{Capítulo 5}
Mientras empezaba a tranquilizarse y su respiración se volvía más calmada, el dolor de sus heridas se volvía aún más fuerte luego de que el efecto de la adrenalina estuviera pasando. Apoyándose en un tronco logra ponerse completamente de pie, sufriendo algo de dolor en el proceso y sus músculos brincando de forma descontrolada. Al levantarse lo primero que hace es examinar las heridas en su cuerpo, ver a cuál debería darle mayor prioridad.
Las cortadas en su pecho eran por la que más sangre perdía al ser tan extensas. Usando la misma camisa, la rasga con sus dientes y trata de envolver su torso lo mejor que puede.
Varios de los arañazos que recibió en sus brazos y piernas en el primer ataque no eran muy profundos y sangraban poco, algunos de ellos ya se habían cerrado por la coagulación. En su antebrazo derecho había unas pocas perforaciones producto de los colmillos de la cosa...
— Sus colmillos no lograron penetraron muy profundo, pero duele como el demonio... Lo ideal sería tener acceso a agua potable para así poder limpiar las heridas y que no se lleguen a infectar— Justo cuando pensaba que hacer a continuación, gira su cabeza mirando a lo profundo del bosque.
10 segundos después...
— No, no, no... Definitivamente no. —Decía en vos alta mientras caminaba de vuelta hasta la pradera en la que despertó.
No tardó en salir de ahí y sigue caminando hasta llegar al árbol que se encontraba en medio del lugar con las marcas de advertencia talladas en su tronco.
— Y una mierda con las personas que escribieron esta porquería. ¿Escribir tigre mutante en el bosque era tan difícil? —Pregunta de forma retórica y muy molesto.
< Pero ¿Qué diablos era esa cosa? Esto cada vez tiene menos sentido... >
Mirando a su alrededor mientras una leve brisa pasa por el campo agitando el césped del suelo y las hojas de los árboles.
— Ahora ¿qué? —Pregunta de forma retorica evaluando sus opciones. Las advertencias, aunque poco claras, no eran una exageración.
La frustración de no saber qué hacer lo estaba volviendo loco. Luego de aquel enfrentamiento del que salió con vida por cuestión de suerte, volver a entrar a ese bosque era lo que menos quería hacer.
— Y ¿Cuál era mi alternativa?... ¿Vagar por la nada hasta sufrir un golpe de calor? —Pregunta mirando hacia las montañas—O ¿Esperar justo aquí hasta que pase un milagro y otra persona aparezca?
Mientras analizaba sus opciones, las cuales no parecían ser nada alentadoras, un sonido se escucha a la distancia. Alarmado voltea y empieza a mirar a varias direcciones en busca de donde provenía, por la distancia no estaba seguro si el ruido era real o no, pero como avanzaban los segundos el ruido se volvía más y más fuerte. Cuando el sonido se volvió más fuerte fue fácil saber de dónde provenía, venía del bosque del que había salido.
Luego de la aterradora experiencia que acaba de vivir, el temor de que algo aún más letal salga de ahí lo puso en alerta. Se esconde detrás del árbol mientras asoma la cabeza para ver qué era lo que causaba ese sonido. Con el dolor que estaba sintiendo en gran parte de su cuerpo, volver a pelear por su vida no era una opción.
A los segundo no tardo en darse cuenta de que eran simples gritos.
— ¡Auxilio!... ¡Ayuda!... —Gritaba un joven que salió del bosque corriendo asustado.
< ¿Una persona? > El hecho de haber encontrado a alguien más justo cuando creía que eso sería lo más improbable lo dejó atónito.
Poco después de que el joven saliera del bosque corriendo una bestia sale detrás suyo persiguiéndole. Mientras seguía huyendo y gritando por ayuda a todo pulmón completamente asustado la bestia que lo perseguía empezaba a acercarse.
Conforme el joven y la cosa que lo perseguía se acercaban, era más fácil distinguir que eran.
