Capítulo 30

MELANKA.

Relajé los brazos de la sorpresa, Nilak ni siquiera tuvo que contenerme por más tiempo para que no golpeara a su invitada, es más, la boca podría llegarle al suelo de lo abierta que la tenía por la sorpresa, Enok en cambio tenía unos ojos gigantes y las cejas muy levantadas, único indicio de sorpresa en ese rostro exquisito suyo.

— Eh... yo... de todas maneras estoy casada — balbucee. Normalmente se le lanzan cómo hienas hambrientas a él, no sé cómo actuar cuando se me lanzan a mí— Y no nos gusta meter a otras personas en nuestra relación.

— Una lástima —dijo ella, muy cómoda bajo mi peso, apoyando sus manos en mis muslos— Pero mi ofrecimiento sigue abierto para cuando quieras experimentar, te daré unos buenos orgasmos, no vas a arrepentirte.

— Soy bisexual, he tenido sexo con chicas —le aclaré por si cree que me estoy perdiendo la experiencia de mi vida— Y suelo ser la de arriba, así que tú y yo no congeniaríamos.

— Bueno, nunca está de más aprender nuevas experiencias, de seguro te haría disfrutar bastante...

Me sobresalté al sentir sus manos deslizarse sobre mis muslos, más arriba, en dirección a mi culo, hice el ademán de acercar mis propias manos para apartarla cuando fui levantada por debajo de mis brazos, parándome sobre mis pies otra vez, Enok frunce el ceño en profundidad, dando un paso más cerca de esa rusa de las propuestas indecentes.

Buena compañera de cama se buscó Nilak, de seguro no se aburre con ella, se ve creativa.

— Vuelve a invitar a mi esposa a tu cama, o a tocarla con dobles intenciones, y Nilak se quedará sin su polvo ruso ¿Entendido?

No le dio tiempo de responder cuando mi no esposo me tomó de la mano, prácticamente arrastrándome fuera del pasillo en dirección a las escaleras, echo una furia.

— Enok, no todos tenemos las piernas tan largas cómo tú.

Protesté intentando seguirle el paso, corriendo tras él.

— Mierda — deteniéndose de forma abrupta, gracias a eso, choqué con su espalda, dañándome la nariz en el proceso— Lo lamento por eso — girándose para mirarme mientras me sobo la nariz— Olvido tus piernas cortas y... todo tu tamaño — señalándome— En formato miniatura.

— No iba a acostarme con ella, no era necesaria esa amenaza.

Se encogió de hombros.

— Me importa una mierda, de todas maneras, debo marcar territorio.

Tomando mi mano con seguridad otra vez, comenzando a caminar, pero esta vez a una velocidad que yo puedo manejar.

— Me duele la nariz... ¿No me esta sangrando? Tienes la espalda muy dura.

— He hecho boxeo estos años — explicó— Y no, no estás sangrando.

Al menos mi nariz sigue entera.

— ¿Cómo que has hecho boxeo? ¿Profesional? ¿En la arena esa dónde entrenas chicos?

— Sí, pelear es mi forma de desestresarme, pero no, profesional no, hay muchos países en los que no tengo permitido el ingreso, o países en los que me apresarían en cuanto pusiera un pie dentro, así que... no, no puedo darme ese lujo. Pero si lo he hecho bastante en lugares ilegales, buenos peleadores, sin reglas, sin jueces, sólo pelear hasta que uno de los dos cayera, era estimulante, necesitaba algo que me distrajera — guiándome por pasillos y escaleras, sabe bien dónde está, conoce el lugar— Algo que me hiciera sentir vivo ya que tú no estabas.

— Si lo dices de esa manera tan melancólica, me haces sentir culpable, yo creí que hacía bien marchándome, quería cuidar de ti, de todos.

— Lo sé, no te lo estoy reprochando, entiendo tus razones, sólo que yo me siento miserable cuando no estás cerca, incompleto, y no me gusta, no me gusta cómo se desordena mi cabeza cuando no te tengo.

