[05] "Falta a clases si es posible"

Nota importante al final UwU

"Este es otro dato típico de los chicos malos, y es que tienden a faltar mucho a clases por el aburrimiento y todo eso. Sería una pequeña coincidencia que faltaras a un día de clases y luego llegaras presumiendo silenciosamente que puedes faltar cuando te dé la jodida gana, ¿Verdad, ChimChim?.

Sin lugar a dudas, la asistencia perfecta de Jimin se vería afectada, pero ¿Qué importancia tienen algunas faltas, si para final de año, iría a la fiesta de graduación con Yoongi como acompañante?.

De todas formas, las faltas que iba a tener, iban a ser todas justificadas, pues Jimin "se enfermaría esos días". ¿El plan perfecto, no?.

Lo único que le hacía falta, era que su madre o su padre firmaran la justificación para que la entregara al día siguiente.

Era domingo, y al día siguiente, el lunes, el profesor faltaría por tener una cita con el médico, por lo cual tendrían todo el día libre. Pasaría un largo rato estudiando, encerrado en su habitación, y el martes asistiría a clases para pasar el examen de álgebra planificado. Nada podía salir mal.

Jimin llevaba todo la tarde fingiendo sentirse mal, y ahora estaba tendido en su cama, con un termómetro en la boca, justo bajo la lengua, quejándose de forma baja cada que podía. La señora Park Sook, madre de Jimin, entró a la habitación, quitándole el termómetro y hizo una cara de confusión al ver que la temperatura de su hijo era normal.

-Jimin, cariño, no tienes la temperatura alta... ¿Estás seguro que te sientes mal?.

De cierta forma, el pelirosado se sentía muy culpable al mentirle a su amada madre, pero era una mentirita blanca, como le había dicho Tae.

-S-sí, mamá... Me duele la cabeza y todo el cuerpo... No creo poder levantarme - debido al temor de ser atrapado, su respiración se hizo solo un poco más rápida, haciendo más realista la actuación.

-Mi pobre niño... ¿Quieres que llame al doctor?, Te ves muy mal - dice de forma atenta, acariciando los cabellos de su hijo.

Aquella respuesta solo generó terror en el adolescente, pues si el doctor llegaba a revisarlo, y le decía a su madre que todo estaba en orden, su plan de iría al caño.
Inmediatamente, Jimin empezó a negar, intentando mantener su gesto demacrado, cansado y débil.

-N-no mamá, no te preocupes. Con una pastilla a lo mejor se me pasa - respondió, haciendo que su madre fuera lo más rápido posible a la cocina para sacar una pastilla y tomar un vaso de agua, llevándoselo a su querido hijo.

-Aquí tienes, tesoro. Voy a continuar haciendo la cena. Tu padre viene temprano y quiero sorprenderlo.

La linda sonrisa en el rostro de la señora Park era evidente. La fecha de ese día era importante, porque era justo cuando, hace años, el señor Park le había propuesto matrimonio.

Y así, la mujer salio de la habitación, no sin antes besar la frente de su hijo, yendo directamente a la cocina, en donde se dispuso a cocinar la comida favorita de su esposo.

Bien, si había algo que Jimin odiaba en este mundo, además de las personas engreídas, era tener que medicarse o ponerse alguna inyección. Así que ni de broma se tomaría esa pastilla.

Al asegurarse de que su madre no volvería hasta dentro de un rato, lanzó la pastilla por la ventana de su habitación y volvió a recostarse con una sonrisa en el rostro, apagando la lámpara de la mesa al lado de su cama, poniendo sus manos tras su cabeza mientras miraba al techo, satisfecho. De esta forma se quedó dormido, soltando suaves suspiros entre sueños.

Las horas pasaron, hasta que su madre entró a la habitación haciendo algo de ruido, moviendo un poco a Jimin para que despertara.

-Despierta, flojito. Tienes que ir a clases - luego de ver que su hijo abría los ojos, jaló las sábanas de este, sacandole un quejido. No porque se sintiera enfermo realmente, sino por la forma tan delicada que tenía su madre de despertarlo.

-Mamáaaa... - se quejó con un puchero, intentando volver a tomar las cobijas.

