Capítulo 13.
Cancelé mis citas de hoy, algunas no se podían dejar atrás así que Penny me aseguró de que ella se encargaría de todo cosa que me quitaba un peso menos de encima.
Blake llegó desde temprano a mi departamento y las últimas horas lo que hicimos fue discutir. Él iría a la reunión con Colton pero yo no quería que lo hiciera. Una tonta pelea de si iré, no irás se formó hasta que uno resultó ganador... Y fue él.
Sentada en el asiento del copiloto observo por la ventanilla del jeep de Blake. Los gigantescos rascacielos me abrazan apoyándome y diciéndome que todo irá bien, que habrá buenas noticias y que finalmente encontraré a mi vieja compañera de pesadillas. Las espinita de que estoy haciendo algo malo todavía estaba clavada totalmente en mi pero la otra espina de que lo que estoy haciendo está bien peleaba junto a la otra ferozmente. Mis sentimientos estaban inmersos en miles de remolinos, no sabía que pensar, no sabía lo que pasaría, estaba neutra, en blanco, sin sentir más de lo que ya debería sentir.
Terror, confusión, ira, esperanza. Todas iban tomadas de las manos; tal y como Blake tenía la suya sujeta a la mía.
—Todo saldrá bien.
Es lo que repetía el hombre a mi lado una y otra vez, que a pesar de las tontas discusiones de esta mañana aún seguía aquí, apoyándome.
—Tengo miedo de escuchar algo que realmente no quiero escuchar.
A mis oídos las palabras suenan tontas y luego de ver la sonrisa burlona de Blake, me confirma de que si, dije algo tonto.
—No siempre podemos escuchar lo que queremos escuchar. Lo que escuchamos es lo que verdaderamente está sucediendo y ya queda de nuestra mano hacer lo que sea necesario para que luego podamos escuchar lo que queramos. Aunque eso no aplique para todos los casos.
—Me da miedo de que mi caso sea uno de esos.
—No lo será. Ya verás, Pebbles, escucharás lo quieres escuchar.
—¿Y qué crees que quiero escuchar Blake?—pregunto con la voz entrecortada.
—Quieres escuchar muchas cosas... Pero lo que más deseas escuchar es que ella está viva y que tú no tienes la culpa de haberla dejado atrás.
No despego mis ojos de su perfil, el chico que tenía a mi lado me conocía tan bien. Algunas veces se me ocurría que sus pensamientos estaban muy unidos a los míos.
Quince minutos después nos estábamos bajando del jeep de Blake. Vi la hora en mi reloj de muñeca dándome cuenta de que habíamos llegado diez minutos antes. Cuando entramos, escogimos una mesa algo aislada de las demás, una mesera vino a tomar nuestra orden y poco después bebíamos de un sabroso café caliente.
—¿Quieres relajarte?—Blake detiene el rápido movimiento de mi pierna y estrecha suavemente mi muslo con su mano—. Todo saldrá bien.
—No sabes cuánto te agradezco de que estés aquí, conmigo.
Blake sonríe y acerca su rostro al mío pero un carraspeo interrumpe nuestro casi beso. Cuando alzamos la mirada, mis ojos se abren sorprendidos, porque yo conocía al hombre que estaba de pie frente a nosotros.
Después sumé dos más dos y el resultado me dejó realmente asustada, era demasiada casualidad.
—Me llamó un tal Blake Anderson de parte de su novia Stella Foster y casualmente yo conocí hace poco a una chica en el aeropuerto llamada Stella y me presentó a su novio llamado Blake... Pensé que era mucha casualidad y vaya que lo es.
—¿Eres Colton Quill?—asombrada me levanto de mi silla.
—Ese mismo soy—Colton se acerca y deposita un beso sobre mi mejilla, luego extiende su brazo para estrechar su mano con la de Blake—. Diría que es un placer conocerlos pero ya los conocía así que diré que es un placer volverlos a ver.
—Sabía que conocía ese tono de voz—dice Blake mirándolo seriamente—. Aunque el teléfono siempre distorsione el tono de voz de las personas el tuyo es algo característico, pude reconocerte antes de terminar nuestra llamada.
Tomamos asiento nuevamente y la mesera se acercó para tomar la orden de Colton el cual solo pidió un café al igual que nosotros.
—Nunca te di mi número, ¿cómo lo conseguiste?—me pregunta directamente.
—Tu mamá—contesto sin más—. En la factura estaba ese número de contacto así que decidí...
—¿En la factura?
