Capítulo 18.
BLAKE.
Hice que todos me dejaran a solas en la cabina con mi novia. Le di mi teléfono a Iris y le pedí el favor que publicara en mis redes sociales que el programa no lo haría yo esta noche. Liam se encargaría, le di rápidamente el libreto y un pendrive con toda la música escogida para esta noche. Él no tuvo problema, Liam sabía qué hacer.
Nos dejé a Stella y a mí en esa cabina insonorizada, arrojados sobre el suelo y abrazados uno con el otro.
Stella no me había dicho nada, pero sabía que Víctor era el que estaba detrás de todo esto, pero no entendía. Stella me había dicho que estaría aquí para la reunión de la fiesta de navidad de la emisora, quise acompañarla pero me tranquilizó diciéndome que Penny estaría aquí además, estaba seguro de que Richard también estaría ahí, entonces, ¿cómo coño Víctor había logrado que Stella estuviera en tal estado?
Ella no me habla, solo observa mi micrófono dorado con atención, dejó de llorar hace mucho, pero eso no me tranquiliza. Está ida y eso me asusta.
—¿Pebbles? Háblame por favor, me estás haciendo sufrir aquí.
Nada, ella sigue totalmente muda, pero se remueve entre mis brazos para observarme.
—Voy a jodidamente matar a ese animal.
—Él siempre... Siempre... Ha tenido... Razón.
¿Cómo?
—¿Razón en que, mi amor?
—No soy... nadie.
La furia empieza a llenarme como a una botella. Sabía que Stella no estaba bien, incluso pensé en decirle que debía ir con un especialista, Penny no podría ayudarla en todo, Sammy tampoco, incluso yo tampoco podría hacerlo.
—Pebbles...
—Yo solo quería darte una sorpresa... Pero él llegó y...
Otro sollozo fue soltado y después de ese le siguieron más. Estaba cansado de que Stella sufriera de esa manera. Debía hacer algo, esto había sido la gota que colmó el vaso. Tenía que organizar un golpe hacia Víctor, pero antes, tenía que volver a recoger pieza por pieza de la chica que tenía en mis brazos.
—Tus colegas me vieron, debes estar avergonzado de mí.
—¿Por qué lo estaría, Pebbles?
—Porque hice una escena en tu lugar de trabajo. Doy pena.
—No das pena, mi amor. Y no me importa, esto está más que justificado. Y el que se atreva a decir una sola palabra pues puede irse a la mierda.
Stella por fin me mira a los ojos, realmente cuando me miraba lo hacía en alguna otra parte de mi rostro, no hacia mis ojos. Puedo leerla, la destrozó, ese maldito hijo de puta realmente le dio en donde más le duele, estoy furioso, quiero matarlo con mis jodidas manos.
—Voy a irme.
—Vamos a irnos.
Ella niega con la cabeza y hace un esfuerzo por levantarse del suelo. Cuando ambos estamos de pie frente al otro ella continúa.
—No huiré, Blake. Ya no más. Pero tampoco puedo quedarme en esta ciudad en este momento—ella niega con la cabeza y puedo percatarme de que una lágrima se desliza por su mejilla pero la limpia rápidamente—. Necesito un descanso. Yo... Venía a decirte eso.
Pero había algo más y lo sabía.
—No solo venías a decírmelo, me ibas a invitar a ir contigo—El nerviosismo con el que estrecha sus manos me lo confirma—. Voy a ir contigo, Stella.
—No...
—Lo haré—Tomo sus manos para que deje de lastimarse y la obligo a mirar hacia mis ojos—. No te dejaré, no otra vez. Estaré contigo, uniré cada pieza que ese maldito se atrevió a romper.
—Tu trabajo...
—Dejaré a Liam a cargo de todo. Créeme, eso le encantará.
Finalmente esboza una pequeña sonrisa. Y aunque fuese una mínima hizo que mi corazón empezara a latir con fuerza.
