Capítulo 24


ELIJAH.

Bajé el móvil completamente desconcertado, frunciendo el ceño, confundido.

— El asesor del capo...

Me rasqué la cabeza e ignoré a mis hijos que preguntaron con insistencia si se trataba de Melanka o si sabía algo de ella, todos llamando, todos buscándola a ella y a mi nieto por todas partes, parece ser que la tierra se la tragó, pero no, sólo está en Irlanda, Enok lo hizo otra vez, se llevó a mi niña.

— El asesor del capo...

Repetí, buscando entre mis documentos, buscando al tipo tras esa voz, viendo su fotografía junto con su expediente, la misma edad que Enok, treinta y cinco años, se criaron juntos.

— Bien podría estarme mintiendo, son criminales, se dedican a eso, a mentir.

Autoconvenciéndome, mirando la fotografía, intentando no pensar mucho en lo que me dijo.

¿Será que Melanka no era feliz? Mi niña... ella se veía feliz, sé que le costó al principio, pero luego de ese episodio depresivo que tuvo, todo mejoró, Lucas la ayudó mucho a adaptarse, a hacer amigos, le enseñó cómo sobrevivir a la milicia y poco a poco comenzó a hacerse un nombre por su cuenta, mi hija ascendió, se hizo capitana, tiene un hogar, un marido, un hijo... se hizo de una familia... entonces... ¿Acaba de tirar todo por la borda?

— Papá ¿Era Melanka? ¿Dónde está? ¿Sabes algo? ¿Ella se ha contactado?

Liam.

Esta es mi oportunidad de confirmar lo que ese hijo de puta irlandés dijo.

¿Qué clase de padre no sabría si su hija es maltratada? Yo viví todo este tiempo con ella, claro que sé cómo vivía, tenía un matrimonio muy feliz, Lucas es un buen hombre.

— ¿Cuántas veces Melanka te llamó pidiendo ayuda en la madrugada?

Pregunté de forma atropellada, la curiosidad y la culpa me pesan en la misma proporción.

— Ella... — se ve sorprendido— Yo no... no sé de qué estás hablando.

Me está mintiendo.

— Lo sé. Sé que te llamaba, acabo de enterarme, sólo dime cuantas veces fueron, maldita sea. Dime por qué.

Caminando hacia él, sujetándolo por la camiseta con agresividad, consciente de que estoy elevando la voz.

Que Melanka esté con los irlandeses me enferma, ella sólo estará bien conmigo, quiero recuperar el tiempo perdido, darle todo lo que perdió por mi culpa, por no poder protegerla cómo un padre normal cuando ella era una niña, todas las atrocidades que vivió, todo es mi culpa, yo sólo... sólo quiero protegerla...

— Varias veces, demasiadas — dijo Liam, rendido, sin hacer ningún esfuerzo por hacer que lo soltara— Siempre llamaba diciendo que Lucas se puso un poco agresivo, pero cuando llegaba por ella, él siempre estaba calmado, bebiendo algo frente al televisor.

— Tu hermana y Charlie...

— Ellos siempre estaban llorando cuando iba a buscarlos, Lucas le decía paranoica, la llamaba mala madre, y repetía siempre que sus traumas la superaban, que necesitaba terapia, pero que él iba a ayudarla... yo... yo no quería meterme en su matrimonio, Melanka siempre me decía que todo estaba bien, que eran discusiones cómo cualquier otra, que no te... dijera nada...

Solté a Liam, acomodándome el cabello con frustración, dando un paso atrás, negando con decepción.

— ¿Y si a tu hermana le pasaba algo? ¿Y si Lucas le hacía algo?

El asesor del capo, Nilak se llama, ese... hijo de puta sembró la duda y puede que sea verdad, puede que le haya entregado a mi pequeña a un completo hijo de puta.

— Melanka es fuerte, valiente, inteligente... ella... ella no se dejaría lastimar, ella... yo no lo creo.

Liam duda de Lucas, eso seguro, pero dejó que Melanka manejara la situación, él tiene razón, ella es una mujer fuerte y capaz, pero... pero si tuviese un motivo para mantenerse callada y sumisa...

— El tratado...

Solté de pronto, llevando las manos a mi cabeza, tirándome de los cabellos.

— ¿Qué? ¿De qué estás hablando, papá?

