Al paso de los años, nuestras chicas ya habían cambiado mucho. Ninguna se había separado nunca, pero si habían conseguido dejar atrás sus problemas.

Zoe y Cloe aprendieron a acostumbrarse a ser confundidas, y les explicaron a todos que tenían una pulsera para diferenciarse. Al principio sonaba como una tontería, pero les ayudó mucho.

Zoe pudo seguir con su relación con Alberto y fueron muy felices los dos. Cloe consiguió que su abuela no la confundiera más y consiguió un trabajo de profesora.

Ester consiguió tener un día al mes solo para sus padres, ya que su hermana empezó a ir a un especialista un día al mes y sus padres tenían tiempo para ella.

Yoyo comenzó a ir sola a todos los sitios, siempre con un teléfono por si algo le pasaba.

Fiona y su hermano se unieron más que nunca y ayudaron en casa como si fueran los padres de la familia. Se convirtieron en los favoritos de la casa.

Al final pudo graduarse en Bellas Artes y consiguió la mejor nota de selectividad de su año y la mejor nota de toda la universidad durante ese año.

Nira tuvo más cuidado y vivió la vida al máximo, sin parar de hacer tonterías y sin separarse de sus amigas. Se graduó en un ciclo de animación.

Andrea pudo ser feliz sin sus padres, se quedó a vivir con Yoyo hasta los dieciocho, donde se alquiló un piso cerca de su amiga. Se graduó en psicología para poder ayudar a más niñas y niños en su misma situación.

Nora siguió viviendo la vida con energía, sabiendo que tenía a su Fénix para protegerla de todo. Se graduó en psicología junto a Yoyo y a Andrea y montaron una consulta las tres juntas. Fue una chica muy feliz con una vida preciosa, quería animar a la gente a seguir viviendo y, así, evitar pérdidas innecesarias.

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Todas las chicas se unieron y vivieron sus vidas tal y como las constelaciones se las tenían preparadas, siendo ellas y siendo las constelaciones.

Zoe y Cloe Géminis, Ester la Osa Menor, Yoyo la Osa Menor, Fiona Sirio, Andrea Andrómeda, Nira Pegaso y Nora Fénix, todas juntas fueron Constelaciones De Vidas.