Capítulo 21. Parte 1
El tiempo ya dejaba de cobrar importancia. Renato y Gabriel estaban perdidos en los besos del otro.
Sin prisa, ni desesperacion. Solo disfrute.
Gabriel fue el que el siguiente paso, parandose e invitando a Renato a hacer lo mismo. Asi lo hizo, pero volviendo a acercarse para volver a besarlo. Ya no hacia falta resistirse.
Talvez este momento no vuelva a repetirse en su vida, no iba a reprimirse a nada.
Enredar sus dedos en los rulos de Gabriel, era una actividad que deseaba realizar desde el primer momento que conocio. Y ahora lo estaba haciendo, sin nigun tipo de queja, al contrario, los sonidos satisfactorios que soltaba el mayor, le demostraban que el tambien estaba a gusto con esa accion.
Y eso era solo el comienzo.
En un movimiento rapido, Gabriel lo tomo de las piernas, para que las enredara en su cintura. Una sonrisita traviesa en Renato resulto del choque de sus entrepiernas ante esa posicion.
No habian hecho nada aun y ambos ya estaban con ganas de mas. De mucho mas.
Los besos no se detuvieron durante todo el recorrido hasta el cuarto. El mismo que compartieron noches enteras, en compañioa del otro, en una amena charla o simplemente para pasar el rato en compañia del otro, sin necesidad de decirse nada, porque sus ojos y suspiros de paz, lo decian todo.
Con toda la habilidad del mundo, Gabriel se sento en la punta de la cama, quedando el menor sentado en su regazo.
-Sos tan lindo - corta el beso Renato y lo agarra de la mejilla. Las caricias que deja con sus pulgares, y ese inesperado halago, derrite todo el corazon de Gabriel y sube la temperatura en otras partes de su cuerpo.
Gabriel presiona sus dedos en su cadera, en respuesta, provocando el primer gemido de la noche en Renato, que es callado contra los labios del mayor. Renato le sigue el juego comenzando un vaiven que logra que Gabriel sea ahora el que gima.
Vuelven a separarse solo para quitarle al otro la prenda de arriba.
Con todo el tiempo y dedicacion que puede llegar a tener, Gabriel se empeña en besar, morder y lamer el cuello de Renato.
Renato busca con desesperacion nuevamente sus labios. Dejar de besarlo justo en ese momento, no estaba en sus planes, y lo haria lo mas que puediese. Porque quiere y porque puede.
Gabriel por su parte, fue tirandose para atras, quedando Renato encima suyo, para que pueda hacerle todo lo que el quisiera.
Pedirle que lo ayudara a olvidarse de todo,para ser honesto, no habia sido una idea pensada por completo, pero que con cada caricia y beso que Renato le regalaba, desvanecia cualquier pensamiento en el que ese pedido quedara como algo incorrecto.
Sin pedir permiso, giro por encima de Renato, para ser ahora el quien tome el control de la situacion.
Una sonrisa de anticipacion resalto en el rostro de Renato. Gabriel no se aguanto a dejar un beso sobre ella, que se ensancho aun mas luego de hacer eso.
Gabriel se levanto en busca de lo necesario a su mesita de luz.
La sonrisa de Renato seguia intacta. Verlo acercarse a el, con todo el torso desnudo y las cosas para prepararlo en mano, lo estaban matando.
Por fin se le iba a dar. Su profesor de filosofia iba a cogeserlo, por primera vez, y espera que no ultima.
Un montón.
Las manos de Gabriel fueron directo al cierre del pantalon de Renato. La lengua del menor se encerro entre sus dientes minetras observaba como el mayor lo desprendia y quitaba lentamente.
Todo lo que hacia Gabriel le procaba miles de sensaciones, pero esto era un exceso.
-Gabi... Apurate - le pide con tal tono de desespero que Gabriel no dudo ni dos segundos en corresponder.
Lo miro de arriba a abajo. Tratando de ezaminar cada centimetro de el, y convencerse de que todo eso estaba pasando realmente. Y lo era.
Renato era la cosa mas real y bella que había conocido en su vida.
Tras bajar el boxer de Renato, rapidamente se acerco pasando su lengua por toda su pija, antes de envolverla por completo chupando con desenfreno. Los dedos de Renato enredandose en su pelo, destraban que lo que estaba haciendo le iba ggustando. No necesitaba mas para seguir haciendolo y que sus oidos se sientan bendecidos al escuchar los jadeos que salian de la boca del menor.
Se mantuvo en esa posicion por largo rato. Sus dos manos estaban totalmente ocupadas, una ayudaba a masturbarlo hasta ese punto al que con su boca no llegaba, y con la otra se dispuso a preparar su entrada.
Aunque no creeeria que fuese su primera vez, queria cuidarlo y que sea especial. Porque Renato lo era para el.
Cuando lo sintio al borde del temblor, como indicio de que iba a acabar, se separo antes de que lo haga. Un preservativo ya colocado, y un Renato con piernas abiertas ya esperandolo, bastaron para que Gabriel ingrese en el.
Un grito por parte de ambos retumbo por toda la casa cuando ya Gabriel se encontraba dentro de Renato. Internamente ambos chicos gritaban pero de felicidad, de que el momento que tanto esperaron, aunque no se lo ayan dicho al otro, por fin estaba pasando.
