Capítulo 3.

Capítulo 3: Grandes oportunidades que podrían llevarnos a un trágico final.

Narra Leah.

—¿Entonces eres una de esos famosos Rat'selli? —Preguntó el castaño frente a mí, movía en pequeño círculos su copa con alguna bebida que de verdad no me interesa saber, pero igual le doy una de mis mejores sonrisas.

Normalmente las personas —mayormente del género masculino— solían acercarse a mí con la intención de conocer directamente a mi familia o indagar más acerca de nuestros negocios, incluso una vez me propusieron follar a cambio de un puesto en la compañía, como si yo fuese una puta necesitada.

—Si... Manejar los negocios familiares es todo un reto —Pase mi cabello a la parte de atrás de mi espalda, por el movimiento que acabo de hacer se me realizaron los senos por encima del traje de baño, este tipo de inmediato siguió el movimiento con su mirada.

Estoy aquí en esta cita en uno de los clubs de prestigio de la ciudad, estamos en la sección de las albercas, específicamente en el área del bar.

¿Quien es el chico que me acompaña? Su nombre es Alexander Coop, un amigo cercano de unos de los niños Brellitown. Necesitamos con urgencia saber quién es el infiltrado en nuestra compañía que le pasa información a la compañía enemiga, anteriormente ya habia sucedido eso de tener mercancía totalmente iguales o incluso que nos quiten clientes, pero ya esto se está saliendo de control y mi sospecha sobre de que tenemos un soplón entre nosotros crece cada vez más.

Sigo conversando con el muchacho, tengo entendido que tiene mi edad, es atractivo con su gran altura, ojos y cabello castaño y piel clara, pero sin duda no me llama la atención.

La tarea se me hace difícil ya que el chico se entretiene hablando los negocios de su padre que hasta donde estoy entendiendo se dedica a la ganadería, el chico lo presume como si él fuese el dueño de todo. Está dando muchas vueltas y no está llegando al punto que me interesa, comienzo a desesperarme y eso no es...

Mi celular comienza a vibrar dentro de mi bolso de mano, el chico frunce un poco el ceño ya que acaban de interrumpir sus palabras.

Hasta que se calla.

Saco el celular del bolso y tiene una llamada entrante de mi hermana menor, Laila, contesto la llamada y pego el aparato a mi oreja.

—La hermana más bella que yo tengo —Entona mi hermana.

—¿Que quieres, Laila?.

—¿Que te hace creer que quiero algo.

—Que me llamas y lo primero que dices es eso de 'La hermana más bella que yo tengo' y usas ese tono que me molesta cada que me pides algo.

—Odio que seas... Tan acertada en lo que dices —Se lamenta.

—Es un don. Pero dime ¿A qué se debe esta llamada?.

—Necesito un favor tuyo.

—Es que lo sabía.

—Si Leah, ya se que lo sabías. ¿Podrías recogerme?.

—¿Y es que acaso no tenemos escoltas?.

—Si... Pero es que no estoy en el instituto, y me le escape a los choferes.

Mis alarmas se encienden. Está chiquilla malcriada y caprichosa.

—¿Dónde estás Laila?.

—En frente de los Moonstars —Uno de los hoteles más caros de esta ciudad.

Me tomo el tabique de la nariz entre mis dedos y lo aprieto con suavidad, esta niña obtendrá un buen regaño de mi parte. Hago una anotación mental para recordar que debo hablar con papá sobre los escoltas de Laila y su incompetencia.

—Espera allí, ya voy para allá —Cuelgo.

Me tomo el resto de licor que quedaba en mi copa mientras tomo mi cartera, miro al chico frente a mi.

—Como verás, mi hermana acaba de llamar para que valla a buscarla, así que adiós, Alexander.

Quiso responder pero lo deje con las palabras a medias al darme la vuelta directo a los tocadores. Me cambio rápidamente por un Jean oscuro y una camisa de tirantes a juego, mis tacones altos haciéndome parecer un poco más alta de lo que soy.

Salgo de allí y saco las llaves de mi auto mientras texteo en mi celular para saber la ubicación del chófer asignado para Laila.

Voy algo absorta en el celular, así que a reacción tardía me di cuenta que estaba apunto de chocar con alguien, no lo supe hasta que me encontraba en el piso tocándome la frente.

Mi vista se nublo por un instante a causa del fuerte golpe que acabo de recibir, solo veo el reflejo de una silueta que es... Masculina.

