Nada

Nadie sabía lo que pasaba.

Ni Will, ni Jason, ni Haz.

Nadie sabía lo que pasaba por mi cabeza, mis pensamientos, mis sentimientos.

Siempre estuve solo, solo tratando de arreglarme.

Cada día era un paso, algunos más difíciles que otros, y otros eran simplemente imposibles.

La oscuridad que sobrellevaba mi persona era infinita, y ya estaba sin recursos para deshacerme de ella.

Will pudo ser mi luz, por mucho tiempo. Estuvo ahí, brindando claridad, acomodamiento.

Pero nadie podía arreglar a Nico Di Angelo.

Siempre de alguna manera hacía algo mal, algo que los apartaba, que los hacía odiarme otra vez, más fuerte o para siempre.

Y estaba cansado de transmitir odio, cansado de que la gente se aleje de mí, finalmente creía que tenía amigos que me querían... Pero en el fondo no aguantaban mis actitudes.

Ya se que soy difícil de trabajar, y siempre intento para no serlo, pero hay cosas que se plantaron en mi personalidad, y trato de pulirlas, trato de mejorarlos.

Pero no puedo.

Me dicen que si me propongo a hacerlo con más fuerza, con más entusiasmo, podría.

Pero ellos no entienden que básicamente continuo viviendo para remediar esos errores.

Pero no es suficiente.

Vivo para hacer las cosas mal, existo para arruinarles los días a los otros, mi presencia ya causa desprendimiento.

Y los lastimo.

Los lastimo con mis palabras.

Mis palabras que generalmente son un escudo, un escudo para lo que verdaderamente pienso y siento.

Y me di cuenta.

Que nada puede cambiarme.

Nada me puede hacer cambiar de opinión.

Nada.

— Nico? — Will entra a mi habitación

Nada.

— Nico dónde estás? — escucho sus pasos llegar a mi habitación.

Nada.

— Nico! — su puño vibra contra la puerta del baño.

Una lágrima cae por mi mejilla.

Nada.

— Nico déjame entrar! —

Mis manos tiemblan sobre el mango de la espada, solo un empujón, un empujón para que entre y todo se termine.

La puerta cae seca en frente mío.

Will, parado plantado, mirando mi posición, estupefacto.

— No hagas nada de lo que te puedas arrepentir, Nic — me suplica, lágrimas también cayendo por su rostro.

Lo miro fijo, y con un poco de dificultad le sonrío.

— Nada —

Un dolor desgarrador en mi abdomen.

Un grito masculino vibrando mis oídos mientras caigo al piso.

Una oscuridad tomando mi cuerpo.

Y después...

Nada.

My god estoy llorando.

Lo escribí yo, para que sepan.

Lo voy a borrar igual, más tarde, demasiado oscuro para este libro 😂

Domi1806



Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top