C O N S E C U E N C I A S

C A P Í T U L O   Ú N I CO  Consecuencias. (Universo Alterno)

"Recuerdo muy bien cuando hace dos meses Ayato me regaló un anillo de compromiso. Habíamos salido a cenar y a pesar de que él no es muy expresivo, perdió su orgullo para regalármelo esa noche.

A pesar de mi corta edad de dieciocho años —y él veinte—, no pude evitar enamorarme de él.

Pero cada acción tiene su consecuencia. A veces puede ser buena y en la mayoría de los casos mala.

Hay veces en las que pienso que pasé tanto sufrimiento como felicidad."

( . . . )

— Issei, ¿Te has enterado? —preguntó la hermana de mi prometido— Aún que bueno, siendo la prometida de Ayato lo deberías saber.

Mi ceño se frunció. — ¿Enterarme de qué, Touka-chan?

— Ayato tiene nueva secretaria.

— ¿Nueva secretaria? Creí que su secretaria era Yori-san, ¿Qué ha ocurrido con ella?

— ¿Acaso vives bajo una roca? —preguntó la peliazul, indiferente— Yori-san ha muerto hace cinco días. Desde ese entonces Ayato ha estado buscando nueva secretaria, encontró a Ren Midori, precisamente hace cuatro días.

— No entiendo.. —murmuré cabiz-baja, triste por la falta de confianza— ¿Porqué Ayato no me mencionaría eso?

( . . . )

— Quiero ver a Ayato Kirishima —hablé frente a la nueva secretaria, fría y decidida. No me agradaba la apariencia de la nueva, y es por que ésta parecía ser como esas zorras que se le acercaban siempre.

Rubia. Ojos Azules. Cuerpo de Infarto. Ya comienzo a odiarla.

— Lo lamento, Kirishima-sama no se encuentra disponible —habló la rubia con una sonrisa falsa. La voz de por sí era irritante, otra razón más para odiarla.

Sonreí falsamente yo también. — No fue una pregunta, rubia. Tampoco te estoy pidiendo permiso, estoy aquí para ver a MI prometido y quiero que en este mismo instante lo llames.

La cara de la "secretaria" se desencajó.

Las puertas del ascensor se abrieron y de allí salió Ayato serio como siempre.

— No deberías causar tanto alboroto, Issei. —habló.

— Quiero hablar contigo. —me crucé de brazos, con el ceño fruncido— Y creo que ya sabes de qué se trata.

— Tu bien sabes que no debo mencionarte todo. —habló irritado— No hace falta que me controles.

— No te controlo, pero al menos me lo hubieras comentado. —hablé molesta— ¿Acaso no me tienes confianza? ¡Se supone que somos prometidos!

— Vete ya, Issei. Debo terminar papeles. Y por favor deja de ser tan.. posesiva. —gruñó.

Cuándo se iba a retirar, rodeé su muñeca con mi brazo y lo atraje hacia mi, tomándolo de sorpresa, planteé un beso sobre sus labios. Marcando territorio frente a la descerebrada que tenía Ayato como secretaria, que su rostro desbordaba de la furia. Parecía esas muñecas de porcelanas que las niñas arruinaban con su inexperto intento de maquillar, y se veía divertido.

— Sólo no me des razones. —sonreí tiernamente antes de salir del edificio, sin antes darle una mirada de soslayo a la rubia, que me miraba con odio.

( . . . )

"Suzuka Issei, insisto en que usted vaya al parque que se encuentra a un costado de la empresa Aogiri. No pregunte porqué, sólo hágalo y ya. Es algo importante, se trata del jefe de la empresa. M.R" — leí una y otra vez el mensaje de texto que me había llegado. En estos momentos estaba cambiándome para ir al lugar donde me "solicitaron". Espero y no sea una emboscada, y encima, el día no era favorable, ya que llovía torrencialmente y no quería pescar un resfriado.

Me coloqué una ropa que se encontraba a mano, me vestí rápidamente y sin preocuparme por mi cabello, salí de mi apartamento, tomándome el bus de la esquina de mi casa para ir a la empresa Aogiri.