—Me permites ayudarte...—Una voz ronca, grave con un tinte sensual llamo mi atención.

No lo veo con claridad, él se levanta y toma una de mis manos ayudándome a impulsarme hasta levantarme, un fuerte dolor de cabeza me hace marear y unas pequeñas arcadas me atacan, pero solo es por un momento, pero cuando logro estabilizarme lo que veo frente a mí es... Totalmente impresionante.

Es un chico totalmente atractivo, tez trigueña —Algo muy común de los habitantes de Cracksvill—, cabello oscuro, nariz perfilada y labios carnosos, es de ojos claros, un color cercano al esmeralda, incluso tengo que levantar la vista para poder mirarlo a los ojos gracias a su altura. Sin duda nunca había visto un chico así.

—¿Te encuentras bien?.

—Si... Disculpa, es que iba ocupada con el celular y... No te ví.

—Tranquila —Una amplia sonrisa que me mostró su dentadura alineada.

¡Dios mío! De dónde salió este hombre.

—Permítame presentarme, señorita, ya que tuvimos este pequeño accidente es lo mínimo que debería hacer. Soy Dereck Sousa, un placer —Extendió una de sus manos, la tomo con la mía y él le dió un ligero apretón, mi mirada se concentro en el Rolex que decoraba su muñeca.

—Leah Rat'selli, el placer es mío —Sonreí igual, nunca perdimos el contacto visual, y eso me encantaba.

Pero había algo en este chico que me resultaba extraño, un presentimiento que no me gustaba. Pero ¡Vamos! ¿A qué no es lindo el muchacho?.

Mi celular vuelve a vibrar dentro de mi bolso y maldigo al que está llamando en este momento haciendo que suelte la mano de este chico, me disculpo y saco el celular contestando la llamada.

—Me voy a secar aquí de tanto esperarte, Leah.

—Si no te le fueras escapado a los escoltas, creo que no estaríamos teniendo esta conversación.

—Sigo esperando...—Canturreó.

Cuelgo la llamada y giro mi rostro nuevamente al chico que esperaba pacientemente a que yo terminara de hablar.

—Lamento si te atrasé, creo que deberías continuar, me temo que te están esperando.

—Si, es mi hermana menor, que está esperando por mí —¿Leah Rat'selli dando explicaciones?.

—Tranquila. Un gusto conocerte, Leah.

—Igualmente, Dereck.

Me regaló una última sonrisa y siguió su camino, el fuerte olor de algún perfume masculino queda impregnado en el aire, lo miro por otros segundos pensando en que posiblemente esta sea la última vez que lo vea así que sigo con mi camino igual.

Salgo del club y desactivo los seguros de mi auto desde los controles manuales del llavero, entro al auto y arrancó de una vez llendo al punto en el que se encuentra mi hermana.

El sistema del auto que está conectado a mi celular anuncia una llamada entrante y la contesto activando el altavoz del auto.

—Leah Rat'selli, a su orden —Voy conectada en las vías, los Moonstars están casi a la otra punta de la ciudad.

—Leah, hija —Es mi padre.

—Oh, hola papá.

—Hija, estamos teniendo la solicitud de alguien que quiere trabajar con nosotros, un nuevo negociante para nuestra compañía. Tengo entendido que el sujeto es proveniente de aquí pero se fue a estudiar al extranjero graduándose y especializandose en Bioquímica y Gastronomía nacional, él desea trabajar con nosotros.

—¿Es cien por ciento confiable, papá?.

—Nuestro equipo de investigación encontraron información sobre él y ha tenido una vida intachable, dedicado a sus estudios, amante a la gastronomía, en especial a los vinos, a trabajado con distintos Chefs locales y de otras ciudades, tengo entendido que está abriendo un bar aquí en la ciudad, si este muchacho es así de experto como dice el informe ¡Nos ganamos la lotería!.

—Si es así padre, programen una entrevista para hablar con él personalmente y decidir si darle el empleo.

—Para eso te llamo hija —Mi ceño se frunze—, tu hermano Dylan estará en ocupado, y yo estaré en una reunión fuera de la ciudad por lo tanto no estaré disponible en el día.

—¿Y que tengo que ver yo allí?.

—Que tu serás quien entrevistará al muchacho.

—¡Papá! Sabes que tú y Dylan son los que se encargan normalmente de estás cosas.

