¿Qué paso con nuestro "Siempre juntos"?. Cap. #18

Emil en multimedia.
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¿Qué haría ahora? No podía evitar que Liam fuera a trabajar, es obvio que encontrara a Wolf allí, el solo pensar en eso no me dejó dormir bien ayer, estoy distraído y nervioso, tengo un gran revoltijo en el estomago que me provoca asco y hace que quiera vomitar todo lo que he desayunado. Pero es aquí donde entra la pregunta; ¿Dejaras que Liam se largue con Wolf o lucharas por él hasta el último momento? Mi respuesta es obvia, aunque lo más seguro es que pierda este juego debía luchar por lo que quería hasta el final, sin rendirme, sin suspirar en ningún momento. ¿El premio? La felicidad por el resto de mi vida.

—Bankhat, ¿Estás escuchando?—inquiere el coach y todos me miran. Era cierto, estaba sumamente distraído, hoy era el gran día; El Super Bowl comenzaría y tenía que liderar el equipo. Debía llevar dos cosas en la mente; ganar el juego y conservar a Liam.—¿Emil?—volvió a dirigirse a mi.

—Lo siento coach, solo pensaba en algunos problemas... nada importante. Estoy listo para llevar a cabo la jugada.—sin duda lo estaba, ganaría los dos juegos, debía ganarlos.

—Perfecto, ahora ¡A darle duro al entrenamiento Cowboys!—todos asentimos y nos pusimos en marcha con la rutina.

9 horas antes del partido.
Kend.

Hoy es el gran día, mi primera Super Bowl y el coach dijo que si jugaría. ¡Claro! Sin olvidar que hoy sería el día en que vuelva a ver a mi castaño. ¿Qué le diría? ¿Como sería volvernos a encontrar después de tanto? Debía de estar muy bien presentable para Liam, pero después del entrenamiento.

—¡Muy bien princesas! Hora de entrar en acción.—dijo nuestro Mariscal y todos asentimos para empezar con los calentamientos y como consiguiente; la rutina.
Después de la rutina Clarck vino a buscarme en su auto, me despido de mis compañeros para verlos al rato en la cede de la ciudad, entró al automóvil en el asiento del copiloto.

—¿Estás listo para ver de nuevo a mi cuñado?—inquiere mientras salimos de allí.

—Te puedo jurar que nunca había estado tan ansioso en mi vida...—el ríe mientras sigue viendo el camino.—¿Y Scarlett?—pregunto curioso.

—Pues se fue a su departamento, ya sabes, las mujeres necesitan muuuuuucho tiempo para estar listas, como mamá.—los dos asentimos sabiendo cuanto tardan arreglándose.

—¿Y qué tal? ¿Como vas con Julio? ¿Irá al partido?—le pregunto y noto cómo se tensa un poco.

—Ahí vamos... no podrá ir por qué tiene algunos asuntos pendientes en su trabajo.—dijo con un toque de melancolía en sus palabras.—¡Pero no es el asunto de hoy! Lo importante es que volveré a tener a mi cuñado de vuelta.

—Tienes razón.—digo sonriente. ¿Qué estarás haciendo en estos momentos?—Pienso.

(...)
4 horas para el partido.

—¡Qué guapo té ves Kend! Seguro Liam se desmayara al verte así.—dijo Scarlett quien ya estaba en su casa.

—¡Gracias!—respondió el rubio.

—¿Emocionado?—le preguntó su hermano menor. ¿Qué si estaba emocionado? ¡Claro que lo estaba! Estaba muy emocionado pero también muy nervioso, tanto que podía asegurar que vomitaría de la emoción.

—Demasiado.—se limitó a responderle.

—¡Bueno! Es hora de irnos familia Wolf.—inquirió el peli negro bajando las escaleras, vestía una ropa casual, pero con su escultural cuerpo le hacía lucir candente, lo que la castaña no pudo ignorar, pegándose de nuevo a Clarck, quien sonrío por el gesto.

Liam.

—¿Listo para el gran partido de hoy, doctor Woods?—inquiere la enfermera.

—¡Claro que sí, Yim! Por cierto, ¿Has visto a Jordan? Dijo que iría por un café pero no lo he vuelto a ver...—le preguntó.

—No doctor, no lo he visto por acá.—le responde cuando vieron entrar a Jordan con su café en mano.

—Hablando del rey de Roma.—inquirió y Yim soltó una pequeña risa.—¿Tan duro te pego la resaca?—le preguntó mirándole la cara en la que podías ver qué tan mal se sentía.—Que no te vea Moon por qué seguro y te da un buen sermón para luego expulsarte de este trabajo, toma más café y un poco de té para que se te pase rápido.—le ordenó.

