Una visita inesperada. Cap. #5
~En la mansión de Kend~
—Kend te conozco y esa mirada tuya que se iluminaba al ver ese chico no es normal, dime ¿Qué pasa ahí?— le dice Chris un poco dudoso.
—Pues la verdad... es que, no sé, tiene algo que me atrae y yo no soy gay pero al mirarlo siento que se me acelera el corazón.—dice Kend poniéndose sus vaqueros ajustados negros.
—Wow amigo en realidad ¿Hablas enserio? Y solo lo has visto una vez.
—¡Claro! Además siento que lo conozco desde ya antes— le dice el rubio colocándose una camisa blanca con rallas negras y unos convers estilo bota de color blanco.
—Creo que si eres gay— carcajeó Chris
—Pues la verdad no sé y quiero saber el por que de lo que siento.—Concluyó ya listo para salir a su "Cita." Si es que así puede llamarse.
—Si necesitas cualquier cosa solo dímelo sabes que me tienes a mi, hermano— le dice Chris dándole un abrazo.—pero... ¿Cómo pretendes ir a la casa de ese chico si no la conoces?—Cuestionó su amigo.
—Buscaré la ubicación de su celular con mi teléfono o lo busco en facebook— le dijo Kend saliendo de su cuarto para irse en su moto estilo "chopper" a la casa del castaño.
Unos kilómetros después.
"Toc Toc" sonó la puerta así que Liam bajó las escaleras de su cuarto en toalla ya que estaba saliendo del baño.
Abrió la puerta encontrándose con el rubio.
Kend estaba viendo su celular y al abrir la puerta este desvío la mirada hacia Liam que estaba semi-desnudo, este al ver que a Kend se le hace una notable erección en el pantalón se ruboriza y le dice;
—Oye... eh... tu pantalón—Dijo intentando no mirar hacia abajo.
Kend al notar su tremenda erección pasa a dentro de la casa empujando al castaño adentro y cierra la puerta atrás de si.
—Oye lo siento pero fue algo repentino— dice el rubio acomodándose el "bulto" o al menos eso intentaba.—mejor ve a vestirte ¿Si?
—Sí ¡Claro!—Responde este corriendo hasta su habitación. No prestó mucha atención a que este allá venido sin su consentimiento.
Kend no podía dejar de mirar ese gran trasero que hacia que tuviera una tremenda erección y que aparte le gustaba.
—Kend, puedes subir—Escucho el rubio para proseguir a subir al cuarto del castaño encontrándolo con unos shorts azules y una Camisa de V color azul.
—Así que tu eres Liam—Inquirió sentándose en un sofá que había en la habitación.
—¡¿Dime que pitos haces aquí?!—Le pregunta el castaño, con el ceño fruncido.
—Hum... Dime ¿Te gusta el fútbol?—Pregunto este como si no le importara la pregunta de Liam.
—No, me gusta mas el arte y ese tipo de cosas, pero... ¡NO ME CAMBIES EL TEMA!
—Ah... ¿Enserio? Y ¿sabes dibujar?—le pregunta Kend curioso.
—Si, diría yo.—Dice un poco apenado, ya no tenia remedio, él seguiría ignorando sus preguntas por más que lo intentara.
—Quisiera que algún día me dibujaras.—Propuso el rubio.
—E... ¡Claro! Quizás algún día—Dijo este sarcásticamente.
—Si... algún día— respondió Kend para quedar viendo al castaño y este hace lo mismo, viéndose con esas miradas perdidas en sus hermosos ojos, él no sabia lo que lo atraía a el, si eran sus ojos o su enorme trasero pero si sabia algo... que tenía una clase de sentimiento que no podía explicar u darle significado... pero ¿Cómo? No tiene mucho tiempo con él pero parece que lo conoce de toda la vida. El rubio acerca su rostro al del castaño y este cierra tímidamente sus ojos en un intento de ocultarse de la realidad. Tan solo no podía volver a apostarle al amor, ya le hizo daño una vez y no permitiría que lo volviera a hacer. Así que decide abrir sus ojos y pararse dejando a Kend con su piquito en la boca. Se veía tan tierno—Pensó Liam.
—Eh... perdón yo... eh...—Rompió el silencio el rubio.
—Descuida, ¿Quieres bajar? No sé, ¿A comer algo?—propuso el castaño.
—¡Claro!—respondió el rubio para así bajar a la sala de estar.
—¿Tienes hambre?—preguntó Liam ya estando abajo.
—Un poco... ¿Qué hay de comer?— respondió Kend.
—Púes... Hay de todo un poco...—«mierda solo hay ingredientes para hacer emparedados» pensó Liam.—¿Quieres un emparedado?.
—¡Oh! ¡Yo las hago!— dijo Kend parándose del sofá para dirigirse con Liam a la cocina.
—Oh, no, no, no, yo haré la comida ¿Entendido?—respondió el castaño deteniendo a Kend.
