Capítulo 4.
El camino a casa fue silencioso, no hablamos de nada, sabía que Blake no quería presionarme, dejaría que yo soltara todo. Mi sorpresa fue que cuando detuvo el auto no estábamos frente al apartamento que compartía con Penny sino que nos habíamos detenido en la edificio de Blake.
En mi corto viaje a Portland había tomado decisiones, cosas que cambiaría la relación que mantenía con Blake pero sabía que eran necesarias. Los amores tóxicos no son una opción, yo soy una persona tóxica y no quiero contagiar a Blake de esas cosas solo por obtener su comprensión.
Sentada sobre la isla de la cocina observo a Blake preparar una sencilla pasta, tomo la copa de vino servida a mi lado y trago un sorbo de ella. No quiero nublar mi juicio pero las gotas de alcohol las necesitaba, a veces te dan valor y eso es el ingrediente que más necesito ahora.
Blake corta algunos vegetales como un profesional para una ensalada, cuando el cuchillo empieza a picar una zanahoria las palabras empiezan a salir.
—Mi mamá me llamaba Berry porque al nacer mis mejillas estaban muy enrojecidas y mis labios mantuvieron un color rojizo hasta que cumplí cinco años—Blake detiene el movimiento del cuchillo para voltear hacia mi dirección, yo por mi parte mantengo la mirada fija en el suelo—. Siempre fui Berry, solo se quedó el apodo. Mi padre odiaba que mamá me llamara así, él decía que me habían puesto Stella por una razón y era que me llamaran por ese nombre, no por un apodo absurdo, pero pasado el tiempo el empezó a decirme Berry y el apodo se fortaleció aún más.
—¿Te gustaba que te llamaran de esa manera?
Suelto una risita para después encogerme de hombros.
—Me sentía como una anciana cuando me llamaban Stella, incluso Penny se burlaba de mí diciendo que cuando cumpliremos los dieciocho yo tendría ya los cuarenta ganados tan solo por el nombre.
Blake finalmente se aleja de la tabla de cortar, el cuchillo y los vegetales para colocar su cuerpo entre mis piernas y sus manos sujetar el borde de la isla.
—Pues a mí me parece un nombre muy bonito—dice reglándome una bonita sonrisa sin mostrar sus dientes.
—Yo lo sigo odiando, pero realmente ya me da igual, sigo siendo yo—vuelvo a encogerme de hombros—. Cuando era niña no comprendía eso, cuando me llamaban en la escuela por mi nombre lo dejaba pasar, yo obligaba a mis maestras llamarme Berry pero ellas nunca aceptaron eso. Por el contrario mis compañeritos de clases si me decían de esa manera. Tenía varias amigas, pero año tras año iba perdiendo una, hasta solo quedar Penny, a pesar de las múltiples cosas que inventaron sobre mí ella solo se quedó a mi lado.
—Penny siempre estuvo ahí para ti.
—Éramos un caos, siempre trataba de estar en su casa porque la mía era un infierno—La sonrisa que se había creado en mi rostro por los recuerdos junto a Penny se borra al recordar a mis padres—. Mamá era una estúpida masoquista, amaba tanto a mi padre que le perdonaba cada golpe, cada insulto, cada falla e infidelidad. Mi padre no me levantó la mano por mucho tiempo, pero luego sucedió y nunca se detuvo. Buscaba lugares seguros para esconderme y él los encontraba. Mi madre empezó a tomar mucho, demasiado en realidad, cuando mi papá se iba por semanas. Y él siempre volvía, siempre esperaba ese día que regresaba porque era el único en donde mis padres eran verdaderamente mis padres, luego todo volvía a la carga.
—¿Nunca le contaste a alguien lo que pasaba en tu casa?
—Solo Penny sabía. No me sentía cómoda hablando de eso. Fue un error—suspiro—. Las cosas empeoraron cuando mamá y papá empezaron a tener problemas con mi peso, los chocolates fueron remplazados con galletas de mantequilla y luego las galletas pasaron a ser tortitas de tofu. Todo iba de mal en peor. Cuando tenía quince años alguien llegó al instituto, un policía, me dieron la noticia de que mis padres se habían estrellado contra una pared luego de una persecución. Al parecer mi padre estaba metido hasta el fondo en el negocio de las drogas y mi mamá estaba junto a él. Pensaba que estaba en el infierno, pero mi verdadero infierno llegó cuando me enviaron al sistema.
