Capitulo 29

Inusualmente Jungkook fue el primero en despertar, y trató de no moverse de forma brusca, ya que Jimin seguía dormido sobre su pecho, su bonito y adorable rostro estaba un poco hinchado,  había llorado la mayor parte de la noche mientras él lo sostenía en sus brazos.

La historia de vida de Jimin era tan horrible y desgarradora, ¿Quién iba a imaginar que detrás de un rostro tan hermoso y una sonrisa radiante se escondiera tanto dolor?

Ni siquiera podía imaginarlo, era aterrador el hecho que existieran personas como Park Seojoon en el mundo, capaces de ser tan crueles incluso con su familia, había dejado cicatrices en Jimin tanto físicas por las cuales había necesitado múltiples cirugías, y aun peor las emocionales que lo llenaban de miedo.

Saber por las situaciones que tuvo que pasar Jimin, hizo que Jungkook valorara aun más  cada segundo que pasó a su lado, Jimin era un sobreviviente, una persona incansable y demasiado valiente, y Jungkook iba a dedicar su vida a cuidarlo, protegerlo y hacerlo sentir tan amado como fuera posible, porque era lo que merecía, ser feliz.

No le importaba a lo que tuvieran que enfrentarse de ahora en adelante, sostendría la mano de Jimin y se enfrentaría hasta el mismísimo diablo por el.

Con mucho cuidado salió de la cama, no sin antes dejarle un tierno beso en la frente, Jungkook no era un gran cocinero pero al menos podría preparar una ensalada de frutas, con mucho cuidado pelo y corto las frutas mas hermosas que encontró para llevárselas a Jimin a la cama.

Regresó a la habitación, Jimin abrazaba una almohada, su respiración calmada y tranquila se veía adorable — Jiminnie —Susurró dejando besitos en sus mejillas — Precioso despierta—

Jimin abrió los ojos de forma pausada y le dio una pequeña sonrisa —No, vamos a quedarnos en la cama — Susurró suspirando y los volvió a cerrar.

—Vamos, he cortado un poco de fruta para ti, me esforcé mucho — Dijo Jungkook.

Jimin dejó salir un risita y se sentó en la cama, aun habían rastros de lagrimas en su rostro y sus ojos se veían mucho mas pequeños e hinchados —Mi chico guapo madrugó para cortar fruta para mi, eso es dulce — dijo acariciando la mejilla de Jungkook.

—Voy a esforzarme mucho para ser capaz de cuidarte, amarte y hacerte feliz — Le dijo Jungkook besándole la mano.

—¿Incluso después de conocer todo mi pasado?— Preguntó Jimin en voz baja.

Aunque Jungkook le había repetido una y otra vez la noche anterior, lo mucho que lo amaba, y que estaría a su lado sin importar nada, el miedo de perderlo, era latente para Jimin.

—Ya te lo había dicho Jimin, sin importar el pasado, quiero ser tu presente y tu futuro —Respondió Jungkook solemnemente.

Jimin le dio un besito —Eres tierno, también me esforzaré mucho para ser digno de tu amor—

— Ya lo eres —Jungkook le devolvió el beso —Comamos un poco— Murmuró brindándole un poco de fruta.

Por supuesto que Jimin era digno de su amor,  era el quien se sentía afortunado de tenerlo en su vida, sin Jimin seguiría teniendo una vida tan jodida, llena de prejuicios, amargura y miedo.

Su vida ahora era mas dulce y quería compartir es dulzura con la persona que amaba.

Pasaron la mayor parte de la mañana en la cama por petición de Jimin, en su rostro se veía el agotamiento y la tristeza de remover su pasado, aunque claramente intentó ocultarlo, Jungkook ya lo conocía mejor, así que lo mimó y le demostró lo mucho que lo amaba con su ternura.

Jimin se sentía tan cálido y protegido en los brazos de Jungkook, esa sensación tan bonita de estar en el lugar correcto, con la persona correcta, su corazón al fin pudo sentirla de nuevo, enredado el uno en el otro, simplemente mirándose a los ojos, no podía ser mas feliz que ahora.

