Capítulo 25
Víctor recorre todo mi cuerpo con su mirada asquerosa y se detiene por más tiempo sobre mis piernas. Odiaba este vestido, pero era importante que lo llevara, le traería recuerdos a Víctor. Su Berry en color rojo sangre, a la sangre que tantas veces él hizo salir de su cuerpo.
—Tan hermosa como siempre, mi Berry—Se hace a un lado y señala hacia el interior—. Pasa, estás en tu casa.
Paso por su lado y desafortunadamente lo rozo.
—Debes rozarlo un poco cuando pases a su lado. Le encanta el contacto y más si es el tuyo—hice una mala cara al igual que Blake, Ronnie se dio cuenta—. Príncipe azul, contrólate. Stella, será horrible, asqueroso, pero tienes que ser fuerte y valiente.
Fuerte y valiente. Fuerte y valiente. Fuerte y valiente.
Observo cada rincón de la casa y puedo notar que esta igual. Las mismas fotos de Alana, el mismo tono de las paredes e incluso el viejo sofá en donde empezó a tocarme aquella noche permanecían en el mismo lugar.
—Todo está igual—susurro pero él lo escucha. Le satisface que recuerde los detalles.
—Solo estuve en este lugar por poco tiempo. Ya sabes, quedaba cerca de un trabajo que tuve, era cómodo quedarme aquí.
Está cerca de El cóctel. Lo sabía, como también sabía que El cóctel había dejado de existir hace un año. Lo supe por Ronnie, porque tenía años sin pisar Jersey, era mi límite en eventos, para eso se encargaba Penny.
—¿El coctel sigue en pie?
—No tengas pelos en la lengua, sé directa, recuerda que le gusta que le seas altanera. Necesitamos que él confiese que estuvo alguna vez involucrado en ese lugar y que existen otros como ese en diferentes lugares, así que debes lograrlo.
—Nah, dejó de traer buenos clientes hace un tiempo. Lo tuve que cerrar, las chicas estaban muy tristes, ¿sabes?—Victor me señala aquel sofá y me invita a sentarme, cosa que acepto—. Pero a veces no todos los negocios pueden éxitos por siempre, a veces solo tienden a hundirse.
Conseguir que Víctor hable de El cóctel: Hecho.
—Mantén una conversación neutral con él, en algún momento Víctor traerá a la luz lo que pasó hace unos días en la estación de radio. Debes ser inteligente, evádelo. Y si es posible, muéstrate débil, le gustará saber que aún tiene poder en ti aunque en ocasiones lo retes.
—¿Qué deseas cenar?
—Solo soy una invitada, puedes elegir por mí, pero sinceramente no tengo hambre.
Víctor me mira fascinado, incluso puedo notar algo de curiosidad.
—No puedo creer que te veas tan fresca luego de lo que pasó hace unos días. Mis palabras te afectaron mucho ¿no?
—Me heriste, porque sé que tienes razón en todo lo que dijiste—No finjo cuando se cristalizan mis ojos, quiero salir de aquí, pero debo seguir—. Pero no quiero hablar de eso. Estoy aquí por otra cosa.
—Por Apple, o debo decir... Verónica.
—Él ya sabe de mí, sabe mi nombre, sabe dónde vivo, a donde voy todos los sábados en las mañanas, las pastillas que tomo y me atrevo a decir que sabe hasta la hora a la que voy al baño. También sabe que nos hemos encontrado y va a querer saber que te he contado de mi experiencia con él. Dile la verdad, dile todo lo que te dicho y dile que es un maldito enfermo. Sigue retándolo.
—Ella me contó algunas cosas, lo que le pasó luego de que yo escapara.
Víctor sonríe felizmente, como si le alegrara que supiera sobre como maltrató a otra pobre chica.
—Apple es perfectamente imperfecta, todo lo que tú nunca fuiste. Era dócil para algunas cosas pero para otras actuaba como tú y eso era lo que me excitaba—ríe un poco y luego cierra sus ojos como si estuviera recordando—. Me encantaba hacerla llorar, porque sabía que ella te había ayudado a escapar.
—Lo hizo, me ayudó y cuando le pedí que huyera conmigo me dijo que no lo haría.
Los ojos de Víctor brillan con satisfacción.
—Tal vez no quiso dejar a su dueño.
—No se fue conmigo porque tenía una misión que cumplir y por eso estoy aquí. Porque Ronnie consiguió lo que tanto estaba buscando.
—Tranquila, Stella, con calma—Escucho a Colton en mi oído y casi me sobresalto, había olvidado que tanto él como Blake no estaban tan lejos de aquí y escuchaban y grababan cada palabra de esta conversación.
