{Capítulo 7}
Belmont, Michael y Jonatan se encontraban junto al río. Luego de varias preguntas Belmont se dispone a explicar lo que sabe de una forma más clara.
— Veamos ¿Por dónde debería comenzar?... ¡Ya sé! ¿Recuerdan la habitación oscura y espeluznante? —Pregunta Belmont, Jonatan afirma recordar el lugar y menciona la desagradable experiencia que tuvo, sin embargo, Michael se encontraba confundido sobre la supuesta habitación a la que se referían.
— ¿Qué habitación oscura? —Tanto Belmont como Jonatan les parece difícil creer que él no llegara a recordar ese lugar y tratan de dar más detalles de cómo lucia— No, recuerdo muchas cosas a la perfección, pero no recuerdo haber estado en un lugar así antes de despertar.
— Eso es extraño, incluso esta cosa dice que si estuvo ahí. —Afirmaba Belmont en forma de burla a la apariencia de Jonatan.
— ¿Disculpa? —Exclama Jonatan algo molesto por su comentario ya que, él tampoco contaba con una apariencia del todo normal, pero su molestia fue simplemente ignorada.
Belmont le hace un par de preguntas más a Michael para descifrar porque no recuerda el lugar o si estuvo ahí en primer lugar.
— En cualquier caso, si no me equivoco, ahí había una cosa... una esfera creo, que no paraba de hablar. —Belmont trataba de dar más detalles sobre la habitación, pero Jonatan interrumpe la conversación para volver al tema importante— Entonces ¿Qué decía?
— Bueno resumiendo... Hay una clase de crisis mundial, algo sobre un desastre que se aproxima o una amenaza, no fueron para nada específicos... Lo que si hablaron bastante era sobre una especie de "radiación" había muchos números y detalles al final todo fue muy confuso.
— Espera, espera... Acabas de decir ¿radiación? Como cosas nucleares... ¿Ese tipo de radiación? —Se podía oír a Michael preguntando con preocupación.
— Tranquilos... No pude entender mucho, pero estoy casi seguro qué dijeron que no era letal. —Afirmaba Belmont intentando tranquilizarlos
Jonatan se levanta del suelo para intentar procesar la información.
< Una maldita crisis... radiación... pero ¿Qué es esta mierda? ¿Se trata de alguna clase de desastre climático? Se supone que esa es la razón de los animales tan extraños... >
— Un momento, porque dijiste lo de una dimensión alterna ¿también lo dijeron? —Pregunta Michael confundido.
— No... Eso no lo dijeron. —Michael y Jonatan se voltean a ver por un instante y preguntan por qué estaba tan seguro al respecto— ¿Qué no lo saben?
— Quieres decirlo de una vez —Exclama Jonatan impaciente.
— Ehh... bueno si no lo saben ya, es algo incomodo de decir, pero... Morimos. Nosotros morimos.
Ambos se quedaron sin palabras, incrédulos y confundidos por la afirmación de su compañero.
— No —Exclama Michael al levantarse de golpe— Yo... yo... estaba de camino a mi casa. Yo... estaba de camino con mi papá.
— En un auto —Interrumpe Jonatan dando a entender que pudo haber sufrido un accidente de tráfico.
Michael se aleja del grupo, Belmont estaba a punto de ir tras él, pero Jonatan lo detiene y le dice que le den un momento a solas.
— ¿Cómo puedes estar tan seguro? —Pregunta Jonatan mirando a los ojos.
— Ustedes tal vez no lo recuerden, pero yo sí... —Respondía él bajando la cabeza y con un tono depresivo.
— Pero esto no tendría sentido... ¿Qué tiene que ver nuestra muerte con "una dimensión alterna"?
— Escúchame, yo desperté hace horas. Estuve tan confundido al inicio como ustedes lo están. Y estoy más que seguro de que morí, y si yo lo hice ustedes también...
Al verlo hablar tan seguro sobre su fallecimiento, Jonatan intenta recordar lo más que puedo los últimos momentos de su vida antes de aparecer en aquella habitación... Armando los fragmento...
< Estaba en un edificio... Fui a ver algo o alguien y luego... ¿un estallido? >
— Y por lo que pude ver, este lugar no se parece en nada a la Tierra que conocemos —Seguía Belmont hablando de sus teorías mientras mostraba la vegetación peculiar de la zona— Además, no creo que sea el paraíso prometido al que vamos cuando morimos, así que...
— Dices que, por descarte, esto sería una especie de ¿Mundo alterno?
— Bingo.
Al mismo tiempo, a la distancia, Michael se encontraba a la orilla del arroyo en cuclillas llorando, pues finalmente había recordado por completo lo que había sucedido. Y tal y como dijo Jonatan, sí se trató de un accidente.
Por su culpa su padre no prestó atención al cambio de luces y un camión los impacto en un cruce a toda velocidad.
A los pocos segundo, ellos llegan para tratar de consolarlo. Michael explica los recuerdos que había desbloqueado, así como la culpa que sentía por el accidente. Ambos hacen su mejor esfuerzo, pero parecía no ayudar en nada con el dolor de la culpa y sobre alejarse de sus seres queridos para siempre.
Sin saber que más decir, Belmont le intenta explicar a Michael que existe la posibilidad de volver con su familia, de que no todo está acabado. Al inicio Michael no estaba seguro si creer o no, pero la confianza de su compañero lo termina de convencer y su ánimo mejora bastante.
Momentos después, Michael y Jonatan se adentran al arroyo para limpiarse y beber del agua. Ahí mismos Jonatan aprovecha para quitarse sus vendas y limpiarlas, así como revisar las heridas que tenía.