—Leah, todos estamos capacitados para hacer una simple entrevista, no creo que lo hagas tan mal. Además, no te estoy preguntando si puedes hacerlo, te estoy dando una orden.

Me lleva...

—¿Que sabes tú si mañana estaría ocupada?.

—Se que no lo estás Leah, el hecho de que seas mayor de edad y puedas defenderte sola no significa que yo no esté pendiente de mi hija. Te creia un poco más astuta, el no haber notado que envío personas a vigilarte me parece un poco decepcionante, mis hijos tienen que estar preparados para toda situación de alto riesgo.

—Si papá, como digas —Su discurso comenzaba a molestarme.

—Bajale al tono Leah. No pienso discutirlo más, dentro de tres días te quiero presentable a las dos de la tarde en la empresa, si llegas unos minutos antes mejor, demuestra el compromiso que tenemos los Rat'selli en nuestros negocios.

Cuelga la llamada, golpeó el volante con frustración, si que me supo joder.

Detrás de ese padre amoroso que se le suele demostrar a los medios, está un hombre controlador, dictador e incluso un poco violento, no dudo de que nos amé, pero aveces sus métodos de enseñanza... No son los mejores.

Llegó a la zona hotelera de la ciudad y a lo lejos visualizo a mi hermana frente a uno de los hoteles, estaciono el auto y está de corre entrando a este.

Está acelerada, su ropa y cabello están desarreglada, el olor de una fragancia masculina la acompaña e incluso veo lo que parece un chupetón a un lado de su cuello.

—¿Que carajos hacías, Laila?.

—Por Favor, Leah, no quiero regaños ni mucho menos reproches.

—¿¡Cómo que no quieres regaños!? —Comenzaba a alterarme— ¡Solo mírate cómo estás! Tienes una pinta de recién follada que se te ve a leguas.

—¿Tu nunca has Follado, Leah? —Trató de desviarme.

—No me uses de ejemplo. Por lo menos, aprende a hacer las cosas bien, ¿Que te dirá mamá cuando llegues a casa? Y no me quiero ni imaginar quien era el desgraciado.

—Más respeto ¿Si?—Se exaspera.

—Cuando aprendas a ser una señorita que actúa con sensatez y no como una muchachita hormonal, tendrás mis respeto.

Arranqué, el ambiente quedó en silencio. Se que fui un poco dura con ella y no debí tratarla así, pero quizás pague mi frustración con ella, si contar que de verdad me molestó su falta de sensatez para estas cosas.

El camino a la mansión Rat'selli fue silencioso, los guardias que resguardan la entrada me dejan pasar automáticamente y entro a los terrenos de mi familia. Estaciono frente a las grandes puertas de estilo antigüo para que Laila baje.

Mi hermana toma su bolso con rabia tratando de bajar, la miro directamente.

—Ven acá —La llamé, está me miró confundida, pero con el celo fruncido mientras sacan uno de mis polvos compactos de la guantera de mi auto— Levántate el cabello —Obedeció, tome la pequeña esponja y comenzé a esparcir polvo sobre la marca que tenía en el cuello, tapándola—. Escúchame lo que harás, entraras a casa y saludaras a mamá como de costumbre pero sin tardar mucho, luego irás directo a tu habitación y de darás una buena ducha que te quite ese olor a hombre, te peinas bien, y recuerda tapar las marcas con base y polvo, y arréglate el botón de la camisa y alisa tu falda —Esta de inmediato me obedeció, miro en el espejo retrovisor como sus marcas fueron tapadas y me miró con algo de culpa.

—Disculpa por haberte molestado, Leah.

—Tranquila Laila, pero si soy así contigo recuerda que quiero lo mejor para tí, no quisiera que... Siguieras mis pasos.

—¿Sabias que eres la hermana más bella que yo tengo? —Esa dulzura normal en ella me hizo sonreír.

—Lo sé, tu también eres la hermana más bella que yo tengo —La acerqué a mi y bese su frente—. Anda, entra a casa antes que mamá se de cuenta que estamos en algo raro.

—Esta bien.

Salió del auto arreglando su ropa, baje la ventana del puesto del copiloto y...

—¡Laila! —La llamé, y ella volteó— ¡Espero que te hayas comido una buena polla!.

—¡Leah! —Me hizo un gesto de silencio con sus dedos, comenzé a reír y subí el espejo para encender mi auto e Irme a mi departamento.

