Capítulo 38
MELANKA.
Fue toda una odisea dejar de llorar, antes, no solía ser tan demostrativa, tenía una coraza puesta alrededor de mi corazón, no me permitía sentir por temor a ser lastimada... o más lastimada de lo que ya era, siempre a la defensiva, siempre mintiendo, colocando una sonrisa altanera en mis labios para ocultar mis verdaderos sentimientos, siempre... siempre fue así, no me sentía cómoda en ningún lugar y ya estaba acostumbrada a que me echaran, no era fácil de tolerar ni de entender, mi comportamiento incorregible era un problema para todos, pensé que nunca iba a encajar en ningún lugar, yo creí que mi destino era vagar por todo el mundo sin destino, esperando a morir nada más, eso pensaba, que la muerte sería mi única salvadora, pero me equivoqué.
Fue inevitable no sonreír entre bocado y bocado, mirando la mesa llena de vida que tenía en frente, los Andreeva están en su propia guerra privada para ver quién se traga más alitas de pollo, Liam no se queda atrás y entra a la pelea, robándole besos a Nero cada tanto, aprovechándose de la situación, Oliver terminó rodeando la mesa y tomó el gran plato de alitas, corriendo con Noah pisándole los talones, escapando de el otro grupo de tontos que ahora los persiguen, mamá se ríe a carcajadas y mis suegros disfrutan de la buena vibra en esta casa, papá parece comenzar a acostumbrarse a la vida caótica en este lugar, ya no mira con desaprobación ni rechazo, sólo... mira con una sonrisa tranquila, cómo si supiera que sus hijos encajaron también aquí, sabe que estarán bien.
Pero Nilak... él me sorprendió más que el resto, tomó asiento junto a mi hermano y apoyó el móvil entre ambos, está usando un traductor de voz para poder comunicarse con Henry, de modo que, tampoco está incomunicado y solitario, encaja, Nilak lo hace encajar, es su sombra últimamente y mi mellizo sonríe cada vez que está cerca de él, se siente cómodo.
Desvié la vista de la escena que tenía frente a los ojos, besando sobre los rizos de mi bebé que aún tengo sobre las piernas, viendo que Enok me está llamando, se marchó hace unos treinta minutos aproximadamente, debe tener algo interesante que comunicar.
Sin tardar, contesté la llamada y apoyé el móvil en mi oreja, dándole la ultima cucharada de comida a Charlie, enseñándole los pulgares en alto, felicitándolo silenciosamente, viéndolo bajarse y correr hacia sus mascotas que lo esperaban luego de ellos también haber comido, las sirvientas tras él, siempre cuidado y protegido.
— Hola guapo ¿Qué sucede?
Pregunté, pinchando de mi comida, por estar dándole a Charlie, me entretuve y aún queda mucho en mi plato.
— Ya es hora. Dijiste que querías ser lo último que él viera antes de morir, y no le queda mucho, te sugiero que bajes aquí a despedirte o lo que sea — suspiró— Si aún no terminas de comer, te prometo que te compraré algo en nuestra cita, pero creo que querrás ser testigo del ultimo aliento de este bastardo.
— Sí, de hecho, si quiero verlo — poniéndome de pie de forma abrupta, llamando la atención de mis familiares— Estaré ahí ahora.
— Te esperamos entonces, muñeca.
Corté la llamada y me guardé el móvil, mirando a mis familiares, expectantes de detalles.
— Está por morir y yo tengo que ver eso para vivir en paz, saber que realmente está muerto.
Papá asintió, comprendiendo mis motivos, sólo eso bastó para que yo saliera corriendo, disparada por el pasillo, buscando las escaleras y la puerta que me lleva hasta el enorme sótano que parece haber sido diseñado por una secta satánica con sus altos pilares de piedra y figuras talladas tanto extrañas cómo terroríficas, y en el centro del espacio estaba Lucas, colgado de cabeza, el cuerpo con múltiples cortes y uno un poco más profundo en el cuello, la sangre se aposa a sus pies, y Enok de pie junto a él, la camisa empapada de sangre, las mangas enrolladas hasta los codos, tiene un cuchillo entre las manos, y con el dorso de la diestra, se quita una salpicadura de la mejilla, se ve... violento, pero también me alegra ver cómo se ensucia las manos por mí.
