-031
Ayudé a la madre de Shawn a lavar los platos, aunque ella me regañó diciéndome que ella los lavaba, ¡pero le gané!
— Ah, así que — habló Karen — tú eres la famosa Martina — dijo secando los platos y guardándolos en su lugar.
— Mmm, ¿estaremos hablando de la misma Martina? — dije, y ambas nos echamos a reír.
— Tú eres la envidia de todas las fanáticas de mi hijo — dijo ella, y me sonrió.
Hice una mueca.
— La verdad que sí — suspiré — pero estoy tranquila sabiendo que no saben que soy fanática de Shawn — mordí mi labio inferior.
— Pero pronto lo harán — afirmó ella — las conoces, averiguan todo sobre Shawn — rodó los ojos.
— Sí, es fastidioso — dije — si no se enteran por nuestras bocas, lo harán por terceros — agregué.
— ¿A qué te refieres? — dijo ella, mirándome confundida.
Le pasé un plato recién lavado, y ella lo secó.
— Es que — suspiré — desde que empecé a tener contacto con Shawn y Camila, jamás se los conté a mis amigas, literalmente jamás se los conté. Y el día de mi cumpleaños, explotó la bomba — suspiré — ellas se indignaron y se enfadaron mucho. Hasta el día de hoy no me hablan — dije.
— Oh, cariño — dijo ella — entiendo lo duro y frustrante que debe ser, alejarte de tus amigas. Pero debes entender que Shawn o Camila ya no son personas normales, que el mundo de la farándula no es para nada tranquilo. Y aunque seas amiga, prima o incluso vecina de ellos, ya perteneces al mundo de la fama — dejó de secar los platos y me observó — Martina, ya eres parte de la vida de Shawn y Camila. Y no tardará en llegarte la fama a ti también — suspiré resignada.
— Es que yo eso no quiero — hice un puchero aguantándome las ganas de llorar — no quiero fama, no quiero ser reconocida, no quiero nada — suspiré — quiero ser la amiga normal, común y corriente de Shawn y Camila — dije.
Ella solo me observó en silencio.
Cuando estaba por hablar, alguien entró a la cocina.
— ¡Buenas! ¿Qué hacen? — dijo Shawn.
Intenté sonreír y lavé el último plato.
— Estaba ayudando a tu madre — dije.
— Gracias — dijo ella. Se secó las manos y luego habló — los dejo solos — le sonreí.
— ¿Ocurrió algo? — dijo Shawn. Y me miró confundido. Negué.
— Para nada — me sequé las manos. Y lo observé.
— Okey, Mila se durmió. Así que podríamos salir nosotros a tomar un helado — dijo él mientras cruzaba los brazos y se apoyaba en la isla de la cocina.
Sonreí.
- Si tú quieres - dije.
- Bueno, vamos - sonrió y se acomodó el cabello.
Lo seguí hasta la sala. No se encontraba nadie. Él agarró su chaqueta y sus llaves. Caminamos hasta la entrada y salimos.
En la entrada estaba su camioneta, sacó la alarma y nos adentramos.
Nos pusimos el cinturón de seguridad y él encendió el auto. Sacó su móvil y puso su playlist.
Arrancó, y yo me dispuse a mirar por la ventanilla.
- ¿De qué hablaban tú y mi madre? - preguntó él.
Volvió mi vista hacia él. Él se encontraba concentrado en la carretera.
- Nada - suspiré - de cosas - alcé mis hombros restándole importancia.
- ¿Segura? - dijo él.
- Sí - dije y él me observó - tu madre es increíble - dije. Él sonrió y volvió su vista a la carretera.
Luego de unos minutos nos estacionamos. Y bajamos del vehículo. Empezamos a hablar de cualquier tontería mientras caminábamos hacia la heladería.
Ed's Real Scoop
Ese era el nombre de la heladería.
Al entrar no había gente. Pedimos nuestros helados, Shawn pagó. Y luego nos sentamos en una mesa que daba justo sobre el vidrio de la tienda.
- Sabes, hace tiempo que quiero buscarte un apodo - dijo Shawn. Y dio un bocado a su helado.
- ¿Ah sí? - dije - ¿Cómo cuál? - pregunté dudosa.
- No lo sé, aún lo estoy pensando - dijo él.
Me reí y probé con tanta emoción aquel helado.
- ¡Oh por Dios! - dije - ¡Esto está buenísimo! - dije.
- Martina, solo es helado - dijo él mirándome burlón.
- En serio eres tonto - dije - a lo que me refiero, es que el helado de aquí, el de Canadá, es mucho más diferente que el de Argentina - dije. Él sonrió.
