Capítulo 4.

R

ecuerden panas, si tienen novia o llegan a tener, su primer trabajo es hacer que vean Star Wars XD.

Una pregunta:

¿Quieren que ponga la carrera o salto esa parte?

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-¡Anakin para!. -gritó Obi Wan resistiendo el avance de su antiguo aprendiz.

-Tu debilidad es la moral Obi Wan, te lo dije hace años, a los enemigos no les muestres piedad. -dijo Vader presionando su ofensiva.

El Senado miraba todo con felicidad, todo el ambiente se desmoronó en cuestión de segundos.

Ahora solo tiene que hacer que Obi Wan revele la verdad del porque su aprendiz terminó en ese estado.

Solo así podrá manipular a los hijos de Skywalker y volverlos el reemplazo de su aprendiz Vader.

Vader nuevamente levantó su arma listo para dejarla caer sobre la defensa de Kenobi.

Justo en el momento en que hiba a hacerlo otro sable de luz frenó el suyo.

-No te dejes manipular padawan. -dijo Qui-Gon sujetando su sable de luz con ambas manos.

-Este no eres tu Anakin, debes reaccionar. -dijo Windu ayudándole a sus colegas.

-Anakin no, soy Vader. -dijo el Lord Sith dejando que todos escuchen su fuerte respiración irregular.

-Supongo que dejaremos que el se haga cargo de todo. -dijo Dooku bajando su arma.

-Skywalker razonar debes, todos preocupados por ti estamos. -dijo Yoda caminando al sith.

El sith seguía sin hacer caso, su estado de furia lo tiene nublado.

Pero sobre todo el dolor, día y noche sufre un tormento dentro de esa prisión, en sus adentros el imploraba la muerte ya que no podía soportar más este sentir.

Obi Wan debió matarlo y liberarlo de ese sufrimiento en aquella batalla que tuvieron.

De la nada sintió una manos tocar sus brazos, sorprendentemente no sintió nada, el volteó para ver quien era aquella persona que lo estaba agarrando.

-Detente, no es necesario que hagas esto. -dijo Shmi mirandolo por los ojos del casco.

Ella movió lentamente sus manos al sable de luz para hacer que lo bajara.

-No se como terminaste así y supongo que lo veremos más adelante, pero por favor... ya no sigas con esto. -dijo Shmi transmitiendo su amor maternal.

Los tres jedi sintieron como el temible sith dejaba de aplicar fuerza bruta, ante su vista poco a poco se relajaba, ya no sentían ningún tipo de emoción negativa salir de el.

Para Leia eso fue de cierto modo increíble e imposible a la vez, aquella mujer que es su abuela pudo tranquilizar al temible Darth Vader.

Ahora entendía un poco más de su historia, para él su madre lo era todo.

-Y porque crees eso. -dijo Qui-Gon mirando al pequeño Anakin.

-Se lo que tienes en la cintura solo los Jedi usan ese tipo de arma. -dijo Anakin.

-Quizás maté a un Jedi y se la robé. -dijo Qui-Gon.

-No lo creo, nadie mata a un Jedi. -dijo Anakin.

-Dicelo a los del templo Jedi. -dijo Sidious con maldad pura.

Ante esas palabras todos bajaron la mirada en pena y tristeza.

Esa noche era considerasa la peor de todos los tiempos...

Ahsoka solo sudo frío, ella pese a ser alguien con un entrenamiento excelente no negará que tuvo algo de miedo esa vez que regresaba de Mandalore.

Luke en sus vagos recuerdos escuchó sobre la orden 66 y eso porque Ben Kenobi le contó algo relacionado a eso, el supuso que no era un recuerdo agradable por la expresión vacía que el puso.

-Jum ojalá fuera cierto. -dijo Qui-Gon.

-Soñé una vez que yo era un Jedi y que venía y liberaba a los esclavos ¿vienes a liberarnos?. -dijo Anakin.

-No, temo que no. -dijo Qui-Gon bebiendo agua.

-Yo creo que es cierto, sino a que vendrían?. -dijo Anakin mirando a Padmé quién desvío un poco la mirada.

-Veo que no se te puede engañar Anakin, nos dirigimos a Coruscant el sistema central de la República en una muy importante misión. -dijo Qui-Gon.

