Prólogo.

26 de mayo, 2011.

Ronald no es mi príncipe.

Ronald no es mi sueño.

Ronald es una bestia. Un monstruo que he visto formarse.

Ronald es mi pesadilla, una que nunca deseé tener.

Tengo miedo de abrir los ojos y encontrarlo. Me aterra.

Mi esposo se ha vuelto mi peor temor; el hombre al que pensé nunca dejaría de amar e iba a ser mi apoyo y mi más grande amor es el mismo que poco a poco se está llevando mi vida, mis sueños... mis esperanzas.

Se está llevando todo de mí, dejando solo más vacío a medida que toma un poco más de mi ser.

—Cariño, por favor abre tus ojos.

Reconozco esa voz dulce y cálida, yo nunca deseé hacer llorar a mamá por mí; siento su mano tomar la mía.

»Por favor, deja que mami vea esos dulces ojos, Naomi.

Intento abrir mis ojos, pero todo duele. Me da miedo que se vaya y me deje sola con Ronald, debo abrir mis ojos, no importa cuánto duela, duele más la idea de permanecer sola con él.

Yo no quiero más maltratos. Yo no merezco esto.

Yo merezco más que esto.

No quiero más dolor.

No quiero más miedos.

No quiero más golpes ni batallas verbales.

Quiero tranquilidad.

Quiero ser feliz.

Intento una vez más abrir mis ojos y me toma un par de intentos lograrlo, apenas y veo por una pequeña rendija y duele. Entonces recuerdo los golpes y logro entender que físicamente estoy hecha un desastre.

Intento hablar mientras observo a mamá derramar lágrimas, pero me duele, arde como si algo atravesase mi garganta. Puedo recordar a Ronald apretando con fuerza mi garganta, cortándome la respiración.

Él iba a matarme. Cuando yo vi sus ojos, solo pude ver muerte. Mi muerte.

¿Por qué ha hecho de mi vida un infierno?

¿Por qué se llevó mi felicidad?

¿Por qué acabó con nuestro para siempre?

Se supone él me amaba. Que yo era parte esencial de su vida. Que nunca me haría daño.

Aprieto la mano de mamá.

Mi miedo se mezcla con la ira, él no puede seguir haciéndome esto.

—Ro-Ronald.

— ¿Quieres verlo?

No sé cómo es mi mirada, pero ella nota que la simple idea me altera. Me alarma.

» ¿Naomi? ¿No quieres verlo?

—Ro-Ro-Ronald— trago y arde tanto. Mi vista se hace borrosa por las lágrimas—.Él...esto...Ronald...Va a... matarme...no más... por favor.

Mamá jadea y papá entra con un doctor. Cada palabra que el doctor dice, hace que me hunda. Los daños, mi suerte de estar con vida y la pérdida.

La pérdida de un bebé cuya existencia nunca supe.

—Su esposo nos ha notificado del hecho de que fue víctima de un asalto, las autoridades...

—Ronald...

El doctor deja de hablar, mamá llora abrazando a papá. La puerta se abre y mi corazón late desenfrenado.

Él está aquí. Él va a matarme.

No, por favor. No más.

— ¡Amor! Estás despierta.

Lágrimas caen por su rostro, pero nunca más creeré en ellas. Él no se arrepiente, antes pensé que lo hacía, ahora solo veo a un ser enfermo de violencia.

Intenta acercarse a mí y un sonido aterrador sale de mí, sueno como un animal asustado y herido.

»Amor, todo va a estar bien.

— ¡Aléjate de mi hija! ¡Monstruo! ¡Aléjate, bastardo! — grita mamá antes de empujarlo.

Ahora ella lo sabe. Todos van a saberlo.

Él no volverá a hacerme daño.

Ahora todos saben que es un monstruo disfrazo de oveja.

***

2 de marzo, 2013.

Trato, realmente trato de no caer en esos recuerdos, pero no puedo.

—Él nunca te hará daño de nuevo— me repito, de ese modo en el que mi terapeuta me recomendó.

Siento impotencia ante el hecho de que aún me altera, que aún puede poner de cabeza mi vida. La vida que con tanto esfuerzo he levantado en casi 2 años luego de recibir el golpe de un amor con sabor a muerte.

Mis ojos pican, ellos luchan por no perder la batalla y llorar.

No más lágrimas para Ronald. No más.

Mi mano tiembla cuando alzo mi copa con vino. No debo tener miedo, no tiene el poder para lastimarme.

Excepto a que está sin orden de restricción. Puede acercarse y aun ante la ley es mi esposo.

—No puede hacerte daño, Naomi. No puede lastimarte— me digo una vez más dando un sorbo a mi vino.

Cubro con una de mis manos la mitad de mi rostro. Quiero que mis cadenas sean rotas, quiero solo poder vivir sin miedos, sin pesadillas, sin desconfianza hacia los hombres.

Mi celular vibra sobre la mesa. Lo tomo y es un mensaje de Hilary.

En la escuela me encargué de tener un montón de amigas, era la chica a la que todos agradaba, pero cuando decidí irme de Hampshire para casarme con Ronald a mis casi 19 años, me alejé un poco de esos amigos por la distancia y entonces más adelante, él se encargó de arrancarlos de mi vida.

No tuve oportunidad de hacer otros amigos, no unos que lograrán agradarle. Usando sus palabras: nadie era lo suficiente bueno para mí.

Hilary es el soplo fresco de mi nueva vida, la primera amiga en años y aunque me siento torpe sobre cómo ser de nuevo una amiga, parece que no lo hago mal y ella rápidamente se ha ganado mi cariño.

Fácilmente ahora puedo llamarla mi amiga.

Doy otro pequeño sorbo a mi vino y abro el mensaje.

"Tienes cita con quien será tu nuevo abogado.

Jeremy McQueen te espera Westminster este 7 ¿Puedes?"

De poder, puedo. Pero ¿Sola viendo a un hombre? ¿Hablándole de lo que me causa pesadillas? No me creo capaz.

Algunas cosas quizás solo están destinadas a suceder, Jeremy McQueen es el hermano del súper novio de Hilary: Doug McQueen, y dicho hermano ha resultado ser un estupendo abogado, o al menos eso garantizan ellos.

Si él logra que Ronald me dé el divorcio y se alejé de mí, entonces será el mejor abogado de todo el mundo y una parte de mí siempre estará agradecida con él. Si lo logra.

"No puedo ir sola."

"¿Para qué están las amigas?

No te abandono, Nao.

Estoy contigo en tu batalla.

Pasaré por ti... de todas formas más tarde me paso por tu apartamento.

Llevaré helado."

Hay un nudo en mi garganta, por tanto tiempo estuve tan alejada de este tipo de lealtad y afecto.

"Gracias, amiga.

Tú trae el helado y yo hago la cena."

"Hecho.

¿Confirmo entonces la cita con el muy solicitado abogado McQueen?"

"Es un hecho.

Confirma."

Por favor, denle todas las facultades a ese hombre para que me libere de Ronald, para terminar de romper mis cadenas. Por favor.

Hola, ahora sí ¡Bienvenidos a la historia !

Finalmente sabremos de esta parejita que aun no sé si es    # Jaomi  o #Neremy, ya haré luego encuestas para ver cómo quedan.

No sé con qué regularidad se suba aquí, puesto que hasta que no termine LMDE no puedo subir tan corrido por acá, pero trataré de que sea concurrente y no una eternidad (eternidad para mí significa tres semanas).

Espero les guste.

Un beso.