"El pequeño Emil." Cap. #14
Flashback/Emil.
—¡Muevan ese trasero!—gritaba el coach de los Cowboys mientras entrenaba a los chicos con las "barridas" "empujones" y todo lo necesario para derribar y no ser derribados. Emil era el siguiente para demostrar cómo "esquivar" una tacleada pero no estaba claro en su mente. Todo se reducía a una sola persona: Liam.
No vio cuando todo oscureció. El golpe le llego de imprevisto ya que no estaba concentrado, no había esquivado nada. El golpe dio contra su objetivo. No había gran daño, pero para asegurarse lo llevaron al hospital ya que le dolía mucho su pierna, que fue la que más daño llevo con el golpe y ahí... ahí encontró de nuevo al hombre de su vida.
Fin del Flashback.
—¿Ya estamos listos?—preguntó mientras veía caminar al hermoso castaño hacia él. Liam se quitó su bata blanca para llevarla en los brazos.
—Estamos listos.—respondió Liam, quien ya había terminado con su turno para partir del hospital.—¿Qué quieres hacer?
—Me apetece una cena, ¿tú qué dices?—pregunta Emil al castaño.
—Me parece bien.—sonrío. Los dos salieron del hospital para ir a cenar a algún restaurante en la ciudad.
~*~
Sam.
Sé que no debería hacer esto... es malo, o al menos eso es lo que yo creo. Debería confiar en él y que por alguna razón no me ha mostrado esta caja... pero la curiosidad es grande. ¿Qué podría contener? ¿Tal vez fotos de su infancia? Si es así no habría problema alguno. ¿Debería ver? No, Sam... es de mala educación tocar si permiso previo.—Pensaba él moreno mientras meditaba si abrir la vieja caja que poseía en sus manos. La curiosidad lo mataba... pero sabía que no era correcto, entonces recordó que Emil había dicho que estudio con Liam... eso quiere decir que...—Probablemente halle algo sobre él.—Pensó por último para abrir la caja y ver lo que está contenía. Encontró fotografías de quien supone que es Emil cuando era pequeño, con sus padres y amigos de la infancia. Era muy adorable a esa edad... tenía un peinado tipo "hongo" que lo hacía ver muy tierno sacándole una sonrisa al moreno. Siguió revisando hasta que empezó a ver sobres blancos y una pequeña libreta del tipo bolsillo, revisó el pequeño cuadernillo y traía al principio fotos de él cuando ingresaba al séptimo grado y la primera hoja con texto en ella decía: "primer día de clases, ahora soy de séptimo."
Era su diario.
Antes de empezar a leer Sam se disputó por seguir con aquello. ¿Sería correcto hacer eso? Era la privacidad de su mejor amigo... pero, podría tener algo de Liam y eso era sumamente importante ahora, podría contener pistas de por qué Liam se mudó a México o quien fue quien le hizo el daño al castaño... o tal vez no. Emil había dicho que estudio con él, pero, nunca dijo nada sobre que lo había hablado. ¿Acaso habrá anotado algo sobre Liam?—Espero que me perdone por leerlo.—Pensó para empezar a leer la página. Todo lo que decía esa y las primeras hojas era contenido sobre cómo hacia nuevos amigos y su vida en general, él moreno perdía el interés hasta que antes de decidir dejar de leer pudo notar algo que llamó su atención... una página que se titulaba: "Creo que estoy mal." Y decía lo siguiente:
«Creo que estoy mal.
Jueves en la mañana. Es jueves... y hoy me di cuenta de algo gracias a Sophie quien me pregunto si quería ser su novio. Le dije que no por qué en realidad solo la veía como a una amiga... pero me dejó pensando en quien de las chicas del colegio me gustaba, lo que me dio algo de miedo fue que mi propia respuesta es: ninguna. ¿Pero por qué? A todos mis amigos les gusta una chica ¿Y por qué a mí no? Empecé a pensar sobre lo que me gustaba en una persona para vincularlo con alguna chica y... coincidí en que me encantaban los ojos verdes del chico que iba en el salón compañero al mío, su cabello castaño y de un gran peinado es hermoso... ese chico es muy antisocial, siempre está con aquella chica leyendo alguna clase de libro, jamás lo he visto practicar algún deporte... creo que me salí demasiado del tema, todo lo que me gustaba era en base a aquel chico y eso me asustaba porque... él era un chico ¿Acaso podría gustarme un chico? Todo lo que nos han enseñado dice que lo normal es una pareja de hombre y mujer... entonces creo que estoy mal.»
Sam quedó tan asomando a leer eso que siguió buscando algo más que le dijera sobre Emil... y entro en duda ya que la descripción de aquel chico era muy parecida a Liam.
Siguió ojeando las páginas hasta encontrar otra hoja relevante que llevaba como título: "Estoy enfermo y no quiero que mis padres lo sepan." Lo leyó:
«Estoy enfermo y no quiero que mis padres lo sepan.
