Capítulo 1.
El día que hui estaba muy lastimada, Víctor estaba enojado porque días antes me había llevado a su casa y había salido de su habitación sin permiso haciendo que me encontrara cara a cara con su hija, Alana. Ella estaba furiosa, al parecer era común que su padre llevará mujeres a casa, su hija odiaba eso. Después de que Víctor hiciera conmigo lo que quisiera mi espinita de curiosidad me hizo salir de la cama, gran error luego de ver los ojos azules llenos de ira de Alana, mis fachas tampoco ayudaron, estaba prácticamente desnuda.
Víctor me castigó por aquello, pero ya yo estaba preparada, era el momento perfecto para huir, él cada vez que me castigaba le gustaba golpearme, luego iría por una bebida y por último volvería para satisfacerse.
Había una chica, Apple, su padre la había vendido a Víctor por deberle un buen dinero, Apple fue mi compañera de habitación por un buen tiempo, nos hicimos amigas muy rápido. Ella puso un cóctel de pastillas en la bebida de Víctor. A pesar de que me ayudó no quiso huir conmigo, muchas noches he pensado en ella y la pregunta que más se formula en mi mente es: ¿Apple estará viva?
Los pequeños brazos de Penny me sujetan fuertemente, hace unas horas Blake estuvo aquí y le hablé sobre Berry, él quiere que le hable sobre mi pasado pero no sé si pueda ver su rostro luego de haberle contado todo.
Sin embargo sé que él no me juzgará, Blake no es así, es el hombre más dulce y maravilloso que he conocido, el único al que ha merecido la pena darle un trocito de mí. Me abrí a él, si, en todos los sentidos de la palabra. Hacía años que no me acostaba con un hombre, nunca me había acurrucado después de tener sexo, nunca había hablado sobre mi pasado a alguien del sexo opuesto, supongo que estaba reacia a ello. Pero cuando empecé a conocerlo, wow, él me hizo seguir adelante.
Blake no me jugaría, él me entendería y me apoyaría, por eso no podía hablar con él. Blake Anderson merecía a alguien mejor que yo, estaba rota, eso lo sabía, él lo estuvo en su momento, no podría volver a romperle el corazón.
—¿Por qué lo dejaste ir, Stella?
—Tú sabes por qué.
—Él es lindo y no lo digo por su físico. Su corazón es lindo.
Las mejillas de Penny enrojecen causándome un poco de gracia. Mientras que era difícil que yo me sonrojara a ella se le era muy fácil. Penny siempre fue tímida, supongo que nos complementamos perfectamente.
—Su corazón es hermoso, Penny.
—El tuyo también lo es—asegura ella levantándose del sofá deteniéndose frente a mí—. Lo que fuiste en el pasado te hizo lo que eres ahora, una mujer fuerte, independiente y de un muy buen corazón.
—No soy fuerte, Penny.
—¿No lo eres? No puedo creer que digas eso—una carcajada sin gracia es soltara por su parte, mientras niega con su cabeza—. ¿Quieres que te recuerde quien fue la persona que me defendió desde que entramos a la secundaria? O tal vez debería recordarte la mujer que le rompió la nariz a ese hombre que me dio una bofetada luego de que no quisiera tener sexo con él.
—Edward era un idiota, se lo merecía.
—Obvio que se lo merecía y te agradezco por haber hecho eso. Pero ese no es el punto, ¿cómo una mujer como esa no puede ser fuerte?
Voy a refutar pero la puerta vuelve a sonar después de varias horas. Tenía miedo de que Blake aún estuviera ahí o peor, que Víctor hubiese decido buscarme. Mis ojos asustados miran a Penny.
—Porque una mujer fuerte no tendría miedo de abrir esa puerta sin importar quien está tras ella—susurro.
Penny me deja en el sofá y se dirige a la puerta, toma una bocanada de aire y le abre. Mis músculos se relajan al ver la figura de una mujer. Sam abraza a Penny y luego entra al apartamento. Sin más se coloca frente a mí como Penny lo hizo hace un rato y solo me observa, no abre su boca para nada hasta que me canso de sentirme inspeccionada por ella.
—¿Podrías dejar de verme como si fuera un alíen?
—Lo siento, no quería presionarte—suspira y se sienta a mi lado. Penny la imita tomando el espacio a mi otro lado—. ¿Qué piensas hacer, Stella?
¿Qué pienso hacer? ¿Huir? Ya no es una opción, Víctor sabiendo mi nombre me encontrará en cualquier lugar. Entonces, ¿qué puedo hacer? Lo único que he sabido hacer es huir.
—No lo sé, Sam, ¿alguna idea?—el sarcasmo brota de mi sin poder evitarlo, no quiero herir a mi amiga, pero su pregunta es estúpida.
