Capítulo 2.
Bienvenidos sean todos, es de mi gusto traerles un nuevo capítulo de este reaccionando.
Si tienen alguna petición sobre la historia e incluso una idea que quieran aportar sientanse con la libertada de hacerlo.
Por cierto, me saltare la partes que no considere importantes, de este modo no me alargare mucho y así podremos avanzar más rápido a lo más interesante.
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El Senado había aparecido en compañía de la aprendiz Ahsoka Tano.
Todos permanecían en alerta máxima, estaban ante el Lord de los Sith's, aquél que trajo un sin fin de desgracias a la galaxia, el orquestador de la Guerra de los Clones y fundador del Imperio Galáctico más poderoso de la galaxia.
-Veo que mi precensia no es de su agrado. -dijo Sidious riendo.
Analizó su entorno, sabía en donde se encontraba, la oportunidad de manipular el tiempo y el destino de todos en el universo estaba ante el.
Solo debía mover bien sus piezas, asesinar a todos y tomar el control de todo una vez más.
Y para eso necesitará de alguien, una persona que se atrevió a traicionarlo y darle muerte.
Necesitaba de Lord Vader...
-Recuerdas este lugar jovencita?. -dijo Sidious a Ahsoka.
La togruta seguía en un llanto encontrolable, ella nunca se pudo perdonar por lo que sucedió en Malachor.
-Somos más que tu asqueroso malnacido. -dijo Leia totalmente enojada.
-Eso no marcó ninguna diferencia en el pasado, al final yo fui el que ganó. -dijo Sidious mostrando esos ojos amarilentos que lo caracterizan.
El portal se abriría para mostrar la imagen correspondiente...
(Puchale Play)
Desde la atmósfera del planeta vendrían descendiendo cientos de naves de transporte.
Dichos transportes venían escoltados por droides buitres, al cabo de unos minutos más todos aterrizaron en el extenso y enorme bosque del planeta.
Las rampas se abrieron dando paso al despliegue de las tropas en tierra.
Algunos droides patrullaban la zona de aterrizaje, su trabajo es asegurar que nadie pueda dar aviso a los Naboo.
La enorme maquinaria derribaria cientos de árboles para abrirse paso y de ese modo llegar al campo que tiene un acceso directo a Theed.
Todos los Jedi presentes a excepción de Luke, Leia, Rey, Poe y Finn tuvieron muchos malos recuerdos.
Esos droides de batalla eran muy peligrosos, el solo hecho de verlos en recuerdos de años pasados les hizo recordar aquellos días de la guerra en el que la sangre adornaba el campo de batalla.
Tantos clones perdidos, vidas inocentes, todo ese derramamiento de sangre fue por nada.
Unos simples peones en el juego de Sidious fueron.
-Si señor?. -dijo el droide respondiendo la llamada por el transmisor.
-Capitán, ya revisamos la nave y no hay señales de los Jedi, podrían estar en las plataformas de aterrizaje. -dijo el socio de Gunray
-Si están aquí señor los encontraremos. -dijo el Capitán.
-Sean cautelosos, no deben subestirmar a estos Jedis. -dijo Nute Gunray para después cortar la transmisión.
Por el bosque Qui-Gon corre a toda velocidad, trataba de escapar de la maquinaria de guerra de la Federación.
También decenas de animales que habitan la zona huyen lo más rápido que pueden.
Ante la vista de Qui-Gon un nativo del planeta se encontraba en medio del camino.
-¡Cuidado, agacgate!. -dijo Qui-Gon tumbandose al suelo con el nativo.
Literalmente el transporte de tropas les paso por encima, unos pocos centímetros de diferencia los salvó de una muerte segura.
-El representante Binks, nunca supe que fue de él. -dijo Obi Wan.
Yoda mantuvo silencio total, el tiene una idea de que le pasó, pero no podía decirles.
Mace solo observó, pese a que compartió pocos momentos con el Gun Gan lo llegó a considerar alguien único.
Al ver que todo ya había pasado Qui-Gon se puso de pié seguido del Gun Gan.
