~|| TREINTA Y OCHO ||~

El primero en despertar fue el pelinegro, quien inevitablemente sonrió al ver a Mafuyu durmiendo tan pacíficamente. Con cuidado de no despertarlo quito su brazo de la cintura del pelinaranja y con cuidado nuevamente se levantó de la cama.

El de ojos almendrados se removió un poco al no sentir el calor que le brindaba el pecho de Uenoyama, el pelinaranja extendió sus brazos, en un intento de volver a abrazar al pelinegro, pero este sólo le dio una almohada para abrazar.

Se lavó la cara y se cepillo los dientes para después salir del cuarto de baño, fue a la sala de estar y se sentó en el sofá individual donde se quedó viendo a la nada.

Estaba tan distraído que no se dio cuenta cuando cierta niña se subió a su regazo y justo ahora estaba durmiendo ahí. Dirigió su vista donde la niña dormía, la cargo con cuidado para no despertarla y la llevo de nuevo a su cama. No sabía El motivo del porque Faith se despertó y fue a dormir a su regazo, pero no la iba a despertar sólo para preguntarle eso.

El pelinegro fue a la cocina para preparar el desayuno, sacó las cosas necesarias para cocinar. Estaba fijándose en que la comida no se quemara que no se dio cuenta que unos brazos le rodearon la cadera, volteo la cabeza para ver de quien se trataba.

Se quedó un momento en silencio y la sonrisa que anteriormente adornaba sus labios desapareció, Mafuyu se lo quedo viendo extrañado ante su actitud y recosto su cabeza en el hombro del más alto.

-¿Estas bien...? -pregunto con la voz algo ronca ya que se acaba de despertar -

Uenoyama reaccionó y negó para despejar las ideas de su cabeza — E-Eh.. Si, estoy bien, no te preocupes -respondió algo suave -

¿Por qué demonios se había imaginado que era Kasai quien lo abrazo? -esa pregunta rondaba en la mente del mayor, frunciendo su ceño debido a eso.

-Seguro que estas bien? -preguntó un tanto preocupado - Si no estás bien tu te quedas aquí y yo voy a la— -sus ojos se abrieron de sobre manera al sentir presión sobre sus labios-

El pelinegro lo había besado, no era que lo sorprendiera ya que siempre cada que podía le robaba un beso.

-Ya te dije que estoy bien, yo seré quien vaya a la preparatoria, tu quédate aquí, si? -dijo dejando un beso en la frente del menor quien asintió -

[ . ]

Al final quien fue a la preparatoria fue Mafuyu, el pelinegro se había quedado dormido y Mafuyu no quería despertarlo pues se veía muy cómodo durmiendo, así que el salió de camino a la preparatoria.

Cuando llegó recibió algunas miradas extrañas y otras confundidas, ignoro eso y fue hacia su salón.

Kasai observó a Mafuyu llegar, eso la confundió pues pensaba que quien llegaría era Uenoyama.

La chica camino hacia el baño a lavarse el rostro. Lo tenía horrible, ojos hinchados, ojeras, rostro a medio maquillar y cabello desordenado. Se secó con una toalla que había ahí y volvió a su salón.

Las clases fueron aburridas, ni que decirlo, la mayoría del tiempo —por no decir todas las clases — se la paso pensando en como Uenoyama mimaba demasiado a Mafuyu, incluso llegó a pensar que lo trataba como un bebé. Eso en vez de distraerla, que era lo que buscaba pensando en el pelinegro, la molestó al pensar en Uenoyama tratando como bebé a Mafuyu.

Mafuyu es lindo, lo admitió, pero no lo veía al alcance de Uenoyama. Ella si lo merecía, Mafuyu no.

Cuando el timbre sonó, ella se levantó rápidamente y salió del salón no sin antes llevarse su desayuno con ella. Fue al lugar donde siempre dormía Uenoyama, le gustaba estar ahí siempre y cuando no la descubrieran. Le gustaba pensar en Uenoyama abrazandola y mimandola —como lo hacía con Mafuyu — en ese lugar.

Lástima que no es así, y no podía tener a el pelinegro ya que tuvo que llegar Mafuyu a molestarle la vida de esa forma.

Con el ceño fruncido dirigió su vista al causante de que la puerta de abriera.

-Oh.. No sabía que había alguien aquí.. -susurró el de ojos almendrados desviando la mirada-

-Pues ya viste que hay alguien, ahora vete. -dijo cortante Kasai -

Mafuyu sólo chasqueo la lengua y fijo su vista en Kasai - ¿Qué te hace pensar que me iré? La que debería irte debería ser tu -menciono Mafuyu cerrando la puerta detrás de si.-

-Lo mismo digo, ¿qué te hace pensar que me iré? Yo llegué primero aquí.

-¿En serio esa es tu justificación? Pareces niña pequeña diciendo eso -Mafuyu no se iba a dejar humillar, claro que no, y menos con alguien que lo hacía a diario.

-¿cómo me dijiste? -preguntó molesta la chica,acercándose a pasos  lentos donde Mafuyu-

El chico sólo pasó de largo de ella y se sentó en el descanso de las escaleras dejando molesta a Kasai.

-¡No me ignores! -dijo Kasai molesta reteniendose en jalar del cabello a Mafuyu.-

-Te dije que no te sabes defender, feliz? -respondió sin dirigirle la mirada -

Un silencio de formo entre los dos, Kasai quedó sin nada para responder y sólo se sentó en el lugar más apartado de Mafuyu.

-Sabes?, la puerta es lo suficientemente grande para que salgas -menciono Kasai terminando su desayuno -

-Entonces, si dices que es lo suficientemente grande, sal tu -Kasai había arruinado la bella mañana de Mafuyu, y ahora el no quería lidiar con esa chica -

-Tch.. -Que Kasai estaba molesta sobra decir. Con sus manos hechas puños le lanzó una mirada asesina a Mafuyu, este volteo a verla -

Se quedaron sus unos segundos, y hubieran seguido, de no ser porqué la chica apartó la mirada.

Mafuyu se levantó de donde estaba sentado y observó a Kasai con una leve sonrisa burlona. Salió de ahí dejando a Kasai molesta...




Nota de la autora -
Pues... Ahora tengo que hacer que le pase un accidente a Kasai y
hacer lemon para que me perdonen la vida ._ .

So.. ¡Espero que les haya gustado! nwn.

¡Disculpen si hay alguna falta ortográfica!

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