Mi primea cita. Cap. #15

Desperté dormido en el sillón de mi sala, después de haber peleado con Sam no me dio ganas si quiera de ir a mi habitación, pero... pero ahora tenía una razón para ser feliz, una razón para seguir adelante... y esa razón es nada más y nada menos que mi Liam. No puedo estar más gratamente agradecido con la vida por regresarlo a mi camino. Me levanto para asearme y darme un baño, desayuno y mientras lo hago se me viene una gran idea a la mente. Invitar a Liam a una cita.

—Sería perfecto.—mascullo para mí mismo.

~*~
Liam.

—Espera, déjame ver si entendí;—dice Jordan a quien le conté lo que sucedió ayer.—¿Emil era el paciente que me correspondía atender, pero como me fui tú lo atendiste? O sea que técnicamente el que tu hallas vuelto con él es mi culpa. ¡Oh, mierda! Me detesto Liam, me detesto.—dice mientras se toca la frente. Rió.

—Descuida, creo que es obra de la vida.—digo.

—¡¿Obra de la vida?! ¡Es obra del mal!—rió aún más por sus ocurrencias.

—Sea obra de quien sea, estoy feliz. Hace tiempo no experimentaba este sentimiento de nuevo, y te puedo asegurar que es... bonito.

—¡Lo que digas! Pero óyeme bien,—dice apuntándome con el dedo, ahora de modo serio.—si ese tipo se atreve a hacerte daño de nuevo, te juro... ¡Te juro que lo mato, Liam!

—Está bien... Jordan.—le doy un abrazo.—Gracias por ser mi amigo.

—De nada, Liam... gracias a ti por estar en mi vida.—me aprieta contra el más fuerte, dándome lo que él llama "Abrazo de oso", escucho como alguien tose contra su mano para llamar la atención a nuestras espaldas. Termino el abrazo y volteo.

—¿Emil?—digo caminando hacia él.—¿Qué haces por aquí?

—Vine a verte.—me sonríe pero su sonrisa se desvanece un poco al mirar a Jordan y saludarlo con un apretón de manos el cual rechaza. Miro inquisitivamente a Jordan por su falta de respeto pero solo se encoge de hombros y se da media vuelta, no sin antes clavarle una mirada de pocos amigos.—¿Quién...?

—Es mi mejor amigo. Es... algo difícil de llevar cuando eres nuevo.—le sonrió.

—¡Bueno! Vengo a hacerte una invitación... ¿quieres salir hoy conmigo?—me dice.—Iremos a cenar ¿Qué te parece?

—¡Perfecto! ¿Te parece a las... 9 p.m? A esa hora puedes pasarme a buscar en mi casa, estaré listo.

—¡Es un trato! ¡Te veo a esa hora!—dice y se da media vuelta para irse, sonrió mientras lo veo caminar, pero antes de salir por completo del hospital regresa y me da un abrazo.—Te amo... Liam.—le correspondo el abrazo mientras... disfruto la cercanía y lo bonito que me hace sentir. Se suelta y me sonríe para irse.

Suspiro.

—Aún no me cae bien.—doy un respingo ya que me dio un susto sentir a Jordan a mis espaldas.

—Rayos, casi me matas de un susto.

—Lo siento.—dice mientras que se bebe su late como si fuera alguien muy intelectual.—Lo tendré en la mira...—dice mientras entrecierra los ojos y le da un sorbo a su café para retirarse lentamente, lo que me da gracia.

—Muy bien... manos a la obra.—digo para ponerme a trabajar.

~*~
Kend.

—¡Dios mío! ¿Enserio estás aquí!—digo mientras abrazo al castaño y este me lo devuelve pero con más fuerza.

—¡Claro que sí, torpe! Ya sé que me extrañas.—dijo.

—¿Como no voy a extrañar al mejor de mis amigos?—acreditó Kend mientras veía el gran cambio de Chris.—Wow, si que creciste en todo este tiempo.

—Lo mismo digo.—ríen un poco antes de callar.—Kend... tú...—lo interrumpe el rubio.

—No.—contesta.—No sé nada en lo absoluto de Liam, y no aguanto más, Chris, es una tortura diaria no saber nada de él.