— El tratado, carajo, el tratado de paz. Melanka no accedió a venir con nosotros hasta que le contamos lo que pasaría si no lo hacía.

Tardó dos segundos en hacer rodar los engranajes en su cabeza para comprender que Melanka nunca quiso venir, se obligó a venir para que nos olvidáramos de los Kinahan, ella... ella no quería... ella...

— Tenemos que ir a ver a tu hermana, pedirle perdón, necesitamos hablar, preguntarle, hay que preguntarle.

Desesperándome.

— Papá, espera — cortándome el paso antes de poder poner siquiera aun pie fuera del despacho— Primero hay que ir con Lucas, porque si ese hijo de puta lastimó a mi hermanita, quiero darle una paliza primero. Luego iremos con Melanka y le diremos que se tomaron las medidas necesarias.

— Es hijo de un general, él...

— Y yo soy hijo de un coronel, y si tengo que pasar en prisión el resto de mi vida, que así sea — decidido— Si ese bastardo le puso un solo dedo encima a mi hermana, o a mi sobrino, voy a matarlo.

Empujándome ligeramente antes de salir por la puerta, recorriendo el pasillo del segundo piso para salir de la casa, debe estar furioso, y con justa razón.

— ¡Noah, nos vamos! —gritó mi hijo mayor— Melanka nos necesita.

Dijo en cuanto llegó a la primera planta.

— Yo también quiero ir, Melanka también es mi hermana —discutió Oliver— ¿A quién vamos a darle una paliza?

Dejando el móvil de lado, colocándose de pie, ya tiene diecisiete, esta a punto de cumplir la mayoría de edad, ahora tiene músculos, no es un niño débil y delgaducho.

— A Lucas — dijo Liam— Pero el que golpea seré yo, ustedes serán testigos solamente, basta con que uno de nosotros vaya a prisión.

Tomando las llaves del auto, dispuesto a salir al exterior.

— ¡Espera! Yo también voy — avisé, tomando mi chaqueta— Ese hijo de puta me va a escuchar.

— Bueno, si ese desgraciado le hizo algo a nuestra niña, yo también voy — dijo Abril, colocándose de pie— Cuéntenme qué pasó en el camino.

— Ese hijo de puta le pegaba a Melanka.

Dije yo, tomando las llaves que Liam sostenía, yo voy a conducir.

— Voy a matarlo. Voy a matar a ese hijo de puta — dijo mi esposa— Atreverse a tocar a mi niñita.

El viaje a casa de Lucas y Melanka fue acalorado, al comienzo, nos culpamos unos a otros por no darnos cuenta de lo que estaba pasando, Liam fue quien nos hizo ver a todos que Melanka se encargó muy bien de cubrir todas las pruebas, ella no quería que nos enteráramos, por lo que, todas las posibles señales que podríamos haber visto, ella les echó tierra encima y fingió que nada pasaba.

Mi pobre niña... a de haber vivido un infierno todos estos años y frente a mis narices.

Soy un maldito mal padre.

Soy un mal padre.

— ¡¿Qué le hiciste?! ¡¿Qué mierda le hiciste?!

Golpeándolo apenas nos abrió la puerta, viéndome desconcertado desde el piso, tocándose la mejilla.

— ¿De qué está hablado, señor? ¿Hacerle a qué a quién?

El bastardo tiene la osadía de mentirme en la cara.

— Le pegabas a mi hija, bastardo ¿Y tienes el descaro de hacerte el inocente? Lo sabemos todo ¡Por eso Charlie nunca quería estar contigo!

— Déjamelo a mí, dije que el que se iba detenido iba a ser yo — mencionó Liam, empujándome antes de tomar asiento sobre Lucas y comenzar a golpearlo sin parar— ¡Confíe en ti! — le gritó al bastardo— ¡Te confíe a mi hermana! ¡Ella estaba rota y siempre triste! ¡Confié en ti! — sonaba destruido— ¡Creí que le hacías bien! ¡La lastimaste! ¡Lastimaste a ambos!

— ¿Qué demonios les pasa? ¿Hacerle algo a Melanka? ¿Quién les dijo algo así? — girando para quedar sobre Liam, sujetándolo— ¡No hice nada!

— ¡Lo sabemos todo! ¡Mentiroso!

Bramó mi hijo, furioso.