Sábado por la tarde. Estoy en mi casa y me puse a investigar en el ordenador una tarea, mientras lo hacía encontré un anuncio en la parte inferior derecha que emergió en la página de mi investigación. Este decía "Dile NO a los homosexuales." Me dio curiosidad por la palabra nueva y entre al enlace... lo que leí... lo que leí no me gusto en lo absoluto, decía cosas sobre los hombres que tenían relaciones con hombres y mujeres con mujeres, decía que era una aberración de la naturaleza del hombre, un "defecto" y una enfermedad... decía cosas horribles sobre qué hay que eliminar a ese tipo de personas "homosexuales"... ¿Soy homosexual?... Me gusta un chico... entonces, ¿estoy enfermo? No quiero estar enfermo, ¿tendría cura? Debo saberlo... ¿seré un defecto, algo que no debía de existir?... debo admitirlo, la idea de serlo me atemoriza demasiado. No quiero ser homosexual, no quiero.
12:40 P.M.— No puedo dormir, tengo tanto miedo de ser un fenómeno y que mis padres no me quieran. Tengo temor a ser asesinado por tener esta enfermedad.»
Él moreno se sentía tan melancólico en ese momento por su amigo... por la manera en que escribía todo eso. Siguió leyendo hasta terminar las páginas de séptimo, octavo y noveno grado donde solo hablaba sobre el miedo a ser homosexual y que se lo callo por todo ese tiempo, luego hubo una página de cuando entro a décimo grado que también llamó su atención.
«Empieza el tormento.
Lunes en la mañana. Primer día en décimo grado, no podía creer que tan bueno había sido ocultando mi enfermedad por todo este tiempo... pensé que si la olvidaba me curaría pero en realidad empeoró con el paso del tiempo: como había dicho anteriormente, no hace mucho descubrí que el hermoso castaño de ojos verdes se llama Liam y creo que estoy perdidamente enamorado de él, pero probablemente solo sea producto de mi enfermedad. Yo siempre lo observo mientras él no se da cuenta, de ves en cuando cruzamos miradas y mi corazón se aceleraba tanto que me ponía feliz y le daba una sonrisa, pero... creo que es tímido por que... por qué siempre voltea y se va del alcance de mi vista.
Domingo por la tarde. Pensé que si se lo decía a mis amigos del equipo de futbol americano me entenderían y me ayudarían a curarme de esto antes de que empeorará más... aunque... lo que recibí no fue más que risas y burlas de parte de ellos, me apodaron "El desperdició de hombre." Uno de ellos dio la idea de sobornarme, o sea que si no les daba lo que querían o hacia lo que ellos deseaban le dirían a mis padres sobre mi enfermedad y no quería eso así que tenía que obedecerles. Muchas veces me hacían hacer cosas demasiado desagradables y otras... me golpeaban. Las marcas de los golpes siempre me las ocultaba frente a mis padres y los demás, no podía defenderme ya que si lo hacía le contarían a mis padres.
Martes por la tarde. Mientras un día me dediqué a investigar más sobre mi enfermedad llegue a sitios donde decían lo contrario a todo lo que sabía sobre mi enfermedad, o más bien "Mi preferencia sexual"... eran sitios web de científicos donde explicaban que era algo genético y también había otros sitios donde decían que sólo deberían dejar amar a las personas, que el amor es amor y nada más. Entonces descubrí la homofobia. Está al parecer si es una enfermedad, todo esto me lleno de una ilusión y me devolvió la creencia de que sería feliz... y tenía solo a una persona en mi mente al pensar en felicidad: Liam.»
Él moreno tenía demasiadas emociones mezcladas a leer todo aquello, no sabía que sentir exactamente, una mezcla de compasión y celo. Ya casi llegaba al final y no quedaban más que algunas hojas.
«El mejor y el Peor día de mi vida.»
Jueves en la tarde. Estaba en el entrenamiento con mi equipo mientras de vez en cuando volteaba a mirar a Liam quien al parecer desarrollo la costumbre de venir a ver todos los días que entreno. Está comiendo mientras observa: es adorable. El entrenamiento concluye y el coach me dice que me quede un rato para charlar sobre el juego que se aproxima, veo como a Liam se le cae algo abajo de las gradas y baja para buscarlo, entonces sin más reúno el valor suficiente para enfrentarme a él por primera vez y decirle todo lo que siento y me he guardado desde séptimo grado. Sé que él también siente algo por mi... de alguna u otra forma mi instinto me lo dice. Me escabullo hasta llegar a él y sorprenderlo: le digo su nombre mientras veo lo nervioso que está, yo también lo estoy, de hecho siento que me desmayare en cualquier momento pero uno de los dos aquí debe ser el fuerte y yo tomé la iniciativa. Le digo lo hermoso que es... lo beso. Mierda, debo de decir que es el puto primer y mejor beso que he dado, no podía describir mi felicidad en ese momento. Le dije que que lo amaba y el me correspondía... puedo jurar que fui el hombre más feliz del mundo, hasta... hasta que mis compañeros llegaron. Entonces sentí como todo por lo que había trabajado y esforzado se venía abajo en un parpadeo, no quiero que lo dañen a él... así que le pido disculpas por lo que diré. Lo digo por su bien, para que no le pasará nada. Veo su expresión de confusión al escuchar mis disculpas, le respondo a los chicos y estos siguen su camino hacia él mientras me detengo para ver lo que harán. Mi plan de que me siguieran a mí no funcionó, veo como empujan a Liam y les hablo pero Joe me amenaza con lo mismo de siempre, el miedo recorre mi cuerpo entero. No quiero dejar a Liam ahí con ellos pero... pero... mierda, tenía tanto miedo. Volteo para irme del lugar mientras oigo los gemidos de dolor de Liam y los insultos de mis compañeros. Empiezo a llorar y a correr fuera de allí hasta llegar a los vestidores y llorar más por ser tan débil, me sentía la peor escoria del mundo, pensé en suicidarme por hacerle eso a Liam pero como a la hora mis compañeros llegaron y era mi hora de recibir lo que merecía: golpes.»