— Ven aquí, muñeca, ve cómo se muere y continuemos nuestro camino, ignorando el hecho de habernos topado con él alguna vez.
Asentí, abrazando a Enok por la cintura, sin importarme que esté ensuciándome ahora, su brazo se apoyó en mis hombros, atrayéndome a él, besando mi coronilla sin perder de vista al hombre jadeante frente a nosotros, luchando por cada bocanada de aire, la vista casi perdida, pero fija en mi rostro, en mis ojos, y yo le sostuve la mirada, por más que quisiera dejar de mirarlo, me esforcé por sostenérsela, porque quiero ser lo ultimo que vea, se lo prometí.
— Podríamos haber funcionado, Lucas — me sinceré, son sus últimos momentos— Yo te... necesitaba en ese entonces, necesitaba un amigo, necesitaba a alguien que me quisiera lo suficiente para ayudarme a fingir y mantener vivos a quienes quería, tú eras todo lo que tenía y me aferré a eso. Nuestros primeros meses fueron relativamente buenos, salíamos a beber y nos divertíamos, teníamos amigos en común, amigos que tú me presentaste, me ayudaste a adaptarme, estudiaste conmigo cada vez que quería aprender algo, y me defendiste de todo aquel que quería pasarse de listo conmigo sólo por ser hija de un Coronel.
Enok estaba tenso a mi lado, no debe ser nada cómodo para él escuchar la vida que tuve con otro hombre.
>> Te quedaste conmigo hasta altas horas de la noche para ayudarme a entrenar, sabías que quería ser alguien importante y me hiciste creer en mí, me animaste, y yo te... te quise un poquito en ese entonces, luego comenzaste a confundir las cosas, me exigías cosas que yo no estaba dispuesta a darte, no éramos una pareja real y lo sabías, pero no estabas dispuesto a aceptar negativas, perdiste la cabeza y me chantajeabas para obtener lo que querías, me obligabas a tener sexo contigo para que mantuvieras la boca cerrada, siempre metiéndome cosas en la cabeza, tantas cosas, tantas amenazas que me quedé sola, dejé de salir, dejé de tener amigos, dejé de... de salir si no era acompañada de ti, siempre metiéndote en mi mente.
Apreté los ojos y negué, apartando los malos pensamientos, quería terminar esto que he pensado por días antes de que él dé su último aliento.
>> Me volviste temerosa, una mujer sumisa que esperaba los golpes, siempre ponía la otra mejilla para que continuaras con tus maltratos, siempre pisoteándome... no fue hasta que Charlie y yo... conectamos, que logré sacar fuerzas y comenzar a negarme a esos ataques de violencia tuya, Charlie se preocuparía si veía a su mamá golpeada, él era todo lo que yo tenía, y debía ser fuerte por él, sólo me arrepiento de no haberlo salvado antes de ti, de haber... sabido lo que le hacías, lo enfermo que estabas.
Secándome una lágrima con rabia.
>> Yo... odio haberte hecho esto, no es lo que quería, no es lo que... pensé que sucedería cuando te conocí, yo te quería, sí, pero no de forma romántica, quería al amigo incondicional que tenía, al de las noches de pizza y cerveza, el que me enseñó lo que eran los partidos de futbol americano y que siempre estaba dispuesto a sacarme una sonrisa con sus estupideces, a ese hombre lamento haber lastimado, lamento haberlo perdido.
>> Si Enok no se hubiese armado de valor y me hubiese rescatado de tus garras, yo me hubiese quedado contigo, y en ocasiones pienso que, si hubieses seguido siendo mi amigo, podríamos haber funcionado, una vida regular y normal, follando porque me sentía sola, riéndome contigo de día... quizá hubiese funcionado, pero tenías que arruinarlo todo con el carácter de mierda que tienes.