— Haber, que esto lo arreglo yo ¿Qué es la casa de un militar sin seguridad extra? — dijo mi esposa— Esta casa de mierda, yo hice el sistema de seguridad, mi niña necesitaba vigilancia extra por si los Kinahan se acercaban, hay cámaras en cada esquina. Vamos a ver qué tan inocente eres.

Abril pateó a Lucas cuando este intentó sujetarla para cortarle el paso, caminando directo al sótano conmigo siguiéndola de cerca para ver qué planeó mi mujer, una genio, abriendo la caja de la electricidad, extrayendo una memoria USB y regresando al piso de arriba, tomando su móvil para colocarla y ver qué ha pasado en esta casa mientras nosotros pensábamos que se estaban dando la gran vida color de rosa.

— Oh no... no... no... — se le desfiguró el rostro— Este bastardo abusaba de Melanka ¡Abusaste de mi hija!

Abril actuó tan rápido que no pude quitarle el arma que me robó de la cintura, Oliver fue lo suficientemente rápido para empujarla cuando intentó dispararle a Lucas para acabar así con su patética existencia.

— ¡Suéltame! ¡Voy a matarlo! — pataleó cuando Noah le quitó el arma, levantándola por la cintura— ¡Se atrevió a lastimar a nuestra hija! ¡Voy a matarlo!

— Un disparo en la cabeza no es castigo suficiente — le dijo Oliver, acercándose a ella— Melanka merece más, merece que este bastardo sufra el resto de su vida, tenemos pruebas suficientes para que se pudra en prisión.

— Eso si no lo agarra el capo primero, porque si ese Kinahan se entera, con lo obsesionado que está con mi hermana, Lucas no vivirá mucho.

Mencionó Liam, y si soy sincero... me importa una mierda si el Capo irlandés se ocupa de este idiota, nosotros no somos asesinos, que la ley se haga cargo de él, pero Enok sí es asesino, yo podría... podría dejar una puerta abierta para que él y su gente...

— Nos vamos a irlanda — sentencié— Dejaremos que la milicia se encargue de ese imbécil y entregaremos las pruebas, luego, iremos a ver a Melanka, ella necesita saber que cuenta con nosotros, que seguimos siendo su familia.

— Yo llamo, apenas se lo lleven, nos vamos a preparar las maletas, Melanka nos necesita.

Mencionó Noah sin soltar a Abril que está... fuera de sí, furiosa porque tocaron a su niña.

Digamos que se encariñó con Melanka, siempre quiso una niña, en cambio, tuvimos tres niños a los que amó con todo su corazón, pero luego llegó Melanka y fue... cómo si la vida le hubiese dado un regalo, ella estaba encantada, y ahora...

— Espero que algún día pueda perdonarme...

Relevando a Noah para contener a mi esposa, dejándola llorar mientras Liam se desquita con Lucas.

— Ningún perdón o arrepentimiento va a salvarte de esta, hijo de puta, te creí mi amigo, confíe en ti.

Le repetía entre golpe y golpe, y yo no voy a detenerlo, él merece sufrir por todo lo que mi hija sufrió todos estos años a su lado. Ninguna paliza será suficiente para compensar todo el daño hecho.

***

ENOK.

Suspiré rendido, sin ser capaz siquiera de girar en mi propia cama, estoy tan incómodo que no puedo dormir, son las dos de la mañana, estoy cansado, tuve un día intenso, pero simplemente no puedo descansar, no en estas condiciones.

— Vamos a tener que comprar una nueva cama.

Sentencié, girando el rostro para ver a Melanka completamente pegada a mí, al chupasangre que se quedó dormido con la teta de mi mujer en la boca, y al perro con esteroides que hace que la rubia esté encogida en su lugar, apenas y cabe, apenas y se mueve, no va a descansar nada así.

— ¿Respiras, mujer? Porque te ves muy incómoda.

Ella suspiró.

— Estoy bien. En casa dormía dentro de la cuna con Charlie, así que sigo teniendo más espacio aquí, pero tengo una muy buena solución para nuestros problemas de espacio.

— ¿Qué idea loca se te pasó por la cabeza ahora? Porque tus ideas son malísimas.

Viéndola guardarse la teta y arropar al niño que duerme como tronco. Los problemas de espacio no parecen ser una preocupación para él.

— Ah, esta te va a gustar, espera y veras.