—Pff, no me vengas con ese tipo de cosas, hazte a un lado— dijo Kend queriendo apartar al castaño de su camino.
Liam tomo del brazo a Kend y lo acerco hacia el.
—Yo lo haré— le susurro al oído.
Kend.
Que fuerza—Pensé al ver tal movimiento de Liam.—¡E-esta bi-bien!—fue lo único que logre formular.
—¡Más vale!—me respondió.
Wow enserio que ese chico tiene carácter, no me esperaba que también tuviera tal fuerza, ¡Dios! Eso lo hace ver tan sexy y follable.—pensé.
Decidí acercarme a dónde el estaba para tomarle de la cintura por detrás y acercar mi cara y hací poder oler su hermoso aroma.
— ¿Qu-Qué haces?—me dijo mientras posaba mi rostro en su cuello y aspirar ese olor que me ponía caliente en solo unos instantes.— ¡Agh!—gimió al sentir mi gran miembro rozar sus enormes nalgas.— Ke-Kend ¡¿Qué haces?!— me preguntó, pero no tenia respuestas para ese comportamiento.—¡YA!— dijo este para que yo lo soltara, mi cuerpo reaccionó por si solo al oír su voz, y lo soltó.
¿Por qué no puedo hacer lo que deseo con el? Sera que lo que siento por el es am... ¡No! No puede ser posible!—Pensé en ese momento.
—Lo siento... ¿Qué tal si para la próxima tú bienes a mi casa? ¡Te mostraría muchas cosas!
Ríe—¡No! ¡¿Acaso estás loco?! ¡Solo te permito venir a mi casa! Pero ¡nada más!
—¡Ok, Ok! Pero no te enojes precioso— le dije acariciando su quijada.
—¡No me toques!— respondió quitando mis manos de su quijada.—¡Y no me digas "precioso"! Que no soy tuyo ni de nadie ¿entendiste?—Concluyó.
—Por ahora— susurré.
—¿Dijiste algo?
—¡No! ¡Nada!— que nervios con este chico. Me fui a sentar para esperar esos emparedados hasta que llegaron.
—¡Bueno! ¡Ya están!—dijo Liam colocando los platos en la mesa y sentándose para disfrutar su comida.
Kend solo veía el plato con un solo emparedado en el... en realidad para un jugador de futbol americano eso era una broma de mal gusto. Él para comer emparedados eran "mínimo" 4 bien condimentados.
—¿Es una broma? ¿cierto?— dijo el rubio cruzándose de brazos.
—¿Qué cosa es una broma?—respondió sin saber a lo que su "amigo" se refería.
—¿Cómo que a qué? ¡A eso!— exclamó señalando el plato de comida.
—¿Qué tiene? Yo lo veo en buen estado y muy suculento.— respondió Liam un tanto sarcástico.
—Ja, Ja, Ja, que gracioso, haré más para mi ¡No te preocupes!— dijo este con un muy notable sarcasmo.
¿Sera que en realidad come más? Bueno... Pues al parecer si... Valla que si es un mastodonte sexy.—Pensó Liam en ese momento y siguió comiendo su comida.
Después de un rato Liam termino y vio entrar a Kend con un plato donde venían 5 emparedados, este no pudo más que abrir los ojos.
—¿Enserio?— preguntó Liam asombrado.
—Exacto.
—¡Okay! Provecho— salio Liam de la sala para poner los platos en el fregadero, al volver Kend solo contaba con tres de sus emparedados.
—¿Qué? No me digas ¿Escondiste los otros emparedados?
—¡Si! ¡En mi estomago!—Acreditó el rubio de forma burlona.
—Te pondrás obeso a ese paso— carcajeó Liam.
—Con mucho ejercicio y practica la grasa se va al carajo, y tu comes muy poco, ¡Por eso estas escuálido! Y ¡enano!
—¡Claro que no! ¡Medimos casi lo mismo!
—¡Ok! pero tienes cuerpo de muje...—no termino de decir la palabra ya que vio el cambio de expresión en el rostro de Liam, de una sonrisa a una cara sin emociones.
—No... me digas así.
—¿Estás bien?— dijo el rubio parándose para ver que le pasaba al castaño.
—¡No! ¡Y nunca lo estaré!— este empezó a llorar sin control derrumbándose en el sillón de la sala.
—¡OKAY! ¡Vamos! No llores, no hay razón por que hacerlo... o tal vez si me dices... tal vez...
—Tal vez... ¡No!
—Ni por que te esta llevando la tristeza dejas tu sarcasmo ¿Cierto?— dijo Kend con una media sonrisa.
—¡NO!— le respondió Liam en un mar de lágrimas.
—¡Vamos! Confía en mi, por favor...
—¿En realidad te importa?— le dijo este mirándole a la cara.
—Técnicamente no me importaría ya que no te conozco... pero siento que si... así que ¡SI!— dijo este con la mejor sonrisa que podía ofrecer.
—Bueno... confiare... ¿Creo?— respondió.
CONTINUARÁ...
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