< Un... ¿jabalí?... ¿Debería ayudarlo? >
La cosa que perseguía al joven tenía un parecido con los jabalís, pero este se veía aún más salvaje, tenía el pelaje más oscuro y encrespado, sus colmillos era más grandes y curvos, incluso tenía un par extra justo debajo de los primeros.
Soltando un suspiro, deja de esconderse e inseguro de sus acciones, empieza a llamar al joven y hacer señas con su brazo bueno. El chico logra verlo a la distancia y corre hacía él. Al ver que el joven será alcanza mucho antes de lograr llegar a dónde se encontraba decide caminar para alcanzarlo a medio camino.
El "Jabalí" actuaba de forma violenta y gruñía al aire. Mientras se acercaba lanza la piedra que tenía en la mano para desviar la atención del "Jabalí" del chico que perseguía, la piedra lo golpea en la cabeza y solo hace que se moleste más.
El joven se percata de la apariencia de la persona que venía a ayudarlo, pero de igual manera sigue adelante sin pensar mucho al respecto. Esa persona azul se detuvo a unos cuantos metros de distancia y empezó a hacer extraños sonidos y gritos, confundido voltea a ver cómo reaccionaría aquel animal salvaje, para su sorpresa, la bestia también se había detenido.
El "Jabalí" gruñía en respuesta a las amenazas que recibía. El joven lentamente se acercaba a su salvador algo confundido por lo que estaba haciendo.
— ¿Qué haces? —Pregunta el joven con voz baja mientras retrocedía despacio mirando fijamente a la cosa que lo perseguía.
— Trato de ahuyentarlo...... Aléjate un poco y has lo mismo.
Sin cuestionar lo que le ordena, da un par de pasos a su izquierda y empieza a imitarlo. Luego de un par de segundo la bestia da la vuelta y se marcha directo al bosque por dónde salió.
Cansado, el joven se acerca a la persona que vino a ayudarlo para agradecerle.
— Muchas gracias... ¿Cómo sabías que iba a funcionar? —Pregunta el joven impresionado.
— No estaba seguro, pero suele funcionar con la mayoría de los animales... —Responde de forma seria, mirando fijamente como el "Jabalí" vuelve a entrar al bosque.
Al voltear la cabeza y mirar al chico nota que estaba mirando fijamente, algo que no le extrañaba en absoluto ya que el joven parecía ser normal.
— Perdón. —Dice el chico mientras desvía la mirada rápidamente, creyendo que estaba siendo descortés.
— No importa...
— Me llamo Michael... Michael Hansen, es un placer. —Exclama de forma nerviosa extendiendo la mano.
— Igualmente... —Responde con algo de frialdad mientras estrecha su mano para no dejarlo colgado, tras pensarlo por un breve momento
Luego del apretón, mira a Michael directamente a los ojos, pero él solo lo mira con una expresión de curiosidad. Michael era un joven de piel blanca, ojos verdes y tenía un cabello lacio y rubio. Usaba una camisa simple color marrón y unos shorts largos y holgados color gris.
< Su ropa es bastante parecida a la mía... No parece tener más de unos 15 años ¿Cómo diablos terminó un niño en este lugar? >
— Estas siendo demasiado amigable, teniendo en cuenta cómo me veo. —Exclama preocupado al no ser la reacción que esperaba.
— Al principio me pareció bastante aterrador, pero supongo que si viniste a ayudarme no debes de ser una mala persona. —Afirma con una inocente sonrisa.
< ¿Acaso te dejaron caer de pequeño? ¿Cómo rayos puedes depositar tu confianza tan fácilmente?... Si tan solo supiera que dudé en venir a salvarlo >
— Eres una persona... ¿verdad?
— Sí, era tan normal como tú... para cuando desperté ya me veía así. —Responde disgustado por su nueva apariencia.
— Wow... ¿Qué te pasó? —Pregunta asombrado al ver el vendaje manchado de sangre en su torso y las heridas en su brazo derecho.