Las cortadas en su pecho habían sido poco profundas y su propia sangre se había encargado de sellar la herida por coágulos. Sin embargo, la perforación en su brazo si fue más profunda y aun salía algo de sangre de ella. Intenta vendar la herida lo mejor que puede con las tiras de tela limpia que tenía y con otra tira más larga hace un torniquete a pocos centímetros de la herida.
<No tengo seguro si esto servirá de algo, pero mejor lo hago por si acaso...> Pensaba inseguro si era lo más adecuado para la clase de herida que tenía.
Al terminar Jonatan se acerca a Michael y pregunta si deberían seguir caminando a la salida como estaba planeado.
— Pero ¿Qué hacemos con él? No sería mejor preguntarle.
— Tengo la sensación de que tampoco sabe dónde está... Además, ¿crees que sea buena idea?
— No parece ser peligroso y nos ayudó con información ¿no?
— Supongo.
— ¡Hey! ¿Te gustaría venir con nosotros? —Pregunta Michael en voz alta y de forma amigable.
Belmont no dudó ni un segundo en responder diciendo que sí. Jonatan aún estaba un poco inseguro de la decisión, pero Michael intenta convencerlo diciendo que "Entre más, mejor"
— Entonces ¿ustedes saben dónde hay que ir? —Pregunta Belmont algo emocionado.
— No exactamente —Responde Jonatan.
— Había unas indicaciones talladas en el tronco de un árbol, decían que al otro lado del bosque había un pueblo.
Los tres estaban a punto de irse de la zona, pero Belmont los detiene.
— Antes de seguir, me gustaría saber qué pueden hacer.
— ¿De qué hablas? —Michael y Jonatan estaban algo confundidos por la pregunta.
— Cierto... Eh, es complicado de describir... ¿Sus poderes?
— ¡¿Qué?!
Los dos terminaron con más dudas que respuestas y con preguntándose si el nuevo integrante estaba hablando en serio o no. Al no encontrar una forma simple de explicarlo, Belmont decide que será mejor que lo experimenten por su cuenta.
— Vean, deberían tener un tatuaje raro... Cuando lo toquen sabrán que habilidad tienen. —Al mismo tiempo explica que su tatuaje estaba en su estómago, pero luego de tocarlo este desapareció y ahora solo parece ser una cicatriz extraña.
— ¿Un tatuaje nos dirá nuestras habilidades? —Exclama Jonatan con un tono sarcástico— ¿Estas drogado? —Al mismo tiempo Jonatan le estaba reclamando de lo absurdo que se escuchaba mientras le señalaba que no tenía ningún tatuaje extraño en su cuerpo al encontrarse sin camisa mostrando a la luz todo su torso, espalda y brazos.
Michael trata de calmarlo y le indica que si tenía un tatuaje en el lado derecho de su cuello detrás de su oreja. Por un instante piensa que es una broma por parte de Michael, pero él asegura que lo está viendo y de inmediato empieza a buscar por todo su cuerpo para encontrar el suyo.
Con algo de duda Jonatan presiona con sus dedos justo dónde le indicó Michael, al principio toca dónde no era, pero Belmont le indica que se encontraba un poco más debajo de dónde estaba tocando.
Cuando finalmente presionó justo dónde era, su mente se desconectó de la realidad. Todo a su alrededor se había oscurecido por completo y estaba completamente inmóvil.
Estaba otra vez en aquella habitación oscura en la que despertó por primera vez. En esta ocasión no estaba encerrado en un tubo y se podía mover por el lugar. Todo estaba vacío, no se veía nada ni a nadie en ninguna dirección.
Lo único que había era aquella esfera roja, pero era diferente. Al estar más cerca se percata que era más grande de lo que creía y parecía estar "apagada" pues no emergía ningún brillo de ella y no había una voz saliendo de ella tampoco.
Sin saber que más hacer toca con su mano la gran esfera y nada ocurre.
Luego de unos segundo quita la mano y empieza a sentir un leve ardor en su cuello, más específicamente dónde estaba su tatuaje. De repente la esfera se eleva unas metros y se queda flotando ahí. Desde su centro parecía estar saliendo una tenue luz y de pronto la esfera iluminó todo el lugar con una fuerte y segadora luz de color rojo.
Jonatan gritaba por el dolor, incluso con los ojos cerrados y cubriéndose el rostro con sus brazos aún podía sentir la luz cegando su vista.
De la esfera surgió una voz.
Al terminar la explicación Jonatan despierta del transe. Su mente apenas si podía creer lo que acababa de pasar. Al instante Belmont lo ayuda a mantener el equilibrio para que no se cayera y en son de broma le pregunta si ya le cree.
Poco después Michael despierta igualmente del mismo transe, Belmont acude a él para ayudarlo a ubicarse en el mundo mientras que Jonatan se tambalea hasta la orilla del arroyo para enjuagarse la cara. De repente, Belmont aparece a su lado y le pregunta con entusiasmo que cuáles eran sus habilidades, pero Jonatan no responde y con la mano le indica que necesita un minuto.
A su costado estaba Michael que no pudo evitar soltar un poco de vomito en el agua. Belmont intenta reconfortarlos diciendo que eso era normal y que la sensación se iría en unos momentos.
Jonatan se quedaba mirando el agua fijamente mientras se preguntaba que era lo que acababa de experimentar. La habitación, la esfera, la luz, todo parecía estar esfumándose de su mente lentamente.