Salí de la urbanización de la casa de mis padres, hablaré con papá sobre la seguridad de Laila, pero me siento orgullosa de ella por su inteligencia para escabullirse de sus guardias, admiro eso.

Mientras voy manejando pienso en el chico de hoy, ese con el que choque por accidente, era atractivo no lo negaría, pero sentí algo raro allí, algo ¿Nuevo?, Si que lo era.

Probablemente no lo volvería a ver así que lo saqué de mis pensamientos y comenzaba a prepararme para esta nueva entrevista con este nuevo chico, nunca antes me había encargado de estás reuniones.

Me sentía algo asustada e intrigada sobre como podría ser, pero sin duda, quería demostrarle a mi padre que yo era capaz de hacerlo.

Pero... Nunca me imaginé lo que podría pasar ese día, hasta que sucedió y... Quedé totalmente sorprendida.

•••

—Buenas tardes, señorita Leah —Saludaban con cortesía todo aquel que me encontrará en la empresa.

Iba un poco apurada ya que me retrasé unos minutos gracias al tráfico de camino a aquí, el nuevo inversionista debería de estar esperándome en mi oficina y no es una buena impresión de mi parte mantenerlo a mi espera.

Corro entrando la ascensor marcando el número del piso en el que se encuentra mi oficina, las puertas se cierran, estoy algo estresada ya que nunca habia tratado con alguien que quiera trabajar con nosotros o lo que se le parezca, papá me encomendó está tarea sin tomar en cuenta mi inexperiencia.

No quiero decepcionarlo.

Las puertas se abren y salgo de inmediato caminando por el largo pasillo hasta entrar a mi oficina, entro cerrando la puerta detrás de mí y me apresuro a sentarme en mi silla detrás de mi escritorio de madera pulida.

Enciendo mi computadora y saco los respectivos papeles que me informan el perfil del nuevo inversionista, papá me los había entregado para que los leyera y supiera con quién trataría, cosa que se me olvidó hacer así que tendré que improvisar.

Trato de centrarme, respiro profundo, arreglo mi largo cabello con mis manos y me repito mentalmente que puedo hacer esto.

Levanto el teléfono de mesa marcando el número de la recepción —¿Sara?.

—Digame, señorita Rat'selli.

—¿Sabes si el nuevo inversionista ya llegó?.

—Si, tiene unos minutos esperando por usted.

La puntualidad es una pieza clave para demostrar tu criterio y el empeño que le pones a los negocios, las palabras que mi padre suele repetir vienen a mi mente

—Díganle que suba a mi oficina —Ordeno, cuelgo la llamada y me preparo mentalmente para tratar con este nuevo sujeto.

Tomo la carpeta con su expediente y la abro ojeando el nombre del sujeto.

Escucho como la puerta se abre, pero mi mirada está centrada en los papeles buscando su nombre.

—Buenas tardes...—Mis palabras quedan atascadas en mi garganta al observar el nombre de el sujeto frente a mi.

—Dereck Sousa —Culmina por mi, levanto mi mirada hacia él y este abre sus ojos y enarca sus cejas pobladas con sorpresa.

Es el chico con el que choque accidentalmente en el club. Pero ahora simplemente... Tiene otro apariencia, un poco más madura y caliente, muy diferente a la que ví hace unos días.

El chico que ví hace unos días con shorts y franela casual viste ahora un pantalón y camisa oscura, muy formal, combinada con un saco oscuro que queda a la perfección que lo demás de su atuendo, si cabello peinado perfectamente hacia atrás, lo más llamativo en él es un reloj blanco que aparentemente se ve muy caro.

Pero esa sonrisa y mirada pícara que ví ese día, me doy cuenta que es algo natural en el ya que la estoy viendo nuevamente.

—Admito que me sorprende verla, señorita Leah. Hasta donde tengo entendido mi reunión era con el señor Bernardo —Entra de un todo a la oficina cerrando la puerta detrás de él, una fragancia masculina se encierra en la oficina.

—A mi padre se le presentó un viaje de imprevisto, así que me dejó a cargo de esta reunión con usted, señor Sousa —Aclaro.

—Con razón su apellido se me hacía conocido.

—El apellido Rat'selli suele ser muy mencionado. Pase adelante.

Obedece avanzando y sentandose en uno de los sillones frente a mi escritorio, abro su expediente y comienzo a revisarlo frente a él, siento su mirada sobre mí.