Levantándose ligeramente de su posición, pasando una pierna por encima de mi cuerpo, sentándose a horcajadas sobre mí, abrazándome por la cintura, apoyando el mentón sobre mi pecho para poder mirarme.

— Ahora tienes más espacio, jefe.

Sonriendo traviesa.

— Bueno, sí puedo tenerte encima todas las noches, igual y no cambiamos la cama — sonriéndole de regreso, acariciándole la espalda— Estoy muy cómodo justo ahora.

Viendo de reojo al niño que se sintió algo sólo y se arrastró hasta pegarse a mi lado, rodeándome el brazo con una mano, mientras usa el pulgar de la otra cómo chupete y sigue durmiendo cómo si nada.

— ¿Por qué el duerme aquí? Podríamos haberle puesto una cuna o algo ¿Y por qué el perro tiene que quedarse? Al menos que se baje de la cama.

De todas maneras, no me moví, si el mocoso despierta, no podré seguir acariciando a su mamá, me conviene que siga durmiendo.

— Es que aún no sabe dormir sólo, perdón, y me pone ansiosa que duerma en otro lugar, sé que van a venir por mí y dudo que sea de manera pacífica, quiero que Charlie esté en mi visual todo el tiempo.

— Entiendo lo del niño, pero ¿Y el perro con esteroides qué?

Pregunté sin dejar de acariciarle la espalda.

— Chispas es un perro guardián, morderá a todo quién nos amenace, así que me siento segura.

— ¿Y yo estoy pintado o qué? Dije que iba a protegerte, conmigo nada va a pasarte.

Sonrió triste, pero asintió de todas maneras, estirando su mano para quitarle los rulos de la frente a su hijo, arropándolo bien.

— Sí, lo recuerdo, pero dijiste que me protegerías a mí, alguien tiene que proteger a Charlie.

Rodé los ojos.

Este palo con tetas no es más tonto porque en su pequeña cabeza no cae un cerebro más grande.

— Es obvio que también voy a cuidar de tu mocoso ¿En qué cabeza cabe que lo deje a la deriva? Si apenas y sabe ir al baño, se meó dos veces hoy porque estaba muy concentrado en divertirse con los trillizos jugando en el lago ¿Cómo podría no protegerlo si viene de ti? De seguro es igual de tonto que la madre, no le puedo quitar el ojo de encima.

La rubia levantó la cabeza, mirándome con sorpresa antes de largarse a reír, cubriéndose la boca para no hacer demasiado ruido, estirando su otra mano para acariciar mi mejilla, mirándome con ternura cuando por fin pudo calmarse.

— Eres tan lindo cuando te preocupas.

— Y tú tienes problemas mentales, porque no recuerdo haber dicho nada lindo, mujer.

Un psiquiatra.

Debo hacer que esta mujer se haga un chequeo, porque no es normal cómo funciona esa cabeza disfuncional suya.

— Sí, sí, cómo digas — suspirando feliz, acomodándose en mi pecho otra vez— Gracias por no enojarte conmigo.

Aquí vamos de nuevo.

¿Por qué en la vida me enojaría con una cosa tan chiquitita e indefensa cómo ella? Ni siquiera puedo abrazarla cómo deseo, está tan flaca que podría romperla en dos, como a una ramita. Es cierto que está un poco más fibrosa que la ultima vez, pero tiene una cintura diminuta, por eso es un palo con tetas, culo, cadera y tetas es todo lo que tiene, debo alimentarla.

— ¿Enojado por qué?

Problemas mentales. Ella y sus problemas mentales.

— Por casarme y tener un hijo, por dejarte, por todo.

— Nada de eso fue decisión tuya, así que no hay por qué enojarse, fuiste empujada a tomar esas decisiones y yo voy a hacer que todos tus problemas desaparezcan, ya verás, dame algo de tiempo y te daré la vida libre y feliz que te mereces.

Apoyando la cabeza en la almohada, sonriendo porque la cama ya no huele sólo a mí, huele a ella, y... a otras molestias, pero si logré soportar a Melanka que me sacaba de mis casillas todos los días, creo que puedo con su mini copia meona y el perro con esteroides.

— Yo sólo quiero quedarme contigo — apretándose más a mi alrededor— Sé que uno tiene que reírse de sus traumas, pero me da tanto miedo que Lucas nos alcance...

