Un mes después...

—¿Dónde está tu otra mitad?— Le preguntó Namjoon a Jungkook al tomar asiento a su lado y colocar sus cosas sobre la mesa.

Jungkook se rio y negó con la cabeza —Comprando algo para beber— Respondió señalando la cafetería.

Hacía bastante que los chicos no bromeaban con eso, siempre que TaeHyung y él no estaban juntos ellos solían preguntar por "Su otra mitad" o "Su siamés"

Aunque habían empezado con el tema desde hace unos días, debido a que él y TaeHyung nuevamente se habían convertido en inseparables, Jungkook no tenía ningún otro lugar a donde ir.

Cada vez que pensaba en ir a casa de Jimin dolía su pecho.

Había intentado buscarlo, pero Jimin no le contestó ninguna llamada y mucho menos los mensajes, lo evadía de todas las formas posibles, y no se encontraban en los pasillos de la universidad ni por equivocación, quiso ir a la casa de Jimin con la excusa de recoger sus cosas, pero en el fondo tenía miedo.

Miedo de que una vez recogiera sus pertenencias no hubiera nada que lo atará a Jimin, sonaba estúpido, pero tenía tonta esperanza de que si sus cosas permanecían allá, Jimin decidiera llamarlo algún día.

—¡Qué imbécil!— Gruñó Owen al dejarse caer en la silla del otro lado de la mesa —Ese hijo de...

—¿A ti que te sucede?— Preguntó Jungkook al escucharlo maldecir entre dientes mientras miraba su celular.

—¡El maldito de Ian Walker es un jodido acaparador!— Espetó con enojo — Con su cara bonita quiere convencer a todo el mundo de que es un chico bueno—

—¿Estás enojado con Ian?, pensé que te agradaba — Murmuró Namjoon sacando su portátil para dejarlo sobre la mesa.

—Agradarme mi trasero, ese idiota se quiere robar a mi Jimin — Bufó rodando los ojos.

Jungkook abrió los ojos observándolo, ¿Había escuchado bien?

—¿Desde cuándo mi primo es tuyo?— Se burló Namjoon de forma divertida.

—Cállate, Jimin y yo tenemos mucho en común, hemos pasado mucho tiempo juntos los últimos días y fue malditamente genial, hasta que hace una semana apareció Ian Walker con su cara de niño bueno y lo invitó a un proyecto de no sé que cosa con el equipo de baloncesto, y ahora no he visto a Jimin en tres días — Lloriqueó.

Jungkook apretó sus manos en puños, compartiendo sus sentimientos con Owen, como detestaba a Ian Walker, el agrio sabor de los celos invadió su paladar y su corazón se apretó.

Jimin prefería pasar tiempo con Ian en lugar de hablar con él, incluso cuando le dijo que lo harían, perfecto ¿no?

—Están trabajando en la renovación de unos murales, van a pintar o algo así — Dijo Namjoon.

—¡Pero se suponía que tendríamos maratón de SAO!— Owen se cruzó de brazos — Yo encontré a mi alma gemela y ese idiota me lo quiere quitar—

—Owen deja de ser dramático, tus monitos chinos pueden esperar, el proyecto de los murales ayudará con las notas a Jimin, y es normal que se lleve bien con Walker, Ian estudia diseño gráfico y Jimin arte, de alguna manera sus carreras estas relacionadas— Explicó Namjoon poniendo los ojos en blanco — Además ya lo investigué, mi tío lo aprobaría— Se encogió de hombros.

Esas últimas palabras afectaron a Jungkook un poco demasiado.

Ian Walker sería aprobado por el padre de Jimin, no tenía problemas en darle flores y recibir besos de Jimin en público, venía de una familia adinerada, no era un becado como él, era guapo e inteligente, y apreciaba el arte, eso describia el tipo ideal de Jimin.

Jungkook bajó su rostro y se aclaró la garganta para tratar de aliviar la presión del nudo que se le estaba formando, al dar cuenta de esa verdad, él no tenía ninguna oportunidad.

—A Jimin no le gusta Ian, así de deja de emparejarlos — Protestó Owen.

