#10 Propuestas
Aspen:
—¿Embarazada?.—Habérselo dicho primero a mamá y junto con Bastian quizás no fue la mejor opción, pero así somos nosotras.
Tenemos confianza y nunca le he ocultado nada, aunque quizás debí hacerlo esta vez.
— Si, mamá.—Miro a Bastian.—Yo y Bastian vamos a tener un bebé.
Cuando mamá pone los ojos en Bastian, el traga saliva y quiero reír.
El ogro le teme a mi mamá.
Aunque mamá tiene su carácter.
—Dios, esto no puede estar pasando.—Se lleva las manos a la cara y las baja enseguida.
Está pasando.
—Estas embarazada, Aspen.
—Sí, eso dije.—Le recuerdo.
—Y sin casarte.
Ruedo mis ojos.
—Mamá..
—Se supone que debes casarte primero.
—El orden de los factores no altera el producto.— Pronuncio y mi respuesta relaja a lo tenso que esta Bastian mientras mamá me observa confundida.
Suspiro y agrego algo más entendible.
—Bastian no es muy fanático del orden.
Mamá pone los ojos en él.
—En realidad tú desordenaste mi vida, Rubia.
Ayy dios..
¿Puedo besarlo ahora mismo?
Me sonrojo y mamá pasa la mirada de el a mí.
— Esta es su culpa.—Mamá lo señala y el vuelve ponerse tenso.
—De los dos..— Menciono.—Ya sabes, no puedes hacer un bebe tu sola.
—¡Aspen Young!
Suspiro.
—Tú fuiste la que me dijo que..— Me detengo al recordar que Bastian está a mi lado y ya es bastante incomoda la conversación como para agregar que mamá prácticamente no hubiera puesto resistencia a los encantos del ogro de ser yo.—Ya sabes lo que pienso de los matrimonios.
— Yo no.— Llama mi atención Bastian.
Me muerdo el labio.—No hemos hablado de eso y no hables, estoy hablando con ella.
Mamá sigue sin estar conforme.
—Estoy bien, de acuerdo.. no necesito un papel para cuidar a este bebé.— Le recuerdo.—Bastian y yo queremos ir despacio.
Mamá eleva una ceja.— Eso se escucha tan incorrecto cuando acabas de decirme que estas embarazada.
Tiene un punto.
—A partir de ahora.—Aclaro.— Estamos conociéndonos.
—Creí que ya eras mi novia, rubia.
Me acerco a el.—A eso me refería.—Regreso mi atención a mamá.—Estamos juntos.. ¿Eso es importante, no? Para él o ella.
—Aspen..
—Por favor, mamá.. — Me acerco a ella y le tomo de los hombros.—Sé que esperabas una boda antes de esto, pero las cosas no siempre salen como una las quiere.
No a menudo.
—¿Esto es lo que quieres, Cielo?
No es como si pudiera decidir ahora, ya lo hice.
Asiento despacio.—Es lo que quiero.
—Bastian..
Mis labios sueltan un gemido mientras el sigue moviéndose en mi interior, nuestras caderas coalicionista provocando más calor en mi interior, mi entrepierna y en todo mi cuerpo, las manos se me resbalan de los músculos de sus brazos y noto el sudor brillar a pesar de lo oscuro que esta, solo dejo caer mis manos, apretando en su caída y volviendo a subirlas con cada nueva caricia.
—Déjame oírte más, Aspen.. —Me exige sin dejar de moverse. —Necesito más de ti, Rubia.
Yo soy quien necesita más.
Esta vez clavo las uñas en sus hombros y nuestros ojos se encuentran, entonces recuerdo el fetiche extraño de Bastian y supongo que será un regalo adelantado de mi parte.
—¿Qué necesita el señor?
Bastian deja de empujar y sus ojos se encuentran con los míos, me observa con sorpresa y luego alza una ceja mientras una brillante sonrisa cruza sus labios.