—Me imagino. ¿Ya se acerca la Super Bowl, cierto?—asiente.—¡Vamos por unas cervezas para celebrar! ¿Te parece bien?

—Bueno, creo que merezco entretenme y sacar un poco de estrés.

—¡Así se habla!—dijo sin más para alistarse y acomodar la cosas en el cuarto de huéspedes en la casa de Kend, el rubio aprovechó a bañarse y alistarse para la salida.

Liam... son seis años en los que no te veo, en los que no sé nada de ti. ¿Que habrá sido de tu vida? ¿Dónde estarás en este momento? Rayos, cariño, no sabes lo mucho que te extraño. Tú recuerdo no me es suficiente, necesito tenerte, sentirte y amarte de la forma en que sabemos hacerlo, de esa forma única y especial en la cual solo nosotros nos entendemos. Te necesito, te necesito tanto, cariño.

—¿Listo?—pregunta asomándose por la puerta. Asiento con la cabeza.—Te esperare en el auto.—dice para dejarme terminar de peinarme. Bajo y me dirijo hacia el carro, veo a Chris.—¿Sigues pensado en él?—pregunta al verme.

—No sirve mentirte cuando me conoces bien, Chris... sí, estoy pensado en el.

—¡Para eso es la salida! Para entretenerte un poco de aquellas cosas que te ocasionan estrés.—debo admitir que está en lo cierto. Por más que quiera negarlo el pensar en Liam a cada rato me está acabando.

—Tienes razón, hoy es un gran día por volvernos a encontrar y ¡Hay que disfrutarlo!—le digo.  ¿El también estará pensando en mi?—Pienso.

—¡Claro qué hay que disfrutarlo!—dice.—Prepárate que salimos a las ocho en punto, conozco un bar excelente.—me da un abrazo y luego se va a su cuarto pero antes se voltea para mirarme.—Kend,—lo miro.—Liam también debe estar buscándote.—me sonríe alegremente.

—Gracias.

~*~
Emil.

Ya era hora de ir por Liam, tenía los planes listos para nuestra primera cita. No podía negarlo, la emoción me carcome por dentro, hace tiempo esto solo podía ser un sueño, un producto de mi imaginación... algo que jamás sucedería, pero ahora, ahora es real.

Estaba estacionando en frente de su casa, aconchado al auto, pensando que tan real es el momento. Saco mi teléfono y marcó su número.

—¿Listo?

—¿Estás afuera?—veo como espía por su ventana.—¡Ya voy! Espera.

—Aquí estaré.

Lo veo, vestía una camisa de mangas largas, ceñida al cuerpo, de color blanca con coderas azul marino. Unos jeans beige un poco ajustado y unos zapatos azul de gamuza. Yo por mi parte traía una camisa de cuadros manga larga acompañada de una chaqueta negra, unos jeans azules y unas botas negras.

—Liam... estás sorprendente.

—Gracias, tú tampoco estás nada mal.

Me siento bien, tan bien al oír esas palabras, me siento tan... completo gracias a él.—¿Nos vamos?—digo y el asiente para meterse al auto.

—¿En dónde cenaremos?—pregunta.

—Tengo planeado ir a un restauran donde venden comida tradicional de Italia, ¿Estás de acuerdo?—le pregunto antes de arrancar.

—Me parece fabuloso, Emil.—me responde sonriente. Es tan hermoso.

—Bien, ¡Entonces vamos!—le digo para ponernos en marcha. En el camino venimos hablando sobre que ha sido de nuestras vidas y es algo agradable escucharlo.

—Pues... estudie en Harvard, saque uno de los mejores promedios de mi generación, ahora soy médico cirujano, trabajando en el hospital principal de la ciudad y por supuesto; mejor recocido. ¿Y tú, que me puedes decir?