-¿Entonces porque llegaron a este lugar remoto?. -preguntó Anakin.

-Se dañó nuestra nave y estaremos aquí hasta lograr repararla. -dijo Padmé.

-Los ayudaré, puedo reparar lo que sea. -dijo Anakin.

Shmi sonrió, su hijo siempre ofreciendo su ayuda.

-Estoy seguro de que si pero antes debemos adquirir algunos repuestos. -dijo Qui-Gon.

-Piero no teneimos marmaja para canjear. -dijo Jar Jar.

-Los negociantes deben tener alguna clase de debilidad. -dijo Padmé.

-Las apuestas, todo gira alrededor de las apuestas en las carreras de Pods. -dijo Shmi.

-Carreras de Pods, la avaricia puede ser un poderoso aliado. -dijo Qui-Gon ideando una estrategia para conseguir lo que necesitan.

-Yo armé un Pod, es el más rapido y mañana es la carrera del día de Buntta, si quieres inscribeme. -dijo Anakin.

-Anakin Watto no te dejará. -dijo Shmi.

-Watto no sabe que lo fabrique, tu puedes decirle que es tuyo y que dejarás que yo sea el piloto. -dijo Anakin capturando toda la atención de Qui-Gon.

-No quiero que compitas es horrible, sufro cuando Watto te ordena hacerlo. -dijo Shmi preocupada por su hijo.

-Pero mamá a mi me gusta, el premio puede pagar por las partes que necesita. -dijo Anakin.

Algunos Jedi sonrieron a eso, Anakin siempre fue alguien que se caracteriza por ser alguien valiente, honesto, leal y noble.

Siempre ayudando sin esperar algo a cambio.

Poe se interesó en eso, nunca tuvo la oportunidad de ver o si quiera participar en una carrera de Pods.

Era momento de ver que tan buen piloto fue Vader en su niñez.

-No es por ser mal amiga pero Anakin si que se veía lindo de niño. -le susurró una Satine algo sonrojada a Padmé.

Bo-Katan solo asintió, ella no lo diría abiertamente como su hermana.

-Lo se, por eso se volvió mío. -dijo Padmé en voz baja.

-Anakin. -dijo Shmi llamandole la atención, ella no quería que si hijo lo haga.

-Es verdad Anakin, hay algún simpatizante de la República que pueda ayudarnos?. -dijo Qui-Gon a Shmi.

-No. -dijo ella negando.

-Mamá tu dices que el problema del universo es que nadie entre si. -dijo Anakin.

Poe, Finn y Rey sonrieron ante esas palabras, ellos en su momento de mayor desesperación estaban a punto de darse por vencidos en la batalla de Exegol.

Afortunadamente Lando llegó con los refuerzos, sin duda alguna ese día el Universo brindo su ayuda entre todos para vencer al mal naciente.

-Se que Qui-Gon no quiere poner en riesgo a su hijo, habrá una alternativa. -dijo Padmé.

Ella en sus adentros tampoco quiere poner en peligro a ese niño de ojos azules.

-No, no hay alternativa, tal vez no me guste pero... es su deber, su destino será ayudarles. -dijo Shmi accediendo a que su hijo compita.

Luego de esa conversación Qui-Gon, Padmé y Jar Jar salieron de la casa de Anakin.

-¿No se equivoca? nos pone en manos de un niño que no conocemos, la Reina no lo aprobará. -dijo Padmé recia a la idea del Jedi.

-Ella no tiene que enterarse. -dijo Qui-Gon entrando a la tienda de Watto.

-Pues yo no lo apruebo. -dijo Padmé esperando afuera con Jar Jar.

-El niño dice que usted lo patrocinara en la carrera, como piensa hacerlo, no querrá usar dactarios de la República he. -dijo Watto.

-Mi nave será su garantía. -dijo Qui-Gon mostrando un holograma de la Nubian.

-Nada mal nada mal, una Nubian. -dijo Watto mirando con codicia la nave.

-Esta en buenas condiciones solo necesita unos repuestos. -dijo Qui-Gon.