Recordando la pregunta que dijo Belmont hace poco, pese a que el recuerdo de lo que vio y escucho estaba desapareciendo de su memoria, la respuesta llegaba a su mente más clara que el agua, como si fuera algo que supiera desde que nació.
<Analizar...>
Cunado Jonatan se levanta y sale del agua Belmont lo mira con una extraña expresión de satisfacción.
— Sé exactamente que es esa mirada perdida que tienes... —Dice Belmont con extrema confianza— Tranquilo, sé cómo es. Al inicio será muy complicado de explicar, pero cuando...
Su discurso se ve abruptamente interrumpido por un estruendo a la distancia. Los tres se preguntaban que había sido aquel sonido, sonó como un trueno, dijo Jonatan.
De pronto, uno de los árboles más altos que sobresalía en la distancia empieza a caer lentamente. Al instante Jonatan pudo sentir como un sentido de terror lo abrumaba.
<Mierda...> Su mente solo pudo imaginar qué lo que acaban de ver y oír fue producto de algún animal incluso más peligroso con aquel al que se enfrentó.
— Debemos irnos —Dijo Jonatan mirando a Belmont a los ojos—¡Ya! —Exclamó al ver como Belmont parecía haberse congelado en el momento.
— Sí
Entre los dos toman a Michael de los brazos y empiezan a alejarse del lugar yendo río arriba.
Mientras huyan, mientras Jonatan sentía como el terror recorría su cuerpo de pies a cabeza similar a cuando fue atacado por primera vez, pero había algo más.
Una sensación familiar... Algo más impulsando ese temor.
Con forme los jóvenes se alejaban del lugar, empezaban a disminuir la velocidad. Luego de un rato los tres se detienen a descansar y tratar de tranquilizar la situación. Jonatan por su parte se apoya en el tronco de un árbol y con la mano en su pecho siente lo agitado de su corazón.
< ¿Un ataque de pánico? > Pensó él al creer que esa sensación no era normal. Era algo confuso; un sentimiento nuevo, pero familiar.
Mientras reposaban no se volvió a escuchar ningún otro estruendo ni se cayó algún otro árbol. Sin saber qué o quién fue el culpable de esas cosas, parecía no estarse acercando.
— Uff... —Exhala Belmont aliviado— Estuvo cerca ¿no? —Dice con un tono cómico intentando elevar el humor de la situación, pero tanto Michael como Jonatan lo voltean a ver raro al sentir que no fue apropiado. —Perdón.
— Bien, olvidemos esto y apurémonos en salir. Este lugar puede ser más peligroso de lo que creíamos.
— Concuerdo. —Responde Michael.
Continuando con su viaje Michael empieza a conversar para poder conocerlos mejor. Jonatan le dice que posiblemente este no sea el mejor momento para establecer una conversación, pero Belmont cree que charlar es una buena forma de pasar el tiempo y relajar el ambiente.
El joven Belmont era incapaz de aguantar más su curiosidad y le pregunta Michael sobre las heridas de Jonatan y qué fue lo que pasó. Michael solo conoce la versión resumida y la relata lo mejor que recuerda.
Al terminar, Belmont queda impresionado de que lograra sobrevivir, pero también sentía más curiosidad por saber que era él. Piel de color azul, un par de cuernos y cabellera negra. Una apariencia que sin duda despertaba su interés.
— Oye John... Exactamente ¿Qué eres? —Pregunta Belmont de forma casual.
Todos frenan en seco al oír la pregunta. ¿Qué soy? Se preguntó Jonatan. ¿John? Pensaba Michael.
— ¿Qué?... —Exclama Jonatan dando la vuelta y mirando a Belmont algo molesto.
— Ah perdona, solo tenía curiosidad sobre que clase de especie eras. —Jonatan se quedaba en silencio con la misma mirada molesta— Eh... Como yo, mírame. Orejas puntiagudas, piel gris, este increíble cabello. Podría apostarlo todo a que me convertí en un elfo.
— ¿Un... elfo? —Dice Jonatan
— ¿Qué no se suponía que fueran pequeños y ayudaban a hacer juguetes? —Pregunta Michael con inocencia.
Jonatan suelta una leve risa por el comentario de Michael. Belmont, pese a sentirse algo ofendido, empieza a explicar cómo no se trataban de la misma especie entre otros detalles.
— Y el "Elfo" aún recuerda como caminar o prefiere columpiarse por los árboles. —Pregunta Jonatan de forma sarcástica.
Pese a que todos intentaron dejar el tema para después, Belmont aun intenta descifrar que especie era.
< Por los cuernos podría decir que es un Satiro, pero no tiene las piernas de cabra... > Pensaba Belmont en silencio mientras caminaban. < ¿Será una especio de elfo oscuro?... No creo, las orejas y ojos no se parecen a los míos... >
En poco tiempo llegan a un punto dónde el arroyo se desvía en otra dirección. Todos deciden refrescarse por última vez antes de continuar. Sin perder el tiempo, los tres continúan caminado.
Por la gran cantidad de árboles y las deformaciones del terreno era complicado caminar por el bosque. Varias veces llegaron a tropezar por raises que sobresalían de la tierra o pequeños huecos que eran difíciles de ver. Al seguir caminando se encuentran con un camino de tierra, era estrecho y casi imperceptible, pero tenía varias huellas en él, lo que era una buena señal. Con el paso del tiempo, empezaba a hacer más calor y todos toman un breve descanso en la sombra de un árbol.
— Ahora que lo recuerdo, tengo algo genial que mostrarles. —Afirmaba Belmont emocionado.
