Cientos de escenas se agolpan en mis sueños, escenas revueltas por todas partes, momentos que duelen, momentos de risas, momentos de ira, la tristeza y la nostalgia, nombres de personas que no he visto aun, y al final la sonrisa de alguien más... un bate de beisbol.

No... esto no son simples pesadillas, son recuerdos míos pero yo... apenas voy a cumplir los 12 años ¿Cómo podría estar soñando con mi personalidad adolescente?, soy sólo un niño entrando a la adolescencia...

Apreté las sábanas y me enderecé, no puedo dejar de llorar ante estos recuerdos, los recuerdos de estas personas que me atormentan, un mes, hace ya un mes que tengo estos sueños, y me escuece la idea de mencionarlo con mis padres para no preocuparlos, soy un niño a sus ojos, que con estos pensamientos, es normal que piensen que algo anda mal conmigo, pero algo más me pasa y es que... con todos estos sueños, ya no pienso igual, ya no puedo ser un niño, ya no puedo vivir tan atolondrado como el niño de mis sueños, con esa sonrisa que dice que no importa si se equivoca, porque en mi corazón se que algo anda mal conmigo si sigo los pasos del yo de esos recuerdos.

Tiene sólo un mes desde que me caí de las escaleras, fue un simple accidente, un juego del destino o quizá la mano de un Dios todopoderoso que puede cambiar las cosas a voluntad, no lo sé, y no me importa averiguar, pero ante estas pesadillas se... que mis recuerdos de una vida alterna regresaron a mi, esta es la segunda vez que estoy viviendo mi vida.

Algo se rompió en el tiempo, como el fino y delicado hilo del destino, como los sueños de esos jóvenes a quienes no logré llevar a ese lugar, a donde más anhelábamos ir todos. No importa que lo cuestione, no importa cuanto lo haga, no importa de donde lo mires, la realidad es que estoy aquí, tengo una segunda oportunidad, volví a la vida por algo, volví a esta vida y en este tiempo por algo. No puedo dejar de llorar.

A la mañana siguiente...

-¡Sawamura Eijun! ¡Despierta de una vez o te irás sin desayunar!

Para entonces salí de mi habitación, no puedo vivir más como un idiota, me siento a la mesa y reviso mi lista de actividades, llevo toda la tarea, mis materiales y mi equipo de beisbol, todo esta listo. Cierro mi mochila ante la atenta mirada de mi madre, agradezco los alimentos y desayuno en silencio, me muestro tranquilo y le sonrío a la familia, quienes se quedan atónitos mientras me observan como termino de comer y me dirijo a lavar los platos, ya no soy un niño, no puedo dejar que mi madre lo haga por mi.

-Me voy a clases, que tengan un buen día.

Mi abuelo se muestra confundido cuando cierro la puerta, y yo camino a la escuela con naturalidad. La primer clase es de inglés, estoy entusiasmado puesto que en mi otra vida logre aprender a hablar y escribir correctamente.

Llegando a la escuela observo a mis amigos más cercanos de la infancia, les sonrio con tranquilidad.

-¿Ei-chan?

Wakana siempre fue una amiga muy intuitiva, me observa de pies a cabeza y me dice con una preocupación muy visible.

-¿Pasó algo?

-No ha pasado nada, estoy bien.

Entramos a clases, pero notaba como mis amigos me observaban todo el tiempo, estaba despierto, poniendo atención, tomaba nota y participaba en clases, al final del día el profesor Sakamoto me retuvo del brazo y me dijo:

-¿Sawamura?

-¿Sí?

-No sé que ha pasado, pero me alegra que tomes las clases con más seriedad, y que no estes durmiendo...

-Agradezco su preocupación -respondí con una expresión seria y una reverencia respetuosa.

Sorprendido me comentó -Si necesitas apoyo para ponerte al corriente con las clases, no dudes en pedir apoyo, te proporcionaré material para las clases.

-Muchas gracias.

Para cuando salí mis amigos sonreían nerviosos y me miraban extrañados.

-¿Quieren jugar beisbol?

-¡¿Qué?! -exclamaron lo más fuerte que pudieron.

-Practiquemos un deporte juntos hasta que sea el momento.

-¿Qué momento? -preguntó Wakana.

-El momento en que cada uno de nosotros elija el camino que quiere seguir cuando seamos adultos.

-Hablas como si tu ya supieras.

-Por supuesto que lo sé, iré a Seido a jugar beisbol para la preparatoria y me convertiré en un jugador profesional cuando me gradúe, seré un pitcher.

-¡Pero tu no sabes jugar beisbol!

-Me pregunto... ¿Será?

Sonreí con nostalgia y les pedí que fuéramos a comprar una pelota de goma, puedo saber, pero mi cuerpo aun es pequeño, es el de un niño y mi senpai siempre me pedía que cuidara apropiadamente de mi cuerpo, de mi salud, no hay prisa.

Desde aquel día antes de jugar, les enseñé a mis amigos, les explique como hacerlo bien, cambié mi alimentación, comencé a correr, un buen descanso, sin descuidar mis estudios, incluso los profesores me daban material para hacer un mejor desempeño.

Todo excepto que en las noches, seguía teniendo pesadillas, seguía recordando lo que había pasado y las lágrimas no paraban de salir.

-¿Por qué duele tanto Miyuki-senpai?

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Mis amados lectores, hasta aquí con la inspiración del día de hoy, se que ha sido un capitulo pequeño, pero por favor, si es posible darme su opinión de este nuevo proyecto, estaré muy agradecida.

Saludos a todos y nos vemos pronto con la siguiente actualización.

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