Y eso es una declaración preciosa de alguien que cree que no sabe de emociones.

Es tan tonto, pero un tonto lindo, romántico a su manera.

— No pienso irme otra vez, dije que me quedaría, sacaremos la basura estadounidense que está en mi camino y entonces podremos vivir una vida relativamente tranquila.

Acariciando el dorso de su mano con mi pulgar, viéndolo mirarme de reojo, dedicándome una media sonrisa, sacando a relucir ese bonito hoyuelo con el que comienzo a familiarizarme.

— Vaya, hasta que la soltaste, mi gente dice que son muy... ruidosos, y diste todo un espectáculo también antes de llevártela a la habitación.

Rodé los ojos muy consciente de que me está mirando, habla cómo si yo no estuviera aquí, eso me molesta.

Rusos tontos y sus tontas reglas.

— Sólo marqué territorio, se la comen con la mirada — soltándome la mano, deslizando ya suya por mi cintura, pegándome a su cuerpo— Soy consciente de lo hermosa que es, pero yo no comparto y odio que le hablen, que la miren, que toquen, voy a matar a todo quien me fastidie la visita Andrei.

Advirtió el muy posesivo, y a mí se me retorcieron las tripas del gusto al escucharlo hablar con tanta convicción de lo que tenemos.

— Muñeca... — ronroneó el ruso, deslizando su índice por mi mentón— Tienes cara de querer saltarme al cuello en cualquier momento ¿Muerde esta gatita salvaje?

Antes de que Enok pudiera ponerlo en palabras, abrí la boca con toda intención de arrancarle ese maldito dedo de un mordisco, pero mi no esposo apoyó su mano encima y me impidió lograr mi cometido, mirando al ruso con suficiencia.

— No se toca lo que no es tuyo — amenazó— Respondo tu duda, sí, sí muerde, y lo digo en el sentido literal de la palabra, la he visto arrancar tráqueas con los dientes, es una salvaje, no necesita armas para matar, ella es un arma, la entrenaron así, usa todo lo que tiene para lograr su cometido, es una asesina nata.

— Uy... — mencionó el ruso, moviendo su mano cómo si realmente le doliera, cómo si mis dientes lo hubieran alcanzado— Entonces no debería tocarla si quiero conservar todos mis miembros en su lugar.

La mirada lujuriosa que me dedicó no pasó inadvertida, claro que Enok no pareció comprenderla, se ve tranquilo cuando yo estoy muy, pero muy alerta, este sujeto no me agrada para nada, sus malas intenciones las tiene dibujadas por toda la cara.

Tengo dos opciones, no despegarme de Enok, o ponerme escoltas para no andar sola, este es capaz de venir acompañado para salirse con la suya y hacerme lo que tanto desea.

Quité la mano de mi no esposo de mi boca, mirándolo con todo el odio que pude proyectar, dando un paso hacia él, amenazante, o al menos eso intenté, la diferencia de tamaños entre él y yo es considerable.

— Acércate a mí de nuevo y me aseguraré de que tu miembro favorito abandone tu cuerpo — escupiendo al piso— Yo no tengo modales ni soy diplomática, me importa una mierda estar en tu territorio y en tu casa, tu presencia supone una amenaza para mí, y si compruebas mis sospechas, voy a hacer que te arrepientas.

Mostrándole los dientes antes de tomar la mano de mi hombre y continuar mi camino, hirviendo de la furia, ese hombre me da mala espina, se me erizan todos los vellos del cuerpo cuando lo tengo en frente.

— Oye ¿Qué pasó ahí atrás? No dejas de bufar, es molesto, pero no intentará nada estando yo presente.

Tirando de mi mano cuando estuvimos lo suficientemente lejos de él, ya fuera de su vista, para llamar mi atención.

— No lo entendiste, Enok, me mira con deseo, quiere tenerme, su rostro expresa malas intenciones, no me gusta ese sujeto, me da mala espina y yo no me equivoco con los hombres, viví tanta mierda gracias a tu género que sé lo que quieren de mí antes de que lo pongan en palabras.

