Capítulo 7

- Venga, arriba tortolitos. -grita Mike abriendo las cortinas

Me despierto con la cabeza en el pecho de Chase. Esto no podía pasar y mucho menos nos podía ver Mike. Esto me pasa por tener pesadillas. Me separo rápido de él. Me sonríe y me da los buenos días. ¿Cómo ha cambiado tanto en tan poco tiempo?

Me pongo un vestido blanco con algunas flores. Me llega por encima de la rodilla. Dejo que mi cabello rubio caiga por mi espalda.

Bajamos a desayunar y nos encontramos con sus padres y Evan. Cuando acabamos reviso mi móvil y veo que tengo un mensaje de mi padre.

¿Cómo va por Alemania?

Sabe que estoy en Alemania, pero ¿cómo lo ha descubierto? Solo lo sabían mamá, Anna y Emma. No sé como siempre se entera de todo lo que hacemos. No importa cuán secreto lo mantengamos, siempre se acaba enterando.

Chase debe haber notado que algo no anda bien porque le dice a su familia que empiecen a salir y que ahora iremos nosotros. Me coge de la mano y me acompaña a un lugar más tranquilo.

- ¿Qué ha pasado, Maddie? -pregunta preocupado

- Mi padre sabe que estoy aquí. No sé como lo ha descubierto. Solo se lo había contado a mi hermana, mi madre y Emma. Será mejor que vuelva a casa, no quiero arruinaros la boda. -hablo de manera rápida y nerviosa

- Eh, tranquila. Maddie, no es tu culpa. Te quedarás aquí con nosotros y volveremos juntos cuando acabe la boda, ¿sí? -pone sus manos en mis brazos y me sujeta fuertemente- Estaré todo el viaje contigo, no va a pasar nada.

Nos fundimos en un abrazo reconfortante durante un par de minutos. Después coge mi mano y sonríe.

- ¿Vamos? A Joe le encantará conocerte.

Llegamos a una pequeña casa blanca y llamamos al timbre. Joe se parece mucho a los hermanos pero tiene el pelo completamente rubio. Su prometida se llama Lexi. Es preciosa, tiene el pelo largo, liso y rubio y los ojos azules.

Pasamos el día con ellos. Son encantadores. Ahora estoy con Lexi. Está muy nerviosa respecto la boda.

- ¿Y qué tal con Chase? Hacéis muy buena pareja. -dice sonriendo coqueta

- Oh, no, Chase no es mi novio. Solo somos amigos.

- Por poco tiempo. Cada vez que os miráis saltan chispas.

Reímos juntas.

- Joe está muy contento de que Chase haya vuelto a hablar con él. Echaba mucho de menos a su hermano. El primer día que llamó no se lo podía creer -dice sonriendo-. Se pasó toda la noche contándome lo que habían hablado y me explicó algunos recuerdos. Es un buen chico.

Sí, si que lo es. Es el mejor chico que he conocido.

Cuando llegamos al hotel Chase me coge la mano mientras los otros empiezan a subir.

- ¿Me acompañas a un sitio?

- ¿Dónde? Son las once de la noche. -digo extrañada

- ¿Desde cuándo te importa la hora que es?

Sonrío y camino junto a él por las calles de Nuremberg. La ciudad es preciosa. Llegamos a un parque con un gran espacio de hierba. Nos sentamos allí.

- Las estrellas de Inglaterra son las mismas que las de aquí. -dice Chase enseñando sus dientes

Este chico es increíble. Me pasa un brazo por los hombros y deja que apoye mi cabeza en su cuerpo.

- ¿Puedo hacerte una pregunta? -dice nervioso

- Claro

- ¿Campbell, es el apellido de tu padre?

- No, me lo cambié hace unos cinco meses más o menos. Siempre me lo había querido cambiar pero hasta este año no he sido capaz de hacerlo. Antes era Maddie Brown Campbell y ahora soy Maddie Campbell Lynch. Es el apellido de mi bisabuela. Nunca la conocí, pero fue una gran mujer. Combatió en la Segunda Guerra Mundial y sobrevivió a Auschwitz. Es una manera de homenajearla.

- Es muy bonito.

Nos quedamos en silencio, abrazados.

- Maddie, ¿qué ha pasado esta noche?

Ya me extrañaba que no me hubiera preguntado en todo el día.

- Desde la primera vez que mi padre me agredió tengo pesadillas. Me cuesta mucho dormir y me despierto a mitad de la noche por una pesadilla. Normalmente aparece mi padre pegando a Anna o a mamá, pero muy pocas veces me pega a mí. Cuando estábamos con él podía soportar que me diera golpes, pero no aguantaba cuando se lo hacía a ellas. Era lo peor de todo, ver como les hacía daño y no poder hacer nada. Lo que dolía no eran los golpes, era como nos hacía sentir -su cuerpo se tensa debajo de mi-. Los moratones y las marcas se pueden ir, pero hay cicatrices que jamás no sanan y las pesadillas son esas cicatrices.

- Siento que hayas tenido que pasar por esta mierda, pequeña. -dice todavía abrazándome y dejando un beso en mi frente

- No es nada, eso ya se acabó. Ahora ya no estoy con él.

- Pero sigue molestándote. Un juez dijo que no se podía acercar a ti ni te podía enviar mensajes, pero no ha cumplido nada.

- Cuando lo denunciamos ya nos avisaron que la pesadilla no terminaba allí. Ya sabíamos que nos esperaban más años así, pero esto es mucho mejor que seguir en la misma casa.

Su mano sube y baja por mi espalda, dando pequeñas caricias por encima del vestido.

- Eres increíble Maddie. Eres la mujer más fuerte que he conocido. Yo en tu lugar me habría hundido. No cambies nunca por nadie.

Estamos a centímetros. Puedo sentir su respiración chocar contra la mía. Nos acercamos más si es posible. Enredo mis manos en su pelo y lo acaricio. Él baja sus manos hasta mi cintura y me gira hacia él. Me acaricia los costados con los pulgares. Mi corazón va a mil por hora. Creo que nunca he estado tan nerviosa. Nunca he besado a nadie y nunca he estado tan cerca de un chico. Sus ojos azules se fijan en los míos. Sube las manos hasta mis mejillas y estampa finalmente sus labios contra los míos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top