Pasé por cada mísero árbol, empapándome cada parte de mi cuerpo, y solo para ver una escena que no hubiese querido ver en mi estúpida vida de ensoñación.

Ayato + La secretaria = Besándose.

Las lágrimas no hicieron falta. Aquellas gotas saladas que resbalaban por mi rostro confundiéndose fácilmente con las gotas de lluvia.

Si ver a tu prometido junto con su secretaria besándose no es horrible, no me quiero imaginar lo que será.

Y eso pasó... No soporté más, y me fuí, corriendo, pero lo hice. En estos momentos prefiero coger una pulmonía, estar enferma y no tener que ver al imbécil que se hacía llamarse mi prometido.

( . . . )

— ¿Para qué me citaste aquí, Issei? —preguntó Ayato frente a mí, tan serio como siempre.

Dí una bocanada de aire, dándome fuerzas para continuar.

Miré el anillo de mi dedo y la imagen de él y la secretaria llegaron a mí.

— Extiende la mano, debo darte algo. —dije subiendo la mirada y apretando mi mano.

Él me hizo caso, dubitativo. Saqué lentamente el anillo de mi dedo y lo coloqué sobre su palma abierta.

Miró el anillo confundido, y luego me miró a los ojos.

Mis ojos ya se encontraban aguados, me dolía, si.. No puedo pretender que no me duele, porque duele mucho, pero si él no me ama, no puedo obligarlo a que lo haga.

— Regálaselo a quien tu ames verdaderamente. —murmuré, limpiando mis lágrimas.

— Tú...

— Si, los vi. —dije, mirando sus ojos azules— No puedo seguir si tú no me amas de verdad. Por eso, dáselo a alguien que crees que se lo merezca.

Me giré, e iba a irme pero su mano se enrroscó en mi muñeca, haciéndome detener, y me giró a la vez, haciéndolo más doloroso.

— Seré sincero contigo. —habló, mirándome a los ojos— No es la primera vez que la beso.

Las lágrimas que no querían salir fueron inevitables no derramarlas ante tal confesión.

— Pero te seré sincero con esto también. —habló aún indiferente— Comparé tus besos con los de ella.

Cerré mis ojos, esperando escuchar un.. "Siento cosas con ella que no siento contigo"

— Tú con sólo un roce haces que sienta cosquillas en mi estómago. —admitió, haciéndome abrir los ojos, sorprendida— Sin embargo, con ella, aún que el beso dure tres horas no me hará sentir lo que tú me haces sentir con un sólo roce. Hoy lo comprobé, y créeme, no quiero estar con Midori, quiero estar contigo, Issei, porque tu me haces sentir bien, no ella. Porque te amo, y a ella no.

No esperaba aquella confesión. No puedo evitar sentirme feliz, porque apesar de todos los besos que se hayan dado, él solo sentía cosas por mi.

Sin darme cuenta, mi mano se encontraba extendida, y él se encontraba colocándome nuevamente el anillo. Y a continuación, me encontraba siendo besada por él.

— Y para que te des cuenta de ello. Issei, quiero que tú seas mi secretaria. —sonrió para besarme nuevamente— Y quiero que te cases conmigo cuanto antes.

Asentí con los ojos cristalizados, abrazándolo y pegándole en el hombro.

— Te amo, estúpido. —murmuré casi llorando.

— Yo también te amo. —sentí que sonreía.

Cada acción tiene su consecuencia. La consecuencia de que Ayato haya besado a Midori fue mala, ya que Issei los vió, pero.. La consecuencia de que él haya sido sincero con Issei y que le haya demostrado lo que siente, hizo que la consecuencia fuera buena.

( . . . )

Se me ocurrió este one-shot estudiando, lo sé, raro (?)

En fin, espero que les haya gustado, y raramente, no fue un one-shot de Naruto si no uno de Tokyo Ghoul, precisamente, Ayato :D *comienzan a aplaudir* okno.

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Y si no les gustó, comenten sus críticas sin insultos, plz.

ÚNICO CAPÍTULO

SophiiaB

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