—Si, si, si mamá... ya voy.—responde para prepararse sus bebidas.

—¿Siempre a sido así con el doctor Collins?—le pregunta Yim. ¿Siempre? Yo diría que sí. Jordan es como el hermano que nunca tuve, con el supe lo que en realidad significa salir de los problemas por más duros que sean.—Pensó Liam.

—En realidad, sí. Jordan es mi hermano mayor de otra madre... me encanta estar pendiente de él, no lo veo como trabajo, sino como costumbre, una hermosa costumbre. Puedo decir que adoro a ese hombre y estoy muy orgulloso de él.—le decía mientras veía cómo Jordan se quemaba la lengua con el café que estaba  hirviendo. Sonrío y el mayor le devolvió la sonrisa con la lengua de fuera.—Lo quiero mucho...—concluyó.

—Eso es muy bonito doctor Woods, ¡Oh! Le aviso que si quiere estar listo le recomendaría irse a alistar ya, el partido es a la siete de la tarde.—dice la enfermera y Liam asiente para llevarse a Jordan con él para prepararse.—¡Doctor Woods! Rayos, ya se fue... creo que tendré que darle el recado que me dejo aquel hombre rubio para la próxima.—dijo la enfermera encogiéndose de hombros.

(...)
1 hora para el partido.

—Liam... ¿Estas listo?—pregunta Jordan del otro lado de la puerta, esperando a Liam quien estaba meditando en su cuarto si está lo suficientemente preparado para volver a pisar un campo de futbol americano.—Hey, hermanito...—la atención de Liam fue llamada al instante por aquel termino.—ya habíamos hablado sobre esto, ¿Un simple campo?—inquirió su mejor amigo esperando una repuesta que no parecía llegar, estaba a punto de darse por vencido, aconchando su frente contra la puerta cuando está se abrió, dejándole ver al castaño con la típica bata blanca característica de su uniforme. El mayor le sonríe al verlo seguro.

—Un gran trabajo...—Completo la frase dándole un abrazo a su compañero.—gracias, Jordan.—le susurró.

—¡Es hora de irnos! Tenemos que estar en los vestidores para hacer un chequeo rápido.—concluyó para salir del departamento del castaño y dirigirse al estadio sede donde se llevaría acabo el gran evento.
Una vez dentro del lugar se veía a Jordan muy emocionado por estar allí y a Liam le agradaba, al menos le hacía sentir seguro de alguna forma.—¿Quieres comer algo? ¡Yo invito!—inquirió el mayor pero el castaño negó.—Bueno, solo comprare alguna botana para ver el partido.—concluyó para comprar una bolsa de frituras. Liam se asomó para ver ver el gran campo dividido en yardas que tanto le recordaba a la preparatoria. Suspiro pensando en el rubio. Jordan se acercó por su espalda y posó la palma de su mano en el hombro del menor.

—Estamos listos, Jordy.—dijo por último.

30 minutos para el comienzo.

—¡Doctores Woods y Collins! Es un gusto conocerlos.—saludo el mariscal del equipo junto a su coach. Como era de esperar Jordan estaba súper mega emocionado por ver a sus ídolos en persona y así de cerca.

—El gusto es de nosotros.—respondió Liam cortésmente saludando a los hombres frente a él, le proporcionó un codazo a Jordan para que reaccionara he hiciera lo mismo ya que estaba muy embobado.

—¡Perdón! ¡Un gusto!—se disculpó y saludo sonriente.

—¡Genial! Los chicos están dentro, pueden pasar.—dijo el mariscal invitando a los jóvenes doctores a pasar.

Y es ahí donde nuestro rubio esperaba ansiosamente y con los nervios de punta la entrada de Liam; entonces lo vio entrar. Reconocería esos hermosos posos verdes en cualquier lugar, el peinado a cambiado, pero el color sigue siendo el mismo tono castaño que tanto le encantaba.

—Hola chicos, un gusto... soy el doctor Woods y mi compañero es el doctor Collins, solo haremos un pequeño chequeo en forma de lista antes del partido para asegurarnos de que todo esté en orden.—inquirió, haciendo que a Kend se le pusieran los bellos de punta. ¿Qué haría? ¿Recibirlo en ese instante? O ¿esperar a que fuera su turno en la lista? Sería mejor esperar para darle una sorpresa, se pondría el casco para mantener mejor oculta su identidad. Esperaba hasta lo último por su apellido y debía agradecer al destino que a Liam le tocará la lista de su fila ya que se habían dividido en dos grupos. Ya era hora, Liam estaba a un jugador de él y no podía creer que este momento fuera real, tanto que se pellizco el brazo para saber si no era un sueño.
Volvería a estar con su único gran amor, recordó aquella vez que lo vio por primera vez en su antigua universidad, sentado en una banca, apacible leyendo un libro.—Perfecto, sigue...—dijo el castaño mientras se ponía adelante del rubio manteniendo la mirada baja por leer la lista.—Kend... Ke-Ke-nd Wo-Wolf...—empezó a tartamudear al reconocer aquel nombre, sus bellos se erizaron al sentir el dedo del hombre en su mentón, alzando su cabeza hasta poder mirarle mientras se quitaba el casco, dejando ver al rubio con una espléndida y maravillosa sonrisa de Ángel, sus ojos azules estaban mirándolo directamente con una lágrima que escapó de la cuenca derecha.