-¿Que fue eso?. -diría el nativo.
Qui-Gon simplemente se fue.
-Oye, espera!. -dijo en voz alta mientras hiba detrás del Jedi.
-Casi logras que nos maten, eres tonto?. -diría Qui-Gon.
-Yo se hablar. -dijo el nativo.
-El que puedas hablar no te hace inteligente, ahora alejate de aquí. -dijo Qui-Gon.
-No, mi se queda, mi se llama Jar Jar Binks, mi ser su fiel sirviente. -dijo Jar Jar.
-No será necesario. -dijo Qui-Gon tratando de evitar a Jar Jar.
-Pero lo es, así lo quieren los dioseses enserio. -dijo Jar Jar.
Repentinamente aparecería Obi Wan huyendo de droides cazadores que le disparaban.
-Cubrete. -dijo Qui-Gon empuñando su sable de luz.
Reflejando uno de los disparos logró destruir uno de los cazadores.
En un último movimiento acabó con el segundo cazador, los trozos del droide salieron volando.
Rey miró eso con estrellas en los ojos, algo tan simple como lo que el maestro Qui-Gon acaba de hacer puede ser muy útil.
Los gemelos estaban por decir algo pero se abstuvieron de hacerlo.
Dooku sonrió discretamente, su aprendiz se volvió alguien excelente con el manejo del sable de luz.
-¿Estás bien mi niña?. -diría Padmé tratando de ayudar a Ahsoka.
No entendía que era lo que la tenía en ese estado.
Sin que nadie se diera cuenta el lugar se lleno de aire que poco a poco se tornaba frío.
Esto provocó una enorme sonrisa en Sidious...
-Mi volviste a salvar. -dijo Jar Jar.
-¿Qué es esto?. -preguntó Obi Wan sonriendo.
-Un nativo, vámonos antes de que lleguen más androides. -dijo Qui-Gon.
-¿Más? más escuché?. -dijo Jar Jar asustado.
El seguiria a los Jedi, fue en ese entonces cuándo una idea cruzó su mente.
-Disculpien, pero creo que el lugar más sieguro de todos es Oto Ganga, créanme, es una ciudad ocultia. -diría Jar Jar.
Ante lo dicho maestro y aprendiz se detuvieron.
-Una ciudad?. -dijo Qui-Gon.
-Aja. -dijo Jar Jar.
-¿Puedes llevarnos?. -preguntó Qui-Gon.
-Ammm... pensándolo bien no, no lo creo, no. -dijo Jar Jar.
-No?. -dijo Qui-Gon confundido.
-Es una vergüenza, me temo que me expulsaron, fui olvidado, los jefes hacerme cosas terribles si mi vuelve allá. -dijo Jar Jar expresando algo de tristeza en sus palabras.
El ruido de los árboles cayéndose resono en todo el lugar.
-¿Escuchas?. -preguntó Qui-Gon señalando al origen del sonido.
El Gun Gan asintió.
-Es el sonido de cientos de cosas horribles que vienen hacía acá. -dijo Qui-Gon mirándolo fijamente.
-Si nos encuentran nos aplastaran, nos dejarán hechos pedazos y nos mandarán al olvido. -dijo Obi Wan.
-Obi... acaso nunca te dije que manipular a otros es malo?. -dijo Satine sonriendole con ternura.
Obi Wan se puso pálido, esa sonrisa promete mucho dolor.
No era estupido, prefiere mil veces enfrentarse a un Rancor que encarar la furia de Satine.
-Escuché sobre esa civilización durante mis días de senadora imperial, lamentablemente no tuve el honor de conocerlos. -dijo Leia.
-¿Senadora Imperial?. -preguntó Padmé viendo como Ahsoka ya se sentía mucho mejor.
-... hay muchas cosas que desconocen. -diría la togruta ya más cuerda.
-Adelante niña, diles el hermoso paraíso que construi. -dijo Sidious maliciosamente.
Luke apretó con fuerza sus manos, ya le estaba colmando la paciencia.
