Sam vs Kend ¿Quién ganará? Cap. #7

—Sam...

—¡Responde! ¡¿Es tú novio?!— Sam enserio que ya no aguantaba las ganas de partirle la cara a ese cabrón por quererle quitar algo que para él, era suyo.

—¡No le grites imbécil! Él no tiene por que darte explicaciones a ti ni a nadie sobre nuestra relación.— Intervino Kend.

—¡Chicos! ¡Vamos! ¡Esto es una tontería! Dejen a Liam en paz ¿Si? Por ahora no puede responder sus preguntas, por favor salgan y regresen otro día que Liam este más calmado, por favor...— la tía Natalia le había salvado el pellejo.

—Te veré luego...— le dijo Kend a Liam para después darle un abrazo y salir de la sala pero no sin antes darle un empujón con su hombro a Sam al que este respondió con un mismo empujón y una mirada fulminante.

Salio, se puso su casco y encendió su moto para salir como alma que lleva el diablo.

—Sam... Tú también, por favor, Liam necesita meditar esto.— le dijo la Sra. Del Río.

—Ok—Dijo de lo más cortante que podía sonar en ese momento —nos vemos Liam... Siento lo sucedido... Perdón...—Se le salieron una lágrimas al moreno y cuando estaba dando la vuelta para salir Liam lo detuvo de uno de sus brazos virando su cuerpo y abrazándolo.

—Lo siento yo por responderte así... Perdón... Por favor— Liam enserio no quiso hablarle así, pero en ese momento si estaba más que cabreado.

—Descuida...—Le dijo correspondiéndole el abrazo y a lo ultimo darle un tierno beso en la frente para después susurrarle— te amo Liam...—se fue.

Liam quedo más que en shock. Esto en realidad no tenia remedio, nunca habría esperado que dos chicos hallan caído totalmente enamorado a sus pies... él solo buscaba paz y tranquilidad pero gran desastre el que ocasiono.

—Es hora de explicarme que pitos esta sucediendo.—inquirió su tía.

—Claro.— respondió un tanto desanimado.

(...)

"Mierda, mierda, mierda, ¡¿qué diablos tenia que hacer ese estúpido en la casa de mi Liam?! Solo cago el momento, merecía que le diera una tunda, que lo dejara en el hospital..."-Pensaba Kend en camino a su casa, la moto ya iba a 100 km/h y subiendo.

Una vez que llego a la mansión subió a su recamara a encerrarse y poner musica a todo volumen. ¿Qué haría? Estaba confundido, ¿Por qué Liam no le dijo nada? ¿Acaso tenia algo que ver con él? ¡No! No podía, de ninguna manera, además, él había dicho desde antes que no quería relación alguna, o... ¿Quería ocultar una relación con el moreno? No, no podía creerse eso, tenia que comprobarlo por su propia cuenta, y si ese negro quería batalla, se la daría. No dejaría que se quedara con él, no ahora que empezaba a tener algo más que una simple atracción.

(...)

Por otro lado Sam tampoco estaba tan feliz. Estaba en la casa, arreglando un auto con su padre, estaba enojado, técnicamente estaba haciendo todo con odio, cuando un tornillo no entro bien golpeó el auto con su puño con tal fuerza que este se movió.

—¡Hey! ¡vamos! ¿Que es lo que te pasa muchacho?— Inquirió el padre.

—No, nada...— Respondió el moreno.

—¿Cómo que nada? Tú nunca estas malhumorado, es muy rara la vez que te veo así, y en realidad es por que algo te a enojado mucho ¿cierto?— En realidad él padre tenia toda la razón ya que Sam era de los que se enojaba muy poco, es de las personas que no explotan a la primera, y para que estuviera enojado era por que algo o alguien lo halla hecho salir de sus casillas.

—Tch... —hizo un Chasquido con su boca.

—Te conozco hijo... dime, ¿Qué sucede?— Pregunto él padre preocupado.