— ¿Esto?... Me encontré con un lindo gatito.
Luego de su comentario sarcástico, Michael queda extrañado sin saber cómo responder. Cansado de estar de pie y para evitar el silencio incómodo que estaba a punto de formarse, da la vuelta y empieza a caminar de vuelta hacia el árbol. Inmediatamente Michael lo sigue.
— Oye... ¿Y cómo te llamas? —Pregunta Michael con curiosidad mientras caminan.
— ... —Lo mira a los ojos por un instante en silencio. —Está empezando a hacer más calor, será mejor ir a la sombra.
— Ehh... está bien.
— ¿De dónde eres, Michael? —Pregunta de forma casual con voz baja.
— Bueno, soy de Noruega, pero he estado viviendo en E.E.U.U por un par de años...
— Hmmm, ya veo.
— Y... —Michael no estaba seguro si debía preguntar de dónde era él luego de que ignorara su anterior pregunta.
— Yo soy de Inglaterra. —Responde con algo de amabilidad sabiendo que eso era lo que quería a preguntar.
< O al menos eso creo... >
Con el paso del tiempo luego de haber despertado, sus memorias empezaban a surgir lentamente, sin embargo, estas eran borrosas y confusas. Inglaterra es el único indicio que tiene sobre de dónde venía.
— Hmmm, ya veo.
— Bueno, los Jabalís no son exactamente cazadores asesinos, ¿Cómo terminaste siendo perseguido por uno?
— ¿Eso era un Jabalí? —Pregunta Michael sorprendido.
— No estoy seguro, pero se parecía bastante.
— Pues todo pasó muy rápido, de pronto desperté en ese bosque estaba cansado y algo mareado, para cuando me di cuenta esa cosa ya estaba frente a mí y muy molesto. Ehh... ¿Qué es esto? —La historia de Michael es interrumpida al llegar al árbol y mirar todas las marcas de advertencia que tenía.
— Son solo estúpidos mensajes. No le prestes atención... —Exclama mientras se agacha para descansar en la sombra.
< Lo último que este chico ocupa saber es que posiblemente este lugar sea un maldito infierno >
Asombrado, Michael se queda mirando las marcas leyendo en voz baja las que podía entender. Al cabo de un rato, nota unas cuantas que le llaman la atención.
— Bueno... Aquí dice algo de una salida.
— ¿Qué? —Exclama confundido.
Las heridas en su cuerpo y el dolor que sentía le impedían levantarse del suelo, obligándolo a pedirle ayuda a Michael para ponerse de pie. Al acercarse a dónde estaba Michael del otro lado del árbol ve varios mensajes en diversos idiomas. Muchos de ellos tenían otras marcas, símbolos, flechas y algunos estaban tachados, pero no podía traducir ninguno de ellos, ni siquiera sabía en qué idioma estaba la gran mayoría.
— ¿Exactamente dónde dice "Salida"? —Pregunta con un poco incrédulo de lo que decía Michael.
— Justo aquí... —Responde Michael señalando una de las marcas. —¿No lo puedes leer?
— No, ¿Dice algo más? —Pregunta muy serio al respecto.
< De seguro está escrito en noruego. >
— Bueno, dice: "Salida-Pueblo"....
< Tan poco preciso como el resto de los mensajes, ¿por qué no me sorprende? >
— Creo que es un mapa... —Afirma Michael entusiasmado.
— ¿Un mapa? —Exclama confundido al no ver como simples palabras escritas en diversos idiomas podría ser un mapa.
— Justo aquí, mira... Dice "Todos", justo arriba dice "Bosque" y arriba de eso dice "Salida-Pueblo", las tres palabras están unidas por una línea.
— "Todos, Bosque y Salida"... Supongo que por todos se refiere a este lugar en específico. —Afirma poco seguro con la limitada información que tenían.
— Entonces... ¿Pasando el bosque hay un pueblo?