Tomando una pequeña piedra del suelo la sostiene con sus dedos frente a los demás. Respirando profundo su brazo se tensó y temblaba levemente. Tanto Jonatan como Michael no entendían qué era lo qué debían mirar, pero unos pocos segundos después la piedra que sostenía se empieza a deformar lentamente.
Luego de un rato Belmont termina y la piedra tenía la forma de una esfera perfecta. Ambos quedan asombrados.
— Increíble ¿Cómo lo hiciste? ¿usaste esas habilidades que mencionaste? —Preguntaba Michael entusiasmado.
— Exacto, se llama Alquimia y me deja manipular la forma de las cosas que toco. Aunque es difícil de usar como pueden ver... —Afirmaba algo cansado mientras su mano temblaba levemente— Por cierto, Mike ¿Qué habilidades te dieron?
— No estoy seguro, ¿Sonido? —Responde Michael mostrando la cicatriz que quedo en su cuerpo. Estaba justo en su corazón y era una línea irregular muy parecida a un medidor cardiaco— O al menos eso me llega a la mente cuando pienso en ello. ¿Eso significa que tengo poderes?
— Eso creo — Responde Belmont entusiasmado.
De inmediato Michael se voltea a ver a Jonatan, que estaba mirando fijamente la esfera de piedra que había creado su compañero aún incrédulo de estas "habilidades" fueran reales, pero Michael lo saca de sus pensamientos y le pregunta sobre el poder que tenía.
— Creo que tiene algo que ver con entender cosas, cuando pienso en ello tengo varias respuestas... Diferentes palabras como escanear, entender, comprender... o analizar. —Ambos se emocionan, pero antes de que empiecen a preguntar, aclara no tener idea de cómo funciona— Asique dime, orejas... ¿Cómo diablos usaste la tuya para deformar la piedra? —Pregunta de forma seria.
— La verdad, no tengo la menor idea. —Afirma con una cara tonta— Tranquilos... en realidad es complicado. Estuve intentando usarla desde que desperté, y deformar una pequeña piedra es todo lo que puedo hacer. —Por primera vez, Michael y Jonatan miraban a su compañero ser completamente serio al respecto— Es una sensación extraña... difícil de describir. Tiene sentido si se piensa, al final, es algo que jamás hemos hecho... una acción ajena a todo lo que estuviéramos acostumbrados. Apenas si sé que estoy haciendo cuando deformé la piedra... Y en realidad me gustaría ayudarle con las suyas, pero supongo que debe ser igual de complicado que la mía.
— Entonces, estás diciendo que tendremos que descubrir cómo funcionan estas cosas nosotros mismos. —Pregunta Jonatan de forma retórica, a lo que Belmont se disculpa por su inutilidad— ... No importa. —Responde luego de un suspiro mientras se ponía de pie— Sigamos adelante, no creo que sea buena idea quedarse mucho tiempo.
Tranquilamente los tres continúan avanzando en una línea cómo lo estaban haciendo antes. En el trayecto, Jonatan toma una piedra del suelo, luego de recordar exactamente todo lo que hiso Belmont al tratar de deformar la piedra, está seguro de que debería ser capaz de "analizar" las cosas que ve y mientras caminaba trataba de encontrar la forma de poder activarlo.
Tras caminar bastante tiempo, todos empiezan a sentir hambre. Belmont propone la idea de cazar algún animal. El joven elfo hasta el momento no se había topado con ninguna de las criaturas que habitaban ese bosque, asique no tenía idea a lo que se enfrentaba. Se genera una pequeña discusión al ser una idea muy arriesgada, pero Belmont insiste en que es su mejor opción para conseguir alimento que los sustente a todos.
— Entiendo, pero podríamos intentar atrapar un herbívoro tal vez, así nuestras vidas no corren riesgo. —Propone Belmont algo emocionado al respecto. Michael le pregunta a Jonatan qué opinaba al respecto.
— No es una mala idea, si existen carnívoros, debe haber herbívoros de los que se alimentan... Pero sigue siendo arriesgado, no tenemos la menor idea de por dónde empezar y si por estar buscando a ciegas nos topamos con un depredador o peor una manada estaremos perdidos.
— Tranquilo cuernitos... Con mi super oído podremos encontrar nuestra presa en minutos. —Hablaba Belmont con bastante confianza— Además ¿Qué es lo peor que podría pasar? —Pregunta con un exceso de confianza.
Sin saber lo que les esperaba, tanto Michael como Jonatan aceptan su idea de ir en busca de algún animal para cazarlo. A diferencia de cuando fue perseguido por aquel jabalí, Michael ahora se sentía con más confianza de enfrentarse a los peligros del bosque al estar acompañado y sabiendo que poseen habilidades especiales. Aun sintiendo que tratar de cazar algún animal sería algo demasiado arriesgado por el lugar dónde se encontraban, Jonatan presentía que nada de lo que dijera los haría cambiar de opinión al solo tratarse de un mal presentimiento que tenía.
En lo que seguían avanzando para salir del bosque y a su vez encontrar algún rastro de animales qué puedan comer. En su camino se topan con diversas cosas, una de ellas siendo unas pocas huellas que parecían ser de más personas.
Solo se apreciaban por unos pocos metros, sin señales de dónde venían o a dónde fueron, junto a ellas había algo de basura. Belmont se percata de unas cuantas manchas de sangre en la tierra, algo que le llama la atención, pero no deja que lo desanime de su objetivo.
