-027-
Me despierto por el ruido del teléfono de la recepción. Abro mis ojos y empiezo a buscar. Sin más, contesto.
— ¿Diga? — Digo adormilada.
— Disculpe, señorita. Una joven quiere verla. — Dice un hombre del otro lado.
— Ah, sí. Seguro es Camila. Que suba. — Digo y bostezo.
— Lo siento, señorita. Pero su nombre es Aaliyah Mendes. — Me sorprendo.
— ¿Está usted seguro? — Pregunto confundida.
— Sí, así es. ¿Qué hago, señorita Martina? — Dice él.
— Mmm, déjela subir — Me muerdo la uña, nerviosa.
Corto y corro hacia el baño. Me enjuago la boca con enjuague bucal, me lavo la cara apresuradamente, me cepillo el cabello y corro hacia mi maleta.
La puerta de la habitación suena y me paro. Me encuentro paralizada. La hermana de Shawn ha venido a verme. Mi corazón empieza a latir fuerte y me siento nerviosa.
Me seco las manos sudorosas en mi pijama y suspiro. Me siento estúpida.
Cuento hasta diez y voy hacia la puerta.
— ¡Hola! — Digo cuando abro la puerta y veo a Aaliyah. Se ve bonita, lleva unos jeans, un buzo negro y unas zapatillas, y tiene el pelo suelto.
Es bastante alta, no como su hermano, pero es alta.
— Hola — Dice ella tímidamente. La invito a pasar y se sienta en uno de los sillones. — Al fin nos conocemos — Dice ella y sonríe. — ¿Cómo estás?
— Bien, ¿y tú? — Digo y me siento a su lado.
— Bien, un poco cansada — Sonríe.
— Me lo imagino — Digo. — ¿Quieres que vayamos a desayunar? — Ella asiente.
Voy hacia mi maleta y busco ropa para cambiarme. Me dirijo al baño y me cambio.
Cojo un bolso, meto dinero dentro, algunas cosas personales y salimos de la habitación.
— ¿Es tu primera vez aquí, no? — Dice ella.
— Sí, así es — Nos dirigimos hacia el ascensor.
— Oh, qué bien — Dice ella. — A Shawn le gustará verte — Dice, y la miro asombrada.
— ¿Qué? — Pregunto.
— Bueno... — Habla con nervios — Es que desde que nos habló de ti, se nota que eres importante para él — Juega con su pelo.
Salimos del ascensor y mientras nos dirigimos hacia la salida, yo estoy analizando lo que acaba de decir.
— ¿Qué? — Pregunto. Pasan unos segundos después de lo que me ha contestado. Ella ríe.
— Cuando llegó aquí, después de su tour, le contó a mi madre que ayudó a una fan después de que ella pasara un mal momento — Me cuenta mientras caminamos por la calle de Toronto — Y eras tú — Me mira. — Luego vimos que siempre hacían videollamadas, hasta pensamos que tú eras su nueva novia — La miro atónita.
— ¿Qué? ¡No, claro que no! — Digo defendiéndome.
— Lo sé, tonta — Ríe. — Mi madre tuvo una charla con él, y él aclaró todo. Incluso llamó a Camila para confirmarlo — Sonrío con ternura — En fin. Le agradaste mucho a Shawn. — Nos paramos en medio de la gente. — ¿Desayunamos aquí? — Apunta a la cafetería de enfrente.
— Sí, está bien — Digo, y cruzamos la calle.
Entramos a la cafetería y nos sentamos. El clima está perfecto, no hace mucho calor, está perfecto.
— ¿Cómo está Shawn? — Pregunto. Y ella hace una mueca.
— Insoportable — Dice, y me río. — Mi madre lo está agobiando con los preparativos y él anda estresado.
— Por Dios, entiendo — Vemos la carta. — Mm, hay cosas deliciosas — Ella asiente.
Viene una mesera a tomar nuestras órdenes.
— Un café con brownie — Dice Aaliyah.
— Yo quiero un té con donas — La chica asiente sonriendo y se marcha.