—Presente.—le dijo sonriéndole y abrazándolo, sintiéndose bien nuevamente después de tanto, aunque algo no le cuadraba; Liam no está correspondiendo su abrazo. ¿Estará muy sorprendido por volverme a encontrar?—Pensó Kend quien lo sintió llorar contra su pecho y se preguntó el porqué de la acción.

—¿Por qué?—inquirió el castaño dejando en completa duda al rubio que se separó para verlo a la cara.—¿Es que acaso no puedo ser feliz?—le preguntó nuevamente.

—¿Estás bien, Liam?—le preguntó Kend preocupado por su extraña actitud.

—¿Bien? ¿Aún me preguntas eso después de haberme dejado de aquella forma? No volví a estar bien en mucho tiempo, y en mayor parte fue tu culpa.—el rubio no entendía nada de lo que le estaba culpando.

—Liam, mi amor, ¿De que me hablas?—le preguntó ganándose una mirada llena de odio de parte del mencionado.

—No me vuelvas a llamar así en tu vida...—le dijo más como una amenaza que como cualquier otra cosa.—¿No te acuerdas ya?—le dijo con una sonrisa y un tono llenos de sarcasmo.—No puedo creer que hayas olvidado cuando me dejaste solo en el aeropuerto con mi padre quien se encargó de hacerme la vida miserable...—su tono de voz rompió al decir las siguientes palabras.—yo te espere, Kend... espere volverte a ver, corrí por todo el lugar buscándote como idiota mientras mi padre me perseguía.—tragó saliva con dificultad.—Entonces me di por vencido.—fue allí cuando Kend comprendió todo; Liam estaba en un mal entendido y debía arreglarlo.

—¡Eso no fue así, mi amor!—le dijo pero el castaño lo empujó, haciendo que el rubio impactará con uno de los casilleros a su espalda, llamando aún más la atención de todos.

—¡Cállate! ¡No quiero volverte a ver!—entonces, fue allí donde el pecho se le achiquito y sintió un punzón en su corazón, como si se lo hubiera pateado, rompiéndolo en mil pedazos con una sola palabra. Nunca pensó en que palabras como esas lastimaran tanto, a tal punto de dejarlo totalmente roto y desolado, pero ¿Como no? Si es el amor de tu vida quien te las dice. El rubio podría sentir ese gran vacío que tenía hacerse más grande, dejando un hueco en su pecho que le hacía sentir terriblemente mal, tenía ganas de llorar, de morirse... no quería vivir, no sin él en su vida. ¿Qué sería sin él? Es todo lo que había soñado, es todo lo que quería y era el castaño el único que lo complementaba. Kend estaba tan frágil en ese momento... tan... roto.

—Li-Liam... no... no me hagas esto, por favor... te lo suplico... yo te a...—intentó decirle pero no pudo completar su frase gracias Jordan, quien se metió entre estos para intentar darle un golpe al rubio que fue detenido por sus compañeros, quienes agarraron a Jordan, tomándolo por sus brazos y cintura. Kend buscaba al castaño con la mirada, pero había salido de los vestidores y sintió como se le iba la vida. Volteo a mirar al otro doctor que estaba hablando con sus compañeros, ahora más calmado. Se acercó a él y le indicó a sus amigos que lo soltaran.

—¿Qué fue lo que le hiciste?—le preguntó Jordan pero Kend negó con la cabeza.—Debes entender que Liam ya no quiere verte más,—esas palabras desgarraron más a su pobre corazón, pero quería seguir escuchando, quería seguir sintiendo como su corazón se hacía mil pedazos.—ya es feliz con Bankhat, así que déjalo en paz o te las verás conmigo.—concluyó para salir de los vestidores. ¿Bankhat? Hablaba del mariscal del equipo con el que se iba a enfrentar, entonces toda la tristeza que sentía se convirtió en odio que desquitaría en el partido.