Michael logra encontrar algo de ropa rasgada y un hacha entre unos arbustos. De inmediato se la muestra a Jonatan emocionado al encontrar un arma para defenderse. Era una simple hacha de hierro de una mano con un mando de madera, se podía apreciar un leve desgaste en el filo del arma y en su mango tenía tallado varios símbolos. Ninguno de los dos logró reconocerlos y preguntaron a su compañero elfo si sabía algo al respecto.
Belmont miró fijamente los jeroglíficos por un rato, pero al final no logra encontrarle significado alguno. Michael sugiere que Jonatan podría usar su "Habilidad" para así saber que decían.
— No es tan simple. —Responde Jonatan. Él trata de explicarles que aún no entiende del todo cómo se usa.
Sin perder más el tiempo siguen su camino. En el trayecto Jonatan tenía la hacha en su mano y trataba de descifrar como podía activar su Escáner... La explicación de Belmont de que se trataba de algo diferente, una sensación completamente ajena a lo que estaba acostumbrado lo ayudaron a entender por dónde empezar.
Respirando profundo y abriendo los ojos con esfuerzo era lo único que se le ocurría por el momento. Sus compañeros notan sus extrañas acciones, pero lo ignoran al entender que estaba haciendo... o al menos que trataba de lograr.
El tiempo pasa, y el calor aumenta. Los tres se empiezan a cansar de caminar y la sensación de hambre no para de crecer. El joven elfo se empezaba a irritar por la falta de alimento.
— ¡Orejas! ¿Quieres caminar más rápido? —Exclama Jonatan.
— Cállate cuernitos, tengo hambre. —Responde Belmont acalorado. Michael interrumpe aclarando que todos tenían hambre y el calor no ayudaba en nada.
Poco después de seguir caminando Belmont se tira al suelo para descansar y refrescarse al no poder seguir caminando. Sus compañeros se sentían de una manera similar y también se recostaron para descansar. En lo que Jonatan y Michael se limpiaban el sudor de sus frentes, pero Belmont escucha un extraño sonido a la distancia.
Se levanta del suelo mirando en todas las direcciones tratando de identificar de dónde venía, tanto Jonatan como Michael están algo confundidos por su extraña actitud, pues ellos no eran capaces de oír lo mismo que él. De inmediato les dice que guarden silencio con una expresión seria. Ambos lograron captar la idea y guardan silencio al instante.
En pocos segundos logra encontrar la dirección dónde venía el sonido, y empieza a caminar para acercarse, Jonatan y Michael lo siguen de inmediato, ambos están preocupados sobre su compañero al salir en carrera sin tener ningún cuidado, pero Belmont se encontraba hambriento y no le importaba ser cautelosos en lo absoluto.
Al llegar, se queda mirando fijamente a la bestia que se encontraba frente a él, pero es bruscamente interrumpido por Michael y Jonatan que lo jalan con fuerza para tumbarlo al suelo y ocultarse.
Jonatan se queda con él y lo agitaba de los hombros mientras le susurraba molesto sobre lo imprudente que estaba siendo. Michael asoma la cabeza levemente para ver al animal. Al mirarlos por primera vez se asombra por su gran tamaño.
Por suerte para ellos, sí se trataba de unos cuantos herbívoros. Eran unas bestias de más de 1.8 metros de alto, andaban en dos patas, su cuerpo era abultado con varias verrugas, pero no era muy largo.
Michael llama a Jonatan para que los juzgara por él mismo. También se impresiona por su gran tamaño, pero lo más preocupante para él eran sus números. Habían al menos 5 de ellos en el mismo lugar y Belmont estaba más que entusiasmado por empezar la casería.
— Muy bien, este será el plan... Hacemos mucho ruido para ahuyentarlos y luego atacamos al más lento de ellos. —Afirmaba Belmont con confianza mientras le quitaba el hacha de las manos a Jonatan.
Ambos se miran por un momento y concuerdan en detener a Belmont de lo que estaba a punto de hacer. Michael quería calmarlo para así razonar con él, pero es interrumpido por Jonatan que simplemente le dice lo idiota que estaba siendo.
— ¿Acaso estas demente? —Exclama con sarcasmo— Mira el maldito tamaño de esas cosas, en primera, no le harás ni un rasguño y segundo, podrían tratar de defenderse. Larguémonos de aquí sin llamar la atención. —Michael apoyaba su idea de retirarse.
— ¿Irnos? Esas cosas podrían ser nuestro único alimento y ¿tú te quieres ir sin intentarlo siquiera? —Exclamaba algo molesto y cegado por el hambre que sentía.
Por más que razonaran con él, Belmont no parecía entender y estaba a punto de ir a cazarlos, pero sus compañeros lo detienen a la fuerza y lo arrastrar lejos de ese lugar.
Poco después se logra calmar y se disculpa por su imprudencia. Afirmaba que el calor lo estaba afectando. Jonatan al inicio creía que era una excusa barata, pero Michael afirmaba que su piel estaba bastante caliente y podría estar diciendo la verdad.
— Oye, Orejas ¿Crees poder seguir? —Pregunta Jonatan mirando a Belmont en el suelo algo exhausto. E joven elfo decía poder seguir sin problema, estaba claro que aún estaba cansado, pero ellos tenían que seguir avanzando y Michael se ofrece para ayudarlo a caminar.
Los tres continúan avanzando en la dirección en la que se encuentra la supuesta salida del bosque. En esta ocasión, Jonatan estaba a la cabeza mientras Belmont se apoyaba en el hombro de Michael para poder seguirles el paso.