Durante unos minutos de quejas para que lo dejara volver a dormir, Jimin terminó poniéndose de pie para cerrar la ventana, sin contar que con esa simple acción, había cagado absolutamente todo.

-Veo que ya te sientes mejor... Tienes tú desayuno preparado. Apresúrate que se hace tarde.

En ese momento Jimin sintió el verdadero terror.

Abrió desmesuradamente sus ojos, hasta que estos parecían querer salirse de sus cuencas, y dando algunos pasos para parecer cansado, se sentó en la cama y empezó a toser, intentando convencer a su madre. Pero al ver que el gesto de la mujer parecía no cambiar, y fue ahí cuando exageró todo.

Se terminó de acostar en la cama mientras daba vueltas y sobaba su estomago. Hasta había intentado que unas pequeñas lágrimas salieran.

-Creo que tengo que llevarte al doctor.

El pelirosado tenía un miedo bastante particular hacia las agujas y hospitales, y contando con que en realidad no tenía nada... No lo veía necesario.

Su corazón dio un vuelco y entró en pánico. Su rostro se volvió pálido mientras jugaba con sus manos, haciendo la actuación más creíble, claro que esto solo era producto del miedo.

-M-mamá, ya te dije que no es necesario... - puntualizó, mientras se sentaba de golpe sin soltar ningún quejido.

Algo no concordaba en la situación, y la señora Sook lo sabia perfectamente.

Casi automáticamente, su rostro se suavizó, mientras se acercaba a su hijo, acariciando su regordeta mejilla.

Su sonrisa podía llegar a ser macabra y hasta algo falsa, pero algo que Jimin nunca rechazaría de sus padres eran los mimos.

El más joven cerró sus ojos y sonrió inevitablemente, pero empezó a sentir una presión en su pequeña orejita, haciéndolo quejarse.

Le.
Estaba.
Jalando.
La.
Puta.
Oreja.

-¡Mamá! ¡Sueltame, que no he hecho nada! - intentó separar la mano de su madre sin aplicar tanta brusquedad, pero parecía no ceder -¡Ay! ¡Papá, mamá me está maltratando!.

Justo como un súper héroe, el señor Park asomó su cabeza por la puerta, arrugando sus pobladas cejas, acercándose a su esposa y a su hijo que estaban en disputa.

-Hey... ¿Qué sucede, cariño? - preguntó, dirigiéndose directamente a su esposa, la cual no parecía tener las intensiones de responder, pues volvió a hablarle a su hijo.

-¡Park Jimin, explicame ahora por qué finges estar enfermo para no ir a clases!.

El señor Park no entendía el por qué de los gritos, cuando se supone que iban a tener un tranquilo desayuno en familia.

La señora Park no entendía por qué Jimin fingía estar enfermo para no asistir a clases, cuando se supone que es un ángel bien portado y muy estudioso.

Y Jimin... Pues, el no entendía por qué la repentina violencia de su madre hacia su hermosa persona, cuando se supone que todo iría acorde al plan.

-¡Nuestro hijo no quiere ir a clases y finge estar enfermo!.

-¿Qué dices?... Jimin ama la escuela, no podría - sí, señoras y señores, era bastante sorprendente.

Y es que el lindo pelirosado había desarrollado una clase de afición a ser el mejor de la clase. Le gustaba sobresalir y tener buenas notas, y mucho más al ver la cara de orgullo de sus padres. De cierta forma, sus buenas calificaciones y asistencia intachable era su logro más grande.

Jimin no lograba entender cómo había personas a las que no les gustaba ir a la preparatoria.

Para él, yendo a la escuela podía distraerse o concentrarse.

"¡En la preparatoria es cuando se hacen los amigos para toda la vida!"

Ese era el simple argumento que daba el chico de mejillas abultadas. Pero volvamos al tema.

Esas mismas mejillas abultadas se colorearon de vergüenza al considerar que tendría que decirle sus razones a sus padres.

-N-no tengo nada que perder. Pasaremos todo el día sin profesor.

-Debería castigarte obligándote a ir - espetó la mujer.

