dejando atrás al mejor regalo que la vida me pudo dar — Ella lo miró a los ojos casi ahogada en lágrimas.

Jungkook miró hacía aun lado, el rostro de su novio que también estaba llorando de forma silenciosa, siendo su ancla, su polo a tierra, en este tsunami de emociones que lo tenía paralizado.

—Jungkook... Tienes todo el derecho de odiarme hijo, en quererme lejos de tu vida, no merezco nada de ti — Reconoció su madre con su voz completamente rota — Pero te pido otra oportunidad, no puedo recuperar el tiempo que perdí, sin embargo, pondré todo mi esfuerzo en ser una buena madre para ti en lo que me resta de vida, por favor...

Jungkook no pudo seguir de pie, solo por un momento soltó la mano de Jimin y terminó de rodillas en el piso junto a su madre tomándola en un abrazo.

—Te extrañé — Confesó siguiendo los consejos de Jimin, sacando lo que realmente sentía, su madre le había hecho tanta falta todo el tiempo.

—Te extrañé tanto desde que te fuiste, quería que estuvieras aquí acompañándome, haciendo mi comida favorita, quería que te sintieras orgullosa viéndome ganar medallas, que me dijeras que no era un enfermo por sentir atracción por los hombres — Jungkook tenía su rostro en el cuello de su madre — Me encerré a mi mismo en una prisión de sufrimiento y rencor, tratando de convencerme a mi mismo de que no te necesitaba—

—Perdóname cariño, por no estar contigo, por favor perdóname — Ella le acarició el cabello mientras también sollozaba — Estoy aquí ahora, por favor déjame quedarme a tu lado y tratar de compensar todo el daño que te hice—

—Lo siento también — Susurró Jungkook — Te he alejado siempre que intentaste acercarte, yo... solo nos hice sufrir a ambos—

—No hijo, no pidas disculpas, nada es tu culpa — Aseguró su madre — Tú eras solo un niño, yo tu madre, era mi responsabilidad como adulta, fue mi error, seré una mejor madre para ti a partir de ahora si me lo permites, lo juro con mi vida—

Jungkook asintió abrazándola aun más fuerte, mientras ella le acariciaba el cabello con suavidad, dice que los abrazos de las mamás son los mejores, más cálidos y te brindan protección.

Jungook no tenía ni idea de cuanto había echado de menos uno de estos has que su madre lo envolvió en sus brazos.

—Sé que no será un camino fácil, estoy dispuesta a dar todo de mí para ti, eres mi hijo, mi vida entera —

El tiempo pareció quedarse estancado, Jungkook perdió por completo la noción de este, parecían que habían sido horas, pero a la vez segundos los que estuvo allí abrazado a su madre, pero de una cosa estaba seguro esa horrible sensación del peso en su corazón desapareció, se sentía más liviano, un poco más libre.

Jungkook levantó su rostro y miró a los ojos de su madre y sonrió un poco — También pondré de mi parte, para que todo mejore—

—Gracias hijo — Ella también sonrió limpiándole las lágrimas con sus pulgares — Te amo demasiado —

Jungkook suspiró asintiendo —Yo también, nunca dejé de quererte mamá—

—Me alegra tanto saberlo — Su madre le dio un beso en la frente — Y me alegra saber que querías probar mi comida también, ya que tu padre me permitió usar su cocina y prepararte tu comida favorita—

—¿De verdad?— Jungkook la miró con sus ojos llenos de emoción.

—Vamos a cenar, todo está listo, ¿te parece?—

Jungkook asintió con la cabeza, poniéndose de pie y ayudando a su madre, entonces se dio cuenta de que Jimin no estaba en ningún lado, sin embargo, al levantar la mirada lo vio a través dela ventana que daba al patio estaba hablando con su padre.

Más bien consolándose el uno al otro.

—Mamá, te quiero presentar a alguien — Dijo llevándola hasta el patio  — Él es la persona más preciosa que existe en este mundo, en todos los sentidos, nada de esto hubiera sucedido, mi mayor tesoro en este mundo —

Jimin le sonrió aún con brillantes lágrimas que humedecían su mejilla, esos preciosos ojos como luceros se iluminaron al conectar con los suyos.

En ese momento Jungkook se dio cuenta de algo, Jimin había utilizado el kintsugi para repararlo a él, un hombre roto y que se odiaba a sí mismo, Jimin tomo sus pedazos y como el talentoso artista que era logró armarlo de nuevo con paciencia y ternura, poco a poco logro completarlo y hacerlo brillar como si con oro hubiera sido restaurado.

 —Mamá te presentó a Park Jimin, el amor de mi vida —

Hola mis amores, tardé un poco en traer este capítulo, es que no sabía como escribirlo, sabía que era muy importante, ya que su madre era el punto se quiebre de Jungkook.

Espero haberlo manejado de la forma más diligente posible y que ustedes lo hayan disfrutado.

El próximo capítulo es el final, muchas gracias por su apoyo, le amo mucho.

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