#16 El Ogro tripolar de Bastian

Aspen:

Tengo nauseas.

Y sería la tercera ocasión en la que me levanto de mi escritorio para ir directo a los servicios y también sería la tercera vez que preocupo al padre de mi bebé, quien me ha seguida ante cualquier pequeño malestar que padezco.

He recuperado mi trabajo y yo y Bastian hemos estado ignorándonos desde que terminamos, o mejor dicho, yo lo he estado ignorando porque él no ha dejado de insistir.

Es más, ahora mismo lo está haciendo con sus ojos, sino me llama o intenta hablarme, se encuentra mirándome como ahora y digamos que me encuentro en un sitio conveniente, mi lugar de trabajo está ubicado justo al frente de su oficina y sus ojos zafiro han empezado a volverme incomoda.

— Aspen..

Aparto mi mirada disimulada cuando oigo a Larry, dado mi condición, por así llamarlo, todos han sido amables conmigo, a excepción de Caroline, quien ha preferido mantenerse alejada, aunque siento que también está poniendo de su parte y me ayuda mucho ahora que no me busca una pelea por cualquier cosa.

Tal vez si hay un lado humano dentro de Caroline Baxter.

—Ten. —Larry me ofrece un vaso con agua.

Lo tomo entre mis manos y se lo agradezco.

—No te traje pastillas porque leí que le hacen daño a una mujer embarazada.

Me siento avergonzada y solo asiento despacio. —No necesito pastillas, son parte de estas embarazada, pero gracias.

Larry es quien ha sido más atentos que los demás, ante cualquier malestar, él se acerca al igual que cierto acosador y a quien le ha fastidiado su actitud.

Pongo los ojos en mi jefe, Bastian tiene la mirada repleta de celos.

Ha pasado de preocupado, a acosador y finalmente lleno de celos.

¿Regresamos a tu tripolaridad, Ogro?

Suspiro y masajeo mis sienes, ese gesto le preocupa a Larry.

—¿Aspen?

Le muestro una sonrisa luego de bajar mis manos. —Estoy bien.

Regreso mi mirada a Bastian, los celos le marcan toda la cara, pero inclusa más que eso, sus ganas por estrellar su puño en el rostro de mi compañero.

Jamás lo vi tan tenso.

Y aunque tuviera razón.

Larry es solo es un compañero de trabajo.

Y a pesar de todo lo que ha pasado, ese idiota ogro tripolar, Bastian Ivanok..

Sigue teniendo mi corazón.














Bastian:

No puedo concentrarme en la reunión.

No puedo dejar de mirar la jodida ventana y aunque es una vista diferente y menos amplia a la que me da mi oficina propia, es lo suficiente para ver a Aspen.

—Nos gustaría ir a cenar.. ¿Qué opinas, Bastian?

Oigo dos o tres palabras, porque ya perdí el número de veces en que Larry Holmes se puso de pie y fue directo al sitio de Aspen, aunque esta vez lo que me preocupa es que de acuerdo al reloj en mi muñequera, ya es su hora de salida.

De ambos.

¿Piensa acompañarla?

Ya sabemos dónde nos lleva eso y de solo imaginarlo siento asco.

No puedo ni mencionar a ambos en la misma oración y aun así mi mente ya está dándome imágenes.

—Bastian..

Me vuelvo hacia los ejecutivos cuando siento las uñas de Helga clavarse en mi brazo, la miro a ella primero y luego a los demás, no he escuchado, pero ella me da una mano.

—Una cena, Bastian.

Regreso mi mirada al sitio de Aspen.

¡Mierda, no está!

—Adelántense. — Les pido. —Estaré con ustedes en unos minutos.

Helga me observa con confusión—¿Bastian?

Salgo de la sala de reuniones y prácticamente corro, por no decir que lo hago, logro verlos entrar al ascensor y cuando quiero ir detrás de ellos, este se me cierra en la cara, no me queda de otra que ir por las horribles escaleras y mi todo mi ser desea encontrarlos aun abajo cuando yo llegue.

Mi corazón se tranquiliza , aunque mi respiración no está de acuerdo, me basta con sentirme bien al encontrarlos.

Están conversando al lado del coche de Larry Holmen.

¿Por qué carajos lo contrate?

No pienso en una razón buena ahora mismo, tal vez lo haya, pero los celos y la rabia nublan mis pensamientos positivos sobre ese chico.