—¿Vas a cumplir una de mis fantasías, rubia?
¿Una?
Creí que solo tenía una.
— ¿Es más de una?
Ayy dios, cuantas cosas me hará decir este hombre.
O hacer.
—Son muchas y contigo quiero hacer cada una de ellas. —Presiona sus labios sobre mis pechos y levanta los ojos de nuevo para verme. —Para empezar quiero follarte de todas las maneras posibles.
Me muero el labio mientras miles de poses sexuales parecen en mi cabeza y no es nada agradable pensar en ella mientras aún tengo su erección clava dentro de mí.
—Por ahora que sea solo una.
Me conformo con eso.
—De acuerdo, señor.
Su cuerpo se tensa al oírme y es como si con mis palabras, se recuperara del cansancio que teníamos hace unos minutos, Bastian es un hombre nuevo y vuelve a empujar sus caderas con más fuerza y precisión que antes, mi boca se cierra de golpe causándome un ligero dolor y la abro solo para gritar.
—Hazme saber lo mucho que te encanta. — Apoya ambas manos sobre el colchón, a ambos lado de mi cabeza y sus caderas toman el control por si solas. —Dime lo mucho que te encanta tenerme, Rubia.
—Me encanta. —Jadeo cerrando los ojos.
—¿Mucho..? Mierda, Aspen.. dilo. — Me ruega, su voz llena de exitación acelera mi orgasmo. — Dilo, rubia.
— Si, mucho...
—¿Mucho.. Qué?
Alargo mi sonrisa y abro los ojos solo para encontrarme con su mirada pervertida. Bastian vuelve a empujar.
—Mucho, señor..
Con esa última palabra lo recibo con una estocada mucho más fuerte, Bastian me besa en los labios y continuamos, se ríe en mis labios y damos vueltas en la cama hasta encontrar una nueva postura, voy arriba y abajo, otra vez arriba y por ultimo abajo.
Esta ultima vez ambos sentimos que es el momento de llegar y se encarga de frotar nuestras partes hasta conseguirlo, al recibir la abofeteada del orgasmo resulta deliciosa y también con ganas de más, aunque eso será después de recuperarnos.
Tengo el corazón latiéndome rítmicamente y volviendo sordos mis oídos, mi pecho sube y baja al igual que él, mientras tenemos el cuerpo repleto de sudor y las sabanas manchadas de lo mismo.
—Ha sido maravilloso. — Las palabras de Bastian me hacen sonreír. —Quiero oírlo más seguido de tus labios.
Sonrio agotada.
—También me ha gustado mucho.
Me quedo observándolo hasta que noto que está pensando demasiado mientras tiene la mirada fija en el techo.
—¿En qué piensas?
—En las formas como tu madre ve nuestra relación.
—No le hagas caso, mamá se quedó en el siglo XX.
Él sonríe.—En realidad no me molesta, creo que tiene razón.
¿Ah?
Él se gira hacia mí.
—¿De qué hablas exactamente, Bastian?
Su sonrisa crece.— Creo que deberíamos hacerlo.
Mi espalda se endereza y siento un frió expandiéndose por toda mi columna y no es porque las ventanas estén abiertas o porque enfrié muy rápido después de esa sección de sexo, es porque sé exactamente por donde va.
—¿Qué me dices, Señorita Young?.—Me pregunta y mis ojos se abren.
Ay no, no te atrevas a decirlo.
—¿Te casarías conmigo, Rubia?
Solo Bastian Ivanok puede darme el mejor sexo de mi vida y a los dos segundos dejarme sin palabras.
Hola..
Dos capítulos seguidos.
¿Qué les pareció?
Esperen pronto la respuesta de Aspen.
¿Qué le dirá?
Aunque como saben ella es una alérgica a las bodas y el matrimonio, así que ya pueden hacerse una idea.
JAJAJA
Por otra parte, ya establecí las pistas de lo que pasara en un futuro.
>> Yiemir.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top