Siguen caminando por varios minutos hasta que Michael no puede seguir y se ven obligados a descansar. En lo que recobraban sus fuerzas, Belmont logra agarrar con su mano un insecto que estaba pasando por el suelo.
— ¿Te lo planeas comer? —Pregunta Michael con asco. Los tres se encontraban con bastante hambre, pero era obvio que su compañero Belmont era quien más desesperado estaba por alimento.
— Si quiera sabes si es venenoso... —Tras el comentario sarcástico de Jonatan, Belmont lo aleja de su cara y lo apunta hacia Jonatan. Analízalo, exclamaba algo mareado— ¿Qué? Qué parte de no sé cómo funciona no has entendido.
— ¿Te importaría intentarlo? Yo tampoco sabía cómo, pero seguí tratando hasta que lo entendí.
Sin nada que perder, Jonatan sujeta el insecto en su mano izquierda y hace un intento por lograr activar su habilidad. El insecto era similar a un escarabajo, pero este era más alargado y viscoso.
Respirando profundo y con los ojos cerrados se concentra en el insecto que sujetaba y en el saber... el conocer... el entender. Se enfocaba en cada palabra que pasaba por su mente a la hora de recordar su don. De pronto siente una picadura en la mano que sujetaba el insecto y un terrible ardor viajo desde la palma de su mano hasta su mente.
El insecto cae al suelo e intenta escapar, pero Michael lo atrapa de inmediato.
Mientras tanto, Jonatan estaba en el suelo retorciéndose de dolor. En un inicio cree que el animal lo había mordido, pero en su mente empezaban a surgir imágenes, recuerdos, pensamientos, así como voces, distintas y varias voces que no paraban de hablar.
— ¿Lo logró?... —Pregunta Belmont al ver la reacción de Jonatan.
— ¿Eso es normal? —Exclama Michael al ver como Jonatan estaba sufriendo.
— Yo qué sé
Michael se acerca a Jonatan para ver si se encontraba bien, claramente no era así. Jonatan seguía con el dolor, la información saturaba su mente que lo confundían y mareaba. Belmont estaba ansioso por oír la respuesta de su compañero y lo presiona para que aclare de una vez si era posible comérselo.
— ¡Maldita sea! —Exclamaba Jonatan en medio de sus gemidos de dolor—No... No es malditamente venoso... Ya trágatelo de una vez.
Belmont no le dijo nada al entender que debía estar pasando por una espantosa sensación. Con algo de duda mira fijamente al extraño escarabajo y se lo mete a la boca de golpe. Dando bocados lentos y con una rara expresión en su rostro pues él también sentía asco de comerlo. A Michael le parecía simplemente desagradable.
Con algo de ayuda de sus compañeros, Jonatan logra sentarse. El dolor que sentía parecía estar disminuyendo.
— ¿Qué pasó?
Al cabo de unos momentos Jonatan se calma lo suficiente como para ser capaz de hablar. Intenta explicar lo sucedido lo mejor que puede.
— Fue horrible, era como si... como una especie de entumecimiento, pero en mi cerebro... Se sintió como si en un segundo hubiera vitos diez documentales sobre ese estúpido insecto.
Michael y Belmont deciden descansar unos minutos más para que Jonatan se pudiera recuperar. En su trayecto, Michel encuentra unos cuantos arándanos iguales a los que Jonatan había encontrado cuando entró por primera vez al bosque. No eran muchos, pero gracias a ellos lograron calmar su hambre un poco.
De repente, mientras seguían caminando, un extraño sonido se escucha por toda la zona. Segundos después se escucha el mismo sonido otra vez, se trataba de un chillido entrecortado bastante fuerte que irritaba a todos, sin embargo, por su extraordinario oído el joven elfo lo escuchaba 5 veces más fuerte que el resto, haciendo de este chillido un sonido infernal e incapacitándolo por el dolor.
Michael y Jonatan toman de los brazos a su compañero que estaba inmóvil por el agudo dolor que sentía en sus oídos. Lo arrastran por el suelo y los tres se ocultan detrás de un tronco que estaba tumbado en el suelo.
Jonatan se asomaba ligeramente para ver de dónde provenía el sonido. Lo denso del bosque y la abundante vegetación hacía prácticamente imposible encontrar aquello de lo que se estaban ocultando.
Los aullidos terminaron, pero Belmont seguía aturdido e incapaz de moverse de forma normal volviéndose una carga para los demás. En medio de la incertidumbre y la confusión Jonatan siente otra vez ese terror que inunda su cuerpo. Cada célula de su cuerpo le estaba gritando que corriera, pero en esta ocasión no era tan sencillo.
Michael seguía buscando a su alrededor preguntándose que era ese chillido, se podía notar como el temor y el pánico se estaban apoderando de él también. Belmont apenas empezaba a recuperarse.
Los tres estaban cansados y huir juntos no parecía una opción viable. Pero un ultimo chillido suena otra vez. Este fue menos fuerte que los dos anteriores y volviendo más fácil de descifrar de que dirección provenía. Michael y Jonatan voltean a esa dirección y tras unos segundos una extraña criatura se asoma de entre los árboles. De inmediato Jonatan toma a Michael de la camisa y tira con fuerza para que se ocultara.
Al verlo, Jonatan se paraliza por unos instantes del terror que sentía. Parecía un sabueso salido del mismísimo infierno. Una piel áspera y gris, afiladas garras que se incrustaban en el suelo. En su rostro y espalda salían varias espinas bastantes largas, incluso sus dientes eran decenas de agujas afiladas similares a las espinas que brotaban de su piel.
