Capítulo 38
Jungkook corrió al interior del bar sintiendo como si llevara el peso del mundo sobre sus hombros y no pudiera llegar lo suficientemente rápido, las luces lo cegaron al entrar y miró a todos lados tratando de encontrar a su novio.
¡Maldición! ¿Dónde estaba Jimin?
Habían tantas personas a su alrededor, pero en ese momento no lograba reconocer a nadie, sus amigos no se veían en ningún lado, su mente empezó a crearse miles de escenarios terribles y catastróficos, y el miedo lo envolvió.
Jimin le dijo que iría a la barra a tomar algo, fue directo allí, pero no había rastros de su novio.
—¡Jungkook!, ¿Qué pasa?, ¿Por qué te ves así?— Preguntó TaeHyung con el ceño fruncido.
—¿Dónde está Jimin?— Le preguntó de inmediato.
—No lo sé, estaba contigo — Tae lo miró confundido — ¿Qué sucede?—
—No, no — Jungkook se pasó las manos por cabeza mientras buscaba entre la gente e intentaba marcar el celular de Jimin — Mi amor contesta por favor— suplicó.
Tenía que encontrar a Jimin, a su novio no podría pasarle nada, él no lo soportaría.
En ese momento apareció Namjoon con una mirada desesperada en sus ojos —¿Jungkook donde está Jimin? — Gritó, en su rostro se notaba que ya estaba enterado.
Si Jimin no estaba con Namjoon, quizá estaba con Hoseok — ¿Dónde está Hoseok?—
—Fue con Jin al baño, ¿Qué está pasando? — Quizó saber Owen corriendo hacia ellos.
—¿Has visto a Jimin?, — Preguntó Namjoon.
Owen negó con la cabeza —No él estaba en la barra...
—¿Por qué tienen esas caras?— Preguntó Hoseok regresando hacia ellos — ¿Qué está pasando?—
Jungkook se pasó las manos el rostro mientras marcaba una y otra vez el celular de Jimin —El hermano de Jimin, se escapó de la cárcel, está aquí — dijo con voz desesperada.
Owen y TaeHyung se miraron sintiéndose completamente fuera de lugar, al ver la reacción de Hoseok.
El rostro de Hoseok perdió por completo el color — ¿Qué?, ¡Tenemos que encontrar a Jimin y ponerlo a salvo!, ese loco no puede hacerle daño— gritó.
—Su nombre es Park SeoJoon, busquen una foto suya en la red, es hermano de Jimin, es muy peligroso, quiere matar a Jimin, si lo ven llamen, busquen a Jimin en cada maldito rincón de este lugar— Dijo Namjoon.
Todos sacaron sus teléfonos y asintieron sin entender muy bien lo que estaba sucediendo, aunque la comprensión llegó cuando pudieron medio leer de quien era Park SeoJoon, TaeHyung tragó grueso y corrió al lado de Owen.
Jungkook sentía que el corazón se le iba a salir del pecho, se sentía asfixiado, sus ojos ardían y horrible dolor se extendía por su pecho, ¡el había le había prometido a su Jimin que lo protegería!, ahora se sentía tan inútil, ni siquiera podía encontrarlo.
—P-papá, no encuentro a Jimin — Dijo con voz quebrada a su padre a través del teléfono.
♡
Jimin miró la pantalla de celular su padre lo estaba llamando, pero la música era demasiado fuerte y no lograba escuchar nada, se abrió pasó entre las personas que bailaban y salió por la parte trasera del bar donde la música se escuchaba más bajo.
—Hola papá — Saludó alegremente —¿Cómo estás?—
—Hijo escucha, ve con Namjoon, él te va a llevar al aeropuerto...
—¿Qué?, ¿De qué hablas papá?— Preguntó Jimin completamente confundido.
—Tienes que salir del país, hijo, Park SeoJoon, él...
—Hola hermanito—
Jimin sintió una corriente que paralizó todo su cuerpo al escuchar esa voz, y justó al frente de su rostro con esa sonrisa arrogante y sus ojos llenos maldad estaba su hermano, sus manos temblaron y no pudo seguir sosteniendo el celular que cayó al piso.
—¿Me extrañaste? — Volvió a hablar acercándose con una mano en su chaqueta — Han pasado 8 años, 6 meses, 4 días y 3 horas desde la última vez que nos vimos—
El cerebro de Jimin estaba en blanco su cuerpo no lograba reaccionar solo temblaba, sus ojos se llenaron de lágrimas mientras el terror lo gobernaba, allí estaba el monstruo que le había quitado todo, incluso sus ganas de vivir.
—¿Por qué me miras así cariño?, parece que has visto un fantasma — SeoJoon se rio — Tenemos mucho de que hablar, vine por ti, nadie nos va a separar ahora— susurro rodeándole los hombros con el brazo.