-¿Con que competirá? hizo pedazos mi nave en la última carrera te llevara mucho tiempo repararla. -dijo Watto.

-No fue mi culpa, de veras, Sebulba me cego con vapor de su nave, de hecho salvé el Pod, casi todo. -dijo Anakin viendo al Jedi con honestidad.

Ahsoka no evitó reír un poco, su maestro era alguien muy apasionado con las naves, en cada misión a la que hiban quería que todo estuviera limpio y funcional.

Eran buenos tiempos...

-Mmm si lo hiciste, el muchacho el listo no hay duda. -dijo Watto.

-Aposté y gané un Pod tiempo atrás, una nave de lo mejor. -dijo Qui-Gon viendo a Anakin con complicidad.

-Espero que no halla matado a nadie conocido por ella, bueno usted pondrá el Pod y la cuota de inscripción yo pondré al muchacho, nos dividimos las ganancias en partes iguales. -dijo Watto.

-Si será en partes iguales sugiero que usted ponga el dinero para competir, si ganamos conservará las ganancias menos el costo de los repuestos que necesito y si perdemos conservará mi nave, como sea usted ganará. -dijo Qui-Gon.

-Mmm... Mmm... hecho. -dijo Watto chocando su palma con la de Qui-Gon.

En la nave Obi Wan establecía una conversación con su maestro.

-¿Y si su plan fracasa maestro? vamos a quedar estacandos aquí un largo tiempo. -dijo Obi Wan con su típico tono alentador.

-Es demasiado peligroso pedir ayuda. -dijo Qui-Gon.

La imagen cambia, ahora se enfoca al maestro de Kenobi fuera de la casa de Shmi.

-Una nave sin propulsor no nos llevará muy lejos y... detecto algo en el muchacho. -dijo Qui-Gon cortando la comunicación.

Shmi venía saliendo de la casa, ella le regaló una sonrisa al Jedi que el correspondió.

-Debe estar orgullosa de el, da sin pensar en una recompensa. -dijo Qui-Gon mirando al niño a lo lejos.

-No sabe lo que es el egoísmo, tiene...-Shmi no terminó de hablar ya que Qui-Gon tomó la palabra.

-Tiene poderes especiales. -dijo Qui-Gon mirando a la madre de Anakin.

-Si. -dijo Shmi.

Su hijo tiene algo especial, algo que lo vuelve mucho mejor que muchas personas.

-Ve las cosas antes de que pasen por eso parece tener reflejos veloces, es un don de un Jedi. -dijo Qui-Gon observando al niño.

Su sospecha de que Anakin sea alguien sensible a la fuerza está casi asegurada, solo tiene que hacer una prueba.

-No merece llevar la vida de un esclavo. -dijo Shmi mirando lo feliz que es su hijo arreglando el Pod.

-Lo habríamos identificado antes si hubiera nacido en la República, con el la fuerza se intensifica de eso no hay duda.. ¿quién fue su padre?. -dijo Qui-Gon con curiosidad.

Tal vez el muchacho heredo el poder de su padre, por eso siente algo diferente en el, algo por completo nuevo.

-No tuvo padre. -dijo Shmi llamando la atención de Qui-Gon.

¿Un hijo nacido sin un padre?

-Yo lo llevé, yo le di a luz, yo lo crié, no se explicar lo que pasó. -dijo Shmi sin saber como explicar ese milagro.

La mirada de Qui-Gon era de misterio total, eso era técnicamente imposible...

Ah no ser que...

-¿Puede ayudarlo?. -preguntó Shmi con esperanza de darle a su hijo una mejor vida.

-No lo se, no estoy aquí para liberar esclavos. -dijo Qui-Gon.

Eso llamó la atención de todos, incluidos Dooku y Sidious.

-Por lo poco que entiendo su padre nació de la vida misma, la encarnación viva de la fuerza. -dijo Padmé explicando lo que su esposo le dijo una vez.

Al instante Vader se volvió el centro de atención.

-Nacido de la fuerza misma, eso explica el porqué se estaba volviendo demasiado poderoso. -dijo Dooku recordando sus enfrentamientos con Skywalker.

Con cada batalla el aprendía más y más, tal fue su desarrollo que terminó poe vencerlo a él.