— Bueno, Camila se está quedando en casa. Y está distrayendo a Shawn. Esta tarde tiene que ir a comprar las últimas cosas. Así que yo te acompañaré hasta donde quieras ir — Sonríe.
— ¡Muchas gracias! — Digo. — Sabes, aún no le compré un regalo a Shawn. Si tú quieres acompañarme a elegir su regalo, ya que tú eres su hermana y lo conoces bien.
— Con gusto. — Dice ella. Y la mesera trae nuestra orden.
Desayunamos mientras charlamos, nos empezamos a conocer más y tenemos bastantes cosas en común. Aaliyah es una extraordinaria chica.
Pagamos y salimos de aquella cafetería. Empezamos a ver vidrieras.
Hasta que vimos una joyería. Nos adentramos y en la mesa de vidrio vi muchas cosas interesantes, pero una me llamó la atención: era un collar con un símbolo de guitarra.
— Hola chicas, ¿cómo están? — Saludó un hombre mayor. — ¿Las puedo ayudar en algo? — Preguntó amablemente.
— Hola — Respondí con cortesía — Estoy interesada en este collar — Señalé la pieza. El hombre colocó sus lentes y abrió el armario.
— Oh, esta preciosura — Dijo, tomando el collar — Es una guitarra. Está hecho de oro blanco, con diamantes a su alrededor — Sonreí asombrada y miré a Aaliyah. Era el regalo perfecto.
— Lo quiero — Dije decidida.
— ¿Estás segura, Martina? — Me habló Aaliyah. — Parece caro — Susurró.
— Sí, estoy decidida — Le contesté en voz baja.
— ¡Genial! — Exclamó el hombre. — ¿Es para hombre o mujer? — Preguntó, mientras comenzaba a limpiarlo.
— Es para hombre — Respondí, y él asintió.
— En ese caso, cambiaré la cadena por una más larga. Pero tranquila, tienes un veinte por ciento de descuento — Informó. Yo asentí.
Saqué mi billetera de mi bolso y le entregué mi tarjeta de crédito.
— ¿Puede ser para regalo? — Solicité. Él asintió sonriendo.
El hombre lo colocó en una elegante caja azul gamuza con una luz led adentro. Lo envolvió en papel de regalo y me lo entregó en una bolsa de cartón negra con un moño arriba.
Pagué y salimos de la tienda.
— No tardamos tanto en buscar el regalo — Comenté.
— Ese regalo es perfecto — Aaliyah dijo. — Yo solo le compré una capa y una varita de Harry Potter. — Nos reímos juntas.
Vimos una tienda de ropa, y yo me quedé observando un vestido.
— ¿Viste ese vestido...? — Estaba señalándole el vestido a Aaliyah cuando ella me empujó bruscamente hacia dentro del local. La miré confundida. ¿Por qué me empujaba con tanta fuerza? — Aaliyah... — Intenté hablar, pero ella me hizo callar.
— ¡Shhhh! Ahí viene Shawn con Camila. Y vienen con paparazzi — Me susurró. Abrí los ojos sorprendida y me agaché. — No aquí — Me indicó. — Ve más adentro.
Justo cuando me disponía a irme, Shawn apareció en nuestro campo de visión. Me sobresalté y me di la vuelta asustada. Había una chica colocando ropa y me escondí detrás de ella.
— ¿Aaliyah? — Escuché la voz de Shawn. — ¿Qué haces aquí? — Preguntó.
— Vine a hacer unas compras — Contestó ella.
— ¿Sola? — Se le oyó preguntar.
— Me estoy por juntar con una amiga — Respondió.
— Shawn, déjala ya — Dijo Camila, riendo junto a Aaliyah. Se la escuchaba nerviosa.
— Nos vemos en la noche — Añadió Shawn.
Escuché a los paparazzi hablar y los flashes. Después de unos minutos, todo se calmó.
— Ya puedes salir — Me habló Aaliyah. — Ya se fueron.
Salí de mi escondite y sonreí.
— Estuvo cerca — Comenté, y nos reímos juntas.
Caminamos un poco más y luego fuimos a almorzar.
Aaliyah Mendes es la persona más espontánea que he conocido. Creo que ya tengo una nueva amiga.
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