Mirando de reojo al lugar dónde perdimos a ese sujeto.

— Tranquila, no nos quedaremos tanto tiempo, sólo necesito ese expediente — besando mi frente— No te pondrá las manos encima, no es tonto, y tú no estás sola.

— Eso — señalándolo— Quiero escoltas conmigo, todo el tiempo. Si tú no estás cerca, no quiero arriesgarme a que ese hombre y su gente me encuentre sola, no me siento nada tranquila en esta casa, me da mala espina.

— Considéralo hecho, si eso te tranquiliza, pondré hombres a tu disposición, pero no pienso alejarme de ti, así que despreocúpate, vamos a comer algo, tomemos esto cómo unas vacaciones.

Vacaciones mis bragas, joder, quiero irme de esta puta casa, no me siento segura aquí.

***

LUCAS.

Vi con vergüenza las imágenes proyectadas en la pantalla, mi padre actúa rápido, sobre todo si es para echar tierra encima a acciones inapropiadas que podrían ensuciar el nombre de la familia, no se demoró nada en conseguir evidencia falsa para hacer ver a Melanka como una maldita loca y ponerme en el estrado cómo una pobre víctima.

Los videos que recopiló su familia sobre mí abusando de su hija eran prueba suficiente para llevarme tras las rejas, pero papá fue más rápido, tienes contactos, redes que trabajan en las sombras, personas malas, que consiguieron videos y fotografías de Melanka follando con otras personas, grupos de hombres, orgías completas, videos de ella de pequeña siendo abusada que me mostró papá, provocando que vomitara todo el desayuno en el piso de mi sucia celda, él usó esos videos para adulterar los originales en los que yo me la follaba y le pegaba, imitó movimientos y acciones, probando ante la corte que todo fue un montaje que creó ella usando videos antiguos, colocando mi cara ahí para inculparme.

¿Quién iría en contra del gran general de la milicia? Un hombre honrado, portador del apellido Carter, quién se ve abatido, hasta luce la imagen de un padre preocupado que sólo quiere justicia para su pobre hijo, pero que hijo de puta, es un actor increíble, él tenía razón, debía dejar todo en sus manos, y cuando salga de aquí, Melanka me las va a pagar por esta humillación.

— Cinco minutos de receso, el jurado tomará la decisión.

Indicó el juez antes de reunirse con su jurado en una sala tras su estrado con la intención de decidir el veredicto luego de haber puesto todas las pruebas sobre la mesa, en ese tiempo, papá se acercó a mí, inclinándose sobre la mesa con una sonrisa tétrica que no presagia nada bueno, me va a caer una buena paliza encima por dejarme atrapar.

— Saldrás de aquí hoy mismo, ya verás, y luego volaremos hacia Rusia, tu esposa está ahí con el hijo de puta que te la robó, tengo negocios con el Boss y me llamó hace unas horas para avisarme de lo que está sucediendo.

No es secreto para mí que mi padre mantiene estrechas relaciones comerciales con ciertas mafias grandes para mantener el equilibrio y a la basura lejos de nosotros, lo que sí me sorprende es que el mismísimo Boss le esté notificando los pasos de mi esposa, Melanka no tiene idea de con quién se casó, con que familia se relacionó, si mi padre está en la cima no es por su carisma y su intachable currículum, no joder, mi padre es el diablo encarnado, es un lobo con piel de oveja.

— ¿Y qué piensas hacer cuando la tengas en frente? Mi intención es recuperar a mi esposa y mi hijo, hacerle la puta vida imposible por la encerrona que me hizo, pero llevármela, es mía, me casé con ella, la preñé, estoy en todo mi derecho de disciplinarla y hacer la mierda que me plazca con ella.

Hablando en volumen bajo cómo él para no ser escuchados por oídos curiosos.