Mis manos empiezan a temblar, recordar a Lion es una tortura. Blake se percata de mi temor porque sus brazos rodean mi cintura. Empieza a tranquilizarme con palabras, luego con pequeñas caricias, inhalo profundamente y continúo.
—Era imposible que me adoptarán, tal vez los padres de Penny lo hubieran hecho si me hubiesen dejado despedirme de ellos. Fui de casa en casa hasta que llegué a la casa de los Farrell—mi voz al igual que mis manos empiezan a temblar—. Los señores de la casa eran personas malas pero nunca me hicieron daño más que en palabras. Tenían dos hijos, mellizos, Liz realmente me ignoraba todo el tiempo pero Lion... él me hacia la vida imposible.
—Tranquila—susurra acariciando mis brazos.
—A Lion le encantaba hacerme visitas nocturnas a mi habitación—Siento a Blake tensarse, mis ojos se cristalizan y sé que no queda nada para ponerme a llorar—, solo me acariciaba las piernas y una que otra vez mis partes íntimas, pero una noche eso no le fue suficiente y... y...
—Basta, Pebbles.
Los sollozos salen fuertemente de mí, muy pocas veces hablaba sobre la primera vez que fui abusada sexualmente, no es que sea un tema con el que pueda hablar con cualquiera. Limpio mis mejillas y me impulso para bajarme de la isla alejándome de Blake.
—La pasta ya está lista, ¿quieres que termine de hacer la ensalada?
—Pebbles...
—No es la gran cosa, sabes que puedo ayudar, odio venir a tu casa y que siempre termines cocinando solo.
—Pebbles...
—No me gusta sentirme inservible así que si llego a volver aquí por favor dame una labor, no quiero quedarme de brazos cruzados y no...
—Stella—Esta vez sí le presto atención a su llamado. Sus ojos están heridos, él está herido, más no hay lástima, solo lo que esperaba, comprensión. Blake me toma en sus brazos y los sollozos vuelven a hacer su aparición, lo sabía, sabía que me derrumbaría porque muy en el fondo sabía lo débil que era—. Shh, cariño, deja de llorar, me parte el alma verte de esta manera.
—Estoy rota.
—No, mi amor, no estás rota.
—A veces me odio.
—¿Pues sabes algo? —Toma mi barbilla levantando mi rostro—. Cuando te sientas de esa manera recuerda que me tienes a mí y que amo todo de ti.
—Eres un cursi—me río un poco. Estoy en ese punto de risas y llanto que te deforma un poco la cara.
—Ahora descansemos, vamos a comer una rica pasta y después a dormir.
—Primero, no voy a dormir contigo, Blake y segundo es demasiado temprano.
—Primero, si, vas a dormir conmigo, Stella y segundo, sé que estas cansada por el viaje y yo no dormí en toda la noche pensando que volvería a verte por lo que ando un poco cansado.
—Blake...
—Stella—me imita.
—No creo que sea adecuado.
—Igual que yo no pienso que sea adecuado el dejarte ir, puedes escaparate de nuevo—Picotea mis labios—. Ahora, ¿quieres kétchup y mayonesa en tu pasta?
¿Por qué me lo tiene que hacer tan difícil? Sé que en algún punto me rendiré y me quedaré junto a él, pero debo ser fuerte y solo pensar que dormiremos, no podemos llegar a más. No puedo permitirlo si quiero hacer cumplir los planes que tengo.
—Solo kétchup... ¿y Blake?
—¿Si?
—¿Sabes que aún no te cuento lo peor de mi historia, verdad?
Él me observa en silencio y asiente.
—Llegará su momento.
—Gracias.
—No, gracias a ti, sé que esto no es fácil para ti.
Vuelvo a abrazarlo y poco después estoy separándome de él terminando de limpiar las lágrimas restantes en mis mejillas.
—Ahora vamos a encargarnos de esa rica pasta.
Hola, hola, pepsicola.
Sé que he estado muy perdida pero para los que siguen la cuenta de instagram (Intocablesxcollge, siganme xD) saben que no he actualizado por problemas personales y además porque estamos haciendo una mega limpieza en mi casa por navidad. Creo que muchos saben que la decoración navideña en mi casa es... especial.
Es un capítulo corto porque no quería que toda la historia de Stella se viera envuelta en un capítulo, es demasiado. Muchas cosas que acaban de leer la pueden encontrar en el libro #0.5 Viviendo en el aire, si no lo han leído los invito a hacerlo.
Este capítulo es para lajitocom <3 Espero que te haya gustado.
Aun les debo un capítulo, espero subirlo mañana.
Nos estamos leyendo.
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