Aunque aquella cosa se encontrara a varios metros de dónde estaba, Jonatan al verlo logra notar que no contaba con ojos, o al menos no con ninguno que él notara a simple vista. Actuando por instinto y sin pensar, Jonatan logra usar su habilidad al primer intento y analiza a su objetivo para confirmar su teoría.
Obviamente llega a sentir un inmenso dolor en sus ojos y mientras se vuelve a agachar para ocultarse, se tapa su boca con su mano derecha para evitar producir algún sonido por el mismo dolor.
La información apareció de repente en su mente justo cómo la vez anterior, la cantidad de datos que estaba recibiendo lo abrumaban. Abarcaba desde tamaño del objetivo hasta el tipo de sangre que tenía, al estar en un momento de temor y desesperación toda la información irrelevante desaparece dejando únicamente la información que buscaba.
"La especie no cuenta con la capacidad de ver a su alrededor, estos se guían en base a la ecolocalización"
Una voz en su subconsciente describía la información mientras en su mente se creaba la imagen de la anatomía de la bestia. Pese a seguir bajo un terrible dolor por usar su habilidad, reacciona de inmediato al entender la información.
Usando su mano izquierda, Jonatan le cubre la boca a su compañero Belmont. Él se sorprende por la acción repentina, pero al voltearlo a ver nota como Jonatan le está indicando con su dedo que guarde silencio. Belmont sin dudar capta la indicación y se voltea a dónde Michael para calmarlo e indicarle que guardara silencio.
Los tres seguían escondidos, cada uno cubriéndose la boca para hacer el menor ruido posible. Jonatan era incapaz de ver por el dolor que sentía en sus tras usar su poder, Belmont aún no podía oír bien por los chillidos de la bestia que habían dañado sus oídos y Michael que parecía estar bien, estaba conteniendo lo mejor que podía el miedo que sentía.
Los tres se quedan en completo silencio esperando que aquella bestia no los oyera. Lentamente se va acercando a dónde estaban ellos, con cada paso que daba el temor de cada uno aumentaba. En cierto punto Belmont asoma la cabeza para así ver cómo lucía aquel "animal", una terrible decisión pues casi se le escapa un grito del susto.
En poco tiempo se había acercado lo suficiente y se encontraba a menos de un metro de ellos, lo único que los separaba de aquel ser era el tronco tumbado en el suelo.
El corazón de todos estaba acelerado, Michael tenía los ojos cerrados mientras rezaba para que aquella cosa los dejara en paz. Belmont estaba totalmente concentrado en calmarse para así ser lo más silencioso posible. Jonatan era el más aterrado de los tres, al ser incapaz de ver, no tenía idea de lo que estaba ocurriendo simplemente se limitaba a morderse el labio inferior para mantenerse callado por el constante dolor en sus ojos y sujetaba con firmeza el hacha en caso de que todo salga mal.
La tensión aumenta, todos son capaces de oír a la bestia hacer unos extraños sonidos con su boca. Los segundos se vuelven eternos para los tres. De pronto, se escucha otro chillido que provenía de alguna otra parte, al escucharlo la bestia levanta la cabeza y responde con otro chillido.
Como era de esperarse, Belmont sentía un agudo dolor en sus oídos al escuchar aquel chillido y estar a pocos metros de su origen el dolor aumentó drásticamente. Por reflejo cubre sus oídos con sus manos, pero Jonatan reacciona al instante y le vuelve a cubrir su boca solo para asegurarse.
Aquella cosa se retira del lugar, Michael se asoma para verificar y al confirmarlo con sus propios ojos finalmente es capaz de respirar tranquilamente. Pese a que su compañero le dio el visto bueno, Jonatan prefiere seguir cubriéndole la boca a Belmont por unos segundos más para evitar que haga algún sonido que llame de vuelta a esos seres desconocidos.
El joven elfo toma su mano y la aleja de su rostro. Aún escuchaba un zumbido, pero al menos no sentía el agudo dolor y estaba seguro de que no gritaría. Belmont revisa el estado de Michael como su primera acción tras levantarse del suelo. Todo su cuerpo temblaba, confiesa el terror que pasó y lo aliviado que se sentía porque todo haya terminado.
Al mismo tiempo, Jonatan había recobrado su vista nuevamente. Sin pensarlo dos veces propone marcharse en seguida antes de que aquellas cosas vuelvan. Mientras comentaba el hecho que tenían que salir de ahí cuanto antes, es fuertemente interrumpido por el aullido de dolor que se escucha a la distancia. Aquellas cosas habían cazado a su presa.
Con el miedo de que aquellas criaturas volvieran los tres se van del lugar corriendo con todas sus fuerzas. Al correr por el bosque de forma descuidada Michael llega a tropezar un par de veces con alguna piedra o raíz que había en el suelo, pero él se levanta de inmediato y continúa avanzando sin problema, sin embargo, su compañero Belmont empezaba a bajar la velocidad lentamente hasta que no podía más. Michael le sujeta de la mano mientras continúan corriendo.
Luego de alejarse de la zona lo suficiente, se detienen a descansar. El joven elfo sentía náuseas y estaba a punto de vomitar en el suelo, pero es capaz de retenerlo. Jonatan se acerca hacia él y le pregunta si se encuentra bien.
— Sí... sí, solo voy a necesitar 5 minutos. —Decía Belmont mientras trataba de recuperar el aliento.
Michael le pide a Jonatan que se acerque para preguntarle algo en privado.