La mesera deja la taza de café de Colton frente a él, pero su rostro confundido está al pendiente de mí.
—Creo que deberíamos iniciar con el porqué estas aquí—Blake toma un sorbo de su taza para dejarla nuevamente sobre la mesa y continuar—. Stella está en búsqueda de alguien y pensamos... No, estamos seguros de que tú la conoces.
—Se hace llamar Apple.
Colton se congela en su asiento y un brillo de reconocimiento cubre sus ojos.
—Conseguí hace poco unos papeles que te conectan con ella. Al parecer tu costeaste su tratamiento de desintoxicación de drogas hace un tiempo—Colton pareciera que no estuviera escuchando pero de igual manera Blake sigue con la explicación—. En la factura aparecía tu nombre y un número de teléfono, pensando que podrías ser tú el dueño nos llevó a tu madre que con un poco de... mentirillas dimos con tu número, ahí fue cuando llamé.
—¿Conoces a Apple, Colton?—No puedo evitar preguntar ante el silencio y la incomodidad de Colton.
Él muerde su labio inferior y hace un ligero movimiento para sacar unos billetes de su bolsillo que poco después están sobre la mesa. Se levanta y mira mis ojos fijamente.
—Ya pude comprobar que eran ustedes los que estaban llamando. Lo siento, pero no puedo darte lo que quieres.
—Colton...
—Lo siento, Stella.
Aguantando las ganas de llorar, tomo su brazo y me aferro a él antes de que salga de la cafetería.
—Quiero encontrarla, necesito encontrarla, por favor, ayúdame.
—No puedo hacerlo.
Un miedo atroz me envuelve, si no puede hacerlo es porque tal vez...
—¿Está muerta?
Las pupilas de Colton se dilatan, el remordimiento y la desesperación es lo único que puedo observar en sus ojos. Quiere hablar, pero está obligándose a no hacerlo.
—Por la paz mental de Stella—Escucho a Blake hablar pero su voz suena muy lejana—. ¿Esta Apple muerta?
Colton inhala y finalmente responde.
—Ella desearía estarlo, es lo que siempre me dice cuando hablamos.
Las lágrimas se deslizan por mis mejillas. El alivio y dolor se hacen presentes, ella está viva pero no significa que realmente tenga una vida.
—¿Qué relación tienes con ella?
Colton se da cuenta de que estamos llamando un poco la atención por lo que se sienta de nuevo en nuestra mesa, yo lo hago en el asiento a su lado, un poco más lejos de Blake.
—Conocí a Apple unos años atrás en un prostíbulo muy famoso—Empieza Connor a contar mientras sus mejillas se sonrojan—. Estaba haciendo una visita en aquel lugar, iba a ver a... a alguien, cuando ella se cruzó en mi camino. Sus ojos me enamoraron pero también rompieron mi alma en mil pedazos.
—¿El Cóctel?—cuestionó asustada—. ¿Ese prostíbulo es El Cóctel?
Colton abre sus ojos impresionado, cuando un brillo de reconocimiento termina por cubrir sus ojos.
—Eras una de ellas—Decido no responder. Colton por su parte, suelta una risita amarga y a su vez niega con ligeros movimiento de su cabeza—. No puedo decir más nada, Stella.
—¿Por qué?
—Porque acabe de caer en cuenta de quién eres y como ese es el caso él está detrás de ti, te vigila y la pone en peligro. No puedo exponerla, ya es suficiente con que no esté a su lado.
—¿Quién vigila a Stella?—Oigo la voz tensa de Blake, pero realmente no la escucho.
Oír, escuchar, son dos cosas muy diferentes.
Mis pensamientos conectan cada una de las pistas que Colton me había dado inconscientemente: Fue a El Cóctel a ver a alguien, el cabello castaño, la nariz perfilada y esos ojos azules penetrantes que por muchos años me aterrorizaron.
No tiene que decirlo, porque ya sé quién es el que mantiene sus malditos ojos encima de mí.
El que se hace llamar mi dueño.
—Mi padre.
¡Hola! ¿Cómo están? Antes de empezar a hiperventilar por este capítulo les diré que ambos corresponden a la semana pasada y a esta. La semana pasada no pude actualizar por asuntos mayores... Si, adivinaron, tenía parciales (Y aun tengo, que depresión, pero ya falta poco para terminar)
Así que... ¿Colton Williams? ¿Quill? ¡¿Qué esta pasando?!
¿Qué esperan leer en los próximos capítulos?
Nos estamos leyendo <3
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