Haberle contado a Jungkook sobre su vida había sido malditamente doloroso, esos recuerdos le desgarraron el alma, pero a la vez le quitaron un gran peso de encima, el rastro de miedo que lo siguió toda su vida parecía desaparecer cuando miraba el rostro de este chico guapo.

Yoongi... Min Yoongi siempre seria una parte vital para Jimin, su primer amor, la persona que le dio felicidad a su triste vida,  y lo recordaría por siempre, tenia reservado una parte muy especial en su corazón, sin embargo, ahora se daría una nueva oportunidad para amar.

—¿Vamos a nadar?— Preguntó Jungkook dándole un besito en la nariz.

—Solo si me llevas —Dijo Jimin moviendo sus cejas.

Sin dudarlo dos veces Jungkook se levantó de la cama y lo cargó en sus brazos, haciendo que Jimin le rodeara el cuello con sus brazos y entre risas salieron a la playa, jugaron un rato en la arena y luego se metieron al mar para lavar la arena.

Jungkook no soltó a Jimin en ningún momento, manteniéndolo seguro de las olas, se dieron besos salados por el agua marina, se estaban divirtiendo demasiado, pero no habían comido mucho mas que frutas, así que sus estómagos exigían alimentarse.

Entraron a la cabaña a tropezones riéndose el uno del otro y con la ropa empapada.

Jungkook se quitó las prendas quedando solo en bóxer y fue a la habitación por toallas para no mojar aun mas el piso.

Jimin se lo quedó mirando con una ceja levantada cuando regresó —¿También eres exhibicionista, chico guapo?—

Jungkook se rio — Estoy acostumbrado a nadar con poca ropa—

Jimin se cruzó de brazos —Eso es cierto, siento que no soy tan exclusivo ahora— Dijo con puchero.

—Claro que si —Jimin lo miró a los ojos —Eres el único con el derecho a ver y tocar todo lo que quiera—

— ¿Todo lo que quiera? —Preguntó Jimin lamiéndose los labios — Tu cuerpo es muy tentador—

—¿Quieres caer en la tentación— Murmuró Jungkook acercándose a Jimin —¿Puedes manejarlo?—

—Puedo... —Susurró Jimin atrayendo el rostro de Jungkook hacia el suyo — ¿Y tu?—

Jungkook tomó a Jimin y sin previo aviso lo levantó sentándolo en el mesón de la pequeña cocina apoderándose de sus labios en un beso, Jimin abrió sus piernas y por supuesto que Jungkook se instaló entre ellas, olvidándose por completo de la comida que iban a preparar.

Los labios de Jungkook se movían de forma sensual y posesiva atrapando los de Jimin, los besos eran tan apasionados y enloquecedores como el primer día, lo dejaban sin aliento, con la mente en blanco, y con ganas de mas.

Jimin también se había vuelto adicto a ellos, nunca tenia suficiente, era imposible tener suficiente.

Sus lengua se enredaban una danza que avivaba la lujuria, la necesidad empezaba a incrementar entre ambos, las manos de Jungkook se deslizaron por debajo de la ropa empapada de Jimin recorriendo lentamente la suave piel.

Cada vello del cuerpo de Jimin se erizó haciéndolo estremecerse, hacia tanto tiempo que no era tocado de esa manera estremecerse y su respiración se acelerará un poco, lo deseaba, lo deseaba tanto.

Jungkook apenas y despego sus labios para levantar el suéter de Jimin y quitándoselo lo dejó caer a un lado —Precioso  — Susurró con adoración mientras apreciaba el torso de Jimin  y sin poder contenerse, pasó su lengua por el pecho del pelinegro.

La húmeda lengua delineando su piel hizo que Jimin dejara salir un gemido bajo, sus dedos clavándose en el cabello mojado de Jungkook —

Jungkook bajó sus manos hasta llegar a los muslos de Jimin acariciándolos por encima de la tela hasta los glúteos los apretó un poco antes de volverlo a levantar, Jimin envolvió sus piernas en las la cintura de Jungkook mientras este cruzaba la sala hasta la habitación y dejaba besos en sus labios y cuello.