— Mira, estoy a la espera de un expediente importante que me enviará por correo, al parecer, la perra de tu esposa tiene un hermano, un mellizo al que están buscando ¿Sabías que la parieron en una granja de cría? Es una maldita perra, una puta que fue vendida una y otra vez, se enteró de que tiene un hermano y fue allí en busca de ayuda del Boss para conseguir el nombre de su hermano, quiere buscarlo.

Sonreí con malicia, mi padre no será ningún santo, pero yo tampoco.

— Algo me dice que quieres adelantar esa búsqueda, presionar a mi esposa, lo encontraremos antes, al chico ese, su hermano, que debe estar con la mierda hasta el cuello viviendo cómo esclavo aún, Melanka no se va a negar a volver conmigo si lo tenemos a él.

Asintió lentamente, dándome la razón.

— Y cuando tengamos a ese puto de mierda, a tu esposa no le quedará de otra que volver con el bastardo que parió, con la cola entre las patas y quedarse calladita para aguantar tu genio, y hacer todo lo que se le pida de ahora en más sin hacer sus características pataletas.

Cinco minutos después, pronunciaron las palabras, estoy libre y absuelto de todo cargo, pero buscan a Melanka por crímenes y delitos de alta tecnología, falsificación de documentos, hacking y demás, claro que quité todos los cargos en su contra, defendiéndola y pronunciando palabras de un esposo devoto, hablando de resolver todo puertas adentro cómo debe ser.

Quedé como la victima y cómo un héroe frente al público, ahora mi bella esposa me va a tener que escuchar.

Salí del cuartel bañado, con la barba recortada y el cabello bien organizado, portando mi uniforme con orgullo, sonriéndole a las cámaras, en compañía de mis padres, aparentando ser una familia feliz, esperando que Melanka vea estas fotografías y se retuerza de los nervios, que sepa que en cuanto le ponga las manos encima me las va a pagar, nadie humilla a un Carter y se sale con la suya.

— Me lo enviaron. El expediente — dijo papá, revisando su teléfono, ya montados en el auto, lejos de los oídos de la prensa— Noah Romanova — leyó en voz alta— Lo vendieron a los siete años a la India y nunca salió de ahí, es el esclavo de un excéntrico millonario con gustos peculiares ¿Hacemos una parada en la India primero? Motivación para tu bella esposa.

Sonreí malicioso, asintiendo, viendo a mamá ignorarnos por completo, mirando con aburrimiento por la ventana, estos temas a ella no le conciernen ni le interesan, mejor así, sólo sería un estorbo.

— Dile al Boss que los retenga hasta que lleguemos, no creo que le sea difícil.

— No, tú tranquilo, que Melanka no se te va a volver a escapar.

Ya verá esa maldita perra, no volverá a atraparme con la guardia baja, le voy a hacer la vida imposible.

***

MELANKA.

Miré de reojo al Boss que no deja de mirarme con lujuria entre bocado y bocado, compartimos la cena con toda su gente, mesas amplias y oscuras cómo toda su decoración, mucha gente que me mira cada tanto, me siento incómoda, Enok no parece darse cuenta y Nilak está muy ocupado seduciendo a su conquista, la muy promiscua se hace la difícil, sólo quiere tenerlo en su cama, y él no ha tenido la oportunidad de preguntarle si podría hacer ese favor por él.

— Quiero irme — susurré hacia Enok, con el tenedor en mi mano empuñada, no he sido capaz de comer por lo tensa que me siento— Quería acompañarte, pero no me gusta estar aquí, me da mala espina, me quiero ir, vámonos hoy mismo.

Tomando su mano para tener toda su atención, viéndolo quitarla ligeramente para tomar la servilleta y limpiarse la boca, él sí que está comiendo, y se ve tranquilo, no sospecha nada de nada.

— Pero estamos tan cerca de conseguir ese expediente, sólo necesitamos eso para encontrar a tu hermano, muñeca, tranquila, conmigo no va a pasarte nada.