-¡Diles como luchaste a muerte con mi aprendiz!. -gritó Sidious mientras reía con maldad pura
-¡Ya cállate!. -le gritó Luke usando la fuerza para mandarlo a rodar unos metros por el suelo.
-Muchacho... ya le dijiste a tu madre la verdad?. -dijo Sidious levantándose.
-No hables. -dijo Obi Wan.
-Maestro Kenobi acaso... ya saben lo que le hiciste a "él". -dijo Sidious jugando con los sentimientos de los presentes que llegaron a conocer directamente a su aprendiz.
-Dije que no hables. -contestó Obi Wan sintiendo como sus ojos se húmedecen.
-El confiaba en todos ustedes, pero gracias a su falta de visión me fue mucho más fácil manipularlo, todo frente a sus ojos. -dijo Sidious.
-Tú... tú sabes que fue de mi hijo. -dijo Shmi mirando al sith.
-Yo lo sé todo. -dijo Sidious con una voz tenebrosa.
-Acabó de digerir el dato, por aquí, rápido. -dijo Jar Jar guiándolos.
Luego de unos minutos de caminó llegaron a un lago.
-¿Cuánto falta?. -preguntó Qui-Gon.
-Iremos bajo el agua, si que si, y se los advierto, a los Gan Gans no les gustan los extraños, no esperen una bienvenida. -dijo Jar Jar.
-Descuida, no hemos tenido muchas bienvenidas. -dijo Obi Wan con sarcasmo.
Jar Jar saltó al agua, maestro y aprendiz sacaron sus dispositivos de aguas profundas para no ahogarse.
Lentamente se irían sumergiendo para después comenzar a nadar.
Ante la vista de los Jedi se manifestó la ciudad bajo el agua en todo su esplendor.
Después de nadar unos cuantos metros más llegaron a la entrada del domo principal.
-Al fin en casia. -dijo Jar Jar.
El resto de la población Gan Gan se quedó mirando a los recién llegados.
-Ustedes tres alto ahí. -dijo un Gan Gan armado.
-Hola Capitán, mi volví. -dijo Jar Jar con una sonrisa nerviosa.
-Noi lo creo Jar Jar, ahora veiras a los jefes estás en un gran lío eista vez. -dijo el Capitán Gun Gan seriamente.
Otro de los guardias se acercó para darle una descarga eléctrica en el brazo izquierdo a Jar Jar.
-Grosiero. -dijo el Gan Gan sobando su brazo.
El tiempo pasó, ahora los tres se encontraban frente al líder de los Gan Gan y su concejo.
-No poiden estar aquí, ese ejiercito de chatadroides son un gran riesgo. -habló el lider de los Gan Gan.
-Un ejército de androides está por atacar a los Naboo, debemos avisarles. -dijo Qui-Gon.
-No nos agraidan los Naboo, los Naboo se creen muy listosos, creen que su cierebro es enorme. -dijo el Lider.
-Cuándo los androides controlen la superficie los controlarán a ustedes. -dijo Obi Wan tratando de hacer entrar en razón al gobernante de los Gan Gan.
-Misa lo duda mucho, ellos no saiben de nosotros. -diría el Jefe Gan Gan muy seguro de sus palabras.
-Ustedes y los Naboo crean una simbiosis directa, lo que le pasé a uno afectará al otro tiene que entender esto. -dijo Obi Wan.
-No nos interesa lo que paise a los Naboo. -dijo el Jefe.
-Entonces dejenos ir. -dijo Qui-Gon moviendo su mano derecha.
-Entonces voyba diejarlos ir. -dijo el Gan Gan.
-Nos sería útil un transporte. -dijo Qui-Gon repitiendo el mismo movimiento.
-Voy a darles a ustiedes un transporte, el camino cortio a Naboo es atravies del núcleo del planetata nuestro, ahora vallanse. -dijo el Jefe.
-Gracias por su ayuda, partimos en paz. -dijo Qui-Gon haciendo una pequeña reverencia al igual que Obi Wan.
-Maestro que tipo de transporte cree que nos den. -dijo Obi Wan.