- Eres como una niña chiquita - dijo y me reí - Volviendo a los apodos. ¿Cómo te gustaría que te llame? - alcé los hombros.
- No sé, mientras que no sea Tini. En Argentina hay un cantante que se llama así.
- ¿Tini? - me miró confundido - ¿Quién se llama así? - se rió.
- Ese es su apodo - dije.
- Ah - dijo él.
Nos quedamos en silencio unos minutos saboreando nuestros helados.
- Tina - dijo él.
- ¿Ah? - dije yo confundida.
- Te llamaré Tina - dijo él - ¿Te gusta?
- Sí - sonreí.
Es la primera vez en la vida que alguien se preocupa por ponerme un apodo.
Que esa persona sea mi mejor amigo, y que ese mejor amigo sea mi ídolo. Mi ídolo: Shawn Mendes.
Sonreí y sentí mis mejillas sonrojarse. Miré hacia la ventanilla y vi a alguien fotografiarnos.
- Shawn... - lo llamé. Él me observó - Hay alguien allí, que nos está fotografiando - susurré.
Él no disimuló para nada y observó.
-- Si tú quieres - dije.
- Bueno, vamos - sonrió y se acomodó el cabello.
Lo seguí hasta la sala. No se encontraba nadie. Él agarró su chaqueta y sus llaves. Caminamos hasta la entrada y salimos.
En la entrada estaba su camioneta, sacó la alarma y nos adentramos.
Nos pusimos el cinturón de seguridad y él encendió el auto. Sacó su móvil y puso su playlist.
Arrancó, y yo me dispuse a mirar por la ventanilla.
- ¿De qué hablaban tú y mi madre? - preguntó él.
Volvió mi vista hacia él. Él se encontraba concentrado en la carretera.
- Nada - suspiré - de cosas - alcé mis hombros restándole importancia.
- ¿Segura? - dijo él.
- Sí - dije y él me observó - tu madre es increíble - dije. Él sonrió y volvió su vista a la carretera.
Luego de unos minutos nos estacionamos. Y bajamos del vehículo. Empezamos a hablar de cualquier tontería mientras caminábamos hacia la heladería.
Ed's Real Scoop
Ese era el nombre de la heladería.
Al entrar no había gente. Pedimos nuestros helados, Shawn pagó. Y luego nos sentamos en una mesa que daba justo sobre el vidrio de la tienda.
- Sabes, hace tiempo que quiero buscarte un apodo - dijo Shawn. Y dio un bocado a su helado.
- ¿Ah sí? - dije - ¿Cómo cuál? - pregunté dudosa.
- No lo sé, aún lo estoy pensando - dijo él.
Me reí y probé con tanta emoción aquel helado.
- ¡Oh por Dios! - dije - ¡Esto está buenísimo! - dije.
- Martina, solo es helado - dijo él mirándome burlón.
- En serio eres tonto - dije - a lo que me refiero, es que el helado de aquí, el de Canadá, es mucho más diferente que el de Argentina - dije. Él sonrió.
- Eres como una niña chiquita - dijo y me reí - Volviendo a los apodos. ¿Cómo te gustaría que te llame? - alcé los hombros.
- No sé, mientras que no sea Tini. En Argentina hay un cantante que se llama así.
- ¿Tini? - me miró confundido - ¿Quién se llama así? - se rió.
- Ese es su apodo - dije.
- Ah - dijo él.
Nos quedamos en silencio unos minutos saboreando nuestros helados.
- Tina - dijo él.
- ¿Ah? - dije yo confundida.
- Te llamaré Tina - dijo él - ¿Te gusta?
- Sí - sonreí.
Es la primera vez en la vida que alguien se preocupa por ponerme un apodo.
Que esa persona sea mi mejor amigo, y que ese mejor amigo sea mi ídolo. Mi ídolo: Shawn Mendes.
Sonreí y sentí mis mejillas sonrojarse. Miré hacia la ventanilla y vi a alguien fotografiarnos.
- Shawn... - lo llamé. Él me observó - Hay alguien allí, que nos está fotografiando - susurré.
Él no disimuló para nada y observó.
— Tranquila, no pasa nada — dice él.
— ¿Esto es legal? — pregunté. Él encoge los hombros y sigue comiendo su helado.
Relamí mi labio inferior. Esta sensación es espantosa.
— Si quieres, volvemos a la casa. Miramos películas y comemos pochoclos — dice.
— Está bien — dije. Me sentía un poco tímida y acosada.
Shawn compró un kilo de helado para llevar, con diferentes gustos. Y luego salimos de aquella heladería. Ya había como tres hombres, grabando y sacando fotos.
Esas personas se nos acercaron e invadieron de preguntas a Shawn.