Tomo una respiración suave antes de decir su nombre.

— Aspen..












Aspen:

— Aspen..

Me giro directo hacia la voz, aunque antes de hacerlo supe bien de que se trataba, supongo que yo solo quería verlo.

Por alguna razón suena agitado.

¿Ha bajado las escaleras?

Mis ojos se llenan de sorpresa.

¿Acaso no conoce los ascensores?

A menos que..

Bastian se acerca a mí e intenta tomar mi cartera.

—Vámonos. —Ignora por completo a Larry. —Te llevare a casa.

Cuando me toma del brazo, hago un movimiento para impedir que me lleve con él, clavando los pies en el suelo.

Sus ojos llenos de confusión y sorpresa me ven, solo a mí.

—Gracias por la invitación. — Trato de ser amable a pesar de que Larry sabe nuestra situación. — Larry ya se ofreció a llevarme.

Ambas cejas de Bastian se juntas.—¿Y qué con eso?

Dios..

Bastian por fin pone los ojos en mi compañero. —No creo que a Larry le importe, si quiere seguir manteniendo su puesto.

¿Acaba de amenazarlo?

Larry palidece, es lo que suele causar Bastian Ivanok en los hombres, a ellos los intimida y a ellas..

No hace falta decirlo.

— Bastian..

Cuando voy a decirle que está comportándose como un estúpido, escucho la estúpida voz de Helga Robinson, quien lo llama al lado de los directivos de la empresa.

—Vamos a cenar, Bastian.

¿Va a cenar?

¿Con esa arpía después de que ella fue la causante de que no nos casáramos?

Deberías estar agradecida, Aspen, no odiarla, ella solo dijo la verdad.

Pero no lo estoy, no estoy agradecida con ella, ahora mismo tengo sentimientos nada bonitos sobre Helga Robinson.

—No es lo que crees. —Se apresura a decirme Bastian. — Es una cena con todos los directivos, Helga solo.

—No necesitas decírmelo.

Su sorpresa crece y la molestia toma lugar.

— No los hagas esperar, sé que el trabajo es lo más importante para ti. — Esas últimas palabras son un golpe directo hacia él.

Bastian aprieta la mandíbula. — Tú eres mucho más importante para mí.

Ha removido sentimientos en mí.

Sus estúpidas palabras me han emocionado.

—Bastian..

—¿Realmente vas a irte con él?

Y así es como las hechas por el tacho de basura.

— No los hagas esperar. — Agrego por último, pero él se niega a soltarme.

— Aspen.

Coloco mi mano sobre la suya exigiéndole que me suelte y nuestros ojos se encuentran mirándose el uno al otro.

—Buenas noches, Señor.

Mis palabras por más simple que fueran, sonaron muy crueles, entonces fue mi tono de voz y mi actitud despectiva, como mantuve toda la semana con él, lo que hizo que Bastian Ivanok me soltara y sentí el instante en que su afloje se perdió a causa de mí, de mi voz fría y de mis ojos amenazantes pidiéndole, no, exigiéndole que desaparezca de mi vista.

— Aspen..

Salgo de mi sorpresa al oír a Larry, asiento en su dirección y voy directo al asiento de copiloto, en ocasiones así y tratándose de Bastian, él hubiera sido quien me abriera la puerta y es ese lado caballero del ogro, lo que más me hizo fijarme en él.

Dejando el lado él es un ogro tripolar, Bastian tiene sus lados buenos.

Bastian es caballero.

Rudo y salvaje, en la cama lo es.

Me estoy saliendo del tema.

Me hubiera gustado seguir descubriendo más lados así, pero ya no es posible.

Mantengo la mirada baja cuando Larry enciende el coche, la musiquita de retroceso suena cuando lo hace y finalmente me atrevo a subir la mirada a sus ojos, antes de que el coche empiece a andar.

Una perfecta imagen destruida aprecian mis ojos y mi corazón duele.

No es un hombre celoso el que tengo delante de mí.

Es un hombre al que le han roto el corazón.








Hola..

¿Qué opinan?

¿Creen que Bastian merece otra oportunidad?

En el siguiente capitulo, los celos dominaran a Bastian y pueden ser una mala compañía, porque llevaran a Bastian a darle declaraciones fuertes a Aspen.

>> Yiemir.

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