—¿Estás bien, Wolf?—preguntó su mariscal y este solo asintió poniéndose de nuevo el casco y tronándose los huesos de los dedos empuñando su mano contra la otra.—Bien, entonces vamos al campo chicos.

5 minutos para comenzar el partido.

El equipo del rubio comenzaba el partido. Kend tenía fija la mirada en Emil, que estaba en las bancas en este turno, todos los jugadores se ponían en sus lugares para comenzar el juego con la patada inicial.

5 segundos para comenzar.

El rubio no quitaba la mirada del castaño oscuro sentado en las bancas hasta que este lo miro.

4 segundos.

Kend le señaló con su dedo índice, atrayendo completamente la atención de Emil.

3 segundos.

Se llevo la mano con la que señaló al cuello, cerrándola en un puño y solo estirando el dedo pulgar.

2 segundos.

Hizo como si se degollara con una navaja, en claro mensaje de amenaza. Emil le miro sorprendido y el partido comenzó por el pitido del silbato.

Los Cowboys lograron avanzar casi que la mitad de la cancha y es ahí donde Emil entraba al juego para lanzar el balón. Todos tomaron sus posiciones según correspondían: Cowboys—Ofensiva y Giants—Defensiva. Kend tenía en claro que tenía que impedir el tiro de Emil, pero ahora tenía otro incentivo para ello y quería taclearle con toda su fuerza, quería desquitarse... quería matarlo por arrebatarle el amor. El juego se reanudó y el equipo del castaño había avanzado veinte yardas, estaban en la tercera y diez apuntó del tiro, el silbato indicó el inicio de la jugada y los corredores de los Cowboys  salieron rápidamente para posicionarse en los lugares correspondientes, mientras Emil veía quien de sus compañeros estaba libre para atrapar su pase, pero antes de que tirara todo oscureció; le habían tacleado, abrió los ojos para encontrase aplastado por Kend.—¿Wolf?—le preguntó y el rubio le quitó el casco para darle un golpe en la cara. Los compañeros de Kend lo separaron y todo la multitud enloqueció al ver tal agresión. El árbitro lo expulsó del juego por "agresión innecesaria" y le concedió al equipo rival avanzar cinco yardas como castigo para los Giants.

El rubio quedo en las bancas mientras su coach le regañaba por su acción, pero este no le ponía atención ya que solo podía ver a Liam que estaba mirando el juego junto a su compañero. Le dolía verlo así, sin que le dirigiera una sola mirada, le dolía ver qué miraba a Bankhat y no a él, pero le dolía más saber que lo había rechazado y mandado a la mierda.
El juego termino y la victoria era de los Giants, vio como Liam hablaba con su coach y mariscal para luego cruzar el campo he ir con Emil, acción que le entristeció demasiado. Se paro de la banca y se dirigió hacia el mismo lugar, necesitaba hablar con él y explicarle el gran error que estaba cometiendo. Liam estaba atendiendo el ojo de Emil que fue donde recibió el golpe de Kend y este no pudo sentir tanta envidia he impotencia junta, dos jugadores de los Cowboys le impidieron el paso, haciendo enojar más al rubio que empezó a forcejear con estos, llamando la atención de todos.—¡Déjenme pasar maldita sea!—gritaba. Emil se acercaba a la escena para calmar al rubio, a golpes si era necesario, pero fue detenido por Liam quien le puso la mano en el pecho.

—No tenemos nada que tratar, Kend. Lo nuestro a acabado hace tiempo... y... y yo... yo ya no te amo.—le soltó como bomba haciendo que Kend se desmoronará en el pasto, cayendo de rodillas. ¿Como se atrevía decirle eso? ¿Acaso no pensaba en lo mucho que él lo amaba? El rubio podía jurar, que morir hubiera sido mejor que escuchar aquella frase que termino de destrozarlo por completo... ¿Pedazos rotos? No, esas palabras se habían encargado de romper hasta el último de ellos.—Vámonos de aquí.—le susurró a Emil y este asintió para abrazar a Liam y dirigirse a los vestidores de su equipo.

—¡Liam!—gritó de nuevo, perdiendo cualquier poco de dignidad que le quedaba pero el castaño no se detenía.—¡Maldita sea, Liam! Por favor...—le volvió a gritar, y entonces recordó aquella vez en México cuando le prometió estar siempre a su lado.—¿Qué pasó con "nuestro siempre juntos"?—el castaño se detuvo por completo, acordándose de aquel momento. Su corazón se achiquito pero Emil apretó más su abrazo y siguieron caminando. —¿Qué pasó...?—susurró para el mismo mientras Clarck y Dylan acompañados de Chris y su equipo llegaban para reconfortarlo. ¿Pero de que servía? Ya tenía el puto corazón roto.



CONTINUARÁ...

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