-Cariño, ambos sabemos que eso sería un premio. Aquí en la casa va a estar aburrido, y más si tiene que ayudarte con los deberes y la limpieza.

-Gracias por la idea. Pero ahora déjame a solas con el niño, tengo que hablar con él.

Y sin esperar más palabrería u órdenes de su señora esposa, salió de la habitación como alma que lleva el diablo. Eran una familia bastante peculiar.

Muy contrario a su comportamiento agresivo de hace un momento, la madre de Jimin se sentó al pie de la cama, mirando a su hijo con comprensión y algo de molestia, lo que le generó algo más de confianza al adolescente. Y contando con que su padre ya no estaba ahí, se sentía más seguro de charlar libremente sobre su Crush por Yoongi, sin esperar un "Estás muy pequeño para pensar en parejas, Jimin".

-¿Es necesario que te pregunte sobre el tema y que en serio termine castigándote, hijo?.

-M-Mamá... Es complicado - confesó Jimin mientras se cubría con las cobijas, dejando la almohada sobre su rostro por si a su mamá se le daba la idea de volver a jalarle las sábanas.

-Con más razón exijo saber. Soy tu madre, no una desconocida. Prometo que voy a entenderte. ¿Por qué no quieres ir a clases?.

-Es Yoongi... - susurró con voz suave.

-¿Te prohibió que fueras o está molestándote de alguna forma?. Sabes que si es así debes decirme.

-¡No! - tanto Jimin como su madre se sobresaltaron por el grito, pues nunca antes había respondido asi -D-digo... No... Es solo que él, bueno... - una gran pausa se extendió en la conversación, mientras Jimin intentaba buscar la valentía y las palabras correctas para confesar aquello, y la mujer hacia todo lo posible por no lanzarse sobre su hijo y jalar de nuevo sus orejitas, por tontito -Yoongi me gusta, mamá. Me gusta mucho.

-Gracias a todo lo bueno del mundo lo dijiste... - confesó su madre, sonriendo de forma amplia -Eso no es bastante complicado, cielo... Pero no veo por qué faltar a clases solo porque te gusta un muchacho.

-Agh... Te dije que no lo entenderías.

-Entonces explicame bien para que pueda entenderte, mocoso, no me hagas buscar mi escoba.

-En resumen... Estoy siguiendo una lista que Tae me dió para poder enamorar a Yoongi ya que el no siente nada por mí. Y entre uno de los pasos está el no faltar a clases para parecerle interesante.

-Siempre supe que tú y Tae tenían ideas muy extrañas. Menos mal que no se convirtieron en algo más que en amigos, porque terminaríamos muertos con todas sus ocurrencias - bromeó la señora Park mientras se levantaba a recoger un poco el cuarto de su hijo, que era un desastre -Y para aconsejarte un poco, deberías primero asegurarte de que no le gustas antes de seguir con la lista.

-Sí, mamá... Lo tomaré en cuenta. Y sobre eso... ¿A papá y a ti no les m-molesta qué a mí me gusten....? - no sabía nisiquiera si podía terminar aquella oración sin dejar de ver a su madre como su madre, y no como a una desvergonzada amiga.

-¿Si te gustan los hombres? - intuyó, recibiendo un asentimiento de cabeza
-Jimin, eres mi hijo. Te llevé en mi vientre durante solo ocho meses porque quisiste adelantarte, pero te conozco. Tu padre y yo estamos enterados de tus preferencias desde el recital de sexto grado, ¿Recuerdas?, Cuando te disfrazarte de una linda florecita... O cuando te encontré besando el monitor de la computadora con una foto de Justin Bieber puesta...

-¡Ya, está bien! ¡Entendí!.

Jimin estaba tapado hasta la cabeza, por lo que su sonrojo no era visible, pero la vergüenza era notoria en su tono de voz.
Luego de un tenso rato de silencio, la señora lo pensó bien, después de todo, no le vendría mal una ayuda en casa.

-Bien. Firmaré la justificación, pero tienes que ir a hacer la compra y luego ayudarme con la cena - dijo, para luego salir de la habitación sin mirar atrás, dejando a un alegre Jimin, quién brincaba en su cama con felicidad mientras sacudía entre sus brazos a un peluche de Chimmy, casi de su mismo tamaño, con el cual dormía imaginando que era Yoongi.