Gracias a que sus padres ya sabían sobre su sexualidad no fue ningún problema para Sam confesarse con su padre.

—Tuve problemas con el chico que me gusta...

—Ah... A ver, ¡Cuéntale a este viejo tus problemas, cariño!— Dijo su padre sentándose en una banca que había cerca.

Sam obedeció y se sentó a su lado.

—Es Liam... el sobrino de la Sra. Natalia, estoy enamorado de él desde chiquito, la Sra. Natalia me platicaba de él y me mostraba fotos, pero ahora que esta aquí, que se a cumplido mi sueño, tengo problemas ya que hoy llego a su casa con un chico de la universidad...

—Hum... y ¿Qué más?— su padre en realidad ponía mucha atención cuando se trataba de su hijo, él era el único hijo que tiene y toda su atención es solo para él.

—Y que pues ese imbécil dijo que Liam es su novio, pero no le creo, no creo que Liam haya aceptado ser su novio sin mucho de conocerle. Es imposible.

—¡Hay campeón!—Suspiro su padre.—Solo te diré que luches por lo que quieres...— le revolvió el cabello y volvió al trabajo.

-Lucha por lo que quieres- resonaba en la cabeza del moreno.

(...)

—¡Liam! ¡Levántate que ya es tarde!— gritó su tía desde la sala.

—¡Ya voy, ya voy!— solo estaba componiendo su cabello. Bajo a la sala y bebió un vaso de leche con galletas "Oreo" y al terminar se despidió de su tía para salir de su casa. Saliendo del departamento se topo con una voz reconocida que lo despertó de sus pensamientos.

—¡Hola! Buenos días...— Saludo Sam con las manos en la espalda, al parecer escondía algo.

—¡Buenos días!— Saludo Liam.—Y ¿ese milagro que me esperas afuera de mi casa?— inquirió Liam.

—Pues... sólo quería sorprenderte.— Dijo Sam descubriendo lo que llevaba en la espalda; una hoja blanca con algo dibujado en esta, acompañada de un hermoso tulipán amarillo.

—¿Q-Qué es esto Sam?...

—Una sorpresa ¿Creo?

Era un dibujo de "pato y Mabel" de "Gravity Falls" que decía un "te amo" en esta.

—¡Es tan hermoso!... Pero... ¿Porqué dice "te amo"?— Liam sabía que era más que obvio porqué decía te amo, es solo que no quería lastimarlo a él ni a Kend.

—Por que es lo que siento... ¿No?

—Sam, tenemos que aclarar esto...

—¡Cierto! Dime... ¿él rubio es tú novio?

—Am... este... te seré sincero, no soy novio de él, pero tampoco estoy interesado en tener algo, bueno... todavía no, tengo que tomarme mi tiempo ¿Me entiendes?— Explico Liam.

—¿Acaso no piensas darme... una oportunidad? Liam... yo te amo, desde que tengo 9 años, me enamore de ti, de tú apariencia, de lo que me contaban y ahora que te conozco, tu forma de ser... yo quiero hacerte feliz Liam— Sam estaba totalmente enamorado, era de corazón. Pero un sonido similar para Liam interrumpió en su platica, el sonido de una moto, una peculiar Chopper negra. Sonó el claxon de esta. Él rubio irrumpió con su moto poniéndose entre los dos. Se quitó el casco dándole una mirada fulminante a Sam y volviéndola a Liam con una gran sonrisa.

—¿Listo para ir a la escuela, mi amor?—Dijo él rubio. Estas ultimas palabras resonaron en la cabeza del moreno haciendo que explotara pero Liam lo detuvo.

—¡No! ¡Alto! Sam... no son animales para arreglar todo a golpes y Kend, no soy "tú" amor ¿Si? Ni de nadie, y ¿saben? Puedo ir en taxi, así que ¡Ahí se ven!—Se despido Liam para tomar un taxi afuera del fraccionamiento.

—¿De qué hablaste con él que lo pusiste de mal humor?—Miro Kend a Sam con desprecio.