— Reírse de los traumas no es normal, mujer — le recordé— ¿Y tú por qué le tienes miedo a él? Nunca le tuviste miedo a nadie.

— Porque él me hizo creer que yo no podía hacer nada en contra de sus abusos, era así, yo estaba de brazos cruzados, luego nació Charlie y comenzó a usarlo en mi contra... yo no entendía por qué el niño lloraba tanto cuando estaba con él, no le prestaba la debida atención, pero cuando lo vi...

— No me digas que el cabrón le...

Dejé la idea en el aire, pronunciarlo ya era demasiado.

— Le pegaba, sí — se le quebró la voz— Nunca más dejé que él se acercara a Charlie si estaban solos. Nunca dejé que volviera a ponerle un dedo encima ¿En qué cabeza cabe lastimar a un bebé? Ellos lloran, eso hacen, así se comunican, y obvio se cagan, obvio hay que cambiarles los pañales, o bañarlos... si me hubiese dado cuenta antes, si yo... hubiese cumplido con mi rol de mamá antes, yo...

— No es tu culpa, Melanka — la interrumpí, no me gusta el rumbo de sus pensamientos— Tú no querías ser madre, hiciste de todo para no hacerlo, viviste un proceso difícil, la depresión post parto es algo grave y preocupante, muchas mujeres lo padecen y necesitabas ayuda, pero nadie te socorrió, hicieron la vista gorda y eso no se los perdonaré, pero el bastardo de tu esposo eligió ser un maltratador y eso no depende de ti, no puedes controlar las decisiones de otras personas, él es el único culpable de tomar la decisión de lastimar al niño, y te juro por mi vida que lo voy a hacer pagar.

— Charlie le tiene miedo a Lucas... se... orina cuando lo ve en casa, él dejó los pañales hace unos meses, pero se asusta tanto que... sólo le pasa.

Suspiré rendido, estirando mi brazo para rodear al niño que parece muy cómodo pegado a mí cómo garrapata.

Sentí una calidez en el pecho cuando Melanka sonrió y lo arropó, mirándome cómo si yo fuese alguien muy valioso para ella.

— Él no tendrá miedo nunca más, voy a protegerlo, Lucas no se acercará, están a salvo conmigo, te lo prometo.

Es tan tonta que debo decirle las cosas directamente o nunca va a entenderlo.

— Gracias por aceptarlo, sé que... debe ser difícil que no te moleste su existencia. Todo era perfecto antes, ahora tengo una responsabilidad mucho más grande que tú o que yo juntos, mi prioridad siempre va a ser él.

Eso lo tengo más que claro, no le estoy pidiendo nada.

— Así es cómo debe ser — encogiéndome de hombros— Es tu hijo, y si me molesta o no, es imposible echar el tiempo atrás, él existe, vive contigo, y yo te amo, soy incapaz de vivir sin ti, así que lo aremos funcionar, aprenderé a quererlo con el tiempo, después de todo, los niños son imposibles de odiar, menos a este mocoso que se hace el lindo con todo quién está dispuesto a jugar con él o darle algo de comer, así cómo tú, es muy fácil complacerlo.

Dos gotas de agua, es hijo de ella por dónde sea que lo mire.

Al ver que no me responde, miré con confusión a la rubia sobre mi peso.

Debo decir que no me sorprende para nada que esté completamente frita. Su capacidad para ignorarme sigue sorprendiéndome, pero por hoy se lo perdonaré, han pasado demasiadas cosas en poco tiempo y su mente merece desconectarse por unas horas.

— Yo voy a encargarme de que tu y tu garrapata nunca sientan miedo otra vez, Mel.

Besando su coronilla antes de cerrar los ojos, abrazar a la rubia por la cintura, y al mocoso para que no fuera a despertarnos a media noche porque se siente solo, y rendirme ante el sueño, yo también estoy cansado, pero vale la pena, volvería a hacerlo mil veces más si con eso puedo tener el peso de mi palo con tetas encima, y ser capaz de ver su sonrisa todos los días.

***

MELANKA.

Desperté en medio de la noche sintiéndome extrañamente espaciosa y poco tocada, tengo la boca seca, eso me despertó, comí demasiado para la cena y ahora necesito beber agua para continuar mi sueño reponedor, fuera sigue oscuro, el reloj marca las cuatro de la madrugada, es demasiado temprano para levantarse aquí, porque en estados unidos, mi día comenzaba a las cinco de la mañana, aquí puedo ser un poco más perezosa, aquí puedo hacer tantas cosas...