—Pues al ganar mi último partido en la preparatoria unos "cazadores de talento" se me acercaron para hablar sobre mi "don" para jugar, hablaron con mis padres y entonces ¡Pum! De la nada me volví famoso, bueno, no tan rápido... pero debo reconocer que me he ganado el lugar como Mariscal del equipo.—hago una pausa viendo hacia el camino.—No fue en lo absoluto algo fácil, me costó mucho llegar hasta dónde estoy, tener el respeto de las demás personas y sin duda ser reconocido. El mundo del deporte es duro y lo es aún más cuando no estás dentro del closet... en realidad yo hubiera jugado para los Patriots, pero en ese tiempo el coach era alguien homofóbico, algunos jugadores también lo eran y creo que no encajaba ahí. Mucha gente me dio la espalda gracias a ello, de hecho... mi equipo en la preparatoria también lo hizo después de nuestro problema. Hubieron golpes y mucho drama cuando me les enfrente por lo que te hicieron, pero al final de cuentas los Cowboys me aceptaron tal y como soy. Adoro a los chicos, son mis hermanos y gracias a ellos he podido seguir adelante.—concluyo.

—Emil, eres alguien sorpréndete. En realidad.—me dice observándome.—Ojalá yo hubiera tenido esa fuerza de voluntad en aquel entonces.

—¿Qué? ¿Estas loco, Liam?—le digo.—Tú tenias más fuerza de voluntad que yo, ¡Vamos! Yo ni si quiera podía salir del closet para decirte lo que tanto tiempo me había callado... ¿Y sabes por qué? Por qué tenía mucho miedo, miedo a las personas, miedo al "qué dirán" y sobre todo; miedo al rechazo. Menos tú, tú te enfrentaste a ello en la escuela sin importar nada, no te importaban los insultos y la mierda que salía de la boca de los demás. Por eso me enamore de ti.

Ríe.—Emil, ni siquiera tuve el valor de decírselo a mis padres.

—Pero a la escuela si, tuviste el valor de afrontar eso y para mí, la escuela es el lugar más duro que puede haber para hacer aquello, por eso y más te admiro.

—Gracias...—dice sonrojándose.

Llegamos al lugar y deje el auto en el estacionamiento mientras me dirijo a con Liam a la entrada, le abrí la puerta cortésmente y el me dio gracias. Pasamos y hable con la recepcionista del lugar.

Buonasera, benvenuti. ¿En que les puedo ayudar?—nos dice la joven chica.

Buonasera, tengo una reservación a nombre de Emil Bankhat.—le digo.

—¡Oh, por supuesto! Pase por aquí señor Bankhat.—me dice para dirigirnos a la elegante mesa para dos.—Aquí es,—nos sentamos.—en un momento vendrá un mesero o mesera para atenderlos, ¡Spero che ti piace la vostra serata!—dice.

Grazie.—respondo para que pueda retirarse.

—No sabía que hablabas el italiano.—dice Liam.

—Pues, tome unos cursos.—le digo con una sonrisa, una mesera se acerca.

¡Buonasera! Hoy seré su mesera, me llamó Ingrid. Tomen, les dejo las cartas. La recomendación del chef para hoy es Bruschetta y Panserotti. Les dejo para que escojan tranquilamente, regresó en un momento.—la chica era joven y tiene una gran emoción, o al menos eso parece.

—Emil...—oigo a Liam y volteo a mirarlo.—la verdad es que es la primera vez que como en un restauran italiano, así que no sé qué pedir.

—¡No te preocupes, cariño! Yo pediré por ti algo que sé que te encantará.

—Gracias.—me dice sonriente. La mesera regresa entusiasmada como antes.

—¿Ya saben lo que pedirán?—pregunta.

—Sí, para él un Vitello tonnato y yo quisiera Bistecca alla fiorentina por favor.—le respondo.

—¡Perfecto! ¿Quisieran tomar algo?—inquiere.

—Claro, me parece bien el Bruncello di Montalcino.

—¡Estupendo, en un momento traeré sus órdenes!—dice a lo ultimo para retirarse.

—Es muy alegre ¿No crees? Me parece tierna.

—Sí, lo note... es sospechoso.—le digo.

Ríe.—Quizás. Oye, ¿qué fue lo que pediste para tomar?—inquiere.

—Pues es un gran y delicioso vino, un clásico que posee una nariz compacta y persistente, la cual revela notas de cerezo silvestre, hierbas y matices suaves de especias.—le respondo.