Al día siguiente...

Que no habrían actividades mis pezuñas.

¡Se suponía que el profesor faltaría el dia anterior!.

Pero claro, considerando la suerte que tenía Jimin, al imbécil del director se le dio la magnífica idea de empezar con los exámenes bimestrales aprovechando la ausencia del profesor, y por casi una hora, un pequeño chico de cabellos rosados estaba correteando por los pasillos de la "Bangtan Academy High School", localizando a un estudiante en específico.

Y no, no era el dios griego de Min Yoongi. Lamentablemente.

El señor Choi, su profesor, le había dado la oportunidad de retomar el examen, solo al haber sido una falta justificada.

Buscó a Kim Jong-In, pues este contaba con un talonario de las preguntas incluidas en el examen. Era un chico que, a pesar de sus inmaculadas notas, era bastante desagradable. Muy irrespetuoso e inmaduro.

A Jimin no le caía bien, y eso ya era decir mucho.

Ahora era miércoles, el día del examen, y el pelirosado estaba estudiando en el césped del patio escolar, a solo una hora de su examen, hasta que sintió unos crujidos a su lado.

Ahora sí, podía morir en paz.

Yoongi estaba sentado a su lado, con esa sonrisa tan despreocupada de siempre, y su cabello revoloteando de forma rebelde debido a la brisa.

-Hey, pastelito.

-¿"Pastelito"?. ¿Desde cuándo me llamas así? - Jimin estaba bastante irritado por haber tenido que lidiar con el dolor de culo que era Kim Jong-In. Su corazón estaba acelerado, pero la molestia le impedía avergonzarse. Además, ya tendría que empezar a acostumbrarse a hablar con Yoongi.

-Empecé a llamarte así desde que te cambiaste el color de cabello. Pero claro, solo en mi mente. ¿Te molesta?.

-No, en lo absoluto, suena bastante original, en realidad. Solo que he tenido un mal día, y ahora tendré que pasar todo el resto de él estudiando.

-Uh... Noté que faltaste ayer a clases. Intuyo que es por eso que estás entre tanto estudio y estudio.

-Bingo - dijo Jimin soltando una risita, bajando su mirada mientras daba un toque a la nariz de Yoongi -Tengo que estudiar para aplicar el examen...

"Por favor que se ofrezca a ayudarme...
Por favor que se ofrezca a ayudarme...
Por favor que se ofrezca a ayudarme..."

-Mis notas no son tan buenas. Quisiera poder ayudarte, pero lo más seguro es que termines muy confundido si intento explicarte.

Jimin jodidamente quería que algo cliché llegara a su vida. Por lo menor una vez.

¿Era mucho pedir que Yoongi fuera un chico con complejo de chico malo pero que a la vez tuviera un súper coeficiente intelectual?.

-Pero... - agregó Yoongi al ver el semblante pensativo y algo decaído del chico -Choi me dio clases durante dos años seguidos, y digamos que sé una buena opción a la cual recurrir en estos casos. Puedes escribirte las respuestas en el brazo, bajo la manga de tu suéter, y si le llevas un café del comedor escolar, y le pides un periódico al señor de la limpieza, va a distraerte lo suficiente para que puedas ver las respuestas.

Y sí, quizás y Yoongi ya contaba con el complejo de chico malo. El Min Yoongi que lo traía loco, no tenía un coeficiente intelectual demasiado alto, pero de tonto no tenía mi un pelo.

-¡Que gran idea! - exclamó el pequeño -No creo que sea mucha trampa si solo pongo la mitad de las respuestas... Las otras ya me las aprendí.

-Sería como una ¿Media trampa?.

Y aunque fuera algo muy estúpido, el comentario del mayor los hizo estallar en carcajadas.

Ahí, Yoongi pudo apreciar más de cerca el hermoso pecado que era Park Jimin al reír. Como sus ojos se volvían solo dos pequeñas rendijas oscuras, sus mejillas se abultaban más de lo habitual y por sus labios brotaban ruidosas carcajadas, mostrando el diente muy levemente chueco del chico, como sus pequeñas manitas de bebé se aferraban al libro con timidez.