Mirando a los ojos de Michael se veían destellos de esperanza y alegría. Los cuales él claramente no tenía. Solo adentrarse unos cien metros casi le cuesta la vida, los peligros que debe haber en lo más profundo del bosque superan más allá de lo que se podía imaginar.
— No estoy seguro de que sea una buena idea. —Responde algo asustado.
— Pero aquí dice que hay una salida, hay un pueblo ¿No sería lo mejor ir a dónde está?
< En teoría sí, pero este mismo árbol tiene escrito las palabras peligro y muerte en más de diez lenguas diferentes. >
Michael seguía afirmando que llegar a un pueblo sería de gran ayuda, pero su compañero se negaba.
— Entonces, tu plan es... ¿quedarte aquí? —Pregunta de forma retorica señalando que estaban en medio de la nada.
— ... Mierda. —Se da la vuelta frustrado.
< El chico tiene un punto, quedarme aquí no servirá de nada. >
— ¿Estás seguro de que quieras volver a entrar? Hace poco te estaba persiguiendo un jabalí algo deforme. Y mira cómo terminé yo por solo entrar a buscar comida.
— Pero pasando el bosque esta la salida... —Afirmaba Michael con esperanza.
— No sabemos si lo que dice ahí es verdad, o que tan grande es este maldito bosque... Es demasiado riesgoso.
— ¿Por qué alguien escribiría una mentira como esa? Puede ser simplemente alguien que trataba de ayudar a los demás.
— Verdad o no, lo que es seguro es que ese lugar es una trampa mortal. —Se voltea algo molesto y levantando levemente la voz.
Michael se exalta por la forma agresiva en la que hablaba y da un par de pasos hacia atrás. De inmediato nota como estaba asustando a Michael y trata de calmarse.
— Perdón... no quería asustarte. —Michael lo observaba en silencio mientras se calmaba— Es solo que... No quiero volver a entrar ahí. Tuve suerte de salir vivo luego de ser atacado por... eso y no creo que ese milagro vuelva a suceder. —En sus ojos se podía ver una preocupación genuina... él temía por su vida.
Michael logra entender su preocupación y se acerca a él sin miedo.
— Lo entiendo, estas asustado y estaría mintiendo si dijera que no lo tengo, pero ¿Qué otra opción tenemos? No hay otro lugar a dónde ir ¿o sí?
< Maldita sea niño, deja de darme buenos argumentos... >
Soltando un fuerte suspiro de exasperación, finalmente accede a seguir su plan.
— ¿En serio? —Pregunta Michael incrédulo y entusiasmado al mismo tiempo.
— De cierto modo tienes razón, no hay otro lugar a dónde ir... y si existe una mínima posibilidad de llegar a la civilización pasando ese bosque de mierda, supongo que hay que tomarla, pero tendremos que ir con extremo cuidado o ninguno de los dos llegara.
— No soy un tonto, sé el porqué no quieres volver a entrar... —Dice Michael mientras señala las cotadas que tenía. —Si algo así me hubiera atacado, yo tampoco quisiera volver, pero creo que si vamos los dos juntos podremos lograrlo. —Responde con optimismo mirando a su compañero a los ojos.
Sus palabras le parecieron graciosas desde el punto de vista realista, sin embargo, su infantil optimismo era contagioso, a lo que le responde con una sonrisa.
< Si de todos modos vamos a morir sin importar la opción que escojamos, al menos es mejor ir por la opción dónde hay una mínima posibilidad de salir vivos de aquí... >
— Bueno, creo que será mejor entrar ya... Con suerte y llegamos a la salida antes que anochezca.
Sin nada más que hacer, los dos empiezan a caminar juntos hacía el bosque. Con completa tranquilidad Michael empieza una conversación de forma casual preguntando cómo era la bestia a la que se enfrentó y cómo logró sobrevivir. Sin entrar en muchos detalles, le explica a Michael todo lo sucedido desde que despertó.
