Capítulo 39
Jungkook jamás en su vida había sentido tanto miedo, ninguna sensación se comparaba con el terror puro que invadió cada fibra de su ser cuando vio salir a SeoJoon con el arma puesta en su cabeza.
Los hermosos ojos de su Jimin estaban completamente aterrados, como si ese precioso brillo que lo caracterizaba hubiera sido arrancado, dejándolo presa de del pánico, no era para menos, este psicópata prácticamente se había encargado de destruir la mitad de la vida de Jimin, de hacerlo desear morir.
El pecho de Jungkook se oprimió, y en esos segundos su mente tuvo una avalancha de recuerdos, desde el primer momento en que lo vio vestido de blanco destacando entre la multitud, su primer beso, y luego su segundo primer beso, sus consejos, sus risas, su forma tan bonita de ver la vida a pesar de haber sufrido tanto.
No podía permitir que este hombre le arrebatara a su novio, Jimin ya habia perdido demasiado, incluso a su primer amor, y fue muy valiente al reponerse y seguir luchando.
Jungkook le había prometido que lo protegería y eso haría, incluso si eso le costaba la vida, ya que él había empezado a vivir realmente desde el momento en que conoció a Jimin.
—Suéltalo, déjalo ir— Dijo Jungkook tratando de analizar cuál era su mejor opción para que Jimin no saliera lastimado.
Aunque pasó algo que no esperaba, la escena fue demasiado rápida, pero a la vez se sintieron como los segundos angustiantes de su vida.
Jimin logró soltarse del agarre de SeoJoon e intentó forcejear con él — ¡Jungkook corre!—
Jungkook saltó hacia donde se encontraba Jimin, pero antes de que lograra alcanzarlo se escuchó un disparó y fue arrastrado por unos brazos que lo llevaron al piso, no tenía idea de como había llegado, Owen estaba allí casi cubriéndolo con su cuerpo.
Todo se convirtió en un caos, se escucharon dos disparos más haciendo eco en el lugar, y dos puntos rojos aparecieron en el pecho de SeoJoon, justo detrás de los chicos estaba el mayor Jeon con el arma en sus manos.
SeoJoon al caer arrastró a Jimin sobre él tirando de su mano, sus ojos expresaban algo que Jimin no supo descifrar, ni quiso hacerlo, era como una obsesión maliciosa, su mirada era extremadamente oscura.
—Te pareces tanto a ella — Susurró con una sonrisa manchada con sangre y entonces cerró los ojos.
En ese momento Jimin sintió como unos fuertes brazos lo levantaron y dejó salir un grito aterrador, mientras miraban y su ropa, toda estaba manchada de sangre, había sangre en todos lados.
La sangre tenía ese aroma asfixiante que no lo dejaba respirar, solo podía escuchar voces a su alrededor, pero no lograba reconocer a ninguna.
—Jimin, mírame, Jimin amor soy yo — Jungkook sostenía el cuerpo de su novio entre sus brazos, pero Jimin no dejaba de retorcerse mientras lloraba mirando sus manos.
Jungkook logró tomar a Jimin y hacer que este le mirara — Jimin, soy Jungkook, escúchame, estoy contigo, ya pasó — Susurró sobre su rostro.
Solamente en ese momento Jimin pareció reaccionar y enterró su rostro en el pecho de Jungkook logrando calmarse un poco, mientras se apretaba contra él.
—Tranquilo, estoy aquí, estamos juntos — Jungkook trató de consolarlo acariciándole el cabello, sabía lo traumático que era todo esto para su novio, tener que remover su pasado y todo ese dolor que había intentado enterrar con tanto esfuerzo.
Su precioso y valiente Jimin, estaba reducido a lágrimas y su cuerpo temblaba, Jungkook solamente quería sacarlo de allí y llevárselo lejos de esta horrible escena.
Su padre examinó el cuerpo, mientras los demás chicos llegaron, todos tenían sus ojos muy abiertos, Owen quien lo había salvado estaba siendo revisado por TaeHyung, que al mismo tiempo lo miraba a el de forma preocupada.
—¿Todos están bien?— Preguntó su padre con preocupación abrazándolos a los dos.
Jungkook asintió aún sin poder creerlo, sus ojos se llenaron de lágrimas silenciosas mientras sostenía a su novio, había estado tan cerca de perderlo, sentía alivio de que ya todo estuviera bajo control ahora, pero aún tenía esa horrible sensación en su pecho.
Habían estado al borde de la muerte, todos, incluso Owen se había arriesgado para salvarlo.
—Hijo, hay una ambulancia en camino, vamos a llevarlos al hospital... — Dijo su padre — Jimin necesita que lo revisen—
—Escuchaste cariño, vamos a ir al hospital— Le susurró Jungkook en el oído.
Jimin negó con la cabeza rápidamente — Quiero ir a casa, llévame a casa, por favor— Suplicó entre lágrimas.
