Capítulo 2.
Capítulo 2: ¿Licoreros o criminales?.
General Henry.
Camino de un lado a otro por toda la sala de conferencias con mis manos juntas en mi espalda baja, trato de mantener la calma pero la presión que ejerzo en mi mandíbula es una clara señal de lo enojado que estoy, puedo jurar que acabo de desarrollar un molesto tic nervioso en mi ojo derecho que está comenzando a exasperarme.
Miro la hora en el reloj que está colgado en la pared, ya es tiempo para que las máximas autoridades se encontraran aquí en la sala para una conferencia de emergencia.
Durante una gran parte de mi vida e pertenecido a las tropas de este organización secreta conocida como la CIES, actualmente soy el general al mando en la sede perteneciente a Cracksvill, día a día me e dedicado al entrenamiento de nuevos cadetes, sargentos, tenientes, capitanes y coroneles, incluso e trabajado con los altos rangos de esta organización.
Pero... Cada error puede llegar a marcar una gran diferencia, y está no es la excepción.
La puerta se abre dándole paso a los altos rangos con los que discutiré la solución que necesitaremos para este problema. Detrás de ellos entran los tres capitanes que estaban a cargo de las tropas que acaban de fallar una gran misión que se les había encomendado, todos entran cabizbajos a la espera de un gran regaño de mi parte.
Cada quien toma asiento en su respectivo puesto frente a la gran mesa ubicada al centro sala, los capitanes se quedan de pie a un lado en señal de respeto mientras que yo me quedo de pie a la cabeza de la mesa.
Miro con escrutinio el rostro de cada uno de ellos, siento que quiero golpearlos por el gran error que acaban de cometer.
Me enderezó con autoridad resaltando mi altura, en un gesto para encontrar la calma tomo el tabique de mi nariz con una de mis manos apretándolo un poco.
—Tenían una orden, una sola orden. El objetivo era que entrarán a los galpones, tomarán una muestra de la porquería que esos bastardos están creando, evitar que dicho cargamento saliera de la zona en que se encontraban y capturar a todos los implicados que encontrarán allí ¿Y que fué lo que hicieron? Dejaron que esos malditos bastardos eliminarán a gran cantidad de nuestros hombres, se salieran con la suya y para el colmo ¡dejarán a mi escuadrón élite en ridículo! —Alzo la voz, cada uno se encoge en su lugar recibiendo la reprimenda.
»¿Cómo permitieron que todo eso sucediera?.
—Señor, nos hicieron una emboscada, ya ellos estaban preparados para que nosotros llegáramos al lugar ¡Nos tenían rodeados! ¡Y nos superaban en número! —Alegó una de las capitanas, Elizabeth Craid.
—Ellos podrían haberlos superado en número, pero ustedes están entrenados por profesionales especializados en armamento y combate, cuentan con la inteligencia, audacia y agilidad necesaria para haber salido victoriosos. Porque si ellos los superaban en número, ustedes en rendimiento y inteligencia.
Los altos rangos murmuran entre si, algunos dándome la razón, otros cuestionando mis argumentos, pero la verdad no me importa lo que puedan llegar a pensar, por algo soy el general a cargo.
—¿Pueden darme el reporte de la misión?.
—Misión Alfa ejecutada sin éxito; tropas A, B y E encargadas de llevar la misión a cabo fallando en el proceso a causa de una emboscada no planificada siendo superados en número, contamos con quince cadetes heridos, pero con siete eliminados de la parte a capturar, no hay muertos hay muertos de ambas partes —Solo uno de los capitanes se atrevió a dar el reporte, y no me sorprende que lo haya hecho.
—¿Estás escuchando lo que estás diciendo? —Me acerqué a él con cautela—, estás diciendo que cadetes provenientes de una de tus tropas acaban de ser heridos y sobretodo que la misión no fue ejecutada con éxito ¿Que crees que significa eso?.
Estoy frente a él, a pocos centímetros de distancia, es igual de alto que yo pero lo supero en unos pocos centímetros, me reta con la mirada, como lo ha hecho durante varios años.