— ¿Ahora qué vamos a hacer? —Michael se queda esperando una respuesta, pero Jonatan desvía la mirada con frustración y responde que no tiene la menor idea— Esas cosas podría volver... y...y... algo más grande podría salir de la nada... no... no estamos a salvo. —Nuevamente el pánico se empezaba a apoderar de Michael. Jonatan trata de calmarlo, pero no era capaz de oírlo y seguía hablando— No sabemos dónde estamos... Estamos perdidos... fue... fue una mala idea venir... —Michael seguía hablando sin sentido, a lo que Jonatan decide darle una bofetada en el rostro para así callarlo y llamar su atención.
— Maldita sea, reacciona... No entres en pánico. —En su interior Jonatan pensaba y se sentía de exactamente la misma manera que él, pero sabía perfectamente que así no serían capaces de avanzar— Orejas háblame, necesito al hombre de grandes ideas. —Por su forma de decirlo Michael se le queda viendo y pregunta si estaba siendo sarcástico— Un poco, mezclado con algo de desesperación genuina.
Belmont estaba acostado en el suelo boca arriba. Afirmaba estar demasiado agotado como para ponerse a pensar. Jonatan le pide ayuda a Michael para ayudar a levantar a su compañero y seguir caminando. En el camino, Michael sugiera la idea de buscar un refugio. La noche se estaba acercando y lo normal era pensar que de noche sería un lugar mucho más peligroso.
— ¿Un refugio? ¿Crees que sería seguro? —Preguntaba Jonatan con temor de ser atacados mientras descansaban. Michael responde que podría ser aún más peligroso seguir caminando en la oscuridad de la noche— Supongo que tienes razón.
Mientras caminaban Jonatan pisa una fruta que estaba en el suelo. Parecía ser las sobras que dejó algún animal. Belmont reacciona inmediatamente diciendo que el árbol del cual provino podría estar cerca y empiezan a buscar por los alrededores.
Rápidamente Belmont logra encontrar el árbol dónde provino dicha fruta. Con ayuda de los demás, agitan constantemente el tronco del árbol para que los frutos que estaban en lo más alto cayeran al suelo. No eran muchos.
Jonatan y Michael se quedan mirando su forma y color tratando de averiguar qué clase de fruta era. Su forma era similar a la de una manzana, pero su color era rosado y su textura era más blanda. Mientras se preguntaban si sería seguro comerlas Belmont ya se había comido tres de ellas.
— ¡Imbécil ¿Qué crees que estás haciendo?! —Exclama Jonatan al ver la imprudencia de su compañero.
— Están muy ricas. —Afirmaba Belmont con la boca llena y levantando el pulgar. Michael al ver que no le había pasado nada decide darle un boca y poco después expresa alegría de que pudieran encontrar alimento.
— Es verdad... Están muy buenas... —Decía Michael sin poder contener las lágrimas de alegría.
Jonatan se queda en silencio mirando si las frutas tenían alguna especie de efecto secundario en sus compañeros, aunque podría simplemente analizarla con darle un mordisco y saberlo al instante, él quería ahorrarse el dolor que le provocaba hacerlo. No pasó mucho hasta que ellos mismos le preguntan por qué no está comiendo. Sin dar una explicación Jonatan empieza a comer. Su saber era algo acido, pero dulce al final.
Luego de descansar unos momentos en la sombra y de haber saciado ligeramente su hambre, los tres habían recuperado gran parte de sus energías. En cuestión de minutos se encontraban caminando, está vez, buscaban un lugar adecuado dónde pasar la noche, así como recursos para construir algún refugio.
— La ventaja es que tenemos mucha madera para hacer una fogata. —Decía Michael con optimismo.
— No estoy seguro de que esta madera nos vaya a servir —Interrumpe Belmont explicando el error de Michael— Para una buena fogata la madera debe estar lo más seca posible, y ese proceso puede llevar varios meses dependiendo del tipo de la madera. —Tanto Michael como Jonatan se preocupan de lo que decía, sin una fuente de calor lo más probable es que no llegaran a pasar la noche— No estoy diciendo que no podamos hacer una, simplemente será más difícil por el exceso de humedad que traiga la madera.
— Bueno, lo primero sería hallar dónde pasar la noche. Con suerte y encontremos una cueva para no tener que construir. —Afirmaba Jonatan ya cansado de estar en ese bosque lleno de peligros.
— Yo no diría que sea buena idea, lo más probable es que algún "animal" lo esté ocupando como guarida o un nido. — Afirmaba Belmont con un aura de sabelotodo, algo que empezaba a ser muy notorio para los demás, así como molesto.
En su trayecto, Michael le susurra al oído a Jonatan que Belmont aparentemente sabía más cosas de las que pensaba. Jonatan presiente que su conocimiento posiblemente se deba a experiencia real.
— En realidad, fui un scout de pequeño, y aprendí varias cosas. —Contaba Belmont a la distancia respondiendo a su duda. Claramente fue capaz de escuchar su conversación por su gran sentido del oído.
— Supongo que nos escuchó. —Dice Jonatan con un tono sarcástico.
Sin darse cuenta, Jonatan choca con su compañero elfo que estaba estático a medio camino. Molesto, Jonatan le reclama por qué dejó de avanzar de forma repentina y en silencio Belmont levanta el brazo izquierdo y apunta con el dedo a la copa de un árbol. En una de sus ramas se encontraba un ave.
Se trataba de una simple ave de tamaño normal con plumas blancas que resaltaban sus ojos rojos. De inmediato se ponen a discutir en voz baja como deberían actuar para así obtener más alimento.
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