— No tenemos suficiente gente, Enok — mirando la cantidad de rusos que nos rodean— No me siento cómoda aquí.

Suspiró.

— ¿Quieres devolverte al hotel? Sabes que tengo que quedarme si quiero que funcione, soy el capo, no puedo delegarlo todo, también debo participar, pero no quiero que te sientas incómoda, ni siquiera has probado bocado y amas comer, no estás tranquila y odio verte disgustada.

Buscando mi mano, besando el dorso.

— ¿Estás loco? ¿Irme a un hotel yo sola? Jamás —negué— Es que no me siento segura, ese maldito ruso del Boss... él me mira extraño.

— Yo no le veo nada extraño.

Levantando la cabeza para observarlo directamente, sin disimular ni un poco.

— Enok, nunca entiendes las expresiones de la gente, créeme cuando te digo que tiene algo extraño.

— Yo te creo, muñeca, te creo — acomodando un mechón de cabello tras mi oreja— Pero necesito que continue siendo mi aliado, tenemos negocios en común y estamos en su territorio, lo necesitamos para hacer la redada a la granja, él sabe dónde están los expedientes, y las granjas están bajo la mano de la Bratva, los necesitamos.

Yo entiendo eso, entiendo que es importante mantener buena relación con este hombre, pero mi sexto sentido me dice que huya.

Quiero saber de mi hermano, pero me asusta estar aquí, quizá perdí la practica y estoy algo oxidada, mis nervios de acero me abandonaron, estoy temerosa todo el tiempo y yo no era así, odio en lo que me estoy convirtiendo.

— Nilak, cariño, hablé con mi hermano — dijo a promiscua que me quiere en su cama— Dijo que puede hacerlo, sí, pero no mañana, porque mañana van importantes compradores a la granja, mostrarán todo el ganado de calidad, hay unos bebés nuevos y esos se venden a un mejor precio, así que estropearíamos nuestro propio negocio si las ventas se ven afectadas por la redada, eso sí, pasado mañana podemos hacer todo lo que deseen, pero luego de las cuatro para no llamar la atención, por la mañana hay demasiada seguridad y resulta un fastidio tener que matarlos a todos.

La rusa me miraba de tanto en tanto, eso quiere decir que tendremos que quedarnos dos días más aquí, en esta casa, con esta gente.

— ¿Ves? Todo va bien, sólo tomemos esto cómo unas pequeñas vacaciones.

Dijo Enok muy tranquilo, acariciando mi cabello, él no se da cuenta, no se da cuenta de nada.

— Iré a llamar a Charlie — colocándome de pie, la presión de tener tantos ojos observando mis movimientos me enferma— Me saltaré la comida, no... no puedo así.

— Melanka espera — colocándose de pie, siguiéndome, dejando el comedor para hablar más calmados en el pasillo— espera, es que no te ves bien — acariciando mi rostro, quitándome el cabello de encima para verme mejor— Estás pálida, casi verde ¿Quieres vomitar? ¿Te sientes mal?

Apreté los labios y asentí, cubriéndome la boca para aguantar las arcadas, pero no conseguí mantener todo en mi estómago por mucho tiempo, terminé vomitando dentro de un macetero grande, Enok sostuvo mi cabello, mirándome con las cejas fruncidas, casi parece enojado, pero sus ojos brillan de preocupación.

— Melanka no tienes buena cara, creo que debes descansar un poco, quizá todo lo que pasó con tu madre biológica te está afectando, volver a Rusia no te hace ningún bien ¿Quieres volver a casa? Prepararé todo para ti.

Estoy muy tentada a volver a mi hogar, con mi gente, en un entorno seguro, dónde puedo vigilar que Charlie esté bien.

— Oh... tenía razón. Tu esposa tiene mala cara, Enok ¿Se encuentra bien?

Me puse altera, apretando el borde del macetero con fuerza, mirando al Boss con recelo, esa postura cargada de confianza, sus ojos brillantes de diversión, el indicio de sonrisa lobuna en esa boca suya, nada de eso me agrada, él no me agrada.