-Eso nunca me lo dijiste. -dijo Luke a Obi Wan.

-Espera un segundo ¿cuál fue su conteo de midiclorias Qui-Gon?. -preguntó el maestro Mundi.

-Lo sabrán en unos instantes. -dijo el Jedi.

Anakin terminaría de arreglar el Pod, solo faltaba encenderlo.

-Ni siquera sabes si esta cosa funcionará. -dijo el amigo de Anakin.

-Funcionará. -dijo Anakin seguro de su habilidad para reparar y contruir cosas.

-Es tiempo de averiguarlo, toma, usa esta celda de energía. -dijo Qui-Gon entregandole la celda a Anakin.

-Si señor. -dijo Anakin tomandola para conectarla al sistema de arranque del Pod.

-Ven, hagamonos aún lado. -dijo Qui-Gon.

Anakin daría inicio al sistema de ignición, los convertidores y turboreactores comenzaron a generar el flujo de energía, los motores encendieron haciendo que el Pod se elevara unos centímetros del suelo.

Padmé sonrió, ese niño era estupendo con la mecánica.

Qui-Gon solo miraba inexpresivo al niño, la respuesta de Shmi sobre su nacimiento lo tenia pensando.

-¡Funciona si funciona!. -gritó Anakin con alegría.

Shmi solo observó todo desde lo lejos.

-Ese niño es bueno. -dijo Poe impresionado.

-Bueno es quedarse poco, es todo un prodigio. -dijo Rey mirando la habilidad natural de Anakin con la mecánica.

Lejos del grupo Vader permanecía solo, esos recuerdos siempre lo atormentan en la noche y en su tanque bacta cuando trata de conciliar el sueño.

Cada maldito día sueña con lo mismo, para que al despertar la pesadilla comience.

-Deberías estar con los demás, después de todo dejaste en claro tu odio hacia mi. -dijo Vader sin si quiera ver quien se acercó.

-Ya no se si debo odiarte o no. -dijo Leia parada a unos pocos metros del sith.

-Deberías, el odio te vuelve alguien fuerte. -dijo Vader.

-Hasta el momento he visto cosas que no sabía de ti, Luke dijo que eres alguien lleno de bondad dentro de ese traje. -dijo Leia recordando como su hermano insistía en decir que Vader no era alguien completamente malo.

-Porqué tu repentino interés en acercarte a mi?, dudo mucho que sea por una relación de padre e hija, después de todo tu negarás que un cerdo como yo y tu tienen un lazo sanguíneo que los une. -dijo Vader.

-Tienes razón, todavía no puedo aceptar eso. -dijo Leia con voz tranquila.

-No te diré nada, si quieres saber como me convertí en esto ve y preguntale a Obi Wan. -dijo Vader.

-He visto como mirabas a madre de niño, tu la amaste desde el momento en que la viste y eso me da motivo suficiente para saber que fuiste alguien bondadoso. -dijo Leia dejándolo en su soledad.

-También vienes a mi porque me tienes lástima?. -dijo Vader.

Unos brazos lo rodearon por la espalda.

-Solo quiero estar en tus brazos. -dijo Padmé recargando su cabeza en la espalda de su esposo.

El se voltearia para ver su hermoso rostro, aquellos ojos y sonrisa que lo enamoraron hace años.

Sin que ellos lo supieran otro portal se abrió muy disimuladamente, en el apareció una imágen que describe su trágico final.

Se hizo de noche, Qui-Gon ayudaba. Anakin con una cortada que obtuvo durante su día de trabajo en el Pod.

-No te muevas Ani, te limpiare la herida. -dijo Qui-Gon.

-Hay muchas ¿todas tienen un sistema planetario?. -preguntó Anakin mientras veía las estrellas.

-La mayoria. -dijo Qui-Gon.

-¿Alguien ha visitado todas?. -preguntó Anakin.

-Lo dudo. -dijo Qui-Gon mirando arriba.

-Quiero ser el que lo haga primero. -dijo Anakin con entusiasmo.

-¡Ani a dormir!. -se escuchó la voz de Shmi desde el interior de la casa.

-¡Auch!. -se quejó Anakin por dolor.

-Bien ya está. -dijo Qui-Gon.