—No lo sé señor —Murmuró.
—Significa que pierdo gran parte de mi tiempo entrenando a unos niñitos malcriados que creen que están jugando a los policías y ladrones con armas de alto calibre.
Lo miro directo a los ojos y él me reta con la mirada, siendo ese chico molesto con aires de superioridad pero con gran desempeño.
Giro sobre mi propia eje para acercarme al gran holograma que se proyectará en una pared lo suficientemente amplia para que todos los presentes vean. Procediendo al segundo objetivo a tratar de esta reunión.
—Como sabrán ustedes mis señores superiores y subalternos, estamos detrás de la captura y caída del líder de esta nueva organización dedicada al tráfico de armamentos y sustancias ilícitas, aún no habíamos dado con el rostro de este sujeto ya que suele enviar a otras personas de su parte a los encuentros con sus socios y demás. Pero ahora pudimos dar con él y podemos identificarlo con Bernardo Rat'selli.
En automático aparece una foto del sujeto en el holograma, es un hombre alto de casi dos metros de altura, es fornido con una muy notable masa muscular, todos lo ven como el simpático señor con una fábrica de vinos, pero lo que nadie sabe es que es uno de los más despiadados y sanguinarios en el bajo mundo.
—El sujeto actualmente es conocido por ser el dueño y encargado de la compañía Licores Rat'selli —Aparece en el holograma una foto de la compañía— siendo uno de los mejores proveedores de bebidas en todo el país, incluso a nivel internacional. Su cargo en dicha compañía fue gracias a su difunto padre, Francisco Rat'selli, ya que esa compañía fue inaugurada hace décadas por uno de sus familiares, y desde ese entonces a sido un negocio familiar.
—¿Desde la fundación de la fábrica han manejado ese tipo de negocios? —Preguntó la capitana.
—Tenemos entendido que no, los negocios ilegales se han manejado desde el mandado de Francisco Rat'selli y su hijo Bernardo continuó los negocios, y tenemos la sospecha que sus hijos se están involucrando igual —Contestó uno de los altos rangos.
—¿Su familia es amplia?.
—No exactamente, Bernardo si cuenta con un hermano mayor, pero al no ser reconocido como un Rat'selli no es implicado en los negocios familiares. El señor Rat'selli vive con su esposa y tres hijos.
—¿Todos sus hijos están involucrados?.
—No exactamente. Cada uno de sus familiares toma un papel importante en la compañía, su esposa Luciana de Rat'selli —Aparece una foto de la mencionada junto a su esposo— ella atribuyó con sus conocimientos en publicidad y finanzas, a trabajado de la mano de sus esposos desde hace treinta años, cuentan con tres hijos, pero de ellos solo dos están involucrados.
—¿Y sus otros hijos?.
—Laila Rat'selli, estudiante de preparatoria cursando su último año, diecisiete años de edad, gimnasta y porrista estrella se todo el instituto —Aparece su foto, una chica de tez trigueña y de cabello lacio y castaño al igual que si madre— Bernardo suele instar a sus hijos a estudiar carreras que puedan favorecer a la compañía.
»Los chicos mayores son a los que tenemos que mantener en la mira, mantenerlos vigilados a cada segundo, cada uno de sus pasos porque son los más fríos, calculadores y manipuladores de los Rat'selli.
»Primeramente está Dylan Rat'selli, el mayor de los tres, veintiséis años, graduado en finanzas y contaduría, a sido la mano derecha de su padre asistiendo a todos laa reuniones, envios de mercancía, fabricaciones y etcétera. Mayormente es el que está al control de la distribución de las drogas que trafican, tenemos entendido que tienen un edificio en el que las fabrican con la ayuda de bioquímicos para que sean de alta calidad. El perfil de Dylan lo muestra como controlador, impulsivo, con ciertos ataques de ira pero también es muy inteligente y su padre a sabido como explotar eso ya que el chico sería la mente maestra de todos sus delitos.
