Estar de humor para escribir humor

Ser gracioso es algo que no se da a todo el mundo, pero algo es muy cierto, siempre habrá algo que nos cause risa a todos, que nos divierta y nos haga reír a carcajadas. Un chiste, una historia disparatada, una situación hilarante e improbable, la ironía, el sarcasmo y tantas cosas más. Y es desde allí que puedes arrancar y desarrollar este género en tu escritura.

A ver, que cada persona es un mundo, que funciona y siente diferente. Y si quieres escribir humor, necesitas ponerte en sintonía con lo que a ti te causa risa.

Intentar escribir este género a partir de lo que a otros les causa humor, es un primer fallo. Si vas a contar un chiste que a ti no te hace gracia, seguro nadie terminará riéndose de él; porque muchas veces no se trata del chiste o de la acción en sí que "va a generar el humor", sino de la forma en que lo cuentas o introduces en un texto.

Hay personas que sin importar lo que salga de su boca, terminan haciéndote reír a ti y a muchos más, así no entiendas el chiste, así no te cause gracia la definición de lo que han dicho. Es la estrategia que usan para presentarlo lo que lo hace magnífico y sumamente gracioso.

¿Y cómo empiezas a escribir humor, entonces?

Pues todo inicia con tu estado emocional, hay que estar de humor para escribir humor. Si te obligas a escribirlo porque tienes qué, puede que ese sentimiento soso y apurado sea lo que se refleje en tu escena "graciosa".

Así que, anímate, cuando el buen humor se apodere de ti ponte a escribir y céntrate en lo que te hace reír. Si no sabes si tus bromas tienen gracia y te preocupa que a nadie le resulte divertido, es una segunda falla porque te estás enfocando en el contenido incorrecto.

Por ello es importante que al menos a ti te haga reír lo que construyas.

La clave está en una creatividad espontánea, si dudas mucho con una idea, cámbiala, que el chiste o la escena graciosa te vaya saliendo natural y luego a ponerlo en práctica.

¡Empieza desde ya! 

Deja aquí un chiste, uno que no importa que nadie entienda, pero que a ti te haga reír hasta que te duela la panza.