»Y cuénteme, señor Sousa, ¿Cuáles son los motivos de su genuina colaboración para Licores Rat'selli?.

—Primeramente, llámeme Dereck, siéntase en confianza. Y segundo, me a llamado mucho la atención la historia de los inicios de esta compañía, e probado muchos de sus licores y son totalmente exquisitos y de muy buena calidad, no está de más felicitarlos.

—Como dice mi padre: Un cliente satisfecho es una motivación más para trabajar con esmero.

—Estoy de acuerdo con eso —Una sonrisa decoró su rostro—, e tenido la oportunidad de hablar con algunos de los trabajadores de esta compañía y tienen muy buenas referencias de su familia, inclusive muchos aseguran ser trabajadores de años, tengo entendido que el mando de la compañía a pasado de generaciones en generaciónes.

—Asi es, el fundador de esta compañía fue mi bisabuelo Braulio, actualmente es dirigida por mi padre, y dentro de unos años pasará al mando de mi hermano mayor.

—¿Y usted señorita Leah? ¿Que papel tomará aquí?.

—Soy la encargada del los procesos legales para la distribución de nuestra mercancía, permisos de fiscalía, aprobaciones de expertos en gastronomía, el papeleo correspondiente que indica con detalles de que van los envíos y así sucesivamente. En pocas palabras soy la abogada asignada.

—¿Y porqué si usted es la encargada de esas cosas, es la que me está atendiendo en estos momentos cuando debería de ser su padre o hermano? —Indagó, recargó su cabeza sobre una de sus manos mientras me miraba a la espera de mi respuesta

—Porque a cada miembro de mí familia Rat'selli se le suele enseñar todo acerca del manejo de los negocios, porque si hay algún inconveniente para alguno, otro de nosotros estará allí listo para dar la cara —Alcé la cara con seguridad, no pensará él que me echaré a llorar porque insinuó que no debería de estar en esta reunión con él.

—Buena jugada de parte de su padre, ¿no?.

—Muy buena, a decir verdad —La comisura izquierda de mis labios se levantó en una sonrisa ladina, él pareció seguir ese gesto manteniendo su vista fija allí—, no me a dicho realmente sus motivos para trabajar con nosotros, Dereck.

—A eso íbamos, Leah —Teníamos una especie de duelo de miradas, sus ojos nunca abandonaron los míos—, próximamente seré el dueño de una nueva discoteca aquí en Cracksvill, mi idea es que este ofrezca a su clientela bebidas exclusivamente Licores Rat'selli. Pero aparte de eso, estaba pensando que quería una bebida que fuera una edición especial, que tenga que ver con el motivo y temática de mi local, algo que nunca antes alguien haya distribuido, algo único con un sabor espectacular, y confío plenamente en que ustedes serán los que me complacerán con dicho encargo.

¡Dios bendito! Está si que es una gran oferta, algo grande que nos dará más popularidad y  mantendrá nuestro nombre en lo alto. Trabajar con él en esta nueva bebida y que solo venda licor de nuestra compañía es algo que nos beneficiará demasiado.

Recargue mi espalda hacia atrás en mi asiento mientras trataba de procesar está gran oferta que se nos acaba de presentar. Lo observé con escrutinio, la seriedad y firmeza siendo los factores principales en su expresión.

—Licores Rat'selli se sentirán afortunados de ser quienes trabajen con usted en este nuevo proyecto, señor Sousa. Pero dígame algo, nosotros le prestaremos nuestros servicios en bebidas, pero ¿De cuánto será el porcentaje de ganancias en vuestros negocios?.

—Si llegamos a un acuerdo mutuo, ustedes recibirán un cuarenta porciento de las ganancias en el bar, ya que un veinte porciento será invertido en el mismo bar, y los cuarenta restantes me quedarán a mí. Ustedes solo se encargarán de la distribución de las bebidas, y tendrán pase VIP a mi bar, serán mis socios principales, claro, si su padre decide firmar contrato conmigo.

Dudo mucho que mi padre no quiera firmar contrato con él, ya que está es una gran oportunidad para nuestras compañía.

Será el golpe perfecto para desestimar a los Brellitown.

»Y dígame, ¿Que le parece todo?.

—Desde mi punto de vista me parece un buen negocio, ya que como usted dijo, seremos los proveedores de bebidas a su futuro local y desea que hagamos algo nuevo que sería la atracción principal para su clientela, nuestra compañía se encargará de darle algo nuevo y llamativo, no hay nada imposible para nosotros.

