Aspen:

"Estas embarazada ,Aspen"

Ogro.

Voy a tener pequeños Sherks.

No, no quiero pensar en la posibilidad de que sea más de uno, pero dios..

Voy a tener un hijo del ogro de mi jefe.

Un hijo de Bastian.

Sin salir de mi shock vuelvo a sentarme sobre la silla porque lo necesito.

Debe haber un error, este no puede ser el producto de una sola noche.

Pero solo me he acostado con él.

Estos últimos seis meses, Bastian es el único hombre con el que he dormido.

El doctor suspira. —Lamentablemente el que estés embarazada no me preocupa.

—¿Qué? —Parpadeo confundida.

—Tus exámenes arrojaron algo más. —Abre un pequeño sobre con las fotografías que me saco la maquina hace un rato, me lo enseña. —¿Ves esto?

Asiento con la cabeza.

—Ese es tu útero.

—No se ve como uno.

Sus ojos me observan. —Si,  temo..que es una malformación.

—¿Malformación?. —Interrogo confundida. —¿Malformaciones en mi útero?

No salgo de un shock para entrar a otro.

—No entiendo, que significa esto. —Parpadeo, todo esto es confuso.. ¿Acaso el bebé? —¿El bebé...?

—Desafortunadamente algunas malformaciones aumentan la probabilidad de que tengas un aborto espontáneo al principio del embarazo o en muchos casos, que aumente las posibilidades de que tengas un parto prematuro.

—¿Aborto...?

Mi mano se coloca sobre mi vientre.

—¿Puedo perder al bebé?

El me da una mirada. —Es una probabilidad.

Mi pecho duele,con miedo me atrevo a preguntar algo más.

—Pero ambos casos son peligrosos ¿No es así?

—Aspen..

—¿Cuántas probabilidades hay de que un bebé prematuro sobreviva?

—Aunque no lo creas hay muchos, hay casos de mujeres que tuvieron a sus bebés a los cinco meses de embarazo y los niños son perfectamente sanos en la actualidad.

Siento mi pecho apretarse.

—Escucha, Aspen.. si todo marcha correctamente es posible que la fuente se te rompa antes de tiempo porque a tu bebé simplemente no le queda espacio para seguir creciendo.

Cada palabra que sale de la boca del doctor, no hace más que preocuparme más.

No sabía que realmente quería este bebé hasta que vi esta posibilidad, mis ojos comienzan arder mucho.

—¿Qué se hace en estos casos?

—Intenta no preocuparte demasiado, ni sufrir hasta el más mínimo estrés y procura mantenerte ocupada para distraerte. Tal vez te ayude a hablar con alguien de confianza sobre lo que sientes, tu madre o amigos. También tenemos charlas y mujeres que pasan por lo mismo.

Es demasiado.

Es mucho para procesar.

"¿Cómo te fue con el doctor"? —Mamá no pierde la oportunidad de preguntármelo, ni por mensaje de texto.

Le escribo una respuesta rápida. —"Nada de qué preocuparse, estoy bien"

No voy a decírselo aún.

"De acuerdo, cielo, pero envíame los exámenes tan pronto puedas"

Aun no se como voy a salir de esto.

Dejo el móvil sobre la mesa de la cocina cuando llaman a la puerta.

Nada de estrés ¿No?

Estoy segura que mamá querrá que renuncie al trabajo y en cierto modo tiene razón y me siento culpable, todas estas semanas esforzándome en el proyecto le he dado suficientes razones para lastimarlo.

Le hecho daño sin darme cuenta.

—Bastian.. —Pronuncio al verlo de pie en mi puerta. —¿Qué haces aquí?

—Te desmayaste. —Como siempre ingresa a mi casa sin ser invitado, cierro la puerta detrás de él y me cruzo de hombros. —Vine lo más antes que pude.

—¿Ahora?

—Vine antes, pero no estabas.

Trago saliva. —Estaba ocupada.

—¿Ocupada...?¿Con qué?

Descubriendo que tendré un hijo tuyo, duh

—¿Por qué estás aquí? —Insisto.

—Ya lo dije.

—No. —pronuncio y el me mira confundido. —¿Por qué estás aquí después...? —Bajo los brazos. —Arruine la presentación.

—No es verdad, Harvey, Jackson y Lauren dieron una impecable presentación.

Vaya, siento envidia.

—¿Entonces cerraron el trato?

—Estamos a prueba si quieres saber, pero si decidieron elegir uno de tus carteles publicitarios.

—Eso es... Es..

—Es grandioso. —Me roba las palabras de la boca.

Al menos algo bien que celebrar.

—¿A eso viniste?

—Es la tercera vez que me preguntas y te digo que estoy aquí por ti.

Trago saliva.

—¿Porqué?

—¿Una cuarta vez, rubia?

—Creí que habías dicho que no vendrías nunca más por mí. —El pecho me duele y ahora entiendo muchas cosas, para empezar porque me dio un orgasmo la otra noche.

Estúpidas hormonas alborotadas.

Los ojos zafiro de Bastian me observan con profundidad.

—Creí que ibas a dejarme. —Comento mirándolo. —Te esforzaste en hacerlo esta semana.

—¿No dije que lo haría mientras estuvieras enfocada en el proyecto?

Con mi corazón acelerado, pregunto.—Creí que sería para siempre.

El cierra la boca y poco a poco veo una sonrisa levantarse.

—Aspen Young , estoy seguro de uno sola cosa en este momento.

¿Una sola cosa?

—Y eres tú.

Mi pecho se llena de sensaciones extrañas.

—Bastian...

—Porque desde que puse los ojos en ti, es imposible que dejé de ir por ti.