-No lo sé. -dijo Qui-Gon.
-Les tienderon una trampia, atraviesar el planetata mala idiea, alguien los podría ayudiar. -dijo Jar Jar.
-Maestro no tenemos tiempo. -dijo Obi Wan al ver que su maestro negociara por la vida del Gan Gan.
-Para atravesar el planeta necesitamos un navegante, este Gan Gan nos puede ayudar. -dijo Qui-Gon.
-Señor, que será de Jar Jar Binks. -dijo Qui-Gon.
-Su castigo será muy... particular. -dijo el Jefe con malicia.
-Le salvé la vida, tiene conmigo desde ahora una obligación, sus dioses demandan que su vida me pertenezca. -dijo Qui-Gon.
-Binks, tusa le debes la vida a este hombre?. -dijo el Jefe.
-Aja. -dijo Jar Jar asintiendo.
-Vallanse con el. -dijo el Jefe molesto pero a la vez aliviado de no tener que tratar más con Jar Jar.
-Nio me metan en estio, miejor morir aquí que ese infierno... dioseses que estoy diciendo. -dijo Jar Jar siendo liberado.
Tiempo después saldrían de la ciudad en el transporte que se les asignó.
-¿Estás bien?. -preguntó Poe mirando la incomodidad de Luke.
-Si, es solo que... olvidalo, debo estar delirando. -dijo Luke somriendo con tranquilidad.
Algo lo atormentaba, sentía una sensación de frío, de ira y odio.
Giró para buscar en todas partes el origen de esa sensación pero no encontraba nada.
-Yo también lo siento. -dijo Mace llamando la atención de todos.
-Mis manos tiemblan. -dijo Obi Wan mirando sus extremidades.
-Ya casi... solo un poco más y podremos dar inicio a la diversión. -dijo Dooku uniéndose a su maestro.
-Permanece atento aprendiz, esos ineptos no conocen de lo que el lado oscuro es capaz de hacer con aquellos que emplean su poder. -dijo Sidious llevando una de sus manos a su sable de luz.
Ys quiere ver la reacción de todos cuándo "él" llegue.
-Su poder es demasiado grande, la entrada se puede llegar a desestabilizar. -dijo Dooku.
-Algo no me gusta, se siente la sensación de muerte en este lugar. -dijo Qui-Gon colocando a Shmi atrás de el.
-Inesperado esto es y un infortunio. -dijo Yoda negando.
Era demasiado pronto, todavía no era tiempo.
Habiendo tantos enemigos porqué tuvo que ser "él" de entre todos.
Sobre la órbita de Naboo el bloqueo de la Federación sigue manteniendo cautivo al planeta.
-La invasión esta en proceso mi Lord. -dijo Gunray.
-Tengo al senado inundado en procedimientos, su única alternativa será cederles a ustedes el control del sistema. -dijo Sidious.
-La Reina tiene la certeza de que el senado se aliara con ella. -dijo Gunray.
-La Reina Amidala es joven e inocente, descubrirán que controlarla no será muy difícil. -dijo Sidious.
-Si mi Lord. -dijo Gunray.
-No le mencionó la huida de los Jedis. -dijo su socio.
-No será necesario informarserlo hasta que sea imprescindible. -diji Nute.
-De todos modos terminaron muriendo. -dijo Sidious riendo un poco.
-No le hagan caso, solo juega con sus mentes. -dijo Fisto ignorando los comentarios del sith.
-Eso no dijiste cuando te asesine. -dijo Sidious burlándose del Jedi.
-Controlate anciano, somos más que tu y Dooku. -dijo Aayla.
-Y es por eso que vamos a equiparar fuerzas muy pronto. -diji Sidious en voz baja.
(Reproduce el video desde el segundo 41)
Todo el ejército de droides avanzaba en dirección de Theed.
Los tanques, naves de transporte y naves caza solo mostraban la majestuosidad e imponensia que la Federación de Comercio es capaz de transmitir.
Los droides buitre sobrevolaban la ciudad en busca de alguna actividad sospechosa.