—Y el otro integrante...
—Su hija de en medio, Leah Rat'selli. Es una chica muy hermosa que se encarga de todos los procesos legales de la compañía de su padre ya que es graduado en derecho penal y financiero, tiene veinticuatro años de edad, ella mantiene un perfil más bajo que su hermano pero es igual de peligrosa, usando su belleza para atrapar al género masculino que representa poder, trayendo nuevos socios y alianzas para la compañía, no le quitó méritos a su inteligencia ya que es muy audaz y calculadora, pero es incluso mucho más manipuladora que cualquiera de sus familiares, están por encima de ellos.
Aparecen fotos familiares de los mencionados, en una podemos apreciar a la familia completa abrazados frente a una playa, cada uno con sus respectivos trajes de baños y sonrisas de felicidad. Sin duda alguna aparentan ser la gran familia feliz y perfecta.
—Los Rat'selli son una familia elitista y de alto prestigio que se han ganado la confianza de muchas personas, así que nadie dudaría de ellos, han sabido jugar bien sus cartas a la hora del tráfico de sustancias y armamento, tenemos entendido que a muchos de los bares a los que le venden licores igualmente le venden drogas, y en ellas su nueva gran creación llamada Moon eyes.
»Es una droga que a simple vista pareciera una galleta en forma de ojo con una luna adentro, pero eso no obvia que puede llegar a ser letal. Al probarla en exceso corres el riesgo de volverte dependiente a ella ya que la Moon eyes va debilitando tus defensas y deteriorando tus neuronas quitándote el razonamiento, te hace sentir encerrado a un punto que las personas se vuelven violentas con la necesidad de otra dosis. Gracias a esta droga se han aumentado el número de violaciones y muertes en adolescentes.
—Son unos malditos bastardos —Mascullan.
—Si que lo son.
—¿Cómo vamos a proceder contra ellos?.
—Podemos enviar a un infiltrado —Proponen— podríamos crearle una buena fachada para que pueda colarse en la familia Rat'selli, ganarse su confianza y cuando bajen la guardia encontrar las pruebas posibles para que puedan arrestarlos.
—Podrían ser uno de nuestra capitanes.
Miro a los tres capitanes presentes.
Elizabeth Craid, Pelirroja de tez clara, experta en combate cuerpo a cuerpo, inteligencia elevada.
Martín López, especializado en armamentos con conocimientos en psicoanálisis.
Y por último.
Harry Descartes, calculador e inteligente, con aspecto frío en indiferente, físico atrayendo y un inminente encanto.
—Que opinan acerca del Capitán Descartes —El mencionado alza la mirada, los altos rangos murmuran entre si llegando a un acuerdo.
—El capitán Descartes a demostrado tener un gran desempeño a lo largo de su carrera en esta organización, no veo porque no enviarlo, pero... ¿Podemos confiar en ti Harry? —Cuestionan al capitán.
—Para mi sería un honor participar en esta misión mis señores.
—Entonces no se diga más, vas de inmediato vas a dirigirte a la sala de identidades para que te den tu nueva identidad para que mañana mismo puedas llegará a ellos —Indicaron. El chico asintió.
Todos se levantan buscando la salida, mi mirada se cruza por breves segundos con el capitán a cargo de la misión, veo como los otros salen refunfuñando al no ser los elegidos, pero no me importa lo que puedan llegar a pensar.
Debo admitir que me da temor saber que Harry pueda fallar o peor aún, pueda salir herido, no quiero cometer el mismo error dos veces.
Pero hay que darles un paro a esos bastardos, tenemos que acabar con los Rat'selli.
•••
CIES: Cuerpo de investigaciones especiales y secretas.
Nota de autora: ¿Cómo dices que dijisteeee?.
¿Cómo que acabar con los Rat'selli? Si apenas vamos por el segundo capítulo:(. Un gran cambio, eh. Ya veremos cómo marcha todo. Nos vemos en el próximo cap!.
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