Capítulo II: La Caja Impedida Intelectualmente

"Todo este tiempo había creído que la gente del negocio ya me había olvidado por, bueno, varias razones: perder mi encanto tras la pubertad, los constantes llamados a la corte, el hecho que casi me le hecho a la hija de Francis Ford Coppola, en fin: pensé que ya era historia antigua, pero este reconocimiento me hace sentirme apreciado, y en palabras de la legendaria Shirley Temple, otra colega ex estrella infantil: "me quieren, en verdad, me quieren..."

—¿Y luego que pasó? —le preguntó Russell, el mejor amigo de Josh, mientras ambos bebían en su bar preferido, "Ox 2.0" (o mejor dicho: el único que aún les daba crédito). Ambos se encontraban en la barra del lugar, viendo a los demás parroquianos beber y bailar.

—Desperté...

—Oh...entiendo...

Russell Cunningham era su nombre completo, y conocía a Josh desde hace más de diez años, cuando ambos entraron a la misma clínica de rehabilitación por la adicción a la misma droga: capsulas de sudor de castor japonés, y ese fue el comienzo de una hermosa amistad.

—De todos modos, aún no comprendo estos giros que da la vida, sabes; un día estas comiendo sopa instantánea mientras espías a la vecina cambiándose, y al otro eres un nominado a un premio de la Academia — Josh mencionó.

—Cosas que, por supuesto, no son mutuamente excluyentes.

—Bueno...se ha dicho mucho de Woody Allen...

—Si, claro; por curiosidad, ¿qué vas a hacer esta noche?

—Tengo una cita con una sopa instantánea y cierta mujer atractiva que...da la casualidad que vive frente a mi apartamento y tiene un enorme ventanal sin cortinas.

Russell, o "Russ" como Josh le llamaba, no aprobaba de todo el comportamiento escandaloso de su amigo, pues a diferencia de este, el señor Cunningham había rectificado su vida, se convirtió al Cristianismo y ha llevado una vida digna y saludable, a pesar de lo "aburrida" como Josh la calificaba; interesante, puesto que el origen de Russ era quizás más "oscuro": él fue el líder de la banda de Grunge "Analus", una clásica agrupación de la época que alcanzó el numero uno del Billboard con su hit, "Lemon Flavored Fetus", pero como nos dice la historia, claro, llegaron un poco tarde, pues cuando cierta estrella se suicida en 1994, mató con el todo el interés por el genero, y "Analus" cayó en desgracia como una de esas cosas de los 90 que de la que todos supieron pero muchos se avergüenzan, como la Macarena o "Blossom".

—De todos modos, me alegro por ti Josh; no cualquiera tiene el honor, y este podría ser el comienzo de muchas cosas muy buenas.

—¿Crees que no lo sé?. La comadreja de mi agente ya esta en planes de relaciones públicas y todo eso...

—Oh no, ¿te va a enviar a "Celebrity Thai-Boxing" otra vez?

—¡Ni lo menciones! Mi oído interno aun no se recupera: no puedo jugar "Wii" sin vomitar.

—¿Entonces cual es el plan?

—Oliver esta planeando llevarme a algún programa de entrevistas en vivo.

— ¿En vivo? —Russell cuestionó justo antes de sorber un trago mas de su bebida —. ¿Estás hablando en serio?

—No me da mucha confianza el hecho que luzcas tan asombrado.

—No es nada en especial, pero...—mencionó Russell mordiendose el labio y con el ceño fruncido.

—¿Pero...?

—Bueno Josh ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo en vivo?

— ¡Hey, yo hago muchas presentaciones en vivo y en directo!

—Una toma de rehenes en un supermercado con treinta oficiales de policía no es mi idea de "televisión en vivo".

—¡No fue mi culpa! ¡Kanye West puso algo en los cócteles!

—¡OK, OK, te creo Josh! Mantengamos eso en secreto. De todos modos siento que me podrían inculpar de algo si es que escuchó algo de más.

Entonces, el celular de Josh sonó, y este sabía de antemano quien podría ser: su agente o su oficial de libertad condicional:

—¿Aló?

—Josh, amigo ¿Qué tal te trata la vida?

—Como una mezcla de su "perra" y su "inquilino con 35 años de deuda", gracias por preguntar.

— ¿Qué tal te parecería estar en el programa numero uno de entrevistas de América...?

—¿Iré con Letterman?

— No.

—¿Conan O'Brien?

— Prueba de nuevo.

— No creo que sea Leno...

— Tampoco...

—Pues... ¿Don Francisco sigue vivo?

—¡No! ¿Qué no ves la televisión?

—Oli, ya te dije que solo veo...

—¡Sí, sí! ¡Ya entendí! ¡Entrepiernas! En fin. Estoy hablando del programa de Jason Lane.

—¡Jason Lane! ¡Claro! —Josh exclamó—. ¿Cómo pude olvidarlo?¿Y ese quién es, por cierto?

—¿Bromeas verdad? Es el número uno de la televisión nocturna: justo anoche tuvo en su programa a Charlize Theron y al físico Stephen Hawkins

—¿Stephen quién?