Las tropas y tanques rápidamente tomaron control de la ciudad.
Y desde la ventana la Reina Amidala era testigo de todo, su pueblo está siendo atacado sin que ella pueda hacer algo al respecto.
Nute Gunray y su colega venían bajando de su nave personal que aterrizó frente al palacio.
-Virrey, hemos arrestado a la Reina. -dijo el Capitán del ejército.
-Ah, victoria. -dijo Gunray.
En otra parte un transporte emergió de las profundidades el río.
Qui-Gon, Obi Wan y Jar Jar bajaron para ir en busca de la Reina.
-Como explicará esta invasión al senado. -dijo Sio Bibble.
-La Reina y yo firmaremos un tratado que legalizara nuestra ocupación, se me aseguró que sería gratificado por el senado. -dijo Gunray.
-Yo no cooperare. -dijo la Reina.
-Por favor su alteza, el sufrimiento de su pueblo la convecera a compartir nuestro punto de vista, comandante. -dijo Gunray.
-Si señor. -dijo una unidad B-1.
-Acompañelos. -dijo Gunray.
-Capitán, llevelos al sector cuatro. -dijo el comandante.
-Entendido. -dijo el Capitán.
La Reina junto a sus doncellas, concejal y Panaka serían escoltados por droides de batalla a la locación asignada.
Al salir del palacio se vería como los droides hacían prisioneros a los civiles y se los llevaban a otro lado.
Cerca de ese lugar Qui-Gon junto a su padawan el Gan Gan buscaban un punto de intercepción.
Rápidamente se fueron escabullendo hasta que encontraron el punto perfecto.
Cuándo llegó el momento saltaron y comenzaron a destruir a los droides escoltas.
-¿Que tipo de forma usabas cuándo eras padawan?. -preguntó Rey a don terreno alto.
-Forma l, con el tiempo fui entrenando hasta que mi forma de pelea fue la lll. -dijo Obi Wan.
-Yo uso la forma V y lll, en honor a ti y...-Luke se detuvo ante eso último.
-Lo sé, el estaría orgulloso. -dijo Obi Wan con la mirada algo apagada.
-Ya notaste que en ningún momento ha dicho el nombre de Anakin. -dijo Bo-Katan en voz baja.
-Si, ahora que lo pienso porqué no estará aquí. -dijo Satine notando la falta de su amigo.
-No es como si hiciera falta aquí, el debe estar pudriéndose en el infierno por todo lo que hizo. -dijo Leia sabiendo que Luke y Ben hablan de Vader.
Ella lo odiaba con todo su ser, el era un ser lleno de maldad que la torturó y la obligo a ver como su hogar era destruido junto a su verdadero padre, Bail Organa.
Jamás en su vida aceptará que ella y ese monstruo son padre e hija.
-Si por mi fuera te daría tu merecido niña, pero por respeto a Padmé no lo haré. -dijo Ahsoka molesta por los comentarios de la hija de su maestro.
-No debe estar en la calle alteza. -dijo Qui-Gon.
-Tomen sus armas. -dijo Panaka a los demás.
-Wow, cuanta fuerzia. -dijo Jar Jar viendo los droides hechos pedazos.
-Somos embajadores del Canciller Supremo. -dijo Qui-Gon.
-Sus negociaciones fracasaron según parece. -dijo Sio Bibble.
-Las negociaciones no se efectuaron, es urgente que contactemos a la República. -dijo Qui-Gon.
-Destruyeron nuestras comunicaciones. -dijo Panaka.
-¿Tienen transportes?. -preguntó Qui-Gon.
-Están en el hangar, por allá. -dijo Panaka.
Al llegar verían a muchos pilotos hechos prisioneros.
-Aquí hay demasiados. -dijo Panaka cubriendose atrás de la puerta.
-Eso no es problema, alteza, dadas las circunstancias le sugiero que nos acompañe a Coruscant. -dijo Qui-Gon.
-Gracias embajador, pero no puedo dejar a mi pueblo. -dijo la Reina.
-La matarán si se queda. -dijo Qui-Gon.