Jungkook levantó la mirada y le prestó atención — ¿Te lo dijo?—

Owen asintió — Tiene a su chico guapo, y no es Ian, Jimin me lo dijo—

De alguna manera eso trajo un poco de alivio a su corazón, Jungkook era el chico de Jimin, solo que incluso siéndolo, Jimin no quería estar con él.

Owen suspiró — Si yo fuera el chico guapo, estaría jodidamente celoso, ya le habría mandado a la mierda a Ian Walker por coquetear con mi Jimin —

Jungkook apretó sus manos en puños, se sentía malditamente celoso de golpearlo, ganas no le faltaban.

—Jungkookie — TaeHyung puso una bebida frente a su rostro — Para después del entrenamiento—

Owen le dio una mirada de reproche —¿Por qué solo para Jungkook y no para nosotros?—

—Porque ustedes no son Jungkook — Escupió Tae ignorando su mirada sentándose al lado de Jungkook, su brazo le rodeó los hombros.

—¿Saben que están siendo jodidamente pegajosos? — Comentó Namjoon.

—Deberían casarse — gruñó Owen con ironía.

—¿Y si lo hacemos que?, ¿estarías celoso?— Se burló TaeHyung.

—Celoso mi culo...

—Vamos tenemos que ir a entrenar — Jungkook se levantó cortando la conversación.

No quería empezar a hablar sobre eso, si estaba siendo pegajoso con Tae de nuevo después de su conversación en el lago, este lo recogía para ir a clases, lo esperaba para  después para irlo a llevar, comían juntos todo el tiempo, hablaban de todo y nada, dejando lo ocurrido atrás.

TaeHyung no había intentado nada con él, más allá de la amistad, y era mejor así, Jungkook no quería lastimarlo.

                                 ♡

Jungkook nadó dando todo de sí mismo, esta era la única forma que conocía de sentirse mejor, aliviar todo lo que agobiaba nadando era lo suyo.

—Jungkook... mi padre se fue de viaje y no hay nadie en casa, ¿Quieres ir a quedarte conmigo?— Preguntó TaeHyung cuando iban camino al estacionamiento, estaba un poco oscuro al parecer se había dañado una lámpara.

—Eh... — El celular de Jungkook vibró y este lo sacó leyendo el mensaje.

—Será divertido, mañana no tienes clase temprano, además el chef está libre, le pediré que nos haga algo delicioso para comer, vamos ¿si?— TaeHyung lo miró con esos ojos verdes para los cuales aún era débil.

—Está bien, pero puedes ir primero, yo tengo que hablar con el entrenador acaba de escribirme — Jungkook estuvo de acuerdo.

—Bueno, entonces me adelantaré para pedirle al chef que prepare tu comida favorita — Cantó alegremente y mirando a todos lados le dio beso en la mejilla antes de correr a su auto.

Jungkook regresó para hablar con el entrenador quien le dio varias indicaciones, y le pidió que estuviera atento a los chicos de primer año para que pudiera adaptarse bien en el club, por lo general esto lo hacía Namjoon, pero últimamente estaba muy ocupado con su estudio.

Después de despedirse del entrenador Jungkook caminó para salir por el otro estacionamiento y poder tomar un taxi, su cuerpo se quedó paralizado al ver un auto conocido, un Lamborghini blanco para ser preciso.

En ese instante escuchó la voz de Jimin junto a unas risas, Jungkook se escondió detrás de un auto al verlo, ahí estaba después de un mes, caminando junto a Ian Walker mientras reían de algo.

Ian traía una casa que guardaron el auto de Jimin —Ve a casa seguro—

—Tú también— Le respondió Jimin sonriéndole de forma coqueta.

—Gracias por todo, nos vemos mañana — Se despidió Ian yendo a su auto.

Jimin le dijo adiós con la mano, hasta que este subió al auto y salió del estacionamiento.

Jungkook sintió que sus ojos se pusieron acuoso, él se estaba muriendo de celos y dolor, mientras Jimin continuaba su vida como si nada.

Eso lo hizo sentir aún más herido y enojado, aun asi quería hablar con él, era estúpido, porque quería seguir aferrándose a alguien que lo había rechazado, que se negaba a dejarlo entrar en su vida.