— Tranquilos chicos, solo es mi mejor amiga. No hay nada que esconder — habló Shawn mientras caminábamos hasta el vehículo. Yo mordía mi labio inferior nerviosa y con mi vista hacia el suelo.
— ¿Qué pasó con Camila? — preguntó un hombre. — Camila y tú, también eran mejores amigos, ¿no? Y luego terminaron juntos. ¿Acaso ella va por el mismo camino? — Sentí como Shawn se tensó y hace una mueca de risa irónica. Lo observé sorprendida por lo que dijo el hombre, y enseguida desvié la mirada. Me sentía súper nerviosa. Y ese comentario, me puso aún peor.
Al llegar a la camioneta. Nos subimos lo más rápido posible y Shawn arrancó.
Apoyé mi cabeza en el vidrio, tratando de despejarme.
— Lo siento por lo que pasó recién — dice él. — Se desubicó, y te hizo poner incómoda. Perdón — dice. Y veo cómo aprieta sus manos al volante.
— No te preocupes — dije — ya pasó.
Traté de olvidar el tema. Pero no podía sabiendo que si lo que acaba de pasar hace un momento, se llega a viralizar. Y que fans vean eso, puede llegar a malinterpretar las cosas, y no quiero que Cam y Shawn se peleen por mi culpa.
Ya habíamos llegado a la casa de Shawn, él estaciona el auto y me mira.
— ¿Estás bien? — me dice él.
— Shawn... No quiero que tú y Cam se peleen — dije.
— ¿Por qué lo haríamos? — dice él divertido.
— En serio Shawn. No quiero que por lo que dijo ese paparazzi o lo que empiecen a hablar afecte algo, no quiero que, porque fuiste a comer un helado conmigo, empiecen a bombardearte diciendo mil cosas — Las lágrimas amenazaban con salir — No quiero que por mi culpa tú y Cami se peleen — volví a decir. Justo cayó la primera lágrima, la cual, saqué rápidamente.
— No llores — me dice. Y acaricia mi rostro. — Eso no va a pasar. — Suspira y me vuelve a mirar — Mila y yo, nos entendemos. Y yo sé que ella lo va a entender — me dice — En serio, ya no llores. Eres feíta cuando lloras — y hace puchero. A lo que yo me río, y le doy un manotazo en el hombro.
— Tonto — le dije. Y él me saca la lengua.
— Bueno, ¿vamos? — Asentí.
Bajamos del vehículo. Y nos adentramos a la casa. En la sala estaba su hermana y su madre.
— ¿Fueron a pasear? — dice su madre.
— Algo así — dice Shawn, y hace una mueca — Nos invadieron tres fotógrafos en la puerta de la heladería.
— Oh — y hace un gesto de pena.
— Pero trajimos helado — dice él, levantando la bolsa con el pote de helado. — Así que nos quedaremos viendo películas — habló — ¿Enana te sumas? — Aaliyah asintió.
— ¡Sí! Mientras haré palomitas — dijo, y fue hacia la cocina.
— Diviértanse — habló su madre — Yo saldré con tu padre un momento — le dijo a Shawn.
Él asintió. Y su madre abandonó la sala.
— Yo me daré una ducha, y luego bajo — dije. Él me sonrió y fui hacia las escaleras.
Al llegar al cuarto. Me tiré sobre la cama, Y suspiré.
Esto no es lo mío. Yo no sirvo para ser famosa, no soy apta para estar al frente de miles de cámaras. Y mucho menos que hombres me fotografíen en todo lado donde vaya. Es agotador, yo no podría. Si es posible quiero ser la amiga de ellos, desconocida. Que solo ellos me vean.
Con lentitud me levanté. Y fui hasta mi maleta. Agarré ropa y fui hasta el baño. Y me di una corta ducha para despejarme.
Salí y me envolví con la toalla. Y puse otra en mi cabello mojado.
Fui hasta mi maleta, saqué mi secadora. La conecté en el baño, y me empecé a secar. Luego, pasé crema humectante en mi cuerpo. Y por último me vestí.
Me coloqué un poco de colonia. Me peiné. Y cuando ya estaba lista, tocan la puerta.
Fui hasta allí, y abrí. Camz se encontraba ahí.
- Hola - Dijo ella. Se notaba que hacía ratito se había despertado.
- Hola - Dije yo. Y la invité a pasar.
Ambas en silencio fuimos hasta la cama.
- ¿Cómo estás? - Dijo ella.
- Bien - Dije. Estaba confundida. - ¿Ocurre algo malo, Camz? - Pregunté.
Ella negó y me abrazó. No entendía a qué se refería ese abrazo, pero lo acepté.