—¿De qué estás hablando?
—A ella le hubiese gustado decírtelo en persona, pero sabe que irás tras ella después de que yo salga de aquí.
—¿Quién dijo que te dejaré salir de aquí?—Su actitud era prepotente pero mis anteriores palabras lo habían agarrado fuera de base.
Abro mi pequeña cartera y de ella extraigo un sobre de color amarillo. En ella había tres fotos. Víctor lo toma con reticencia y lo abre, cuando ve el contenido su rostro queda en blanco.
—Realmente eres un maldito enfermo. ¿Con niñas, Victor?
—Esto es falso—Su voz empezaba a temblar, al igual que sus manos. Nunca me había sentido tan poderosa en mi vida.
—¿Realmente es falso, Víctor?
—¡Esto es un maldito montaje! ¡No soy yo! ¡No soy yo! ¡No soy yo!
Su arranque de furia me asusta, me levanto y me alejo lo más posible de él. Arroja cosas por todo el lugar, incluso algunas personas del personal se acercan para ver qué es lo que pasa con su señor.
De un momento a otro Víctor para de arrojar cosas y me observa con atención. Hay furia, pero también hay temor.
—Te recomiendo que no digas nada, hay muchos espectadores.
Los empleados al oír mis palabras salen del lugar corriendo, a excepción de dos guardias de seguridad quien al ver la mirada fulminante de su jefe terminan por salir de la sala.
—Ella te mintió, este no soy yo—su voz sigue temblorosa.
—Lo más seguro es que lo niegue, es lo más lógico. Él quiere ser bueno para ti, Stella. Te dije que él te ama a su loca manera. Quiere solo tener la fachada de villano sobre ti, sobre otras mujeres. Pero si sabe que tú conoces su otro lado lo enloquecerá. No sólo porque él sabrá que lo delatarás ante todos, sino también porque ya no habrá ni una oportunidad para que vuelvas con él pase lo que pase. Porque tú ya no le tendrás miedo. Tu altanería esta vez será sin temor, tendrás una base y para él son esas fotos.
—Deja de mentir, Víctor. ¡Confiésalo!
Para mi sorpresa él rompe a llorar.
—Fue hace mucho tiempo, yo... —su voz se quiebra—. Es algo que no pude evitar.
—Cuando lo confiese debes salir de ahí, no debes quedarte más tiempo. Estará quebrado, debes aprovechar el momento.
Víctor sigue llorando con un niño pequeño sobre el sofá. Así que tomo mi momento y con el mayor silencio posible salgo de ahí, atenta de lo que pueda pasar. Estoy a punto de llegar a la salida cuando una mano aprieta fuertemente mi brazo y cuando me volteo veo el rostro desesperado de Víctor.
—¡No puedes irte! ¡Eres mía, Berry!
—Existe la alta posibilidad de que él te descubra al huir, Stella. Eso será peligroso, porque lo sentirá como aquella primera vez. Si eso sucede, grita la palabra de emergencia para que Colton vaya por ti. Pero eso nos hará movernos más rápido, porque en ese momento Víctor sabrá que algo está muy mal.
No podía llamar a Colton, no lo haría.
—Suéltame, Víctor.
—¡No huirás de nuevo! ¡Eres mía, joder!
—No le contaré a nadie sobre esas fotos.
—¡No me importan esas jodidas fotos! ¡Yo solo te quiero a ti!
—¿Papá?
Nunca pensé que diría esto pero Alana es mi salvación. Apenas ella entra por la reja, su padre afloja su agarre de mi muñeca cosa que aprovecho para salir de ahí.
A mis espaldas, solo puedo escuchar los gritos desesperados de Víctor y a Alana tratando de tranquilizarlo. Pero no miro atrás, solo corro hasta el auto.
Es Blake quien me espera fuera de él y nos sube inmediatamente al vehículo. Colton en ese instante comienza a manejar.
—¿Estas bien?
Es en ese momento que me doy cuenta de que tiemblo como un papel. La adrenalina poco a poco va disminuyendo y cuando me doy cuenta de todo lo que acaba de pasar rompo a llorar.
—Shh, Pebbles, todo estará bien. Lo tenemos, Pebbles, lo tenemos.
Es más que obvio decir que estamos en los capítulos finales. No les puedo decir cuanto falta porque ni yo lo sé, pero siento el final cerca. ¿Lo mejor? Ya el final lo tengo escrito en mi cabeza jijijiji y está bue-ní-si-mo.
¿Qué tal este capítulo? ¿Les gustó?
Este está dedicado a Heidy, espero que te haya gustado ❤
Las próxima dedicación la tomaré al azar de los comentarios.
Nos leemos el domingo ❤
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top