Cuando Jimin iba a subir al auto, le ganó el impulso y salió de su escondite tomándolo del brazo —Jimin...

Los ojos de Jimin se encontraron con los suyos, su sonrisa se borró y tragó grueso — ¿Jungkook?—

—Te he llamado varias veces — Murmuró Jungkook.

—Eh... estuve ocupado — Jimin se aclaró la garganta.

—¿Tanto qué no podías responder ni un solo mensaje?— Jungkook se rio, su risa no era divertida —Pasaste tiempo con Owen y no tuviste un minuto para escribir—

—Jungkook...

Jungkook apretó su mandíbula le soltó el brazo y se dio la vuelta, una lágrima mojó su mejilla —¿Tienes tiempo para estar con Ian…?

Jimin miró a su alrededor, sus labios temblaron — Jungkook... este no es lugar para hablar, vamos sube—

Jungkook subió al auto de Jimin en el asiento copiloto mientras este conducía, las manos de Jimin temblaban sobre el volante, ni siquiera se atrevió a mirarlo en todo el trayecto, la tensión estaba allí palpable, terminaron en el departamento.

Jimin fue el primero en bajar y se dirigió a la puerta para abrirla, Jungkook lo siguió, todo estaba tal como se veía hacía dos semanas, como si nada hubiera pasado.

—Jimin... — Jungkook tragó saliva antes sé acercarse a él —¿Cómo estás?—

Jimin dio un paso atrás —Mantente alejado... podemos hablar así—

—¿Por qué?, ¿Por qué no puedo acercarme a ti?— Preguntó Jungkook dolido.

—Jungkook, no quiero hacerte sufrir, no quiero lastimarte, yo... yo te quiero mucho, tú realmente hiciste que pudiera sentir amor de nuevo, desde el momento en que te vi lo supe — Dijo Jimin limpiándose las lágrimas.

—Entonces, ¿Me amas?— Preguntó Jungkook mirándolo.

—Jungkook no se trata de lo que sienta, solo no puedo arriesgarte, me importas tanto, pero lo nuestro no puede ser ahora, no quiero perderte mi chico guapo, sin embargo, no puedo estar contigo —Confesó Jimin.

—Jimin... por favor explícame, no lo entiendo— Jungkook le tomó de las manos.

—Jungkook, tú tienes sentimientos por mí ¿verdad?, tú quieres que yo esté bien, que sea feliz ¿cierto?— Interrogó Jimin.

—Por supuesto — Contestó Jungkook de inmediato.

—Yo también quiero eso para ti, que estés seguro, que no sufras, que puedas ser tu mismo que seas feliz, y puedes serlo lejos de mí, porque no puedo darte lo que quieres, solo tienes que superar esto, seguir adelante, recuerda shikata ga nai — Jimin tomó aire.

—¿Quieres que me rinda?, ¿Qué renuncie a ti?, ¿Qué encuentre a alguien más para amar?— Preguntó Jungkook.

—Quiero que te centres en ti, en tu bienestar, que sigas creciendo como persona, que trabajes en la aceptación de quien eres, y que encuentres tu "Ikigai", que es algo así como tu razón de ser, lo que te apasiona te concentres en eso y tu vida será mejor, verás que no me necesitas en ella— Explicó Jimin.

—¿Y tú?...

—Yo, haré lo mismo, todo está listo terminé la pintura y mis notas son buenas, nadie lo sabe, pero me voy a Japón en dos semanas, quiero aprender más sobre el arte que es lo amo hacer, quiero vivir sin miedo—

—¿Japón? ¿Tan lejos? — Jungkook que no podía contener las lágrimas de nuevo.

—Tengo que hacerlo, es mi por mi salud mental, necesito cambiar de ambiente — Jimin le tomó las manos — Jungkook conocerte ha sido lo mejor que ha pasado en estos últimos años, aprecio cada momento que pasamos que compartimos, los guardaré como recuerdos preciados, y me gustaría que tú me recuerdes también con cariño, y si nos volvemos a ver alguna vez, espero que podemos ser amigos—

Jungkook asintió llenándose de resignación, él quería el bienestar de Jimin, y si Jimin estaba mejor sin él, lo respetaría aunque eso lo estuviera rompiendo a pedazos.