>> Espero que hayas sufrido lo suficiente por todo lo que le hiciste a Charlie y a mí, no me arrepiento de torturar a esta versión de ti, pero... no, nunca va a ser suficiente, mi hijo tiene una horrible marca bajo el cabello que le cubre la frente, y cada vez que la vea, me acordaré de ti y te maldeciré por eso, nunca te lo voy a perdonar, nunca te perdonaré que te hayas atrevido a lastimar a mi hijo, así que, si crees que soy un monstruo por haber hecho lo que te hice, no tienes idea de lo que soy capaz, no fue suficiente, tú no sufriste lo suficiente, pero ya nos tienes a todos aburridos y es hora de que dejes este maldito mundo y dejes ser feliz a mi pequeña familia, Charlie merece un papá bueno que lo quiera, lo cuide y le tenga la paciencia que tú no le tuviste, y yo merezco a alguien que me ame con locura y no me levante la mano cada vez que mis respuestas o mis gestos no le gusten, eso es lo que merecemos, y tú definitivamente no nos mereces, bastardo hijo de puta.
— Yo... yo lo... lo...
Se está esforzando en hablar, llora, y la sangre le llena la boca, se está muriendo, lentamente, aún así, se esfuerza por insultarme por última vez, probablemente.
— Nunca te voy a perdonar todo lo que nos hiciste.
Le respondí, pegándome más a Enok.
— Y-yo... l-lo... lo siento... — se las arregló para decir, sorprendiendo— Te... te a-amo... p-perdón... per...dón... t-te... a-am...o.
Abrí los ojos de la sorpresa, apretando la camisa del hombre a mi lado, viendo a Lucas repetir esas ultimas dos palabras, hasta dar su último aliento, su mirada perdió brillo y el tintineo de las cadenas cesó, Lucas estaba muerto, su versión de mierda, y la versión de él que tanto me apoyó y me ayudó a superar la mala racha, ambas... muertas.
Y lloré por mi amigo caído, porque ese hombre sí merecía que me sintiera triste, pero no derramé ni una sola lágrima por mi esposo y el padre de mi hijo.
— Saquen ambos cuerpos de aquí, y quémenlos, háganlos desaparecer, no quiero volver a verlos en mi vida.
Pedí a la gente que nos rodeaba, y así, tan rápido cómo lo ordené, los cuerpos comenzaron a ser bajados para hacerlos desaparecer.
— Vamos, tomemos una ducha y salgamos de esta casa mientras sucede.
Dijo Enok, besándome la coronilla antes de guiarme hacia las escaleras, y yo sin dudar lo seguí.
Ya en la habitación, dentro del cuarto de baño, desnudándonos para quitarnos la sangre de encima, noté que Enok me miraba cada tanto de forma cautelosa, cómo si quisiera preguntarme algo sin tener el valor de poner esos pensamientos en palabras, está tan silencioso que me pone los pelos de punta, normalmente estaría insultándome de forma cariñosa, cómo él suele hacer, no este... silencio que nunca está entre nosotros.
— ¿Te enojaste porque dije que quizá lo quise?
Pregunté directamente a él, necesito saber, él dijo que la comunicación es importante y yo no quiero mal entendidos entre nosotros.
— No. Dejaste muy en claro que no fue de forma romántica, te aferraste a lo único bueno que tenías en ese momento, y lo entiendo.
— Entonces ¿Por qué estás así? ¿Qué hice mal?
Consulté temblorosa, viéndolo estirar su mano para dar el agua de la ducha.
— Porque no quiero interrumpir el hilo de tus pensamientos, tu cabeza debe ser un caos ahora, yo sólo intento descifrar si estás bien, podemos salir otro día si quieres ir a la cama a descansar.
Sonreí y negué, tomando su mano, metiéndonos ambos en la ducha que empaña rápidamente las paredes de vidrio transparentes con el vapor.
— Estoy perfectamente bien para salir — estirando mis manos para tomar el elástico que le sujeta la apretada trenza que lleva— Ya lloré a mi amigo, pero no siento absolutamente nada por mi esposo, es más, estoy feliz de que se muriera el cabrón ¿Sabes lo que significa eso? —Deshaciendo la trenza con dedos hábiles— Estoy viuda, por cuarta vez, y quiero que tú seas mi quinto esposo, esta vez para siempre.
Viendo lo sexy que se ve con el cabello suelto, la amplitud de su pecho, sus marcados abdominales, sus brazos fuertes, todo él... todo me llama, todo me dice que no lo deje ir nunca.
— No hay nada que desee más que hacerte mi esposa — dijo quieto, viéndome tomar la esponja para limpiarle la sangre del cuerpo— Pero... hay algo que me está molestando, algo que no deja de darme vueltas en la cabeza.
— ¿Qué es?