—Wow, se ve que sabes de vinos.

—Es algo que aprendí de mi padre, bueno... ¿Qué me dices de tu amigo? ¿Jordan, no?

Ríe.—Te dije que es mi mejor amigo, Emil, y bueno... lo conocí en la universidad. Tuvimos muchos problemas al inicio de nuestra relación, al principio era un gran alumno con buenos promedio y demás, pero hubo un tiempo donde empezó a fallar y dejarse caer en el abismo por ciertas razones. Yo lo ayudé a salir de allí, él viene de una familia muy humilde y eso fue una gran razón para hacerlo... tenía que superarse a como fuera y me da gusto de haberme acercado a él. Creo que todo se puede con esfuerzo y compañía ¿No lo crees?

—Por supuesto, todo es mejor acompañado de la persona indicada.—le digo. Vemos como la mesera se acerca con nuestras órdenes y las coloca en frente de nosotros. Pone el vino y nos sirve en unas finas copas de cristal.

—¡Eso es todo! ¡buon appetito!—dice para retirase. Empezamos a degustar de la comida que sin duda alguna estaba riquísima, Liam la estaba disfrutando mucho según podía ver su cara de satisfacción al meterse cada bocado, y el vino ni se diga.

—¿Está rica?—inquiero.

—¡Está deliciosa! No puedo creer cuánto tiempo a pasado y no he podido probarla hasta ahora ¡Gracias!—sonrió. Me da gusto escucharlo.

—De nada, sólo disfrútalo.—le digo para llevarme un poco del estupendo vino a la boca.

~*~
Kend.

—¿Es aquí?—le pregunto a Chris.

—¡Si, claro! ¿A caso jamás habías venido al American Passion? No es un bar de ambiente como te gustan, pero de seguro hay muchas chicas guapas por allí buscando un jugador como tú.—me sonríe.

Rió.—Claro, lo mío son las pollas según tu ¿No?—le digo.

—Pues Liam no es un coño—reímos he ingresamos al bar. El ambiente en este es muy extrovertido y a la vez elegante. Música electrónica y luces neón que le dan ese tipo de vista juvenil. Entramos a la zona VIP y pedimos unas cervezas. Chris me cuenta de su vida y todo lo que hizo cuando salimos de la universidad, terminó su carrera como ingeniero en energías renovables y hasta dónde me cuenta tiene una novia con la cual piensa casarse y tener hijos.

—¿Es enserio? Wow... lo que se pierde uno.

—¡Es la verdad! Es mujer es hermosa y además de eso cocina excelente.

—¡¿Ya viven juntos?!

—Algo así, de vez en cuando...—reímos, nos tomamos otras cervezas y cuando vengo a ver Chris a conseguido a unas mujeres de nuestra edad para bailar. Niego pero insiste.

—Chris, es enserio... no me gusta bailar.—miento.

—¡No me vengas con mamadas! Yo sé que te gusta así que ¡levanta ese trasero blanco y bailemos con estas hermosuras! ¡Solo un baile! Por favor.

—Está bien.—acepto. Me toca bailar con una castaña de senos grandes y ojos verdes.

—Hola guapo, mi nombre es Scarlett ¿y el tuyo?

—Kend, me llamó Kend.—le digo mientras empezamos a meteremos a la pista de baile y comenzar a movernos con el ritmo de la música.

—Soy psicóloga, me gusta divertirme... soy de Phoenix pero trabajo por acá. ¿Tú qué me cuentas?

—Pues... soy jugador de futbol americano.

—¡Oh! ¿Es enserio?—asiento.—Me encantan los jugadores de futbol americano y adoro ese deporte.—me dice mientras se pega más a mi. Sigo bebiendo algunas cervezas, en realidad ya perdí la cuenta y la música se relaja para poner baladas románticas. Ella se me pega para tomarme del cuello y poner su cara en mi pecho, la tomo de la cintura para no ser descortés.—Oh Kend... ¿es muy bonita está canción verdad?—asiento. Me mira con sus pozos verdes... me recuerdan a...—Es perfecto como para darse un beso, el momento es el indicado ¿No lo crees?—En realidad no sé lo que dice así que masculló un si en respuesta ya que estoy perdido en esos ojos que son tan hermosos, que me recuerdan a...