— Vaya... Supongo que tuviste mucha suerte para salir vivo. —Responde impresionado
<Para ser honestos, dudo que volvamos a tener la misma suerte si llegara a pasar algo parecido>
— Ahora que lo pienso, ¿Recuerdas como terminaste aquí?
— La verdad no tengo la menor idea. Estaba de camino hacía mi casa, estaba en el auto con mi papá y eso es lo último que recuerdo, cuando desperté tenía esta ropa y estaba junto a un río a varios metros de aquí. —Responde Michael algo confundido.
< Entonces él no vio o no recuerda nada sobre la extraña habitación y la pantalla gigante.>
— Espera, ¿Dijiste río? ¿Dónde?
— Eh... Creo que era en aquella dirección. —Responde no muy seguro de su respuesta.
— Bien, iremos para allá.
— ¿Seguro?
— Encontrar una fuente de agua potable es muy importante.
— Ohh...Pues que suerte la nuestra ¿no? —Exclama Michael con asombro.
Mientras seguían caminando por la pradera llegan a la parte del bosque por la cual Michael salió mientras escapaba del Jabalí. Sin perder el tiempo, entran al bosque con coraje y en alerta. Tomando unas ramas que estaban en el suelo trata de amarrarlas a unas piedras con una tira de tela que obtuvo de sus pantalones.
— ¿Qué haces? —Pregunta Michael.
— Pues la idea era crear un arma, pero creo que esta cosa solo aguantaría uno o dos golpes antes de que se rompa... —Responde algo decepcionado del resultado final. La herida en su brazo le impedía usar su mano derecha con normalidad.
— ¿Seguro que estas bien? —Pregunta Michael preocupado al ver las dificultades que tenía para usar su mano derecha.
—Tranquilo... planeo revisar la herida luego de lavarla en el río.
— Ohh... ¿Eres doctor o algo por el estilo? —Pregunta con curiosidad por su forma de hablar.
— No... estoy seguro. —Responde dudoso de sí mismo por su memoria distorsionada.
— ¿No estás seguro?
Justo cuando estaba diciendo su pregunta, los dos llegan al río dónde Michael despertó. Ambos quedan asombrados al ver el paisaje, el agua clara y brillante, las hojas con rocío que reflejaban la luz del sol, los vivos colores de las flores que saltaban a la vista.
— Es hermoso... —Responde Michael. Cuando despertó estaba algo dormido y no pudo apreciar con claridad el lugar donde se encontraba.
— Totalmente. —Por su experiencia anterior no esperaba encontrarse con un paisaje tan pacifico.
< Hasta te hace olvidar el bosque de mierda que es en realidad... >
— ¿Podremos tomar el agua?
— Bueno, en teoría...
Antes de poder explicarse una cosa emerge del agua de forma espontánea. De inmediato se pone en una posición defensiva sujetando el arma improvisada hecha con piedras y empujando a Michael hacía atrás para que se alejara.
Sin embargo, no tarda en darse cuenta de que la cosa que salió del agua tiene una figura humana. De lo profundo del río había salido un joven que se estaba bañando ahí, él no los había notado y solo se estaba lavando la cara como si nada hubiera pasado.
Por su parte, Michael estaba tranquilo al notar que era otra persona, pero su compañero no estaba del todo calmado. El joven del río no era exactamente un humano como Michael, era bastante alto, su piel era de color gris perla, un largo cabello café y lacio, sus orejas era extremadamente largas y puntiagudas, sus ojos eran completamente blancos y parecía no tener ni iris ni pupilas.
— ... Disculpa... —Dice Michael interrumpiendo al joven desconocido para llamar su atención.
— ¡Hey! ¿Qué tal? —Saluda con completa tranquilidad el extraño en el río. —No los escuche llegar.
— Oh, Hola. —Responde Michael con alegría al ver que era otra persona.
Cuando Michael trató de acercarse su compañero coloca su mano derecha en su hombro para detenerle, él no creía que acercarse fuera una buena idea. Su inseguridad lo hacían desconfiar de aquel extraño individuo.
