#30 Las mejores palabras se hacen esperar II

Capítulo Final:

Bastian:

—Hola..

Su voz sale baja y tímida, me da la impresión que quiere salir huyendo, peor es solo mi impresión, porque ella calla mis dudas ingresando a mi oficina, detrás suyo veo a todos mis chismosos trabajadores intentando escuchar nuestra conversación, pero lo ignoro, solo porque estoy pendiente solo de ella.

La rubia observa mi oficina, pasando la mirada y volteando a ver qué hay detrás de ella, finalmente sus bonitos ojos se ponen sobre mi rostro.

—Se ve más espaciosa estando vacía y eso es decir mucho.

—¿Qué haces aquí, Aspen?

Ella se muerde los labios.—Vine a decirte que cometes una estupidez.

Frunzo mi ceño y ella me lo aclara enseguida.

—No tienes que renunciar, Bastian.— Niega despacio y veo sus ojos llenarse de lágrimas, los míos se abren sorprendidos, un poco.—No renuncies.

Estoy tan impresionado por sus palabras, que solo hago una pregunta obvia.

—¿No era lo que querías?

Me dan ganas de golpearme al ver lo que ocasione con mis palabras, ella se ve muy culpable.

¿Es por eso que está aquí?

¿Por culpa?

— Fui una estúpida.— Dice y niega otra vez.— La única razón por la que te pedí que eligieras entre yo y la empresa fue porque quería oír tu respuesta, quería saber si yo era tu primera opción.. Nunca fue mi intensión dejar que renunciaras e iba a arrojarme a tus brazos en el instante en que dijeras que me elegías a mí, pero ahora sé que fue estúpido y egoísta de mi parte ponerte en esa situación.

—No necesitabas escucharlo, siempre has sido mi primera opción, Aspen.

—Lo sé y lo lamento, Bastian..

—Aspen..

—Y tenía miedo.—Sigue.— Tenía miedo de que todo volviera a pasar como la primera vez y me estaba gustando el ritmo en que íbamos, estar juntos por nuestra hija..

—Pero..

—Pero no puedo estar así contigo, no puedo ser tu amiga cuando al verte, incluso ahora quiero arrojarme a tus brazos.

Mi corazón se acelera.

—Lamento haberte echo pasar por todo esto y lastimarte con mi incapacidad de tomar una decisión, pero no tienes que hacer esto, no tienes que renunciar ni por mí ni por nadie.

Intento hablar, pero ella sigue.

—No quiero que renuncies a algo que te esforzaste levantar, esto eres tú, la empresa sin ti no es lo mismo ..— Su labio tiembla como si no quisiera continuar.— Y te mereces algo mejor que una chica que te pide elegir entre tu esfuerzo y ella, te mereces algo mejor yo, Bastian.

Lo ha dicho y puedo ver el dolor en cada última palabra, trago saliva y me adelanto a corregirla porque ella está equivocada.

No necesito una chica perfecta, la necesito a ella.

A mi Rubia.

—Eso mejor eres tú.

—Bastian..

—Solo te necesito a ti, Aspen.—Digo pasando las manos por su cabello, retiro su mechón rubio y lo coloco detrás de su oreja.—Solo a la rubia que me vuelve loco.

Una débil sonrisa cruza sus labios, aunque este hecha lágrimas.

—¿De verdad?

—De verdad, mi amor.

Mi sonrisa se pierde mientras veo sus ojos.

—¿Solo has venido a pedirme que no renuncie?

— No, yo..

— Entonces dilo.—Le interrumpo.

Sus ojos se abren más e insisto porque necesito oírlo.

—Di las palabras, Aspen.

Sus ojos vuelven a llenarse de lágrimas y ahora que estoy más cerca de ella, lo noto con más claridad.

—Te amo.

Mi sonrisa crece y mi pecho se llena emocionado.

—Yo también te amo, Ogro tripolar.

Me rio.—Ogro tripolar, ¿eh?

Su sonrisa se extiende.—Te amo, Bastian.

—Dios, rubia.— Suspiro feliz de escucharlo al fin.— Maldición, si te tardaste.

Pasa la lengua por su labio inferior.

—Las mejores palabras se hacen esperar.

Alzo ambas cejas.

—Pero no volveré a hacerte esperar, nunca más, Bastian.

—¿Lo prometes?

Ella asiente y mirándome con amor, responde.—Lo prometo.

No necesito extender mis brazos para pedirle que me abrace, ella misma viene a mí.

—¿Sabes algo?.—Pregunto sin aguantar mi risa.

—Uhmm...

—No he renunciado.

El cuerpo de Aspen se tensa y retira su cabeza para mirarme.—¿Qué?

Dejo caer los hombros.—Solo trabajare desde casa, Aspen, era más cómodo para mí y así estar cerca de ti y Nayeli.

Parpadea registrando mis palabras.

Algo me dice que ha resultado estafada.

—Nunca renuncie, rubia.—Le aclaro una vez más.

Su boca se abre.—¿Qué? A mí me dijeron..

—¿Quién te lo dijo?

Se queda en shock por un momento y enseguida se gira buscando entre el público que hemos adquirido desde que entro a mi oficina, entonces parece encontrarlas, aunque ellas, Megan y Lauren estaban intentando escapar, Aspen les hace una señal amenazándolas.

Suspria cansada y se vuelve a mí.

—¿En que estábamos?

Solo sonrio y ella me devuelve la sonrisa, se lanza rodeándome el cuello con los brazos y nos besamos.

Una y otra vez, ignorando al público que tenemos en la oficina.

—Faltaron mis rosas.— Le recuerdo sobre sus labios, cuando le confesé mis sentimientos en la oficina llena de rosas.

—Tengo pensando algo que te gustara más que las rosas.

Antes de besarla otra vez, respondo.—Has captado mi atención, Rubia.








Hola..

Parece que el estafador resulto estafado JAAJJAJAJA

Ultimo capitulo.

Esperen mañana o pasado el epilogo.

Nos leemos.

>>Yiemir.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top