Esas páginas estaban como si les hubiera caído gotas de agua y se secaran con el paso del tiempo, algunas partes también estaban manchadas de sangre. Sam sintió tanta tristeza por su amigo pero... a la vez un odio se hacía dentro de él por haberle hecho eso a Liam. Pero antes tenía que leer el último capítulo de la libreta:
«Me odio tanto.
Viernes en la noche. Invente a mis padres que mis golpes habían sido ocasionados por un accidente en las practicas lo que no se creyeron, pero era lo de menos. Quería visitar a Liam en el hospital que estaba hospedado y ya tenía idea de en cuál estaba... así que sin más compre una caja de chocolates y le hice una carta. Al llegar al hospital pregunte por él y me dieron la habitación, aunque la enfermera me pregunto si quería que atendieran mis heridas, le respondí que estaba bien. Después me dediqué a buscar la habitación de Liam hasta que la hallé. Espíe por la ventana y lo mire en la cama, con su madre a un lado... estaba tan... tan golpeado y demacrado. Lo habían hecho mierda, mire como lloraba y hablaba con su madre... el dolor que empecé a sentir por la culpa era demasiado, sentí que no me merecía volverlo a ver así que prometí vengarme primero de mis compañeros, vote todo en un bote de basura que estaba en el pasillo y salí del hospital aún más roto de lo que estaba. Me fui llorando.»
Era la última página. Sam estaba tan atónito y confundido que lloraba mientras el odio se apoderaba de él. Tenía compasión por Emil, por lo qué pasó, pero también tenía un gran rencor por lo que había hecho. ¿Por que nunca se lo contó? ¿Por qué se lo callo todo este tiempo?
Escuchó como se abrió la puerta del departamento.—¿Sam? ¡Sigues aquí! Pensé que te habías ido... pero mira que ¡te debo contar algo muy importante y que me tiene muy...!—Se callo al ver al moreno llorando y con furia en su cara.—¿Sam... t-te pa-pasa algo?—preguntó el de pelo castaño oscuro, su expresión cambio al ver su diario y caja en las manos del moreno.—¡¿Por qué tienes eso?!—exclamó Emil.
—¿Cuánto tiempo más pensabas ocultarme tu pasado?—cuestionó Sam mientras se paraba y caminaba hacia él.—¡¿Cuánto más?!—exclamó mientras lo tomaba del cuello de su camisa. Emil se soltó rápidamente empujando al moreno hacia atrás.
—¡No tenías derecho alguno a revisar mis cosas!—empezó a ponerse melancólico, de igual manera sus ojos se cristalizaron.
—¿Qué fue lo qué pasó después de eso?—preguntó él moreno ahora aparentemente un poco más calmado pero con un tono cortante.
—Golpee a mis agresores, también recibí algunos golpes pero no tan graves de a cómo quedaron ellos...—decía mientras se sentaba.—me encontré con él de nuevo el día de la graduación y le pedí perdón con todo el arrepentimiento que podía tener... más él no me lo dio.—El moreno asintió.—Siempre me he arrepentido de haber hecho eso... Sam.
—Lo siento...—respondió él moreno mientras se dirigía a la salida.
—¿Sam?
—Si me quedo aquí podría golpearte, Emil... estoy confundido y siento mucho tu dolor, pero también siento odio al saber que fuiste tú quien le causó todo ese daño a Liam... así que mejor me iré para pensar bien lo que haré.
—Está bien...—fue lo único que logró responder antes de que él moreno cerrará la puerta detrás suyo.—mierda...—dice mientras se cubre la cara con las manos y empieza a dejar salir sus lágrimas. En realidad le dolía el pensar que podía perder a Sam, que hasta ahora es alguien demasiado importante en su vida, alguien al que quiere como un hermano.
Simplemente no quería perderlo.
CONTINUARÁ.
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