—¿Estas seguro?— Preguntó Jungkook dejando a Jimin sobre la cama.

El amor que habia en la mirada de Jungkook conmovió a Jimin, su chico guapo quería asegurarse de que se sintiera cómodo de lo que estaban haciendo.

Jimin asintió —¿Tu lo estas? — Preguntó, estaba seguro de que esta era la primera vez de Jungkook con un hombre.

—Quiero que seas tan mio, como yo tuyo —Susurró Jungkook sobre sus labios.

La seguridad en la voz de Jungkook, y esas palabras hicieron que el cuerpo de Jimin respondiera y tirará de el para un nuevo unir sus labios que se buscaban de forma desesperada, Jungkook sonrió en medio del beso y mordió el labio inferior de Jimin para luego pasar su lengua sobre este pidiendo su entrada.

Jimin abrió sus labios recibiendo la traviesa lengua de Jungkook de nuevo, la tomó entre sus labios chupando, jamás en su vida había sido besado de esta manera tan sensual y poderosa y amaba como lo hacían sentir cada uno de los besos de Jungkook, el como se apoderaba de sus labios, como un hombre sediento y solo su boca fuera su única fuente para sobrevivir.

Jimin les dio la vuelta y se deshizo de su short que aun estaba húmedo, quedando sobre Jungkook acarició con las yemas de sus dedos por todo el torso musculoso,  sintió una sensación poderosa por causar estragos en el cuerpo de Jungkook que temblaba bajo su tacto.

—Me tienes — le susurró Jungkook — Soy todo tuyo — Su voz era tan jodidamente excitante.

Esa afirmación hizo que la confianza de Jimin aumentara y llevo sus manos al bóxer de Jungkook bajándolo por completo, la vigorosa masculinidad de Jungkook completamente desnuda ante sus ojos, ver al nadador completamente desnudo cuando lo dibujó fue muy bastante tentador, pero esto era increíblemente excitante.

Jungkook gimió ronco mientras su respiración se hacía más pesada, Jimin siguió acariciando mientras se acercaba a su oído —Yo también soy tuyo—

Por un momento Jimin estaba en el regazo de Jungkook y al siguiente se encontraba de espaldas al colchón con Jungkook entre sus piernas sus rostros a centímetros del otro con sonrisas cómplices, sus bocas se unieron de nuevo en un delicioso y apasionado besos, se sentían completamente insaciables.

Los labios de Jungkook dejaron los de Jimin solo para bajar hasta su cuello con húmedos besos. pero a la vez tiernos, besando cada centímetro de la suave piel a su paso,  lento haciendo que Jimin jadeara siguieron descendiendo hasta llegar al bóxer el cual Jungkook se dio el placer de quitarle.

El cuerpo de Jimin era tan jodidamente perfecto, incluso con esas mínimas cicatrices, Jungkook no podía dejar de mirarlo con adoración y besó cada una de ellas, eran las marcas de un guerrero, Jimin lucho por mantenerse vivo.

Las manos y labios de Jungkook acariciaban el cuerpo de Jimin como si ya lo conociera, y solo estuviera siguiendo las indicaciones de un mapa trazado por el mismo para encontrar el más valioso tesoro, cada área sensible era totalmente fascinante.

Era una erótica escena de amor, en la  cama acariciándose dos hombres gimiendo el nombre del otro, sintiendo como el calor de sus cuerpos aumentaba, cada terminación nerviosa reaccionaba haciéndolos temblar de deseo.

Pero no era suficiente, querían estar mas cerca sus cuerpos lo pedían a gritos.

Jimin se movió un poco hacia la mesita de noche abriendo una gaveta encontró lo que buscaba  un tubo de lubricante y un par de condones — Te necesito— susurró en los labios de Jungkook.

—Yo nunca...