"No hay nada más hermoso. Estoy seguro".

-Vaya... Tus chistes son bastante malos, Yoongi - comento Jimin mientras limpiaba una pequeña lágrima que se le había escapado, notando a los segundos la "extraña" mirada que le daba el mayor.

-Sí, como digas. Si tengo que lanzar mis chistes malos para escucharte reír de esa forma, lo haré. ¡Me siento un año más joven!... - comentó el mayor mientras se levantaba, dando un paso hacia el menor mientras acariciaba su cabello con demasiada delicadeza, lo cual sorprendió a Jimin, ayudándolo a levantarse a los pocos segundos, quedando verdaderamente cerca, justo como en la cancha de deportes -Y tú, bello pastelito, deberías ir apresurándote si quieres llegar a tiempo con todas las cosas preparadas para tu artimaña en el examen - susurró en voz baja el pelinegro, ejerciendo un suave agarre en los brazos de Jimin.

-De no ser porque sé que es cierto, sentiría que me estás echando... - respondió el menor de la misma forma mientras conectaba sus ojos con los de Yoongi, perdiéndose en ellos poco a poco.

Eran negros. Apenas podía distinguirse la pupila. Y le encantaban.

Para que decir, lo traían loco.

Lo mismo ocurría con Yoongi.

Los hermosos ojos avellana de Jimin, lo envolvían y atrapaban completamente. Hundiendolo en aquella hermosa e infinita galaxia.

-Veremos si piensas lo mismo a la salida del examen. Mucha suerte, lindo pastelito.

Y con eso, se alejó, a duras penas. Guardando sus manos en sus bolsillos con una leve sonrisa, antes de dar una pequeña venia con su cabeza, se volteó y empezó a caminar a donde estaban sus amigos frecuentes.

Las mejillas de Jimin quemaban. Sus manos y piernas temblaban mientras caminaba al comedor, y luego al salón del examen. En concreto, solo tendría 20 minutos para resolverlo, pero la ver la sonrisa satisfecha del profesor al entregarle el café, supo que Yoongi tenía razón.

Sería fácil.

-¡Pasé! - soltó un grito eufórico el chico al salir del salón, lanzándose al suelo dramáticamente mientras sonreía y pegaba su frente al suelo, totalmente satisfecho.

-La táctica del café y el periódico nunca falla.

Comentó una voz a sus espaldas, congelandolo por completo.
Había parecido un total exagerado frente a Yoongi, quién lo esperaba con el cuerpo recostado en la pared del pasillo, sonriéndole alegremente.

-¿Qué haces aquí?.

-Antes de que entraras al examen, insinuante que te estuve echando, Así que ahora iremos al parque; creo que es suficiente prueba para que sepas que solo me preocupaba por tus notas. Pero ahora pareciera que el que me está echando eres tú, Jimin.

-Nada de eso... Solo que no me pensé que me esperarías, después de todo debes tener muchas cosas que hacer. ¿Llevas mucho tiempo aquí?.

-Quizá unos diez minutos... Nada exagerado. Pero hombre, vamos que hice un pedido de tus donas favoritas y hay que recogerlas - dijo Yoongi con una sonrisa mientras empezaba a caminar, escuchando los pasos del lindo chico detrás.

¿Había hecho un pacto satánico con el diablo y no lo recordaba?. ¿Por qué Yoongi actuaba tan apegado a el?.

Era como si se conocieran de años. Y no iba a desperdiciar esa oportunidad.

Con un zoológico en el estómago, y dos tomates por mejillas, caminó a su lado, a una distancia prudente, escuchando solamente sus pisadas, durante unos minutos, minutos en los que se debatía en si hablar, o quedarse callado esperando que el mayor iniciará la conversación.

-¿Cómo sabes cuáles son mis donas favoritas?.

-Un verdadero mago, nunca revela sus secretos.

-Un verdadero mago tiene capa y una varita - comentó el pelirosado mientras soltaba una risita.