—Me gusta la seguridad en sus palabras.

—Gracias, la seguridad es algo que identifica a los Rat'selli.

Estaba completamente segura de la esta nueva oportunidad que se nos estaba presentando, pero había algo en la mirada de este chico que me causaba ciertas sensaciones nuevas, no sabría explicarlo, algo bueno mezclado con algo malo, tenía un mal presentimiento pero no podía evitar perderme en esos ojos cafés que estaban mirándome en estos momentos.

»¿Le gustaría dar una vuelta por la compañía, señor Sousa? Así podré mostrarle el proceso de elaboración de nuestras bebidas —Propuse.

—Seria todo un placer.

Ambos nos levantamos de nuestros asientos, él se adelantó en abrir la puerta para que yo pudiera salir, avanzo y espero que esté salga cerrando la puerta detrás de él.

Le muestro el camino hacia los ascensores y este me sigue en total silencio, lo único que se escucha es el ruido de mis tacones y sus fuertes pisadas, el ascensor se abre y entramos a el, accionó el botón que nos llevará a plata baja y desde allí nos dirigiremos al área de elaboración.

Ya de una vez en el piso principal camino a la parte trasera de nuestra compañía mientras que el me sigue y observa todo a su alrededor, analizando.

Salimos al área de preparación de mezclas, lo primero en mi campo de visión son las calderas con el contenido de las bebidas que están siendo preparadas.

Uno de los trabajadores se acerca a nosotros y nos entrega un casco y lentes de seguridad a cada uno de nosotros.

—Y aquí es... Dónde sucede la magia —Hago un gesto con mi mano hacia el frente en dónde se encuentra todo.

»En esas calderas que puede observar allí están las materias primas e ingredientes a utilizar para la nueva elaboración de nuestras bebidas, actualmente se está elaborando un Whisky con sustrato de frutas cítricas dándole ese sabor fuerte y amargo, pero dulzón a la vez. Se le agrega la suficiente agua y se pone bajo un alto grado de calor para que estás se diluyan y se puedan complementar entre si todos los ingredientes —Nos acercamos a las calderas, pero manteniendo una distancia prudente de ellas.

—¿Porqué aquellas están fuera del calor? —Señaló algunas que estaban a un lado de esta área.

—Porque después que estas alcanzan su punto de ebullición se deben de dejar reposar durante unas horas, ya que si se les deja así calientes o de recién preparar puede ser dañina para el consumo humano.

—¿Y porque aún contratan más empleados? ¿La tecnología actual no es lo suficientemente avanzada para que dejen de necesitar personas en su trabajo? —Se cruzó de brazos, mi vista estaba fija en el frente a mis trabajadores, pero eso no quiere decir que no esté atenta a todos sus movimientos.

—Si bien una maquinaria avanzada podría ayudarnos a una elaboración más rápida, ¿Pero dónde dejaríamos los antiguos métodos? ¿Ese sazón que se le da directamente? ¿La manera en la que los trabajadores se encargan de que todo esté bien mezclado? ¿El punto perfecto de ingredientes?. Una máquina podría hacer todo eso, pero no sería lo mismo, la buena calidad de nuestras bebidas proviene del esmero de nuestros trabajadores.

—Eso si que fue inspirador, casi lloro —Puso una mano a la altura de su corazón con un drama fingido. Puse mis ojos en blanco—. No hagas eso, Leah.

—¿Hacer qué?.

—Poner los ojos así —Lo observé fijamente, tratando de entender el porque dijo eso, pero hize caso omiso y devolví mi mirada al frente.

Comenzé a caminar hacia la siguiente área, el área de cristalería.

—Aquí es donde se elaboran las botellas que llevarán el contenido creado, podemos hacer distintas formas, desde jarras pequeñas a partir de quinientos mililitros, hasta grandes botellas que pueden almacenar hasta tres litros. Se le puede buscar la forma que deseas, algo que sea atractivo al ojo del público comercial.

Dereck observaba cómo se elaboraban las botellas, una sonrisa dibujaba su rostro, se que le gustaba lo que veía.

—Ahora sígueme, iremos a la zona de etiquetación y empacadura.

Pasamos a la siguiente y última área de toda la compañía.