De esto se trata el amor también ¿no?, de soltar, de dejar ir cuando la persona que amas necesita ser libre, aunque duele.

— Está bien — Jungkook tomó aire y lo dejó salir — Aunque me está doliendo, nunca me arrepentiré de haberte conocido, gracias a ti, puedo ser yo mismo—

Jimin sonrió — Gracias por entender, yo... empaqué tus cosas y tengo algo para ti — Le hizo saber — Espera aquí —

Jungkook lo vio ir a la habitación y mientras intentaba ser fuerte, no derrumbarse frente a Jimin y pedirle incluso de rodillas que lo intentaran.

Jimin entró a su habitación y sus ojos fueron a la maleta en la esquina, se llevó una mano a la boca para que Jungkook no lo escuchara, sus manos temblaban, le hubiera gustado tanto que las cosas fueran diferentes.

Pero tenía tanto miedo, estaba aterrado, todos sus temores estaban juntos dando vueltas en su cabeza, sus demonios lo atormentaban, todo contra lo que habla luchado y creyó haber superado estaba de vuelta, la sola idea de que por su culpa Jungkook estuviera en peligro...

Todo empezó ese maldito día cuando recibió la carta.

"¿Pensaste que podrías deshacerte de mí?, déjame decirte que estoy más cerca de lo que piensas.

Te encontré querido, te he extrañado tanto, tú y yo tenemos algo pendiente, la última vez no fue suficiente"...

Jimin apenas había podido leer las primeras líneas antes de tener un ataque de pánico frente a la puerta de su casa en Phoenix, su sangre se heló y su corazón casi se detiene, no podía respirar, él estaba de vuelta en su vida.

Vendría a matarlo.

Desde ese momento todos sus traumas estallaron como un volcán que estuvo dormido, las pesadillas volvieron, su vida se estancó de nuevo.

Y aunque intentó seguir adelante, hacer como si nada y mudarse hasta su que padre solucionara el problema.

Entonces conoció a Jungkook, este guapo chico, con sus ojos llenos de miedo a ser descubierto, que le movió cada fibra de su ser, y le robó el corazón con una mirada, dejarlo ir era demasiado difícil, aunque se estuviera rompiendo por dentro, era mejor así si mantenía a Jungkook seguro.

Hizo lo que pudo para controlar su llanto antes de volver a salir con la maleta y una cajita en su otra mano — Esto es para ti...

Jungkook la tomó —¿Qué es?—

—Ábrelo — Lo animó Jimin.

Jungkook miró el obsequio era un precioso reloj, se veía increíble tenía sus iniciales marcadas JK.

—Lo había encargado desde antes, Leí que es el mejor que se puede usar para nadar u bucear — Comentó Jimin — Viene acompañado con esto — Señaló un collar que como dije tenía una cola de ballena con diminutas letras en japones — Espero te guste—

—Es increíble, gracias Jimin — Susurró Jungkook mirando el collar —¿Qué significan las letras?—

Jimin se aclaró la garganta —Es tu nombre — susurró — ¿Te lo puedo colocar?—

Jungkook asintió con sus ojos llenos de lágrimas.

Jimin le sonrió y con cuidado le colocó el collar —Se ve bien en ti — Dijo poniéndole la mano en el pecho.

—Gracias Jimin, por todo —Murmuró Jungkook con voz quebrada poniendo su mano sobre la de Jimin.

—Siempre contarás conmigo — Jimin no lo soportó y lo abrazó fuerte enterrando su rostro en el cuello de Jungkook — Sé feliz, come bien, y mantente sano para que puedas seguir ganando medallas, chico guapo—

Jungkook lo apretó entre sus brazos —Cuídate — Fue lo único que puedo decir antes de soltarlo y salir.

¿Así que este era el final de una historia de amor que ni siquiera tuvo un inicio?

Hola mis amores, espero que el desarrollo de la historia les esté gustando hasta este punto.

Sé que muchos les desespera que no estén juntos aun, pero es necesario para que nuestros chicos tengan un desarrollo de personaje mucho mejor.

Y como les dije todos aquí guardan sus propios secretos.