-Muy gracioso, pero las capas son para niños y la varita siempre la llevo conmigo, una cosa es que no puedas verla, espero que me agradezcas correctamente por la dona - Yoongi sabía el doble sentido que podían tener sus palabras, y no le importó en lo absoluto, pero la inocente mente de Jimin no logro captar el mensaje pervertido.

-Te la pagaré, no tienes que decirlo, hyung tacaño. ¿Cuánto te costó?.

-Yo no quiero dinero, ya más adelante te diré mi precio.

-Por favor que no sea hacer algo ridículo frente a todos, aún estoy asimilando la vergüenza que pase en el centro de skate.

-Oh, vamos, no lo hiciste tan mal. Hay personas que ni siquiera logran pasar la rampa más pequeña.

-¿Debo sentirme halagado de que me digas que lo hice bien, hyung? - intuyó Jimin, poniendo sus manos en las tiras de su mochila, sonriendo como niño pequeño.

-No, de hecho no. Pienso que podrías hacer todo bien...

-Eso no es cierto. Soy malo en los deportes.

-Pero sabes bailar muy bien. Te he visto cuando TaeHyung estaba aquí. O bueno, él me enseñó unos vídeos. Y cantas excepcionalmente. ¿Qué tengo que hacer para conseguir su autógrafo, señor Park? - bromeó.

-No doy autógrafos, señor Min, pero doy saludos en KakaoTalk o Instagram, por sí está interesado.

Al culminar esa frase, Jimin se dio cuenta de lo que se podía interpretar. Prácticamente le estaba ofreciendo su número telefónico a su Crush, y este parecía tomárselo de la mejor forma.

O eso parecía cuando Yoongi se detuvo para pararse detrás de Jimin, abriendo la mochila del pequeño antes de sacar un cuaderno de color celeste y un bolígrafo, anotando su número en la parte inferior de la ultima hoja del cuaderno de notas.

-Perfecto. Cuando llegues a casa, revisa bien tu cuaderno celeste. Espero con muchas ansias mi vídeo de saludos.

Luego de un pequeño rato, quince minutos quizás, llegaron a la panadería de la zona, en donde por cierto, vendían unas asombrosas donas, las favoritas de Jimin.

Dos grandes donas con relleno de chocolate y cubiertas con una nieve de fresa eran las elegidas.

El mayor de los dos chicos recibió la caja en donde venían las dos donas y una taza desechable de café, pasándole las donas al pequeño, antes de pagarle a la simpática ancianita que los atendió muy amablemente.

-¿También te gustan las donas de chocolate cubiertas con el glaseado de fresa? - preguntó Jimin con una gran sonrisa emocionada.

-En realidad yo solo tomaré el café. Pero si son demasiado, puedes llevarle una a tus padres.

-Me gustan mucho... Bastante en realidad - confesó Jimin con un nerviosismo repentino.

-Entonces puedes comerte las dos, pastelito - dijo Yoongi mientras sonreía, acariciando los cabellos del pequeño y bajando hasta su rechoncha mejilla, notando como Jimin cerraba sus ojitos e inclinaba su cabeza hacia su mano en busca de más contacto, sonrojandose.

La cabeza del pelirosado hubiera empezado a llenarse de ideas como:

"Me pondré mucho más gordo...".

Pero el tierno momento y el suave tacto de su hyung lo relajaron bastante.

Al abrir sus ojos, topándose de nuevo con los de Yoongi, decidió desviar la mirada, sabiendo que se podría aún más rojito si se miraban de esa forma.

Justo como se miraron hace unas horas.

Para disimular un poco, abrió la caja y le dio un gran mordisco a la linda dona, llenando sus mofletes del dulce alimento.

Sus ojitos brillaron al sentir el sabor del chocolate, comiendo con un ánimo excepcional, sin notar la intensa mirada de Yoongi sobre él. Analizando cada uno de sus movimientos mientras admiraba como las pequeñas chispas de colores se quedaban en los apetecibles labios del menor.

Era imposible no mirar de una forma diferente al pequeño Jimin.

Y es que sí, para que negarlo, Yoongi sentía algo por el lindo chico de mejillas regordetas, pero seguía siendo un adolescente con las hormonas alborotadas.