—Confió en ti — Susurró Jimin — ¿Crees que puedes hacerlo?—

—Te haré sentir mejor — Respondió Jungkook — Te daré todo lo que necesitas—

Jimin abrió sus piernas totalmente en una invitación, esa confianza hizo que Jungkook se volviera loco de deseo, pero logró controlarse era su primera vez, debía ser cuidadoso, haría de esta experiencia inolvidable para ambos.

Besó  los dulces labios de Jimin y para empapar sus dedos con el líquido, suavemente bordeó la entrada de Jimin, tratando de no lastimarlo, estirando poco a poco, haciéndolo gemir y retorcerse bajo su tacto.

El cuerpo de Jimin se sintió invadido  y se arqueó cuando Jungkook ingresó un segundo dedo y toco su próstata, necesitaba más, la preparación fue tan jodidamente excitante que lo tenía al borde.

—Jungkook por favor más—  Suplicó Jimin casi con lágrimas en sus ojos.

Jimin se lamió los labios de forma lasciva, no podía apartar sus ojos de la enorme erección de Jungkook mientras esté se deslizaba el condón en su lugar y le ponía más lubricante, el poderoso cuerpo de un atleta en medio de sus piernas — Eres mas que guapo, eres precioso — susurró.

—Tu lo eres, lo mas precioso que tengo  — Respondió Jungkook sobre sus labios y ubicó su miembro justo en la entrada de Jimin empezando a empujar lentamente.

Jimin abrió su boca dejando salir gemidos siendo como su apretado interior recibía el eje de Jungkook de manera deliciosamente dolorosa, era como estar en el cielo y el infierno al mismo tiempo, le tomo un par de segundos acostumbrarse a la extraña pero a la vez familiar sensación.

Jungkook estaba fascinado con cada expresión en el rostro de Jimin mientras se unían como uno solo, su boca abierta gimiendo su nombre, sus ojos llenos de lujuria que lo devoraban, su dura erección totalmente en su interior, enviando las sensaciones mas increíbles, trato de contenerse para no hacerle daño y solo cuando las caderas de Jimin se movieron contra las suyas, también empezó a moverse en un lento vaivén.

Los primeros movimientos eran suaves mientras el calor aumentaba en sus cuerpos, los jadeos, sus respiraciones aceleradas y sin dejar de mirarse estaban ardiendo en deseo, Jimin suplicando mas,  pronto los movimientos se volvieron más rapidos y el sudor empezó a deslizarse por sus pieles empapándolos.

Sus labios volvieron a unirse ahogando los gemidos.

Las manos de Jimin estaban en la espalda de Jungkook, sus dedos se clavaban en la piel de la fuerte espalda de Jungkook,  se sentía como si corrientes eléctricas lo recorrieran, era tan bueno, sus manos se entrelazaron mientras se besaban.

Y ambos tenían esta rara pero especial sensación de pertenencia, si, era como si ya se pertenecieran el uno al otro y sus cuerpos lo supieran de ante mano.

Las piernas de Jimin envolvieron la cintura de Jungkook pareciendo solo uno, cada empuje los transportaba y elevaba al máximo del placer, siendo envueltos por la niebla de la lujuria y pasión hasta casi perder los sentidos.

Solo jadeos y gemidos se escuchaban en la habitación junto al choque de sus cuerpos al unirse, este podría ser un acto carnal, y al llegar al clímax de su orgasmo casi al mismo tiempo sus cuerpos liberaron todo ese placer que los consumía, sus respiraciones aceleradas y buscando recuperar el aliento mientras sus cuerpos eran azotados por los espasmos del orgasmo siguieron abrazados.

Jungkook dejó besos en todo el rostro de Jimin, lo recorrió lentamente con adoración,  para luego adueñarse de sus labios sellando su acto de amor y entrega con un dulce beso, las palabras sobraban en ese momento solo querían disfrutar de cada sensación y cada sentimiento que flotaba a su alrededor.

Ahora se pertenecían el uno al otro, en todos los sentidos, su unión había sanado heridas, reconstruyendo sus almas y restaurado sus corazones, para vivir su presente y crear un futuro.

Hola mis amores, espero que les haya gustado este cap.

 Nos leemos pronto.

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