Me besa.

Liam...

~*~
Emil.

Terminamos de comer y en ese momento se nos acerca la mesera tan sonriente como siempre.

—¿Les gusto la comida?

—¡Sí, estuvo deliciosa!—responde Liam.

—¡Me da gusto! ¿Les cobro?—asiento y le pasó mi tarjeta de crédito.—¡Listo, gracias por elegirnos!—concluye. Nos paramos para salir de la mesa y cuando vamos para la salida nos detiene.—Oigan... disculpen la molestia,—volteamos a verla.—espero no les incomode la pregunta que les haré... ¿Ustedes son una pareja?

—Eh...—masculla Liam.

—Está en proceso, tal vez novios.—le digo a lo que ella se sonroja y chilla de la emoción.

—¡Que adorables! ¿Puedo tomarme una foto con ustedes? ¡Espero no sea una molestia!—inquiere emocionada.

—Claro, por mí no hay problema.—responde Liam y yo asiento. Ella saca su teléfono y toma una selfie.

—¡Genial! ¿La subiré enseguida, me dan sus redes para etiquetarlos?—accedemos y se las damos.—¡Muchas gracias y que sean felices juntos! Hay... son geniales.—reímos y salimos de allí.

—Te dije que se traía algo entre manos.—le digo a Liam riendo a lo que él también ríe.

—Es una chica muy simpática. ¿Y ahora?

—Pues... conozco un lugar bonito. ¿Vamos?

—Claro señor italiano.—reímos. Manejo hasta un pequeño parque con una laguna en la esquina izquierda iluminado por algunos focos colocados en los árboles que le dan un toque hermoso. Nos sentamos en una banca.—Wow... si es muy bonito.—miramos al lago donde se ve la luna reflejada.

—¿Verdad que si? Es un lugar que frecuentó mucho cuando quiero relajarme y sentirme en paz.—coloco mi mano arriba de la de él.

—Y veo por qué...

—Gracias por esta gran velada, Liam.—le digo mirándolo a sus ojos.

—Gracias a ti, Emil. Necesitaba algo así.

—Es un gusto, pero en realidad te agradezco, agradezco que estés de nuevo a mi lado...—me acerco poco a poco hasta estar a centímetros de su cara.—gracias por darme otra oportunidad, Liam. Te amo.—le digo mientras lo beso con calma, el me corresponde mientras se acerca más a mi, me encanta, puedo sentir su calor... es increíble. Nuestro primer beso, ni si quiera todo lo que había imaginado se compara con esto, con la realidad por qué esto, esto es real.

Mi celular nos ilumina la cara ya que está en medio de nosotros en la banca, debió de haberse caído de mi bolsillo. Los dos miramos a la pantalla con una notificación de Facebook y Instagram donde decía que "Ingrid Silva" había subido una foto donde aparecemos con el hashtag #BoysLove. Sonreímos al mismo tiempo por la notificación.

El se acerca de nuevo y volvemos a besarnos.









CONTINUARÁ.

Nota de su sexy escritor:

Perdonen el retraso, pero he estado algo ocupado con los deberes de la escuela y unos que otros viajes por allí... pero intentaré sacar a la luz los próximos capítulos más rápido :3 y por otro lado ¡CELEBRAMOS NUESTRO PRIMER K DE LECTURA BABYS! Es sin duda una gran felicidad para mí, pero no podría haberlo hecho sin ustedes, mis hermosos y kawais lectores ¡MUCHAS GRACIAS INFINITAS POR SU APOYO!

Por otra parte le dedico este capítulo a Baaah_PPB ¡Feliz cumpleaños baby!

PD:

¡NUEVAS HISTORIAS SE APROXIMAN!

¿Alguna te llama la atención? ¡Pues sería de mucha ayuda para mí que me lo dijeras y ayudarás a saber cuál será la primera en ser publicada!

Estas historias saldrán próximamente, probablemente al término de "Contigo." O tal vez salgan antes.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top