—Ya sabes: el científico mas brillante de nuestros tiempos...

Josh sólo guardó silencio, haciendo obvio y penoso que no sabía de quien hablaba Oliver.

—El hombre de la silla de ruedas con la voz de robot.... —su agente le aclaró para sacarlo de una vez de la incógnita.

—¡Oh si! ¡"Voz de robot"! ¡Genial! ¿Y cuándo me podrías mandar allá?

—¿Qué te parece mañana en la noche?

—¿Mañana? ¿No es un poco prematuro?

—Sí, pero ya sabes: así soy de efectivo...

—Oliver...

—Está bien, mira: Mel Gibson canceló; tiene que ir a rehabilitación otra vez y les ofrecí tu nombre

—¿Me estas dando el lugar de un actor antisemita?

—Sí...cuando lo dices en voz alta suena un tanto feo...

— No, no es nada, solo pienso que mis abuelos Moshé y Ruth estarían revolcándose en su tumba...

—Velo como lo que es Josh: trabajo, y saludarás a la audiencia, te dejarás querer, te usaran para un par de chistes y es todo: buenas relaciones públicas

— OK, lo haré ¿algo que me tengas que decir antes que me emborrache?

—Ahora que lo mencionas, sí: compra nuevas camisas, los 90 terminaron ya hace una década.

La mañana siguiente, después de una no tan severa noche de jerga gracias a la supervisión de su amigo Russell, Josh partió a la oficina de su agente, para planear bien el evento y practicar mas de un centenar de veces aquello que querían hacer lucir espontáneo y natural.

La oficina de Oliver Kapowski se encontraba justo en el corazón de Malibu, y era un lugar que daba una sensación de tranquilidad y relajación: una hermosa oficina con vista a la playa y el viento marino hacían del lugar algo muy placentero (también contribuían los ocasionales concurso de camisetas mojadas por la costa).

—¡Josh, amigo! ¿Cómo estás? —comentó Oliver al ver a su cliente entrar a su oficina, mientras tomaba notas sentado en su escritorio

—Estoy bien, estoy bien, sólo es que me perdí cuando me diste la dirección; hace mucho tiempo que no venía.

—Hace mucho tiempo que te tomaba como caso perdido, pero ahora es diferente

—Creo que si...supongo... ¿caso perdido, en serio?

—Ahora, ¿Entiendes la importancia de esta noche verdad? Hay que agradar al público, pero más importante aun, hay que agradar a la comunidad creativa de Hollywood.

—Bien ¿y como hago eso?

—Vamos por partes: cuando menciones cual es tu principal influencia, dirás que Sven Ingabjornjohansen.

— ¿Quién, perdón? —Josh preguntó en tonó de incredulidad ante aquel nombre tan "étnico" (por decirlo de algún modo)

—¡Sven Ingabjornjohansen! Es el nuevo director de moda, y ahora mismo esta buscando el casting para su próximo filme, y tiene el ego un poco grande, así que si lo aludas en televisión nacional, podrías ganar un punto o dos con el.

—¿Es extranjero, no es así?

— Sí, de Suecia ¿Cómo lo supiste?

—Eh...adiviné, supongo.

—Como sea Josh, recuerda también alabar al propio locutor y reírte de sus chistes sin importar que.

—¿Aún si no son divertidos?

—En especial si no son divertidos.

— ¿Pero eso no sonara tan falso?

—¿Bromeas? — Oliver mencionó mientras reprodujo un video de entrevistas pasadas en su computadora para ilustrarle el punto a Josh

— ¿Qué quieres mostrarme?

—Mira: Julia Roberts riéndose ¿Si?

—Sí, lo veo...

—Fue falso.

—¿En serio?

— laro Josh: ahora observa —Oliver seleccionó otro video—. Mira, Tina Fey con Letterman, ¿ves? ¡Falso también!

—OK, entiendo que me quieres decir.

—El reír falsamente ha sido una larga tradición de la televisión americana, nadie ya nota las risas reales, en todo caso, son esas las que suenan "falsas"

—¿En serio?

—¿Qué no? Mira a Denzel Washington riendo de uno de los pocos chistes graciosos del programa de Jimmy Kimmel...

Josh puso toda su atención en aquel video, incrédulo al tener que reconocer lo cierto que era la cruda realidad que su agente le mostraba.

—Esa risa suena tan...irreal...

—Lo sé, pero es completamente sincera-

— Entiendo: alabar a directores mamones, corbatas, risas falsas...

—¡La Santa Trinidad de la entrevista en la industria del entretenimiento, Josh!

—¿Estas cosas que me dicen sirven de algo Oliver?

— Es lo que hizo a más de uno en estrella, y ahora tú volverás a ese firmamento; inclusive, creo que podrían invitarte a hacer una voz en un episodio de "Padre de Familia"

—Paso: cualquier serie de comedia que crea que aventar un montón de referencias a la cultura pop y escupir nombres de celebridades a lo bruto es comedia, no es graciosa para mi.

— Bueno, no tienes que contestarme ahora, pero piénsalo ¿si?

—Bien, bien...