— No, se siente un poco mal, está... mareada.

— Mmm... ¿Seguro no está embarazada? Porque tiene todos los síntomas ¿Qué crees tú? ¿No hay posibilidad?

Giré el rostro con rapidez hacia Enok, la duda escrita en su cara, no es sorpresa para él que mantenía relaciones sexuales con el maldito de Lucas, y yo no... no me cuidaba con él, siempre que me follaba lo hacía tomándome desprevenida, a lo bruto, lastimándome en el proceso, no es cómo si tuviera la libertad de ir y ponerme un método anticonceptivo o pedirle que por favor se pusiera un puto condón, claro que existe esa posibilidad de estar embarazada, y no quiero otro hijo de ese maldito enfermo, el miedo me corroe de sólo pensar en qué haría esa familia si se entera de que tendré otro hijo de Lucas.

— Melanka ¿Tú...?

La pregunta quedó al aire, Enok no puede hacer eso, no puede preguntar en voz alta si es posible o no.

— Sí — contesté a regañadientes— Existe la posibilidad, puede ser, maldita sea.

Pateando el maldito macetero, haciendo una pataleta consciente de que ese hijo de puta nos está mirando.

— Podría traer mañana un médico para que la revise, quedarse en cama será lo mejor, las mujeres son tan frágiles... — se lamentó el idiota, usando un deje de burla que no me pasó desapercibido— Sólo lo mejor para mi colega, cuidaremos de tu mujer, quédate tranquilo.

Apretándole el hombro a Enok ligeramente, casi cómo si fuesen amigos de toda la vida, y Enok confió en él.

— Gracias por el ofrecimiento, mi mujer es lo más importante que yo tengo, odio cuando se siente mal.

Mencionó mi no esposo, sosteniéndome por la cintura, casi pierdo estabilidad, la posibilidad de tener otro hijo de Lucas me está comiendo la cabeza.

— Claro, por nuestras mujeres, las especiales, quiero decir, uno hace de todo. Mi hermana, por ejemplo, le encanta revolcarse con ese irlandés, que yo se lo permita es netamente porque el sujeto tiene rango, de lo contrario, ya lo hubiese matado, mi hermana no se revuelva con pobretones inservibles.

— Quiero recostarme, Enok, vamos a la habitación.

Pedí de la manera menos agresiva que se me ocurrió.

— ¿Te perderás la cena? Pero si es en tu honor... es una lastima que tu esposa no nos pueda acompañar, pero al menos deberías venir tú, no es necesario que le veles el sueño ¿O sí? ¿No puede cuidarse sola? ¿Tan frágil es? ¿Necesitas que busque un médico de urgencia?

Su falsa preocupación me enferma, maldita sea, sé lo que hace, juega conmigo, con mi mente, me presiona, quiere que me quede sola, hiere mi orgullo para conseguirlo.

— Quédate a comer, el Boss tiene razón, yo no necesito que nadie me esté cuidando, luego hablamos de esto ¿Bien?

No muy convencido, Enok me soltó, mirándome de pies a cabeza, preocupado.

— Creo que debería quedarme contigo.

— Pero la cena es en tu honor — dijo el Boss, abrazándolo por los hombros— Sólo un rato, quédate con nosotros un rato y luego la acompañas, por favor... hace años que no vienes, diviértete un poco, hombre, eras más divertido en el pasado, putas y alcohol, toda la noche, que buenos tiempos.