—Y a ti que vergas te importa pendejo, no te metas con Liam, él es mío ¿entendiste?— Amenazo Sam.

—Él dijo que no era de nadie...—Aclaro Kend— ¿Aún?... sera mío así que vete acostumbrando a no acercarte a él por qué no me gusta compartir mis cosas ¿entendiste?— Dijo con sarcasmo en la ultima palabra.

—Hijo de pu...—Interrumpió la palabra de Sam la Sra. Del Río antes de que Sam se abalanzara contra Kend.

—Hola chicos... ¿Qué hacen aquí? ¿No se supone que deben se estar en la universidad?

—Bueno si, es sólo que...—Inquirió Sam pero fue interrumpido por Kend.

—Vine a buscar a Liam y Sam se metió entre nosotros...

—¡¿Qué?! ¿Estás paranoico? Te daré una...— fue interrumpido por la Sra. Natalia.

—A ver, miren hijos... Liam no es una chica. Claro que los detalles y las cosas bonitas conquistan a cualquiera, pero así solo lo están perdiendo.

—Sra. Natalia usted sabe que yo amo a Liam desde que estaba chico...

—Lo sé hijo, pero... En la guerra y él amor todo se vale, así que has tu mejor esfuerzo y ganaté a Liam.

—¿Y yo? ¡Sera mi nueva tía!—dijo Kend.

—Para mi él que Liam elija es bueno, Liam escogerá al que más ame y al que se gane su corazón así que... ¡Que empiecen los juegos del hambre!—Carcajeó la Sra. Natalia.

—Bueno, que sea una guerra de hombres ¿vale?— Extendió su mano Kend.

—Vale...—Estrecho Sam. Entonces Kend se despidió de la Sra. Natalia y se fue en su chopper. Mientras que Sam hizo lo mismo pero él a pie.

Una vez que Liam llego a la escuela entro al salón que le correspondía y hablo con una chica ya que esta le pidió la tarea, en eso entro Sam y se sentó a su lado.

—¡Hola!—Dijo con una gran sonrisa.

—Hola... eh... Sam... quiero que sepas que... sobre tu amor a mi... yo no sé si...

—Shhh... vamos, calma. Que el destino tenga lo que tenga que hacer.

—Sonaste como un vagabundo drogadicto violador de niños de Afganistan.—Sonrío Liam.

—Exagerado... bueno, y ¿Qué clase es esta?— Cambio el tema Sam.

—Sam no, yo eh... Sobre lo de...— Interrumpió el entrenador Paul entrenado al aula.

—¡Bueno días jóvenes! Hoy toca ir al campo de fútbol, vale, hagan sus equipos, esto afectara en sus calificaciones así que les recomiendo que le echen ganas. —Guiño el ojo.

Una vez en el campo con los equipos formados él profesor dio la señal para comenzar el partido, Liam y Sam estaban en el mismo equipo. Liam intentaba hablar sobre lo de su amor, aunque no sabia bien que le diría ya que a él no lo amaba ni lo amaría, lo quería como un hermano, pero nada más.

—¡Sam! Escúchame — gritaba Liam en el campo y el moreno no se detenía hasta que de pronto uno de los del equipo contrario lanzo el balón hacia la cara de Liam derribándolo accidentalmente.

—¡Liam! ¿Estásbien?—rió Sam.

—No sé cual es el chiste...—Dijo Liam serio tallando su cara.

—Habrá que ir a la enfermería, te esta sangrando la nariz.—Lo ayudó a levantarse.

—¡Dejame! Yo puedo sólo.—Le respondió apartando a Sam de él.

—¡Hay vamos!—Sam cargo a Liam pasándolo en su hombro para así llevarlo a la enfermería, Liam protesto por todo el camino pero a final de cuenta cedió ya que no importaba cuanto gritara, no podía con ese mastodonte sexy.

Al llegar Sam le entrego él muchacho a la enfermera y esta se sorprendió al ver como lo trajo, se le hizo muy raro.