— ¿Dónde están todos?

Tomando asiento con rapidez al percatarme que estoy sola en la cama, Enok no está, Charlie no está, y Chispas...

Repasé la habitación con la mirada, escaneando el lugar, buscando algún indicio de ellos, preocupándome. Vi a Chispas parado fuera de la puerta del baño, moviendo la cola, la luz estaba encendida, se cola ligeramente por el pequeño espacio abierto, deben estar ahí, Chispas siempre está dónde Charlie está.

— Haber, por encima vez, los hombres no hacemos sentados, se hace parado, te lo afirmas y meas, así de simple.

Escuché decir a Enok.

La curiosidad me ganó y abrí ligeramente la puerta para ver por la rendija lo que estaba pasando, Charlie estaba medio bailando, medio desesperado frente al inodoro, mientras Enok intenta hacer que... ¿Orine?

Mamá dice sentado.

Explicó mi bebé, un poco preocupado, de seguro está por orinarse.

— Porque tu mamá no tiene pene, obvio.

Rodó los ojos mi hombre tosco, pero tierno a la vez.

— ¿Qué es pene?

Ay por Dios, se va a orinar si continúan así.

— Eso, niño, eso es un pene — señaló— Por dónde orinas, y no puedo ayudarte con eso porque los cuerpos son personales y no tienes que dejar que nadie te toque si no quieres, así que tú afírmatelo y yo te levanto o vas a mearme el piso, haber, ven aquí.

— Entonces no sentado.

Preguntó de nuevo mi pequeño.

— No, sentado no, parado, los hombres meamos de pie. Mañana te compraré un piso para que aprendas a mear solo, ahora, achúntale a la taza o vamos a tener problemas porque yo no quiero limpiarlo.

Levantándolo para que Charlie orinara por su cuenta, mientras me niño intenta decirle que así está muy difícil, y Enok se empeñaba en decirle que tenía que hacerlo así, porque es cómo un hombre lo hace.

¿Cómo más iba a enseñarle a ir al baño si no tengo pene? Lo intenté con un cono de papel de baño, pero no había similitudes y no entendió, así que me rendí.

— Bien, a lavarse las manos y a la cama, es temprano y tu mamá no sabe dormir sin mí, soy muy indispensable para su descanso así que rápido, yo te levanto, vamos ya, niño.

— Niño no, Charlie.

Discutió.

— Mocoso con rulos.

— Charlie.

— Garrapata.

— ¡Charlie!

Gritó el niño, perdiendo la paciencia.

— Le diré a tu mamá que me gritaste —debatió mi super maduro hombre— Le diré que me gritaste muy alto.

— Mamá mía, tuya no.

— Fue mía primero, garrapata, respeta los rangos, te la estoy rentando por tiempo limitado.

— ¡Mamá!

Gritó Charlie, y luego escuché la risa de Enok.

— Apenas y aguantas, tienes mucho que aprender — escuchando el agua correr— Pero bueno, tu papá es una mierda, así que alguien va a tener que enseñarte cosas cómo mear parado, escupir, ir de campamento, y cosas por el estilo.

— Papá no... papá malo.

Dijo mi niño.

— Tu papá está muerto, niño, dalo por hecho, confía en mí. Yo te voy a cuidar, pero sólo porque tu mamá me cae bien, nada más.

— Mamá es bonita.

— Coincido en eso, niño, tu mamá es hermosa.

— Mía.

— Ya comenzamos con eso de nuevo. Tienes la realidad bien alterada, garrapata.

— Charlie.

— Sí, sí, Charlie, como digas, ahora a la cama, y sin hacer ruido, que el palo con tetas tiene el sueño liviano.

No escuché la respuesta de mi hijo, sólo salí corriendo de regreso a la cama, olvidando mi sed, metiéndome en la cama, fingiendo dormir cómo si lo hubiese estado haciendo todo este tiempo.

— Sí, perro con esteroides, está sano y salvo esta garrapata con rulos, a dormir, y no me despierten hasta que suene la alarma, por favor, que yo también tengo que dormir.