Había que ser un ciego para no notar el tremendo cuerpo que tenía el pequeño. Una cintura bastante delgada, unas caderas bastante prominentes y un trasero que atraía a cualquiera, rozando lo femenino pero sin perder ese toque masculino, porque al fin y al cabo, el chico sí tenía un pene ahí debajo.

A pesar de su gran inocencia, Jimin le provocaba deseo hasta el mas heterosexual.

Y después de todo Yoongi solo era un chico común y corriente que había caído ante los encantos naturales del lindo pelirosado, solamente con la leve sospecha de que Jimin sintiera lo mismo.

-Hyung, ¿Cómo quería que le pagara las donas? - recordó de pronto Jimin.

Claro, el poco uso que Yoongi le estaba dando a su cerebro al no estar haciendo nada más que observar al chico, no le permitió ser más sutil al decir lo siguiente:

-Quiero un beso, Jimin.

Ambos se sorprendieron. Jimin más que Yoongi, claro está.

-¡H-hyung! ¡No bromee así! - exclamó Jimin con los ojos abiertos y las mejillas sonrojadas

Ya no había marcha atrás, así que Yoongi decidió pisar el acelerador, si es que eso es entendible.

-No bromeó, mi lindo pastelito. Quiero un beso aquí - continuó el mayor mientras señalaba su mejilla y acercaba esta al pequeño de cabellos rosados -¿Acaso lo malpensaste, Jiminnie?.

El menor de ambos empezó a negar, dejando la caja de donas en sus piernas mientras que por mero impulso abrazaba el cuello del mayor y estrellaba sus dulces labios contra la pálida mejilla señalada por el mayor, una y otra vez, debido a su nerviosismo.

Pero la darse cuenta, se escondió en el cuello del mayor como mecanismo para ocultar su vergüenza, soltando un quejido, realmente apenado.

-Y-yo... Lo sient... - pero antes de que el pelirosado pudiera terminar, sintió la gran mano, pálida y venosa de Yoongi, tomando su regordeta piernita para subirla por sobre las de él sin ningún tipo de doble intensión.

A muchas chicas e incluso chicos, las manos de Yoongi le provocarían miles de pensamientos obsenos que no hacen falta nombrar, pero a Jimin solo se le venía a la mente aquella tarde cuando había caminado con Yoongi tomados de la mano.

Al punto.

Los delgados labios de Yoongi se presionaron suavemente contra la regordeta mejilla del pequeño, mientras su otra mano se deslizaba por la cintura de Jimin, solo abrazándolo.

Ese día, Jimin terminó con un veinte en álgebra y el corazón alborotado.

Ese día, Yoongi terminó dándole su número de KakaoTalk a Jimin y con el estómago lleno de mariposas.

Ese día ambos pudieron estar juntos sin interrupciones.

.
.
.

Ahora sí me pasé.
4500 palabras jsjsjs
Espero que les haya gustado UwU

Pensé en publicarselos mañana, pero recordé que aquí en mi país eran más de las 12 así que alv.

Tadan!.

Buenas noches, caramelitos.

Ahora sí iremos con lo serio.

El motivo de esta nota es para informarles que el fanfic podría estar llegando a su fin poco a poco, pero como está historia es como mi bebé, quería dejarles decidir si extenderla un poco más.

La idea original era que el fanfic tuviera 13 partes, incluyendo en ellas el prólogo, el BookTrailer, la introducción y 10 capítulos, solamente con la consideración de un extra, peeero, como yo tampoco quiero que termine, había pensado en la opción de alargarlo solo con uno o dos capítulos más.

Ustedes toman esa decisión uwu

¿Quieres que el fic se extienda o continúe con su curso original?.

¡Comenta aquí! --->

Pasando a otros temas... Antes de que me tiren hate, quiero aclarar que no tengo nada en contra de Kai uwu solo que quise darle un poco más de sazón a la obra y el fue el primer Idol que se me vino a la mente cuando estaba escribiendo esa parte.

No recuerdo si tenía otra cosa que decirles, así que si es así, se los haré saber en el próximo capítulo jsjsjs no les quiero joder la noche.

Estoy intentando actualizar lo más seguido posible.

Gracias por leer 🌺

-DiMo/Godi.

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