-No lo harían. -dijo Sio Bibble.
-Necesitan que firme un tratado para qur su invasión sea legal, no la matarán. -dijo Panaka.
-Hay algo más en todo esto alteza, la Federación no actúa lógicamente, presiento que querrán destruirla. -dijo Qui-Gon.
-Nuestra esperanza es que el senado se alie con nosotros, el senador Palpatine necesitará su ayuda. -dijo Sio Bibble.
-Decisiones que representan un gran riesgo... para todos. -dijo la "Reina" viendo a una de sus doncellas.
-Somos valientes alteza. -dijo la "doncella"
-Ella se parece mucho a ti. -dijo Poe mirando a Padmé.
-Es cierto, acaso usas una maniobra de señuelo?. -dijo Finn.
-Así es, me sorprende que lo descubrieras. -dijo Padmé.
-Después de todo si tienes cerebro. -dijo Poe burlandose.
-Más que tú. -dijo Finn.
-Repite eso estúpido. -dijo Poe enojado.
-Acercate abuelo. -dijo Finn mostrando su puño.
-Idiotas. -dijo Leia rodando los ojos.
-Si a de partir alteza debe ser ahora. -dijo Qui-Gon.
-Le presentaré el caso al senado, tenga cuidado gobernador. -dijo la Reina.
El grupo entraría al hangar hasta llegar a la nave que usarán como escape.
-Hay que liberar a esos pilotos. -dijo Panaka.
-Yo me encargaré. -dijo Obi Wan separándose del grupo.
-Alto. -dijo un droide
-Soy embajador del Canciller Supremo, llevaré a estás personas a Coruscant. -dijo Qui-Gon.
-¿Ha donde pretende llevarlos?. -preguntó el droide
-Coruscant. -dijo Qui-Gon.
-Coruscant... no está en el registro, espere... quedan arrestados. -dijo el droide.
Su respuesta vino cuándo Qui-Gon lo partió en dos.
Obi Wan usando su gran agilidad neutralizo a los demás.
-¡Rápido!. -dijo Panaka disparando.
Todos subieron a la nave, solo faltaban los Jedi.
-Ahora. -dijo Obi Wan.
Todos los pilotos se irían corriendo del lugar.
Inesperadamente la imagen se apagó...
(Puchale Play)
-Tú eres el Elegido, trajiste el equilibrio a este mundo, sigue este camino y lo harás de nuevo... para la galaxia... pero ten cuidado... con tu corazón-
Unos pasos se escucharon en la profundidad de la oscuridad, señal de que alguien se venía acercando.
-N-no... otra vez no. -dijo Ahsoka temblando de miedo.
-S-se se supone... que el-el debería estar en paz. -dijo Luke temblando ante la sensación de muerte.
Los años pasaron y nunca pudo sacar de su mente aquel sentir que lo carcome nuevamente.
-Jamás había sentido algo como esto. -dijo Qui-Gon tomando posición de combate.
Mace, Mundi, Fisto y el resto de los Jedi presentes tomaron posiciones de defensa.
Leia expresó miedo, el con vida?
Eso era imposible, su hermano dijo que él lo mató.
Las estrellas que flotaban entre el Mundo entre Mundos se apagaron, era como si todo rastro de vida fuera erradicado.
Una respiración irregular resono en el lugar...
La sonrisa del Emperador se manifestó, había llegado el momento.
Obi Wan se quebró, cayó de rodillas mientras el llanto amenazaba con salir.
Satine y Bo-Katan se acercaron con Padmé quién parecía inerte.
La madre de los gemelos en lugar de sentir miedo pudo notar la tristeza, la agonía y el sufrimiento.
Y eso solo lo recordó en una persona...
Finn y Poe sacaron sus armas...
Yoda solo expresó tristeza...
Y al final de todo una hermosa hoja carmesí brillo en la oscuridad eterna mostrando a su portador...
-Finalmente estoy aquí... maestro. -dijo una voz imponente.
-Bienvenido seas... Lord Vader. -dijo Sidious.
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Aquí dejo el capítulo panas.
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