—N-no — Jimin intentó realmente le suplicó a su mente que saliera del shock, pero simplemente no logró hacerlo.
—¿Creíste que podías escapar de mí?, te he estado vigilando todo el tiempo Jimin, siempre sé donde estás, todo lo que haces, tengo ojos en ti todo el tiempo — Le aseguró.
¿Lo tenía vigilado todo el tiempo?, ¿Cómo?, se suponía que nadie sabía donde estaba él, esto no debería estar pasando, ¿Había alguien ayudando a SeoJoon a encontrarlo?
—Vamos Jiminnie, te ves tan hermoso — SeoJoon le pasó la lengua por la mejilla— No sabes cuanto soñé con este momento, quería pedirte disculpas, por golpearte el rostro la última vez, sabes que amo tu bonita cara, pero me hiciste enfurecer, cada vez que pienso en que dejaste que ese maldito chino te tocara — negó con la cabeza mientras lo guiaba hacia un callejón.
—No me hagas daño... — Logró decir Jimin mientras las imágenes de esa terrible noche donde Yoongi murió llagaron a su mente como una película de terror, había sangre en todos lados, los gritos de su novio hacían eco en su cabeza.
—No llores — Le ordenó SeoJoon —No te lastimaré si te portas bien, no me decepciones más de lo que ya lo has hecho, escuche que tienes un nuevo novió, ese tal Jungkook tendré que encargarme de el más tarde — Escupió — Te perdono solamente porque te deje solo todos estos años, pero él debe pagar, cortaré sus manos por tocar lo que me pertenece—
—Por favor...
El corazón de Jimin casi se detuvo, todos sus miedos estaban frente a sus ojos haciéndose realidad, SeoJoon lo había encontrado, y Jungkook estaba en peligro, tenía que protegerlo, no podía permitir que le ocurriera nada, no lo soportaria.
No podría superar perder a Jungkook también.
— No, por favor, haré lo que quieras, iré, me portaré bien — Susurró Jimin entre lágrimas.
—Claro que lo harás, será como en los viejos tiempo, solos tú y yo, nos vamos a divertir — SeoJoon le besó el cuello — Siempre me contuve porque era hombre, pero eres tan bonito que ya no me importa—
♡
Jungkook recorrió del bar, todo daba vueltas a su alrededor habían tantas personas de aquí para allá, y se sentía tan impotente, ¡Solo había salido unos malditos minutos!, ¿Cómo es que Jimin había desaparecido de esa manera?
¡Esto era su culpa!, su maldita culpa.
Se sentía tan inútil, todos sus amigos llegaron al mismo punto y negaron con la cabeza.
—Tenemos que seguir buscando, llámalo otra vez — Lloró Hoseok — Jimin no resistirá verlo otra vez, no tienen idea de lo que ese infeliz es capaz—
—¡Encontré su telefono!— hizo saber Ian — Estaba tirado en la parte de atras, pero Jimin no...
Jungkook corrió en esa dirección, el único lugar donde no había gente era un callejón un poco oscuro, corrió por él hasta que sus pulmones ardieron, y su rostro estaba lleno de lágrimas.
¿Cómo es que hacia un momento había estado bailando y divirtiéndose con Jimin y ahora estaba allí con su novio desaparecido y posiblemente en manos de un maldito psicópata?
—¡JIMIN!— Gritó con sus ojos llenos de lágrimas pasándose las manos por la cabeza.
—Al parecer voy a ocuparme de ti antes de lo planeado — Se escuchó una voz desde un rincón oscuro, en ese momento Park SeoJoon salió sosteniendo un arma en la cabeza de Jimin.
—Suéltalo, déjalo ir — Dijo Jungkook.
— Tus noviecitos siempre se creen muy valientes, pero ellos no pueden conmigo, tú eres mío— SeoJoon se rio — ¿Quieres saber como terminó el último novio de Jimin?, aún puedo escuchar sus gritos y oler su sangre—
Jimin miró a Jungkook con sus ojos llenos de lágrimas, su chico guapo, ese nadador con mirada dulce y una forma de ser tan tierna que lo hizo volver a amar, la idea de perderlo lo desgarraba por dentro.
Él realmente estaba maldito, y perdía a todos los que amaba, esta vez no lo permitiría, prefería morir él antes de perder a su novio.
—¡Jungkook corre!— Gritó intentando soltarse.
SeoJoon apuntó a Jungkook con el arma y tiró del gatillo.
Hola mis amores, ¿Cómo han estado?
Les cuento, que estuve casi muriendo la semana pasada, estuve bastante delicada de salud, estoy un poco mejor ahora les traje un capítulo.
Un último misterio esta a punto de descubrirse y correrá sangre.
Nos leemos.
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