Pregunté sin detener el movimiento de mi mano, limpiando la sangre, viendo el líquido rojo aposarse a nuestros pies.
— Dijo que te amaba, te pidió perdón.
Chasquee la lengua.
— El amor no lastima de forma física, Enok, de haberme amado, jamás me hubiese levantado la mano, de amar a nuestro hijo, jamás lo hubiese golpeado, eso no es amor, y jamás voy a perdonarlo.
— Pero... si lo dijo es por algo, quizá te amaba a su manera.
Carcajee sin gracia, negando.
— ¿Tú me pegarías si me estás hablando y de repente me distraigo? ¿Le pegarías a Charlie si derrama el contenido de tu cerveza sin querer?
Frunció el ceño, horrorizado, negando con rapidez.
— Claro que no, mujer ¿Cómo crees que podría pegarles alguna vez? Nunca les levantaría la mano a ustedes, nunca.
Confirmó con veracidad, y yo le creo.
— ¿Vez? Ese es mi punto, tú me amas, y estás aprendiendo a amar a Charlie, pero jamás nos lastimarías de esa manera. Lucas me insultó cada vez que bajé al sótano, sólo se arrepintió cuando ya no tenía esperanza — sonriendo triste— Él nunca me amó, sólo estaba obsesionado conmigo, siempre supo que yo amaba a otro hombre y no podía vivir con eso.
Dejando de limpiar, sintiendo su mano sobre la mía, y la otra en mi cadera.
— Nunca seré cómo él.
Prometió con firmeza, la convicción brillándole en los ojos.
— Lo sé.
Llevando mi mano libre a su mejilla, acunándola.
— Nunca voy a lastimarlos.
— Sé que nunca lo harías.
— Siempre voy a amarlos, a ambos, protegerlos con todo lo que tengo, siempre mi prioridad.
Asentí, emocionada por sus palabras.
— Siempre vas a ser el único para mí.
Prometí.
Dos segundos bastaron para tener la espalda apoyada en los blancos azulejos, mis piernas rodeándole la cintura y su boca comiéndose la mía, la erección me roza el culo, cada movimiento de su cadera hace que el roce sea más sucio, más rudo, y apenas logro respirar entre jadeos por la necesidad de sus besos.
Una sola mirada bastó para entender lo que me preguntaba sin pronunciar las palabras en voz alta, y un breve asentimiento fue todo lo que necesitamos para sentir cómo su erección se abre paso entre mis pliegues y roza mi vagina, penetrándome lento, con dulzura, besándome de la misma manera, rozándome la espalda, acariciándome mientras sujeta mi culo con la otra mano, saboreando cada pequeño roce entre nosotros, cada lugar en el que nuestros cuerpos se tocan, haciendo el amor conscientemente por primera vez, y esta vez, por fin, cómo únicamente Melanka, ni esclava, ni esposa de alguien más, sólo Melanka y eso lo hizo todo mucho más especial, su esencia derramándose en lo más profundo de mi interior, su pecho rozando con el mío, manos buscando calor, nuestras bocas incapaces de mantenerse alejadas por mucho tiempo, mi sexo estrujando hasta la última gota que me entregó.
Por fin sólo nosotros, por fin juntos sin ninguna maldita barrera.
***
Ya vestidos y arreglados para salir, incluido Charlie, a quién Nero preparó mientras nosotros nos mantuvimos ocupados, viendo con sorpresa el auto en el que viajaríamos, una camioneta familiar que no teníamos, con una sillita de bebé bien acomodada atrás, y para mayor sorpresa mía, la silla era correcta para la edad de mi bebé, Enok sonríe amplio, señalando su regalo, porque el bonito auto tiene un gran moño sobre el capot.
— Estuve investigando — dijo— Y al parecer, no se le puede poner una silla a cualquier auto, así que busqué y este es el modelo más seguro, así que... garrapata, crece pronto para poder viajar en convertible ¿De acuerdo?
— ¡Sí papi!
Corriendo hacia Enok, dando un salto para ser cargado, cosa que mi hombre no le negó y lo cagó, llevándolo hacia la silla, ajustando las correas y abrochándolo cómo la gente, estirando su mano hacia mí al ver que no me movía, señalando la puerta del copiloto con la cabeza.
— Vamos, sorda ¿O piensas quedarte aquí? Este es un paseo familiar.