- ¿Camz, en serio está todo en orden? - Pregunté. Ella asintió. - Shawn te contó. - Dije, parecía más una afirmación que una pregunta.
- Algo así - dijo ella. - También vi el video. - Abrí mis ojos sorprendida y asustada. - Está en todo internet - Dijo.
- ¡¿Qué?! - Dije alarmada.
- ¡Sí! Podemos armar una telenovela, tipo mexicana - Yo la miré confundida. - Con mucho drama - Dijo con una carcajada. - Ahora las redes sociales son un caos - continuó. Yo seguía mirando fijamente, asimilando todo. - Yo sé que todo esto te afecta, Mar, todo fue como una ola súper grande que te golpeó muy fuerte. Te entiendo, pero tienes que tomártelo con calma. Te recomiendo que no entres a las redes sociales por unos días, hasta que todo el malentendido se calme. Ya eres parte de todo esto.
- Yo no quería - Dije aún mirando fijamente. - Yo no quería que todo esto pase - La miré. - Yo no quería.
- Mar, tampoco podíamos tenerte escondida. También eres un ser humano, y tarde o temprano se iban a dar cuenta - Dijo. - Es cuestión de que te acostumbres - Me dijo.
- No lo sé, no sé si podría acostumbrarme - Dije.
Me sentía asustada y presionada.
- Bueno, mira. Olvidemos el tema por un rato, ¿sí? Vamos abajo, a ver unas películas, comer palomitas y helado... Y a distraernos un rato - Asentí. Sentía que ya estaba súper nerviosa.
- Está bien, vamos - Dije.
Bajamos juntas las escaleras. Y puse mi mejor cara.
Fuimos hasta la sala. Y en la mesita del centro había refresco, dos bowls con palomitas y helado.
Habían puesto una manta en el piso, con almohadones.
- Hola, bajaron - Dijo Shawn apareciendo en mi vista. - ¿Todo en orden? - Preguntó dudoso.
- Sí - Sonreí.
- Cool - Dijo. - Bueno, vayamos a sentarnos. Yo voy a buscar a mi hermana y regreso.
Con Camí nos fuimos a sentar en la manta.
Bueno, luego de unos cuarenta y cinco minutos de películas, que por cierto estaban buenas y trataban sobre un virus, Shawn habló.
- ¿Y si vamos a la playa? - Dijo y lo observamos.
- ¿Hay playa aquí? - Ahora ellos me observaron. Qué ignorante fui.
- Sí, hay varias playas, están un poquito lejos. Pero son bonitas - dijo Aaliyah.
- Vamos a Kitsilano Beach - Dijo Shawn.
¿Kitsi qué?
- ¿Aquella queda en Vancouver? - Preguntó Camila mientras comía helado. Shawn asintió.
- Sí, iríamos en avión, porque en auto son muchas horas - Dijo. - ¿Qué dices, Tina? ¿Vamos?
Alcé mis hombros. - Vamos, si quieren - Dije.
- ¡Cool! - Festejó. - Luego de la cena organizamos todo - Dijo sin más.
Y así es como, viendo una película, sale de la nada un viaje improvisado a una playa de Vancouver, Kitsilano Beach.
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Holis!💜 ¿Que tal? Espero que anden súper bien. Y todo vaya bien. Bueno, como verán está la pandemia del virus esté "corona virus" y por cierta razones, mí país, y muchos otros países, están en cuarentena. En mí caso mí país empieza mañana domingo la cuarentena y se extingue a dos semanas. En otros países es muchísimo más tiempo. A lo que voy es que, el gobierno cerro todo tipo de lugar público, cine, restaurante, recitales 💔 y etc. Yo tenía varios planes este mes, como el Lollapalooza y empezaba la facultad, a lo que se me iba a hacer un poquito complicado actualizar. (Por qué se me terminaron los capítulos que tenía en borrador jijijiji) y bueno, cuando pusieron la cuarentena y todo. Se canceló mí agenda. A lo que voy es que, voy estar encerrada en mí casa, haciendo exactamente nada. Voy a actualizar un capítulo ó dos, todos los días. Si, todos los días. Para que todos nos entretengamos un poquito. Espero que estén disfrutando la novela, por qué me gustaría mucho saber su opinión, y que se tomen el tiempo de leerla. Gracias por el cariño que le dan. Y gracias a anto, una chica que conocí hace tan poquito tiempo. Y apoya muchísimo está novela. Valoró mucho eso, y es una de las personita que me inspira mucho en seguir escribiendo, por qué todo los días. Me manda mensaje y reaccionando la novela. En serio, jamás dejes de hacer eso. I appreciate you so much 🧡
Bueno, cuídensen mucho, los quiero ✨
Nos estaremos leyendo.
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