Sentí el peso de su cuerpo primero, Chispas se acomodó a mi lado y... me sorprendió un poco no sentir el cuerpo de Charlie pegado al mío, entreabrí ligeramente uno de mis ojos para ver qué pasaba, Enok tenía al pequeño sobre su pecho, lo arropó y suspiró, apoyando la cabeza en la almohada.

— Si te orinas encima de mí, te haré dormir en el lago mañana.

Le dijo.

— ¿La lagua? Gusta mi la lagua.

— No sé para qué me desgasto contigo. Crece para poder discutir, ahora duérmete y no hables fuerte, que tu mamá ya ha pasado por mucho y merece un descanso.

— ¿Beso buenas noches?

Intenté con todas mis fuerzas no sonreír, mi hijo es encantador, maldita sea.

— ¿Beso? ¿Y qué me ves? ¿Cara de papá o qué?

— Mamá beso de buenas noches.

Dijo mi niño.

— Yo no doy besos de las buenas noches.

— Mamá, beso...

Mencionó mi niño, su pequeña mano tocándome la cara, y casi fui débil, casi, yo quería darle su beso, pero Enok se me adelantó.

— No la despiertes — quitándole la mano de mi cara, acomodándola sobre él— Está bien, yo te doy el beso de las buenas noches, pero si le dices a tu mamá mañana, compraré pirañas y las pondré en el lago, luego te dejo durmiendo en él.

— ¿Qué es eso?

Enok resopló y sin más, le dio un beso en la frente, aplastándole la cabeza contra su pecho.

— Listo el beso, ahora, a dormir, garrapata con rulos.

— Charlie.

— Sí, sí, Charlie. Duérmete, mañana iremos de compras con tu mamá, necesitas muchas cosas para que seas independiente, es temprano, así que cierra los ojos y... oh mierda ¿Tú también? ¿Te dormiste ya? ¿Es un problema genético que compartes con tu madre? — picándole la mejilla con su dedo— Eres su hijo sin dudas, es algo innegable.

Suspiró.

Luego de eso, sentí su brazo pegarme a su cuerpo con delicadeza, quitándome el cabello de la cara, besándome la sien.

— Buenas noches, Melanka, descansa. Tú también, perro con esteroides sin conocimiento del espacio personal.

Chispas lo ignoró por completo, probablemente ya se a dormido, no ve a Enok cómo amenaza, por lo tanto, descansará.

Y cómo todo está bien, descansé yo también.

Que Enok se lleve bien con Charlie es algo bueno, me tranquiliza, así sé que a mi niño nunca le pasará nada nunca, porque ya no seré la única que lo protege, mi bebé va a estar bien, está en buenas manos.

***

Dejé la habitación, vestida y preparada, con mi pequeño impecable luego de la ducha que tomamos por la mañana, viéndolo feliz tararear una canción, dando vueltas a mi alrededor, mientras Chispas brinca de vez en cuando, feliz, caminando a nuestro lado, recorriendo el pasillo con tranquilidad, cargando a mi bebé para bajar las escaleras del tercer piso, bajándolo cuando llegamos a la primera planta, rumbo al comedor, estaba muy hambrienta y necesito llenarme la panza para comenzar el día.

— Oh, la encontramos — mencionó uno de los hombres de Enok, cruzándose en mi camino— Tiene visitas, acaban de llegar, están afuera con el Capo, él dijo que es su decisión recibirlos o no, que decida.

Fruncí el ceño ¿Visitas para mí? ¿A estas horas? Son apenas las nueve de la mañana, es temprano para las visitas.

— ¿Quiénes son?

— Elijah Bennet y su familia, señorita.

¿Señorita? Ugh... que mal suena... espera...

— ¿Elijah?

Mi papá vino. Va a hacer volar todo porque yo no cumplí con mi parte del trato, va a lastimar a todos...

— ¿Dónde dijiste que están?

— Frente a la casa, señorita.

— Gracias.

Con el niño en brazos y Chispas a mi lado, eché a correr hacia la puerta principal, parando al ver a toda mi familia aquí, sin armas, vestidos como civiles, sólo ellos, nada de militares, nada de autos especiales o super bombas, nada de eso, sólo mis hermanos, mi madrastra y mi papá.

— Dile a Lucas que ni en un millón de años le entregaré a Charlie — fue lo primero que dije, abrazando a mi bebé con fuerza— Dile que, si quiere intentar quitármelo, que lo haga, pero no se lo voy a dar, no a él.

