—Papá—la voz de Corine le hizo alzar la vista de la computadora y vio a su hija. —Estoy lista para dormir.

—Lavaste tus dientes?

Se sonrojó y negó.

—Anda, mientras yo apagaré esto.

Asintió y giró para ir al baño, Beka guardó el documento y apago la máquina de inmediato para seguir a la niña. La vio subida al banco frente al lavamanos con el cepillo en la boca, despacio y asegurándose de lavar bien cada rincón.

Escupió la espuma y enjuago su boca con el agua del vaso en su mano, sonriéndose al espejo. Otabek sonrió y acaricio su cabello con dulzura, tomó el frasco de crema y le puso con cuidado de no lastimarla.

—A dormir, princesa.

Cori sonrió y asintió, abrazándole para dejarse guiar a su habitación. Subió a su cama y vio a su padre mientras le arropaba.

—Papá, me contarías una historia antes de dormir?

—Hm...sabes que no soy bueno inventando historias.

—Entonces cuéntame cuando conociste a mamá.

—Ya sabes esa historia, mama te la ha contado muchas veces.

Cori se removió en la cama sin borrar su sonrisa, buscando su mano.

—Mama dijo que una vez le contaste la diferencia entre el primer amor el amor de la vida.

Sonrió y asintió, acariciando el dorso de la pequeña mano sobre la suya.

—Por que se lo dijiste?

—Tu madre...pasaba por tiempos difíciles, princesa, sabes que en ese tiempo no vivía con tus abuelos, así que tenía problemas para entender porque Ana y su esposo no lo trataban con cariño.

—Debió ser feo...

—Lo fue para él, imagina que no vivieras con nosotros y que quienes te tienen en su casa apenas te dirigen la palabra, y cuando lo hacen te tratan muy mal.

Hizo una mueca y bajo la mirada.

—Antes de irme a Detroit, tu madre y yo pasábamos las tardes juntos o con su abuelo...

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Vio a Yuri suspirar y dejarse caer en la cama, parecía cansado y sus ojos estaban hinchados. Extendió una mano y quitó el flequillo con suavidad para verle.

—Que?—preguntó el menor, viéndole con los ojos entrecerrados.

—Lloraste?—no recibió respuesta y supo que había acertado. —Te pego?

Hizo una mueca y rodo en la cama para darle la espalda, no quería responder. Otabek frunció el ceño y se puso de pie para acomodarse las zapatillas.

—Y-ya te vas?—se alarmó, enderezándose.

—Le diré a tu abuelo.

—No! Otabek, ella se enfadara más y me volverá a pegar.

—Tu abuelo dijo que debías contarle cuando pasara de nuevo.

—Por favor—su labio inferior tembló y le sostuvo de la ropa.

El alfa suspiro y se cruzó de brazos.

—Está bien, pero prométeme que no dejarás que pase de nuevo.

—No lo haré, te lo prometo.

Asintió y volvió a subir a la cama, sentándose en la orilla, Yuri le abrazo agradecido y escondió el rostro en su espalda. Tenía...dudas, y sabía que podía preguntarle a su abuelo pero le daba pena, no tenía muchos amigos ni hermanos...y sus padres jamás serían la opción para saciar su curiosidad, ya lo había entendido la noche anterior.

—Oye Otabek, puedo preguntarte algo?

—Claro.

—Lo...que sea?

—Si—respondió extrañado por su tono de voz.

Aún estaba escondido en la espalda de su amigo por qué no quería que viera su sonrojó, lo que quería preguntar era vergonzoso...pero desde que esa niña de su clase había dicho que le gustaba Otabek se sentía raro.

—Que pasa cuando...cuando te enamoras?

Parpadeo y giró para verlo, Yuri tenía el rostro coloreado con un adorable color rosa.

—Por que quieres saber?

—Solo dime—exigió cruzándose de brazos, tratando de disimular su nerviosismo.

El mayor hizo una mueca y frunció levemente el ceño.

—Pues no se mucho sobre eso, no me han hablado de eso en la escuela...aunque mama me ha contado algunas cosas...

—Como que?—alzó la cabeza y le vio curioso.

—Que es difícil saber si de verdad amas a alguien, que el amor es...complicado.

Suspiro y se cruzó de brazos, eso no le decía mucho.

—Solo eso?

—Bueno...mama mencionó la diferencia entre el primer amor y el amor de la vida, porque dijo que no siempre eran los mismos.

—Cuál es la diferencia?

—El primer amor pasa cuando estamos aprendiendo y experimentando cosas—dijo haciendo memoria de lo que su madre había explicado. —Cuando somos ingenuos y creemos buscar algo parecido a un estereotipo, lo que sentimos es sincero pero inmaduro y frágil.

Yuri le vio atento, a veces Otabek hablaba con palabras de adultos pero podría entenderlo porque a pesar de la diferencia de edad era tan inteligente como él.

—Y el amor de la vida?

—Bueno, mama le dijo amor verdadero, porque ya has experimentado antes el amor y ahora buscas lo que realmente necesitas o deseas.

—Eso suena...algo complicado y molesto.

