-¿Ya estás lista, Tina? -gritó Shawn desde la sala de su casa.

-¡Un momento! -dije. Me arreglé el gloss, agarré mis pertenencias y salí de la habitación- Ya estoy. -Él sonrió y fuimos hasta su auto.

Conectó su móvil y puso su playlist.

Íbamos a la casa de Connor, ya que él nos había invitado a su fiesta.

Al llegar a la casa de Connor, estacionó y bajamos.

La música resonaba por todos lados. Shawn saludó a algunas personas y nos adentramos en la casa.

-¡Hey! -dijo Cameron al vernos- ¡Martina! -exclamó- ¿Cómo has estado? -preguntó mientras me abrazaba.

-Cameron, bien ¿y tú? -respondí.

-Genial. -contestó él. Se dirigió a Shawn y ambos se abrazaron. -Connor debe estar en la cocina -dijo- Vengan. -y nos guió hasta allí, donde él y su grupo de amigos estaban tomando cerveza.

-¡Connor! -exclamó Shawn, y el rubio nos observó.

-¡Llegaron! -dijo, saludándonos- ¿Qué tal, bro? -preguntó, abrazando a Shawn. -Hey, Tina, ¿cómo estás?

-Bro, solo yo puedo llamarla así -intervino Shawn, y nos reímos.

-Bien ¿y tú? -respondí.

-Muy bien -contestó- Shawn, dale una bebida a Mar -Shawn asintió y me preparó un trago.

Me acerqué al grupo de Connor, saludé a cada uno de ellos y me quedé hablando con dos chicas mientras Shawn me extendía una bebida, la cual acepté.

-Mar, ¿me dejas algún día hacer un video de ti? -preguntó Connor. Observé a Shawn.

-¿Qué clase de video? -preguntó él.

Connor se rió.

-Como los que hago para ti -me observó- ¿Aceptas? -preguntó.

-Claro -sonreí.

-Genial -dijo él.

Las horas pasaban y todo el mundo seguía divirtiéndose. Habíamos empezado un juego de embocar la pelotita en el vaso y todos la pasábamos genial.

03:57 a. m.

Shawn estaba visiblemente borracho; sus mejillas estaban rojas y sus ojos entrecerrados.

-Voy por un trago -le dije, y él asintió. Al levantarme, choqué con alguien.

-Oh, lo lamento -dijo aquel chico. Su pizza cayó en mi pecho, haciendo que el queso y la salsa se pegaran en mi ropa.

-No te preocupes -sonreí y corrí al baño.

Cerré la puerta y me quité el crop top para limpiarlo.

-¿Qué sucede, Tina? -preguntó Shawn desde el otro lado de la puerta.

-Hubo un accidente, eso es todo -dije mientras limpiaba el top con agua.

Él entró al baño sin decir nada y me observó.

-Joder, Shawn -suspiré.

-¿Quién fue el idiota? -preguntó.

-No lo sé, no lo recuerdo -mentí, aunque sabía perfectamente quién era. -Shawn, estás muy borracho -dije. Él sonrió.

-No es cierto -afirmó, dejando su vaso de tequila en el lavamanos.

-Sí, lo es -contesté.

-Deja eso, mañana te compraré uno nuevo -rodé los ojos divertida.

-Suena arrogante -dije, y él hizo que lo mirara.

-Cállate -ordenó.

-Cállame -no sé por qué lo dije. Fue instinto o el alcohol que me hizo decir esa palabra.

Pero sin decir nada más, se acercó a mí, sintiendo su respiración chocar con la mía y su olor a tequila invadir mis fosas nasales.

Y sin más,

me besó.

Mi corazón latía demasiado rápido; él besaba con tanta pasión como si hubiera esperado hacerlo durante mucho tiempo. Le di paso a mi lengua, y con sus manos me subió al lavamanos; ambos nos necesitábamos.

Enrollé mis piernas alrededor de sus caderas y coloqué mis manos en su cuello. Él mordió mi labio y gemí, pero fue un gemido de placer; él sonrió.

Nos olvidamos de las personas que estaban afuera, nos olvidamos del mundo por unos minutos.

Maldito Shawn Mendes, me vuelves loca.

Seguíamos besándonos apasionadamente; me atrajo más hacia él para profundizar el beso.

Nos separamos por falta de aire y me sonrió.

-Estoy loco por ti, Tina -dijo y finalizó dándome un beso en la nariz.

Si esto es un sueño, que nadie me despierte.

si esto es un sueño, que nadie me despierte.