Di media vuelta e ignoré por completo al sujeto, Enok me será fiel con o sin prostitutas dando vuelta, estoy muy segura de la relación que tenemos, confío plenamente en mi hombre, pero no puedo seguir compartiendo espacio con los rusos, me enferma su presencia, y quizá sí tenga algo que ver con estar en el país que tanto me hizo sufrir, visitar la granja, el idioma... todo eso me recuerda mis peores días, y espero que esa sea la causa principal de mis nauseas, de lo contrario, buscaré una clínica de fertilidad y me desharé de este error, no tendré otro hijo de Lucas, no voy a cometer el mismo error dos veces, amo a Charlie, lo amo con mi vida, pero teniéndolo, él existiendo, ya pone más carga sobre mis hombros, más preocupaciones, él siempre estará en peligro, bajo la mirilla, y si lo lastiman me volvería loca, se me rompería el corazón en mil pedazos, y que los Carter existan... eso me aterra aún más, mi hijo nunca estará a salvo si esa familia vive.

— Maldita sea.

Apreté los dientes y eché a correr cuando esos dos ya no estaban a la vista, corriendo por las escaleras y los pasillos hasta mi habitación, cerrando la puerta con seguro, moviendo un mueble para trancarla, cerrando las ventanas y las cortinas, sentándome en el piso frente al pueble, cubriéndome los oídos con ambas manos, cerrando los ojos con fuerza, casi puedo escuchar los gritos de Lucas y los fuertes golpeteos en la puerta, sus promesas de lastimarme y poseerme siguen frescas en mi memoria y yo tengo tanto miedo...

— Aquí es, esta es su habitación, aprovechemos el tiempo mientras su esposo está entretenido.

Escuché decir al otro lado, luego la manilla de la puerta comenzó a moverse con insistencia, están intentando abrir, ya sabía yo, me esperaba esto, sabía que pasaría.

— No de nuevo... no por favor... — meciéndome en el piso, cubriéndome los oídos— No de nuevo, váyanse... váyanse ya... fuera...

Clavándome las uñas en los brazos, presa del pánico, escuchando los golpeteos al otro lado de la puerta, están intentando abrirla con todo el mueble no va a soportar, no es sólo una voz, no es sólo un sujeto, no podré mantenerlos fuera por mucho tiempo.

— Tengo que llamar a alguien — clavándome las uñas con más fuerza, consciente de que me estoy haciendo daño— Tengo que moverme — intentando convencer a mi cuerpo— Muévete maldita sea ¡Muévete!

Tengo que...

Tengo que salir de aquí...

Tengo que llamar a alguien...

Tengo que pedir ayuda... 




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BUENAS BUENAS BBCITAS! 

TRAJE NUEVO CAPÍTULO 

ESTA VEZ CARGADO DE EMOCIONES! 

ME DEJÓ LAS TRIPAS REVUELTAS DE LA PREOCUPACIÓN

SÉ QUE DIJE QUE ERA ALGO BUENO, PERO ALGO PASÓ EN EL CAMINO Y CÓMO SABEN, LLEGA UN MOMENTO EN LA HISTORIA Y COMIENZA A ESCRIBIRSE POR SÍ MISMA

QUÉ HAGO YO SI LOS PERSONAJES HACEN LO QUE QUIEREN?! 

TENGO MIEDOOO

SOY UNA ESPECTADORA MÁS QUE PRESTA LOS DEDOS PARA MOSTRAR LA HISTORIA 

ENOK Y SU PROBLEMA PARA LEER EMOCIONES LE ESTÁ PASANDO LA CUENTA, NO SE PERCATA DE QUE ALGO PASA

MELANKA ESTÁ PREOCUPADA POR LO QUE PASA A SU ALREDEDOR 

LA POSIBILIDAD DE UN EMBARAZO LA ATERRA, Y ESTA VEZ, NO HAY NADA QUE LE IMPIDA ABORTAR EN CASO DE QUE ESA POSIBILIDAD SEA CIERTA

LUCAS Y SU PAPÁ ESTÁN RUMBO A LA INDIA PARA BUSCAR A NOAH 

¿CÓMO HABRÁ VIVIDO ESE CHIQUILLO? 

TENGO MUCHAS PREGUNTAS

NOS LEEMOS LA PROXIMA ACTUALIZACIÓN BBCITAS

200 COMENTARIOS Y VOLVEMOS 

BESITOS EN LA COLA, FELIZ MARTES 

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