Después de un largo entrenamiento intensivo calcado de "Mi Bella Dama", Josh parecía estar en total forma para enfrentarse al circo de los medios, y sin tardanzas, pronto se vio en el estudio 70 de la MNC, alistado para la entrevista.

—...Gracias a William Shatner otra vez; su nuevo disco, "Hombre Cohete 2012" está ya a la venta en formato digital y físico —comentaba el locutor, Jason Lane —...y ahora recibamos a un invitado que ahora esta haciendo ruido como nominado a un premio de la Academia, pero quizás muchos conozcan como el pequeño "Jimmy Tompkins" de la "Familia Tompkins": por favor, den un fuerte aplauso a Josh Horwitz.

Tras escuchar su nombre, Josh caminó hacia el escenario, saludando y sonriendo, vistiendo un traje italiano negro que robó del set de Hombres de Negro VI; estrechó la mano del entrevistador al acercarse al sofá y se sentó.

—Así que, Josh, ¿puedo llamarte Josh o prefieres que te llames "Jimmy"?

—Prefiero Josh —el histrión contestó—, dado que es, ya sabes, mi nombre...

— ¿Y no te molesta que a veces se refieran a ti como tu personaje? Después de todo, fue uno de los shows mas vistos de América en esa década.

—¿Sabes Jason? Al principio lo hacía, pero con el tiempo lo supere: no puedo quejarme cuando es mi principal peso en mi currículo, y me daba para pagar el pan, la luz y el porno.

— Jejeje, entiendo bien eso...en fin, felicidades por la nominación al Oscar; recientemente vi tu película y creo que es brillante, te mereces la consideración y déjame decirte que tienes un excelente rango de actuación ¿tienes algún método en particular?

—¿Un método? ¿Emborracharme con vodka casero cuenta como un "método"?

El público rió con aquel comentario, y el baterista de la orquesta con un redoble marcó aquel chiste; la audiencia estaba siendo conquistada.

— uy bien dicho, buen chiste Josh...

— Jejeje...si..."chiste"...

— Ya en serio, Josh. ¿Quién dirías que es tu principal influencia?

— Pues diría que el gran director noruego Sven Ingabjornjohansen —respondió Josh con una algo dicción lenta pero perfecta, después de practicar y practicar aquel peculiar nombre.

—¿En serio? El director de moda ¿Qué opinas de su trabajo?

— Es brillante, de hecho creo que su último filme muestra con enorme finura la dicótoma entre la idea del sueño americano y la insensibilidad del capitalismo moderno en la sociedad pos-industrial...

—Veo que te gusta estar informado...

—¡Claro! Leo mucho los diarios y veo los noticiarios

—Me parece perfecto porque luego si supieras: una vez escuché de un sujeto que la única razón por la que veía las noticias era si había fotos de las entrepiernas desnudas de Paris Hilton o de las posaderas de Kim Kardashian, ¿patético no?

—Ejem...sí —con nervios replicó.

El resto de la entrevista fue muy bien sobrellevada; Josh podía todavía mantener conversaciones coherentes sin necesidad de apuntador o de drogas para la memoria, y al término del programa, parecía que este primer reto había sido conquistado; para celebrar, Josh fue invitado a una "after party" en la azotea de los estudios, donde se dejo ver, querer y codearse con algunas de los talentos mas influyentes de la ciudad; la música era de un DJ europeo y en este lugar no te registran buscando recuerdos robados.

— Disculpen chicas, tengo que atender un llamado —dijo Josh a dos féminas atractivas con las que andaba sosteniendo una conversación cuando un llamado a su móvil entró.

—¡Josh, que carambas hiciste! — Le exclamó Oliver muy alterado.

— ¿De que hablas? Al público le encanto y todo salió bien — Contesta Josh sorprendido, y haciéndose a un rincón lejos de aquella música fuerte.

—¿Qué fue lo que repasamos?

—¿De que hablas?

—¿Qué hay de lo de Sven?

—¿Ese director? ¿No me digas que pronuncie mal su apellido? ¡Lo practicamos mil veces!

—¡No, no, no! ¡Eso no! ¿Qué dijiste de él?

—Sven Ingabjornjohansen, el director noruego...

—¡No lo ves!

—Eh...no...

—Dijiste "director noruego": ¡Sven es sueco!

—¿Y eso hace una diferencia? Rubio albino es rubio albino.

—Los suecos y los noruegos se detestan: acabo de recibir una llamada de su agente y dice que las platicas sobre el papel se cancelan, y eso sin mencionar la indignación en los blogs de Escandinavia

—¿Sabes hablar noruego? ¿O es sueco?

—Aprendí cuando me estuve acostando con una ex ganadora del Melodifestivalen, pero eso no es lo importante: hay que pensar en otro plan.

Josh aprendió que en Hollywood, los pequeños detalles se manejan con precisión milimétrica; no es que no lo supiera, pero cuando pasas tanto tiempo a la sombra, hay una cosa o dos que se deben repasar bien.

N/A: Gracias a los...cinco lectores por...leer XD.

No tengo mucho que decir, aparte de que espero que les guste y ya saben: opiniones se reciben de todo tipo, sobre todo insultos...en especial, si son insultos.

Shalom camaradas.

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