—Creo que se le rompió la nariz...—Inquirió Sam.

—¡¿Crees?! ¡Me esta saliendo una cascada de sangre de la nariz por si no te has dado cuenta!—Grito Liam y Sam lo volteo a mirar.

—Como le decía... Creo— miro de nuevo a la enfermera.

—Ok, deje aquí a su amigo yo lo atenderé.

—No, creo que lo esperare afuera.—Insistió Sam.

—Como gustes.—Respondió muy amable la enfermera.

(...)

—¿Qué paso contigo y Liam?—Inquirió Chris.

—Pues... tengo competencia.—Respondió él rubio para morder su manzana verde.

—¡¿Competencia?! ¡¿Qué acaso ser gay esta de moda?!—Se exalto Chris.

—Para eso esta Google, mejor ayudarme, tengo que pensar en como vencer a mi competencia...

—Hum... Bueno, ¡Que tal el concurso de canto! Le puedes dedicar una canción...— Dijo al ver el letrero del concurso pegado en un poste de la cafetería.

—No lo sé, ¿tú crees que canto bien?

—¡Claro! Lo haces bien— Lo dijo como en doble sentido a lo que él rubio le levanto el dedo medio.

—¡Okay! Me iré a inscribir.—Dijo parándose para anotar su nombre en la parte de abajo del letrero donde se supone que debe de ir los nombres de los interesados.—Bueno ahora tienes que ayudarme a ensayar y ver que canción cantare.

—¡Vale!...

(...)

—¿Estás bien? ¿Cómo te sientes? ¿Te duele?— Sam preguntaba preocupado.

—No estoy bien, me siento de la mierda y ¡me duele de a vergas!—Si que él castaño estaba de mal humor por el golpe que recibió en la cara.

—Tomare eso como un si... ¡Ven! Hay que ir a la siguiente clase.—Y así fueron al salón de "Primeros auxilios".

Al finalizar todas las clases Liam y Sam iban saliendo pero Sam le dijo que iría por una soda antes de irse así que fue directo a la cafetería dejando a Liam en el portón de la escuela. Kend lo vio allí solo y no iba a desaprovechar esa oportunidad.

—¡Hola bebé!—Saludo él rubio.—¿Qué te paso en la nariz?—Pregunto.

—Hola, larga historia y no soy tú bebé, además, estamos de la misma edad como para que me llames bebé.—Respondió Liam.

—Te gusta aplastar los sueños ¿cierto?—Dijo Kend.

—Solo soy realista.

—Bueno... Señor realista, ¿Quieres venir a mi casa hoy?

—No lo sé...

—¡Vale! te paso a buscar a las... 4:30 p.m. ¡Nos vemos bebé!—Se despidió de Liam sin dejarlo decir algo más. En todo ese tiempo Sam había comprado la soda pero vio el letrero del concurso, por curiosidad reviso los nombres de los concursantes y vio el del rubio.

«¡Maldito! ¿Qué estas tratando de hacer? ¿Acaso es algún truco para llevarte a Liam?» Pensó Sam. No lo dudó y se inscribió, él jamás había cantado, seria su primera vez y seria por amor. Al cabo de unos minutos alcanzo a Liam en la salida y se fueron.

—¿Viste el concurso de canto?—Inquirió Sam.

—Si, ¿Por qué?

—Pensé que te habías inscrito... Como te gusta el arte.

—Me inscribí en el de danza, o más bien baile moderno aquí.

—¿Mueves ese trasero?

—¡Claro! Y lo hago muy bien.—Le guiño el ojo al moreno indicando su asentó en doble sentido.

—¡Cochino!—Rió Sam.—Nos vemos mañana.—Le dijo y deposito un tierno beso en su mejilla.

—S-Sam...—Se fue dejándolo en shock. Liam siguió hasta su casa y una vez allí entro a su cuarto, como siempre a analizar que tan bien o mal le fue en el día.












Continuará ~

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