—Sé que estas mal, encontrarte con este hombre debe ser una pesadilla para ti. Tienes razón, no entiendo por lo que pasaste porque nunca me ha sucedido, pero me duele verte así porque eres mi amiga, mi familia y que me hables de esa manera... —solloza haciéndome sentir como la mierda, la tomo de la mano, ella se limpia sus lágrimas rápidamente y ríe falsamente—. No le hagas caso a las lágrimas, sabes que estoy sensible, son las hormonas.
El bebé. Al menos hay una noticia buena. Sam está embarazada, eso era algo por la cual celebrar.
—Discúlpame, Sam y por favor, deja de llorar. Le haces daño al bebé.
—Ya sabemos de dónde sacará lo llorón el bebé—se burla Penny tratando de quitar la tensión en el aire, por lo que las tres soltamos unas risitas, relajándonos.
Éstas dos chicas son unas de las personas más importantes de mi vida. Sin ellas no habría podido salir adelante luego de haber escapado de las garras de Víctor. Siempre están ahí para mí, son mi pilar.
—Creo que deberías hablar con Blake—voy a negarme pero Sam sigue hablando—. Stella, está muy consternado, fue a casa pidiéndome que le contara sobre ti, sobre Berry.
—Dime que...
—No le dije nada, esa es tu historia para contar, no es mía, pero tenías que ver su carita, sus ojos, ni siquiera cuando Alana hizo lo que hizo se puso de esa manera. Su corazón está nuevamente roto y no sé si él se pueda recuperar ésta vez.
—Yo apoyo a Sam—interviene Penny esta vez—. No me mires así, Stella, ya te lo dije, él tiene un lindo corazón y nunca, desde que te conozco te había visto tan feliz, ese hombre te hace feliz, amiga.
—No quiero herirlo, chicas.
—Pues lo estás hiriendo de igual manera—Me doy cuenta de eso, me duele pensar que Blake está mal por mi culpa—. Escucha, Stella, ya es tu decisión, solo te damos nuestra opinión. Ahora lo importante es saber qué harás con todo el asunto de Víctor
Víctor Williams, ¿por qué sigues persiguiéndome?
—No voy a huir, no está vez, él ya sabe quién soy, no valdría la pena tomar un avión porque no desaparecería por completo.
—Si hubiese sabido antes que Víctor Williams era el hombre que te hizo daño nunca te hubiera animado para que salieras con Blake—el rostro consternado de mi amiga me hace sentir mal.
—Esto no tiene nada que ver contigo, Sam y tampoco es culpa de Blake.
Desde que nos conocimos en el hospital nunca le di el nombre de mis pesadillas a Sam, no me parecía justo que ella llevara esa carga. Penny tampoco lo sabía, siempre que hablamos sobre Víctor—Fueron en muy pocas ocasiones—, lo llamábamos el demonio de ojos azules. Fue hasta que Blake me habló de Víctor que tuve que desahogarme con alguien y esas fueron mis amigas. Ese mismo día por la noche había tomado mi auto y fui al apartamento de Blake, fue la primera vez que estuvimos juntos.
—Además hay que verle el lado bueno a las cosas. Blake no estaría nuevamente en la locución si no fuera por ti, Stella.
—Eso no es así, Penny.
—Penny tiene razón—Sam sonríe emocionada—. No sabes por cuanto tiempo Theo y yo intentamos que Blake volviera a una cabina. Todo fue por ti, Stella.
No sé si esos es verdad, pero si lo es agradezco poder haber dejado algo en Blake, algo que no me haga sentir tan mal porque él en estos momentos este herido por no contarle mi pasado.
Contarle mi pasado a Blake, ¿es esa una opción? ¿Realmente vale la pena atormentarlo con mis pesadillas? Dios, ¿qué pasará si su hermana y su padre se enteran de estas cosas? ¿Aun querrán que sea parte de su familia?
—Lo haré.
—¿Cómo?—Penny y Sam están confundidas, pero están atentas a cada uno de mis movimientos.
—Lo haré, hablaré con él, pero cuando esté lista—miro a Sam—. Dile que hablaré con él, pero aún no es el momento, cuando esté lista lo buscaré y le hablaré sobre Berry.
Tenía que ser así. Pensaba que Berry estaba muerta, tal vez su memoria tenga que revivir pronto para que finalmente pueda descansar en paz.
¡Que empiecen los juegos del hambre! Ah no, perdón, me equivoqué xD ¡Que inicie la 2da parte de está aventura!
Estoy tan feliz, extrañaba a mis niños <3 Espero que aun estén por ahí y sigan apoyando la historia.
Inserte aquí un "yo" para dedicarte un capítulo <3 ya a partir del próximo empezaré a dedicárselos, saben que me encanta.
En fin, espero que hayan disfrutado de este primer capítulo, las cosas se vienen difíciles para Bam Bam y Pebbles así que prepárense <3
Nos estamos leyendo.
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