—Te amo, Pebbles.
Vuelven los sollozos. La abrazo con fuerza y aunque su rostro se encuentra ahogado en mi cuello puedo escuchar su respuesta.
—Yo también te amo, Bam Bam.
La puerta de la cabina es abierta y es Iris la que entra por ella. Ella se acerca a nosotros algo precavida pero al estar cerca no puede evitar abrazar a Stella haciendo que esta se tense.
—Quiero que sepas que tienes una amiga en mí, pase lo que pase, cualquier cosa puedes contármela y voy a apoyarte.
Stella se relaja en los brazos de mi amiga y provecho ese momento en que ambas están concentradas una con la otra para ir a buscar a ese animal.
El ascensor se detiene en la oficinas, Fran levanta la mirada al sentirme llegar pero yo solo tengo una misión y esa es llegar a Víctor.
—¿Blake?—escucho decir a Fran—Espera...
Pero ya es demasiado tarde, abro la puerta de la oficina de Richard, este se encuentra leyendo algo en su laptop y afortunadamente a su lado está mi presa. Hay reconocimiento en los ojos de Víctor, pero no le da tiempo ni siquiera de esbozar una sonrisa cuando lo estoy tomando por el cuello levantándolo y dándole un puñetazo.
—¡Anderson! ¡¿Qué coño?!
No le prestó atención a Richard, mis ojos solo están fijos en la nariz rota de Víctor Williams.
—Esta es la última advertencia que te daré. Déjala en paz.
—Oh niño, cometiste un error, ¿Recuerdas quién soy?—Suelta una carcajada—. La agresión a un socio de la emisora está penado con el despido.
—No lo harás, porque si lo haces le contaré a todos lo que le hiciste a Stella.
Su sonrisa sigue intacta como si le estuviera dando un premio.
—Ella no lo permitiría y lo sabes—Me tenso porque tiene razón, pero lo que él todavía no sabe es que yo tengo un as bajo la manga—, así que estás despedido, Blake.
—No lo harás—aseguro.
Puedo percatarme como Richard y Fran son testigos de nuestra discusión.
—Sabes que tu novia...
—Si me echas, si sigues molestando a Stella, si tan solo le lanzas una mirada iré a la maldita prensa y les contaré a todos sobre de Colton.
La comisura de mis labios se alza al observar como el que ahora se tensa es Victor.
—¿Cómo sabes de su existencia?
—¿Sabes que todavía no entiendo? —Hago oídos sordos a su pregunta y esta vez yo formulo una—. ¿Por qué si no quieres que nadie se entere de que él existe lo quieres en Nueva York? Él estaba muy bien escondido en donde estaba. ¿Qué quieres de Colton?
—No es tu problema.
—La cuestión aquí es que estoy casi seguro de que si Colton está aquí es porque es algo relacionado con Stella y todo lo que tenga que ver con ella me importa. Ahora vuelvo a preguntártelo, jefe—me burló de su posición—. ¿Qué quieres de Colton?
El rostro de Victor luce furioso, se siente arrinconado y que tengamos público lo pone muy nervioso.
—¿Qué quiero de ese bastardo? Él me llevará hasta ella—lanza otra de sus carcajadas—. Es increíble como tu sangre puede hacerte esas cosas. Blake, ¿sabes que quiero del bastardo? Él sabe dónde está ella.
Y no hace falta que diga más nada, Colton está aquí porque sabe dónde está Apple y Víctor de alguna manera u otra se enteró de eso. Él quiere eliminar a la amiga de Stella por lo que pasó hace unos años.
¿Hasta dónde puede llegar la obsesión de este hombre?
Y aquí está, sin faltas para ustedes.
¿Que tal? ¿Les gustó? Déjenme sus comentarios :) los estaré leyendo.
Este capítulo esta dedicado a Candeluchiim ❤ Espero te haya gustado.
Nos estamos leyendo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top