Temblando de pies a cabeza, preocupada de lo que pueda pasar.

Enok dio un paso al costado, cubriéndonos con su cuerpo, mirando altanero a mi papá que no baja la cabeza tampoco, sus orgullos rivalizan.

— No vine aquí para llevarme a nadie, no en contra de su voluntad al menos — dijo mi progenitor, buscándome con la mirada— Vine buscando tu perdón, vine a entender, a hablar... y a comunicarte que Lucas está en el hospital ahora, nos enteramos de lo que te hacía, nos encargaremos de que nunca más vuelva a ponerte una mano encima, hija.

Se ve tan acabado, tan... herido, con los ojos enrojecidos e inflamados, que creo en sus palabras.

— Le rompí un par de costillas y su rostro quedó hecho un desastre — dijo Liam— Por ti, hermanita, lo que sea, lamento no haberme dado cuenta de lo que pasaba, estuvo frente a mí todo el tiempo y yo...

— Yo no habría dudado, hubiese golpeado primero y preguntado después — dijo Nilak, apareciendo de la nada, rodeándome por los hombros— Veo que fuiste sabio y me escuchaste.

Mencionó, mirando a mi papá.

— Es mi hija, claro que investigué, yo sólo quería que ella estuviera bien, que tuviera la vida que no pude darle.

— Vive bien, tiene todo lo que desea, es una malcriada y yo me encargo de cumplir todos sus caprichos — mencionó Enok con molestia— Tu error fue sacarla de aquí, le arruinaste la vida una vez más.

— Él pensó que hacía bien, quería darle una familia a Melanka nada más — lo defendió Abril— Creímos que estaba todo bien y nos equivocamos... perdón...

Se re quebró la voz, aferrándose a Oliver, la mujer parece destrozada, todos se ven muy acabados...

— Está bien, yo... — rascándome la cabeza, todo es un lío en estos momentos— Tengo hambre y Charlie debe comer, así que mejor pasemos y desayunemos ¿Bien? hablemos las cosas con calma.

Para mi sorpresa, los Bennet estuvieron de acuerdo en un desayuno pacifico, Enok y Nilak en cambio se mantuvieron alerta, dos minutos después, los trillizos llegaron para emparejar el marcador.

Algo me dice que este será un desayuno muy, muy incómodo.




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BUENAS BUENAS BBCITAAAS

CÓMO ESTUVO SU LUNEEEES

LO PROMETIDO ES DEUDA ¡HE VUELTOO!

Y ESTA VEZ, CONTANDOLES UN POCO DE LA VERSIÓN DE ELIJAH

ESE HOMBRE TUVO QUE HABER QUEDADO EN UNA PIEZA AL ENTERARSE DE TODO LO QUE PASÓ SU HIJA EN FRENTE DE SUS NARICES Y ÉL NI POR ENTERADO

SENTÍ LA FRUSTRACIÓN DE LIAM

EL DOLOR DE ABRIL

TODOS ESTABAN MUY AFECTADOS

OLIVER Y NOAH NO SE QUEDAN ATRÁS, VENGAR A SU HERMANA ES TODO LO QUE QUERÍAN

AHORA LA COSA ES ¿QUÉ PASARÁ CON LUCAS? PORQUE TODAS SABEMOS QUE GRATIS NO SE LAS VA A SACAR

ENOK SE LAS TIENE RE PROMETIDAS

Y CAMBIANDO DE CUCARACHO AL AMOR DE MI VIDA

ENOK ES TOTALMENTE ENCANTADOR A SU MANERA

SIEMPRE TOSCO, PERO YA LE CONOCEMOS EL GENIO, ES SU MANERA DE PREOCUPARSE

ES TAN PERFECTO ESTE HOMBRE, JODER

DÓNDE ME ENCUENTRO UNO ASÍ? 

FUE TOTALMENTE DULCE A SU MANERA CON CHARLIE

NO DUDO EN QUE PUEDAN LLEVARSE MUY BIEN PRONTO

AHORA QUEDA SABER QUÉ PASARÁ EN EL DESAYUNO, TENGO CURIOSIDAD

NOS LEEMOS EN EL PROXIMO CAPÍTULO 

200 COMENTARIOS Y VOLVEMOS

BESITOS EN LA COLAAAA

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