— S-sí, tienes razón — tomando su mano— Lo siento, es que estaba... pensando.
— Lo sé, soy genial, increíble, no puedes creer cómo atrapaste a un hombre cómo yo — Besando el dorso de mi mano— Yo tampoco puedo creer cómo tú me toleras, así que estamos a mano.
Sonriéndome coqueto antes de abrir la puerta para mí, ayudándome a subir antes de voltear y subir tras el volante, esperando a que su gente sacara el moño del auto para arrancar, seis autos siguiéndonos de cerca, olvidaba cómo era salir con él, siempre custodiados, seguros.
— ¿Dónde vas a llevarnos?
Pregunté curiosa.
— Sorpresa.
— No me gustan esas sorpresas, la emoción me distrae y te vas a quejar.
— Te aseguro que esta va a gustarte, dos días lejos del ruido de la casa, en un lugar que de seguro va a gustarles. Ordené que guardaran todo lo que podrían necesitar, las maletas están en la parte de atrás.
Esto se vuelve emocionante, no pude evitar girar el rostro y mirar a mi bebé.
— ¡Tiempo de Charlie, mamá y Enok! — celebré— ¡Ya no estamos solos, mi amor!
— ¡Tanción de mamá, Charlie y papi!
Pidió, haciendo alusión a la canción que siempre le ponía en tiempo de mamá y Charlie.
— ¡Claro que sí, bebé! — señalándolo— ¡Tenemos que enseñarle la canción a papá!
Conectando el móvil a la pantalla del auto, subiendo volumen a todo dar, viendo a Enok sonreír a mi lado, bajando las ventanas para que el viento nos diera en la cara.
— ¡No quiero vivir esta historia no contada! ¡Prefiero salir en un resplandor de gloria! ¡No te oigo! ¡No te temo! —mirando a mi niño hacia atrás, viéndolo cantar con tanta pasión cómo yo, moviendo sus brazos cómo loco, feliz— ¡Vivo ahora porque los malos mueren al final! ¡Esquivando balas con tu pasado roto! ¡No te oigo! ¡No te temo ahora!
Canté con mi bebé Could have been Me, la versión de Halsey, con toda la inspiración que el momento nos permite, viendo a Enok tamborilear el manubrio siguiendo el ritmo de la música, moviendo ligeramente la sonrisa, sin borrar esa sonrisa bonita, no pude evitar estirar mi mano y tocar su hoyuelo con el índice, haciéndolo sonreír más.
Este va a ser un viaje increíble.
***
ENOK.
Ahora soy un poco más consciente de por qué me tiran los músculos de la cara, estoy sonriendo carajo, estoy... estoy feliz escuchando a este par romperme los tímpanos con su canción feliz, pero me pone más feliz cada vez que Melanka le dice cosas a Charlie cómo: "Cántale a papá para que se la aprenda" o "Apuesto a que, si la ponemos por quinta vez, papá se nos une" o también "Es tiempo de Mamá, Charlie y papá" me gusta que me incluya así, me gusta que comience a incluirme en su rutina y me considere parte de su pequeña familia.
Siempre odié las palabras porque nunca supe expresarme, nunca nadie se dio el tiempo de entenderme además de los Andreeva, y luego llegaron estos dos parlanchines de mierda que no se callan nunca y son demasiado expresivos, además, sorpresivamente me quieren, eso es algo que jamás esperé en mi vida.
y descubrí que mi palabra favorita es papá, mi corazón se vuelve cómo loco cuando ese mocoso me llama así, o cuando Melanka le dice a la garrapata que soy su padre.
Es mi maldita palabra favorita en el mundo ahora, y no entiendo cómo viví tanto tiempo creyendo que no necesitaba escucharla.
***
Fue un largo viaje de cuatro horas en auto, quería conducir, disfrutar de las paradas con ellos, comer comida chatarra de gasolinerías cómo la gente normal y escucharlos preguntar ¿Dónde vamos? O ¿Cuánto falta? Cada cinco minutos, para responderles que se fueran a la mierda, subir el volumen de la radio y escucharlos cantar otra vez, resulta que el tiempo de Charlie y mamá... y ahora papá, son unos insufribles minutos de canciones y cosas locas que todavía no entiendo, pero afortunadamente, los cansó tanto que se quedaron dormidos la ultima hora, dándome algo de paz y silencio, pero... ya fue suficiente tranquilidad, me perturba el maldito silencio, ya es hora de despertar.