—No deberíamos preocuparnos por eso ahora, no crees?—sonrió y revolvió su cabello. —Aún somos iguales.

Hizo una mueca y suspiro, gateando hasta él para abrazarlo.

—Otabek...puedo pedirte algo?

—Lo que quieras—dijo confundido.

—Prométeme que seremos amigos aún si tenemos...novio? O novia...o pareja o lo que sea—se sonrojó y cerró los ojos. —Que no me olvidaras ni me dejaras de lado.

Correspondió al gesto y suspiro, Yuri era su mejor y único amigo, cómo iba a dejarlo?...además...era su primer amor.

—Te lo prometo—tal vez sonó más convencido de lo que había querido. —Estaremos juntos siempre.

Sonrió ampliamente y se enderezó para besar la mejilla del mayor, realmente agradecido.

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—Y somos amigos desde siempre, aún si nos casamos y tuvimos dos hijas preciosas—pellizco la nariz de Cori y le sonrió. —Incluso...si algún día dejáramos de estar juntos como pareja, seguiríamos siendo amigos.

—Tu no dejarías a mama, verdad?—preguntó con su vocecita dulce y adormilada.

—Sabes que no.

—Ni aunque te lo pidiera.

—Podría intentarlo si me lo pide pero sería muy difícil, princesa—beso la frente de su hija. —Amo a tu madre más de lo que puedo expresar con palabras.

—Y a mi?

—A ti también, eres mi princesa.

—Y a Evie?

—También, tu hermana y tú son lo más bonito que habría podido pedirle a tu madre.

Cori sonrió tímida y extendió los brazos a su padre quien de inmediato se inclinó para abrazarla.

—Te amo, papá.

—Y yo a ti preciosa.

Beka se acomodó en la cama junto a su hija y la arrullo entre caricias dulces hasta que se quedo dormida, Corine, al igual que Evangeline, era exactamente igual a su madre, y lo agradecía enormemente porque gracias a eso ambas eran preciosas. Tendría que demostrarle a Yuri su agradecimiento de forma apropiada.

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Bostezo al entrar a la casa y se tallo los ojos, sus padres se habían ofrecido a cuidar a su hija mientras él iba por un baño a casa y a pedirle a Beka que fuera al hospital.

Su pequeña Evie había tenido que pasar por una cirugía y había salido bien pero debido a que su hermana aún era pequeña no podían estar ambos en el cuarto de hospital.

Se frotó los brazos en cuanto estuvo dentro del departamento y después de lavar sus manos fue derecho a ver a su hija, sonrió al verle dormida profundamente en los brazos de Otabek que la abrazaba como si la fuese a proteger de algo.

Se acercó a la cama y beso la mejilla de su niña, acomodando bien las cobijas. Se sentó en la orilla y acaricio los cabellos de su esposo, quitando el que cubría su cara, sonrojándose al descubrir sus ojos abiertos.

—Acabas de llegar?—preguntó con voz baja y suave.

—Si, Evie se quedo dormida y mis papás la cuidan, se quedo más tranquila al ver a sus abuelos.

Sonrió y cerró los ojos para hacer un pequeño espacio del otro lado del cuerpo de su hija, Yuri se mordió el labio ante la invitación y sonrío extendiendo la cobija que estaba doblada en la otra cama. Los cubrió y se recostó con ellos, observando el rostro de su pequeña y dándole besos muy suaves.

—Eres más suave ahora—murmuró Beka, le observaba casi fascinado.

—Mis bebés son las únicas que lo merecen.

—Yo no?—preguntó haciéndose el ofendido.

—Solo a veces—sonrió y extendió una mano para acariciar sus labios con las yemas de los dedos, Otabek sabía que Yuri hacía eso cuando no podían besarse.

—Es una suerte que solo a veces lo merezca—susurró divertido. —Por cierto, Yura—retiró la mano del cuerpo de su omega para rebuscar en el bolsillo de su pantalón, al encontrar lo que quería tomó su mano y le puso el pequeño anillo. —Feliz cumpleaños.

Yuri parpadeo y observó el anillo, tenía la forma de un gato como si estuviera sosteniéndose con sus patas de su dedo, sus ojos tenían dos piedras verdes y la nariz tenía una color rosa, pequeñas pero muy bonitas.

—Gracias, Beka—sonrió, cerrando los ojos, sentía el calor en sus mejillas. —Yo...te amo—murmuró, pasar su cumpleaños con su familia era cada vez mejor.

—Te amo, Yura—le sonrió y volvió a posar la mano en su cintura, acariciándole con su pulgar, jamás iba a cansarse de eso.

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Pero Rave, qué haces aquí si se supone que ya terminaste esta historia?(?) Encontré este extra en la compu de mi papá, estaba planeado para subirse antes del extra 2 xD pero creí haberlo perdido y ahora que fue el cumpleaños del bebé (mi gata rusa ❤) pues quise aprovechar nwn tengo otro (que también estaba en la compu de mi papá xD) así que también lo editare y subiré luego xD (a este paso jamás podré despedirme de este universo TuT)

Les amo! Chau <3

Rave~