Capítulo 16.
La conversación con los directivos de la emisora estuvo bien. Dejé que Penny hablara la mayor parte del tiempo, yo me mantuve a un lado e intervine cuando era necesario. La mirada de Víctor me ponía nerviosa e incluso algunas veces tuve miedo de que mi voz fallara. Sus ojos fríos estaban tan atentos en mí que solo me causaba escalofríos.
Una hora después Penny y yo nos despedimos. Lamentablemente tuve que estrechar mi mano con Víctor, ocasión que aprovechó para acercar mi mano a sus asquerosos labios para besar el dorso. Quise vomitar, más aún al ver como su mirada fría había pasado a ser una totalmente llena de lujuria.
Quise salir de ahí, pero primero quería ver a Blake. Penny por su parte si tomó rumbo a la salida ya que ella solo quería descansar. Yo me quedé y empecé mi búsqueda en la emisora.
Recuerdo que Iris me llevó la última vez que estuve aquí a la cabina del programa de Blake, solo que esta vez esta se encuentra vacía y sin señales de que alguien más estuviera aquí. Observo con atención el panel frente de mí y el micrófono al otro lado del cristal. Recordar como Blake había acabado con su vergüenza de esa manera tan valiente me hacia sonreír.
Estoy orgullosa de él, de cómo volvió y todos celebraron su regreso. El público está encantado con que Blake Anderson este nuevamente detrás del micrófono. Su manera de hablar, su música, sus palabras... Blake Anderson es increíble y todo Nueva York lo sabe.
Decido esperar sentada sobre el sillón del técnico, reviso mi reloj y supongo que nadie del equipo de Blake está aquí porque aún es temprano para el programa. Quiero darle la sorpresa de que me quedé para verlo. Además, quería proponerle a Blake que tomara este fin de semana conmigo, no quiero estar más que lo suficiente alejada de él.
Respondo algunos correos en mi celular e incluso veo algunos memes en las redes sociales. Pasan treinta minutos hasta que la puerta es abierta... Mi sonrisa muere al ver quien entra por ella.
—Parece que hubieras visto un fantasma, Berry. ¿O prefieres que te diga Stella?
No digo ni una sola palabra. Estoy congelada en mi lugar. Debí haberme ido, no debería estar aquí, no con él.
Blake, ven por favor, sácame de aquí. ¡Blake, sálvame! Es lo que grita mi mente pero no tengo el poder de que Blake escuche mis pensamientos.
—Sigues igual de hermosa que hace unos años. Me atrevo a decir que ahora lo eres mucho más—Víctor cierra la puerta a sus espaldas y afortunadamente no lo hace con llave, pero su figura imponente esta frente a mi única salida. Tendría que pasar sobre él para salir de aquí—. Me sorprende que aún estés aquí, pensé que ya te habrías ido... Ya sabes, te encanta jugar al gato y el ratón conmigo, pensé que huirías de nuevo.
—No seguiré huyendo de ti, Victor—Mi voz no tiembla, pero todo mi cuerpo lo hace.
Víctor al escucharme amplía su sonrisa mostrando sus dientes hasta sus caninos, perfectos, blanquecinos y llenos de maldad.
—Me alegra escuchar eso, Berry. No sabes cuánto te busqué, siempre has sido mi favorita. Siempre lo serás.
—Estas enfermo.
Eso lo molestó, pero no perdió su sonrisa. Víctor da otro paso cerca de mi poniéndome más alerta, me levanto del sillón y la única idea descabellada que se me ocurre es encerrarme en la cabina insonorizada a mis espaldas, pero si él logra entrar conmigo... Estoy perdida.
—Tienes razón. Estoy enfermo, mi querida Berry—Me estremezco cuando escucho el apodo y poco a poco sigo caminando de espaldas mientras él lo hace de frente—. Enfermo por volver a besar tus labios, enfermo por volver a tocar esa piel sedosa, enfermo por volver a estar dentro de ti. Preciosa y hermosa Berry, estoy enfermo por ti.
No puedo seguir escuchándolo así que corro hasta la cabina insonorizada y de milagro me encierro dentro de ella. Víctor pierde la cordura al ver una barrera entre nosotros. Golpea la puerta con fuerza y por un momento pienso que puede derribarla, pero después veo como poco a poco empieza tomar control de su cuerpo, arregla la chaqueta de su traje y recompone su sonrisa, solo que el odio y la perversión ahora están ahí.