— ¡No te muevas! —Exclama advirtiendo al joven del río.
— ¿Una ramita? —Pregunta de forma sarcástica y burlona. —Tranquilo amigo... soy uno de ustedes. —Dice en voz alta levantando las manos mientras se acercaba lentamente.
— Espera, dijo que era como nosotros. —Afirma Michael tratando de calmar a su compañero.
— ¿Y solo por eso le vamos a creer? —Exclama de forma retorica.
— Para ser honestos el más sospechoso de aquí eres tú con esa piel azul y cuernos, sin mencionar esas cortadas...
< ¿Cuernos? Esas cosas en mi cabeza eran... ¿Cuernos? >
Su forma de desviar la atención solo provocaba que sus sospechas se hicieran más grandes. Michael preocupado de que su compañero iniciara un conflicto innecesario lo impulsaron a actuar.
— Él es una persona... No es una amenaza ... —Exclama Michael hacía el extraño del río. —Baja el arma por favor, no parece ser peligroso. —Le dice con total seriedad a su compañero.
— Ya relájate, yo también cambié de especie como tú. —Afirmaba el joven de orejas puntiagudas.
Los recuerdos sobre la extraña habitación dónde estuvo encerrado eran borrosos y confusos, pero estaba seguro de que escuchó algo parecido en ese lugar.
— ¿De qué estás hablando? —Pregunta Michael confundido.
— Espera, ¿no lo saben?
< En medio de la nada y con una apariencia poco normal... en teoría es lo que estoy pasando. A diferencia de Michael, él parece tener una mejor idea de que está pasando aquí... >
— No, no lo sabemos. Para ser precisos no sabemos nada, si fueras tan amable de darnos cualquier información estaremos agradecidos. —Responde con una mirada de desconfianza mientras relaja el cuerpo y deja caer el arma al suelo.
— Vaya, no esperaba un cambio tan drástico... Bien, yo les explico. Necesitare un momento para vestirme. —Responde mientras se acercaba a la orilla para salir del río. El joven estaba completamente desnudo.
Michael lo voltea a ver con una expresión de sorpresa al ver cómo cambia de opinión.
— No me mires así... Estamos perdidos y este tipo parece saber que rayos esta pasando aquí. Con suerte y obtenemos algunas respuestas.
— Supongo que nos podría ayudar a salir. Entre más, mejor ¿no? —Le dice mirándolo a los ojos con una sonrisa.
En lo que el joven de azul y Michael terminaban de hablar el extraño del río había terminado de vestirse, también con prendas de vestir simples, parecidas a las de ellos.
— Bueno... Tal vez deberían sentarse, estoy podría ser largo. —Dice el joven sentándose en una de las grandes piedras que estaban en la orilla del río.
— Creo que debería presentarme, me llamo Michael. —Decía con respeto.
— El mío es Belmont, es un placer.
Michael y su acompañante intercambian miradas con una clara expresión de confusión, el nombre no sonaba del todo creíble. "Belmont" actuaba de forma nerviosa al justificar su nombre. Ambos concuerdan en seguirle la corriente, pues no valía la pena seguir hablando de eso.
— Espera ¿Y tú cómo te llamas? —Pregunta Belmont mirando al tipo azul con cuernos.
Los recuerdos en su mente eran un completo desastre. Había una extensa cantidad de nombres tan confusos y dispersos como el resto de sus recuerdos, sin la menor idea de a quién le pertenece cada nombre, no sabía cuál era el suyo con exactitud.
— Mi nombre es Jonatan. —Al final, decide tomar el nombre que más se repetía en su cabeza.
Sin perder más el tiempo, Belmont se encontraba ansioso por contar lo que sabía. Haciendo sonidos de tambor revela la gran sorpresa.
— Y para su información... ¡Estamos en otra dimensión! —Dice joven entusiasmado. Michael y Jonatan quedan confundidos al recibir tal noticia sin ningún tipo de explicación.
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