-Ani, no te lo volveré a decir. -dijo Shmi pasando cerca de ellos.

-¿Qué estás haciendo?. -preguntó Anakin.

-Revisando que no tengas infecciones, a dormir, mañana tienes un gran día. -dijo Qui-Gon.

Anakim bostezo, se levantó y entró a la casa.

-Que descanses Ani. -dijo Qui-Gon.

El Jedi sacaría su comunicador y llamaria a su aprendiz.

-Obi Wan. -dijo Qui-Gon.

-Si maestro. -dijo Kenobi.

-Necesito el análisis de una muestra de sangre tengo. -dijo Qui-Gon.

En la nave Obi Wan se acercó al lector de sangre para su estudio.

-Un momento. -dijo Obi Wan recibiendo la muestra.

De regreso a la casa Qui-Gon habló.

-Quiero un conteo de midiclorias. -dijo el maestro de Obi Wan.

En la nave Obi Wan terminó de analizar la sangre, decir que estaba sorprendido era poco.

-La lectura rebasa la escala, excede la veinte mil unidades -dijo Obi Wan en shock por el resultado.

Qui-Gon se impresionó también.

-Ni el maestro Yoda tiene un conteo de midiclorias tan alto. -dijo Obi Wan.

-Esa cantidad ya supera a la de todos los usuarios de la fuerza aqui presentes. -dijo Depa Billaba.

-Su conteo exacto fue de veintisiete mil. -dijo Qui-Gon.

-Supera mi conteo. -dijo Luke impresionado.

¿Qué tan poderoso pudo ser su padre sin verse limitado por el traje?

-El estaba destinado a ser más poderoso que el maestro Yoda y yo juntos. -dijo Sidious en voz alta.

Esa respuesta provocó un escalofrío en todos.

-Alcanzar más pudo, su límite desconocido es. -dijo Yoda.

Rey agradecía haber nacido tiempo después de la caída del Imperio, ella no quería tener que enfrentar a Vader.

-Ningún Jedi lo tiene. -dijo Qui-Gon.

-¿Que significa?. -preguntó Obi Wan.

-No puedo asegurarlo. -dijo Qui-Gon.

El volteó para ver que Shmi escuchó todo, ella solo se fue sin decir nada pero su rostro mostraba miedo por su hijo.

Sobre el espacio la nave de Maul llegó a Tattooine donde aterrizó en las llanuras del desierto.

El bajaría de su nave, usaría su equipo para ver los puertos espaciales más cercanos, de entre todos uno fue el que llamó su atención.

Presionó un botón de su muñeca y al instante tres sondas bajaron de la nave para ir al puerto donde se llevaría a cabo la carrera del día de Buntta.

La imagen se detuvo en esa parte.

Repentinamente una luz apareció, unos quejidos de dolor se escucharon.

-¿Alguien sabe como acabamos aquí?. -preguntó una mujer.

-Yo estoy muerto, no me mires a mi. -dijo un hombre.

-Kanan. -dijo Hera impresionada pero feliz.

-Ezra. -dijo Sabine viendo a su amigo.

-Si yo estoy bien. -dijo Zebb.

-Ya llegó por quién lloraban. -dijo Han apareciendo.

-Han, estúpido sinvergüenza. -dijo Luke abranzado a su amigo.

-Princesa Leia. -dijo Han empujando a Luke.

-Callate y besame. -dijo Leia acercandose a Han.

Justo cuando estaban por compartir un beso otra voz se escuchó.

-¿Han?. -preguntó una mujer sonriendo.

-¡Qi'ra!. -gritó Han.

-¿Quién es Qi'ra?. -preguntó Leia.

-¿Y quién es Leia?. -preguntó Qi-ra.

-¿Han quién es ella?. -preguntaron las dos al mismo tiempo.

De la nada Ezra gritó.

¡Hay carajo es Vader!. -gritó asustado mientras tomaba su sable de luz.

-¡¿Dónde?!. -gritó Han pálido.

La carbonita lo persigue en sus sueños.

-¿Vienen por la revancha niño?. -dijo Vader empuñando su sable de luz.

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Aquí dejo el capítulo panas.

Espero que les guste.

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