Víctor se acerca al tablero y presiona un botón. Va a hablar y tendré que escucharlo, no me queda de otra. No quiero ver su rostro, concentro mi mirada en el micrófono dorado de Blake mientras sigo llamándolo a gritos desde mis pensamientos.
—Siempre querrás escapar de mis brazos, Berry, pero quiero que tengas presente que yo te perseguiré, te buscaré bajo cada roca si es necesario. Nadie podrá esconderte de mí. Tú y yo estamos destinados mi preciosa Berry. Eres mi vida y nadie podrá arrebatarme a mi Berry de mis brazos.
—¡No soy tuya! ¡Déjame en paz! ¡Solo déjame en paz!
—Eres mía, Berry. Tan mía como cada noche cuando te tomaba en esa habitación de El cóctel. Todo iba bien hasta que esa perra te alejó de mi—Veo como golpea el tablero con fuerza, sus ojos están llenos de odio al hablar sobre Apple—. Prometo encontrarla y desaparecerla del mapa.
—¡No le hagas daño a Apple! ¡Ya basta de hacerle daño a la gente, Víctor!
—Esa puta se lo merece. Me alejó de ti.
—¡Yo quise alejarme de ti! ¡Terminaste de arruinar mi vida en ese lugar! ¡Me arruinaste la vida, Víctor!
Víctor me observa, en un total silencio. Yo ya no puedo aguantar mis lágrimas así que ellas caen por mis mejillas mientras sollozos involuntarios salen de mis labios.
—Tienes razón, te arruine la vida. Te hice mi perra—él ríe divertido, puedo ver el toque de locura en su rostro y su expresión corporal—. Tenías todo lo que una jovencita podría querer.
—No tenía libertad, era una esclava sexual.
—Tal vez, para mi eras solo mi Berry—eleva las comisuras de sus labios y mira atentamente cada centímetro de mi cuerpo—. En ese lugar en donde estas, detrás de ese cristal, pareces la pieza más costosa en exhibición.
—¡No soy un objeto!
—Ya veo porque ese muchachito está detrás de ti, detrás de lo que es mío. Y tengo que decírtelo, mi pequeña Berry, porque sé que ese idiota te importa pero no te preocupes, yo haré que rápidamente te olvides de él.
—¡Cállate!
—Blake Anderson solo te tiene lástima, Berry, él no estaría interesado en una mujer rota como tú. Él solo quiere a una chica con la que pueda pasar el rato y remplazar el amor que le tenía a mi hija con otra que no le llega ni a la suela de los zapatos.
Sus palabras me duelen, me queman.
—Eres la segunda para él. Eres nadie para Blake Anderson. Yo puedo darte el mundo, Berry, él no puede darte nada, ni siquiera su amor.
—¡Ya basta!
Coloco mis manos sobre mis oídos. Solo quiero convencerme de que nada de lo que está diciendo es real.
—Tú eres importante para mí. ¿Para Blake? Solo eres basura, una prostituta, una puta que se acostaba con su viejo ex suegro en un prostíbulo.
—¡Silencio!
—Para Blake Anderson lo que es Stella Foster es una mercancía dañada.
Y sin más, con esas palabras tan mordaces, apaga el micrófono y sale rápidamente de la cabina.
Mi corazón sangra, me repito una y otra vez que lo que dijo Víctor no es cierto, recuerdo las palabras que Penny me dijo: "Blake daría la vida por ti" "Ese chico te ama"
Por más que me amara, Víctor tenía razón en algo. Era mercancía dañada, era una puta. Tal vez no para los ojos de Blake, tal vez y solo tal vez él no le importara lo que fui antes de conocerlo, pero seguía siendo nada... Nadie.
Escucho abrirse la puerta de la cabina insonorizada y me aterro. Pensando que Víctor pudo volver con una llave para abrirla. Pero puedo oler su fragancia, ese olor a vainilla y canela que desprende el perfume de Blake.
—¿Pebbles? ¿Pero que...
Los sollozos se hacen aún más sonoros al ver como Blake no es el único en ese lugar, todo su equipo está aquí y me observan impresionados. Me siento como Víctor dijo hace unos minutos, como una maldita pieza de exhibición, la mejor participante del circo.
Blake llega a mí y me envuelve en sus brazos con fuerza.
Pero era tarde, su protección no llegó a tiempo y Víctor siendo el profesional que es volvió a romper otra parte de mi alma.
jijiji ¿Que tal el capítulo? ¿Les gustó? Victor siempre siendo un hdp :)
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