—Como verás, aquí si se requiere del uso de máquinas especiales para agregarle las pegatinas que identifican las bebidas. Dichas pegatinas son creadas en el piso tres en el área de gráficos e imágenes, profesionales en dibujos digitales se encargan de los diseños de las etiquetas, dando el sello de nuestra compañía, luego dichos diseños son enviados al sistema de las máquinas y estás fotocopian las pegatinas en las botellas, para que luego lleguen allá —Señale el final de una rampa que salía de la máquina, por dónde salían las botellas—, los trabajadores se encargan de meterlas en cajas que almacenan un total de veinticuatro botellas y son selladas para luego llevarlas afuera a la zona de distribución, en dónde se encargan de subirlas a los camiones que las transportarán al destino que se les tenga, ya sea a algún local o sean transportadas a otro estado.

Observamos cómo los trabajadores más meten en las cajas correspondientes y más sacan afuera para subirla a los camiones.

Salimos al patio central en dónde están los transportes, me quito el casco y los le tes de seguridad y él también.

—Y entonces...—Me volteo hacia él—¿Que le pareció el recorrido?.

—Me gusta la manera en la que suelen trabajar, están bien organizados en la creación de sus licores y demás. Sin duda, deseo trabajar con esta compañía.

Una sonrisa de victoria decoro mi rostro.

¡Lo logré!, Logré convencerlo para que trabajará con nosotros en este nuevo proyecto.

Estaba apunto de decir algo más pero el llamado de mi nombre a lo lejos en desconcentro un poco, busque con mi cabeza de dónde provenía y era mi padre que se aproximaba a nosotros.

—Buenas tarde, joven —Mi padre extendió mi mano hacia Dereck y estos se dieron un apretón— Bernardo Rat'selli, a sus servicios.

—El placer es todo mío, señor Bernardo.

—Y dígame ¿Como lo trato mi hija? —Mi padre disimuladamente me dió esa mirada de advertencia, asegurando que no la haya cagado.

—Muy bien señor Bernardo, su hija me dió un recorrido por la compañía y me mostró el proceso de elaboración de sus bebidas. También es una buena negociante, sin duda alguna.

—Orgulloso del gran esfuerzo de mis hijos —Dijo mi padre.

Mentiras hipócritas, eso eran las palabras de mi padre.

—Señor Bernardo. Quisiera hablar con usted en privado.

—Si joven, lo invito a acercarnos a mi oficina.

Mi padre dejo que Dereck siguiera adelante y se acercó a mi para susurrar en mi oido.

—Más te vale que no lo hayas arruinado, Leah, porque si no te las verás conmigo —Me abrazó brevemente para que todos creyeran que teníamos una conversación padre e hija, si supieran lo que acaba de decirme.

Ellos se pierden entre las diversas puertas de esta compañía, me voy a mí oficina y me quedo allí encerrada, el nerviosismo se apodera de mi, muevo mi pierna con frustración al no saber que estarán hablando esos dos allí.

Pasan un horas y empezó a desesperarme, hasta que la puerta de mi oficina se abre y mi padre entra, su semblante serio.

Más te vale que no lo hayas arruinado, Leah, porque si no te la verás conmigo.

Trato de mantener la calma, adopto una postura recta y segura. Mi padre se recarga de mi escritorio y me ve directamente a los ojos, analizando mis gestos, pequeños fallos que puedan delatarme, tratando de ver más alla de la máscara de frialdad y egocentrismo que él mismo me ha inculcado durante años.

—No se que hiciste, Leah Monserrat, no sé que tácticas usaste, si lo convenciste con tus palabras o le ofreciste tu cuerpo, pero acabas de convencerlo para que firme con nosotros un gran contrato, ¿Me imagino que habló contigo acerca de los porcentajes que nos pertenecen de su bar?.

—Asi es —Afirmé.

—Esta bien, admito que hiciste un gran trabajo Leah. Mantente así, ya de pronto puedo confiar un poco más en tí.

Sus palabras no son tan alentadoras, pero al menos reconoció que hize un buen trabajo.

El sale de mi oficina dejándome sola, un triunfo para mí, acabo de negociar una de las mejores oportunidades para la compañía, pero hay algo que no me convence de un todo, algo que me da mala espina.

Pero él... También había algo en el que me intrigaba, algo que me hacía querer demostrarle que yo era más de lo que demostraba, de que él no podría ser mejor que yo.

¿Porque será?.

Al menos, es un buen negociante, pero ¿Cuáles serán tus intenciones, Dereck Sousa? ¿Porque desconfío tanto de tí?.

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