Capítulo 1

Corro hasta la parada del autobús. No puedo llegar tarde el primer día de trabajo. Encuentro un asiento vacío y me siento intentando arreglarme el pelo.

Cuando llego a la dirección que me dio la señora Parks llamo al timbre y paso mis manos por los pantalones. Ella abre la puerta con una gran sonrisa y me da la bienvenida con dos besos.

- Evan tiene muchas ganas de conocerte, Maddison -me explica mientras me guía hacia su habitación

Cuando llegamos abre la puerta y veo al pequeño de 6 años jugando en el suelo.

- Evan, cariño, ella es Maddison. Te va a cuidar durante el verano -dirige su mirada hacia mi-. Yo me tengo que ir a trabajar. Si necesitas cualquier cosa puedes llamarme o preguntar a mis hijos, a los mayores. Estarán en sus habitaciones o en el sótano.

- ¿Podemos ver una peli? -me pregunta el pequeño cuando su madre ha cerrado la puerta.

- Claro. ¿Cuál quieres ver?

- Creo que El Rey León. -dice con una gran sonrisa mientras se pone de pie

Bajamos las escaleras y voy decidida hacia la televisión del salón hasta que veo que Evan se dirige al pasillo. Se gira y me indica que le acompañe. Otras escaleras nos llevan al sótano y cuando lo veo me quedo realmente sorprendida. Esta casa es enorme. Todo el pueblo sabe que los Parks tienen una gran cantidad de dinero. Su madre es una gran empresaria y el padre es uno de los mejores científicos del país.

El sótano está dividido en varias secciones. Hay un salón de juegos con una tele y un par de consolas, más lejos puedo ver un gimnasio que es más grande que mi habitación. Esta planta también cuenta con una cocina y una habitación de invitados. Cuando llegamos al fondo entiendo porque el pequeño de los Parks me ha traído aquí, una gran pantalla y una docena de butacas comforman el cine particular de la família.

-Yo voy a ser el Rey León- canta Evan corriendo por la casa cuando hemos acabado de ver la película

La puerta principal se abre y entra April.

-¡Mamá! -el niño sale disparado a abrazarla- ¿Mañana podremos bañarnos en la piscina?

-Vale, pero solo si te portas bien.

El pequeño sonríe y me mira.

-Maddie, no olvides el bañador mañana.

Asiento riendo.

¡Hora de volver a casa! ¿En serio me van a pagar por pasarme la tarde viendo películas o bañándome? Este niño es increíble, no necesita que nadie cuide de él. Es muy maduro por tener 6 años.

De camino a casa se lo cuento todo a Emma, mi mejor amiga.

-¿Y ya has conocido a los hermanos Parks? -pregunta emocionada

-Solo he estado con Evan.

-No me refiero a ese hermano Parks, Mad. Hablo de Chase y Mike, los gemelos más calientes del país. -explica mientras ruedo los ojos

-Eres una exagerada, no debe ser para tanto.

-A ver si dices lo mismo el día que los veas. Por cierto, ¿su casa es tan grande como se dice?

-Sí, es enorme y tienen de todo, incluso un cine.

-La vida es muy injusta. -suelta divertida

-Bueno, ya he llegado a casa. Mañana hablamos

-Adiós Mad, hasta mañana.

Cuando me despierto al día siguiente veo que todavía es temprano. Decido ir a correr un rato. Por el camino veo a Finn Humble saliendo por la ventana de Rose Morgan. Es la típica niña mimada que siempre lo consigue todo. Emma y yo la empezamos a odiar el año pasado, cuando no paró de joder la relación de mi amiga hasta que consiguió que terminara. Y si, el novio de Emma por ese entonces, era Finn, el mismo Finn que acaba de enrollarse con Rose. Creo que Emma no sabe nada de esto. Sigo corriendo hasta llegar a casa de nuevo. Me ducho y me voy a casa de los Parks con el bikini puesto.

Al llegar, Evan se asegura de que lo haya traído. Él ya lo lleva puesto y cuando le digo que yo también me coge por la muñeca y me lleva hasta la piscina.

Cuando me he asegurado de que está bien cubierto de crema, dejo que vaya al agua. Yo entro lentamente, o al menos lo intento, porque de repente siento que el pequeño me empuja por detrás. ¿Cómo ha llegado hasta allí sin que lo notara?

-¡Chase! -grita con emoción dirigiendo su mirada detrás de mi- ¿Vienes a bañarte tu también?

Me giro y veo a uno de los gemelos Parks. Cuanta razón tenía Emma, si que es para tanto. Sus ojos azules me observan y yo le devuelvo la mirada fascinada. Su cabello castaño claro está desarreglado y eso lo hace ver aún mejor. Lleva una camiseta negra apretada que marca su musculado pectoral y gracias a la manga corta puedo ver sus bronceados brazos.

-No -dice seco apartando su mirada de mi y dirigiéndola a su hermano

-Pero yo sí -entra gritando y corriendo otro chico que supongo que debe ser Mike

Él lleva solo un bañador que permite la vista de todo su cuerpo. Los dos jóvenes son gemelos. Su pelo es igual y lo único que me permite diferenciarlos son mos ojos. Si te fijas bien, los ojos de Mike son un poco más verdes. Y está igual de bueno que Chase.

Mike se tira a la piscina salpicándolo todo. Su mellizo nos observa serio desde la puerta que da al jardín. Me dirige una mirada y desaparece por el salón.

Me quedo mirando en esa dirección por unos segundos hasta que siento que alguien me está tirando agua para que reaccione. Mike coge a su hermano pequeño en brazos y me lo lanza suavemente por el agua.

-Cógelo, Sirenita. -dice Mike

Juego con ellos lo que queda de mañana. Mike es muy simpático y me da mucha confianza. En cambio su hermano parece la persona más fría que he conocido nunca. El pequeño me recuerda físicamente al misterioso Chase, mientras que su carácter es parecido al de Mike. Esta mañana he descubierto que existe un cuarto hermano Parks. Bien, de hecho, él sería el primero. Joe tiene 20 años y está en la universidad.

Cuando Anne, la ama de llaves, nos avisa salimos los tres de la piscina y vamos a comer. Allí está Chase haciéndose el misterioso de nuevo mientras mueve de un lado a otro la comida de su plato. Sus hermanos se sientan y me indican que haga lo mismo. Me dejan la silla de enfrente de Chase. Al sentarme el castaño levanta la vista y clava su mirada en mi.

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