Jungkook no quería que Jimin estuviera bajo más estrés — Estamos bien papá, vamos a casa — pidió cargando a su novio que escondió el rostro en su cuello.
—Minho, ¿Qué pasó?— Preguntó la capitana Smith quien llegó acompañada de otros policías.
—Atacó a los chicos, tuve que darle de baja para neutralizarlo — Le informó.
La capitana asintió — ¿Todos están bien?—
—Si, solo asustados — El mayor suspiró mirando al cielo, si hubiera llegado un minuto después, la historia habría sido otra, ni siquiera querría pensar en eso.
—Elizabeth, me gustaría llevarme a los chicos, ha sido muy difícil esta situación para ellos— Le dijo a la capitana.
Ella le dio una mirada comprensiva y asintió —Está bien, Minho yo me encargaré del resto, ya están verificando las cámaras, puedes llevar a los chicos a casa, mañana pueden dar sus declaraciones — Comentó ella — Enviaré un par de guardias—
—Gracias Elizabeth — Minho le miró con agradecimiento.
—Kim TaeHyung, es importante para la investigación contra tus padres, necesitamos tu declaración oficial para la fiscalía— Le dijo la capitana —No te preocupes, no te volverán a dañar—
TaeHyung asintió —S-si señora—
—Vamos chicos los llevaré a todos — Se ofreció el mayor — Pueden quedarse en mi casa, tendremos seguridad por cualquier situación...
Namjoon apareció con SeokJin mirando su rostro asustado — ¿Jimin está bien?—
Jungkook asintió — Está asustado, iremos con mi padre a casa — Le hizo saber.
—Gracias al cielo — Namjoon se pasó las manos por el cabello — Mi tío y su esposa llegaran en la mañana, ellos se encargaran de todo—
Jungkook subió al auto con Jimin entre sus brazos, y lo sentó en su regazo, durante el viaje a casa le susurró palabras de consuelo, recordándole una y otra vez lo mucho que lo amaba, que ahora estaban seguros y que nada los podría separar.
Cuando llegaron a casa su padre se quedó con los chicos para ubicarlos en los dormitorios y les dio tiempo para llamar a sus padres, él solo subió las escaleras, quería estar a solas con Jimin, en la habitación fueron directo al baño, Jungkook lo sentó en el lavamanos y con mucho cuidado le quitó la ropa blanca manchada de sangre.
Jungkook se sentía tan impotente ante la mirada perdida de Jimin, era como si su alegre novio se hubiera sumergido en sus pensamientos, con delicadeza le quitó todas las pulseras que también estaban machadas de rojo y luego lo cargó hasta la ducha.
Jungkook lavó cada centímetro del cuerpo de Jimin con extremo cuidado, que solo se dejó hacer mientras sus ojos derramaban lágrimas.
—Vamos a superarlo, eres mi chico valiente — Le susurró Jungkook una vez que salieron de la ducha pidieron acurrucarse en la cama — Estoy aquí, yo te sostengo y nadie va a apartarte de mí—
—Estaba tan asustado — Susurró Jimin con voz quebrada — No quería perderte también — Sollozó — Jungkook no te vayas, quédate a mi lado—
—No voy a ir a ningún lado amor, estamos juntos, siempre vamos a estarlo — Prometió Jungkook besándole el rostro.
Jimin estuvo ahí para el cada momento en los que fue débil, había sido la única persona con la que pudo ser el mismo y llorar cuando tenía ganas de hacerlo, era hora de estar aquí para Jimin y demostrarle que no solo era su chico guapo, Jungkook era la persona que más lo amaba y estaba dispuesto a cualquier cosa por él.
—Jungkook... — Susurró Jimin después de un rato.
—¿Si cariño?— Preguntó Jungkook sin dejar de acariciar su rostro.
—¿Soy una mala persona si me alegro de que él esté muerto? — Preguntó con sus ojos rojos e hinchados.
—Claro que no Jimin, no lo eres, él tenía que pagar todo lo que hizo, lo merecía, y sentir alivio de que ya no esté no te hace mala persona — Jungkook le besó en los labios castamente — Eres la mejor persona que existe, eres mi ángel y te amo—
Jimin suspiró y se acurrucó más sobre el pecho de Jungkook cerrando los ojos — Te amo también—
Junngkook lo sostuvo sin importar que sus brazos se cansaran, su primera marcha del orgullo había sido todo un desafío y una montaña rusa de emociones, pero ahora estaban seguros, estaban bien.
Tenía a Jimin entre sus brazos y TaeHyung su mejor amigo estaba también en su casa, las personas que tanto daño le hicieron a los dos chicos que más le importaban al fin recibieron su merecido.
Ellos podrían superarlo, sin importar que tan turbulentas fueran las corrientes que tuvieran que enfrentar, ellos nadarían contra ellas.
Hola mis amores, yo de nuevo por aquí, ya pasó el peligro y oficialmente esta historia entra en su recta final.
No nos quedan muchos capítulos espero que todo les haya gustado hasta ahora, nos leemos.
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