Estacioné la camioneta frente a la cabaña dónde nos quedaríamos, y abrí la maleta para que mi gente subiera las cosas, mientras yo, desabrocho a la rubia a mi lado, acariciándole la mejilla para despertarla.
— Vamos, muñeca, es hora de despertar, decidí que nos quedaremos un día más ¿Qué me dices?
Lentamente se estiró, desperezándose, sonriéndome mientras abre los ojos.
— ¿Dónde estamos?
Preguntó, mirando a su alrededor.
— Bueno, a ambos les gusta el agua, así que los traje a un lugar que queda entre las montañas, no tengo idea si es un río o un lago, pero es enorme, y hay senderismo, pruebas de obstáculos, barranquismo, salas de escape familiares, investigué, aprenden natación, a manejar kayak, usar tablas más pequeñas y pararse sobre ellas, en realidad no tengo idea de cómo se llaman, pero todo está enfocado a los litros y litros de agua, nos quedaremos en una bonita cabaña, así que... sorpresa, mujer, mini vacaciones.
— Ay maldita sea, te amo.
Moviéndose tan rápido que no la vi venir, rodeándome el cuello con sus brazos, besándome en la boca, apenas un besito, pero fue suficiente para mí, ella está contenta, yo emocionado, y no puedo esperar a que la garrapata despierte.
— Yo también te amo, muñeca.
— ¡Mierda, Charlie va a amar aquí! ¡Gracias!
Saliendo disparada fuera del auto, estirándose y respirando profundo, dispuesta a ir por el niño, pero yo me adelanté, abriendo la puerta y desabrochando al mocoso, tomándolo en brazos con cuidado, apoyándolo en mi pecho, sonriendo sin darme cuenta cuando lo vi relajado, aún dormido, afirmarse a mí.
Sí mocoso, yo soy tu papá ahora y nunca nadie volverá a pegarte.
— Vamos adentro — estirando mi brazo, llamando a la rubia— Veamos que hay y luego, cuando nuestra garrapata despierte, vamos a conocer.
— Me encanta ese plan.
Acercándose, abrazándome por la cintura mientras yo la tomo por los hombros, caminando hacia el interior, dónde mis hombres ya revisan que todo sea seguro.
Me daré unos días para relajarme, ya llamaré a Nilak para que mantenga en orden las cosas por casa en lo que volvemos, Melanka merece días de paz, y yo merezco meterme en esto de tener una familia, y bueno, Charlie merece tener un papá que merezca a un niño maravilloso cómo él, y espero llegar a ser ese.
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BUENAS BUENAS BBCITAS!
TRAJE CAPÍTULO NUEVO!
ESTA VEZ, POR FIN LUCAS DEJÓ DE RESPIRAR!
ENOK SE ENCARGÓ DE ÉL RÁPIDAMENTE Y LE DIO SU MOMENTO A MELANKA
LA DEJÓ DESPEDIRSE Y CUMPLIR SU PROMESA DE QUE ELLA FUERA LO ULTIMO QUE LUCAS VIERA
Y BUENO, MI CORAZONCITO SE ME ESTRUJÓ CUANDO ELLA LE DEDICÓ ESAS ULTIMAS PALABRAS, EXTRAÑA AL AMIGO, NO AL ESPOSO
Y ENOK LO ENTENDIÓ TODO BIEN
Y TUVIERON SU MOMENTO EN LA DUCHAAAA, SINCERIDAD ANTE TODO GENTEEE
POR FIN VIMOS QUÉ ES EL MOMENTO DE CHARLIE Y MAMÁ, ENOK AHORA TAMBIÉN ESTABA INCLUIDO
LE ENCANTA QUE LE DIGAN PAPÁ, ES SU PALABRA FAVORITA AHORA
Y POR ELLOS, PENSÓ RAPIDAMENTE EN UN PANORAMA SÓLO PARA LOS TRES
MINI VACACIONES PARA CELEBRAR QUE NUESTRA NIÑA ES VIUDA OTRA VEZ!
NOS LEEMOS EL SIGUIENTE CAPÍTULO
200 COMENTARIOS Y VOLVEMOS
BESITOS EN LA COLA
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