-Ga, movete. - le susurra minutos despues en los que Gabriel se habia cebado besando y mordiendo su cuello mientras esperaba a que este listo.
Gabriel sentia la necesidad de conectar sus ojos con los de Renato para sentirse capaz de hacerlo.
El leve asentimiento de cabeza que hizo Renato fue suficiente para comenzar a retrocerse de placer por los embistes que Gabriel empezo a hacerle.
Todo tipo de dolor que se habia imaginado que iba a sentir, no se comparaba ni la mitad de lo que estaba sintiendo. A pesar de la velocidad aumentada, a pedido suyo, Gabriel no dejaba de preocuparse por el.
Realmente estaba logrando que se muera de amor y placer por el. A la misma vez.
Todo le parecía jodidamente increible. Desde la forma en la que Gabriel se movia en su interior, tocando puntos tan profundos que lo hacian ver estrellas, hasta como se encargaba de besarlo dulcemente para que tambien disfrutara de lo que estaba haciendo.
Por ultimo, para que pudiesen llegar ambos juntos al orgasmo, Gabriel o habia masturbado, pero sin dejar de hacer lo mencionado anteriormente.
Al abrir los ojos, luego de mantenerlo cerrarlos al haber acabado, se encontro con la imagen mas linda que jamas haya visto; Gabriel lo miraba de una manera tan especial, como si no quisiera que ese momento se terminara. Obvio que el tampoco queria eso.
Al salir de el y salir para tirar el forro, Renato se paso la mano por el pelo y suspiro. Sin creer nada de lo ocurrido instantes antes.
Ninguno se animaba a decir nada. Gabriel volvio a acostarse, pero esta vez atrayendolo para que apoyara su cabeza en su pecho, tral cual a como lo habian hecho la noche anterior.
-Buenas noches bonito - levanta la vista Renato, para poder ver esos ojos y confirmar que eran reales.
- Buenas noches bebe - contesta Gabriel y le da un rapido pico.
Renato vuelve a su posicion con una sonrisa, abrazando bien fuerte a Gabriel, como si fuese a irse a algun lado.
La sonrisa de absoluta felicidad en el rostro de ambos se mantuvo hasta estando dormidos. Aunque eso no era nada nuevo, siempre eran fellices estando junto al otro.
~
El molesto sonido de la alarma en el celular de Gabriel, hizo que el primero en despertar fuese Renato. Al ver que el Gabriel era inmune a su propia alarma, decidio en encargarse el mismo de despertarlo.
Con una sonrisa picara, se sento bien en la cama, para luego acercarse a darle besitos desde su cavlicula, cuello, mejilla y finalizar en sus labios. Gabriel podia sacar su lado mas provocativo pero tambien el mas mimoso de todos, y ahora podia demostraselo.
Todo el recorrido que hacia funciono, porque lentamente Gabriel fue abriendo los ojos y medio desorientado, se encontro con un Renato que ahora lo miraba con timidez.
- Buen dia - le dice de lo mas timido mordiendose las uñas, como si minutos antes no hubiese aprovechado para besarlo sin que se de cuenta.
- Buen dia - responde estirando sus brazos y bostezando al mismo tiempo -
-Buen dia, ¿Estas bien? - responde y pregunta nervioso.
Se siente como un boludo que hablando con el chico que le gusta. Aunque tan diferente la situacion no era.
-¿Él que fue cogido fuiste vos y me preguntas a mi si estoy bien? - contra pregunta ya despabilado, Renato le da un golpe en el hombro.
-Tonto que sos. Te preguntaba si estas mejor de animo. - Gabriel gira a verlo. Su corazón se derrite de amor, luego de pasarse toda la noche preocupandose por el, ahora quien lo hacia era Renato.
- ¿Mis gemidos y la forma en la que te hice mio no te dicen nada? - Renato se pone todo rojo ante ese comentario.
- Bueno si...Pero... Gabi yo necesito decirte algo -Gabriel se asusta.
- No me digas que no te gus... Soy un boludo. La puta madre - putea agachando la cabeza.
-No Gabi, no es eso. Queria que sepas que yo sabia lo de Franco y Abrahan. Y si no te dije era porque no queria que esto pasara. Que vos sufrieras, pero tam
-¿Sos muy hermoso sabías? - Renato ni nota la forma descarada en la que Gabriel ignora su pregunta, porque que le diga cosas lindas era mucho mas importante.
Gabriel le sonrie y no se aguanta de volver a besarlo.
Renato se separa y achina su nariz, parecida a una mueca de asco-
-¿Que pasa? - indaga confundido Gabriel.
-Pasa que... - Renato se mantiene a centimetros de sus labios - Nos acabamos de despertar y... - Gabriel se relame los labios impaciente a que termine de habla para poder besarlo de nuevo - Tenes mala aliento Gabi. - Finaliza y Gabriel se aleja.
-Tenes razon - confiesa con una risita - me voy a lavar los dientes y pegarme una ducha. Cuando salga podes hacer lo mismo asi vamos al cole juntos -recomiendo empezando a levantarse de la cama.
Renato traga saliva en el momento que la fina sabana que cubria a Gabriel deja de hacerlo. Dejando ver su contornada espalda, y ese culo que Renato habia podido tocar a su antojo la noche anterior.
Gabriel nota la clvada mirada del menor y gira a verlo. No se aguanta y deposita un ultimo beso en la comisura de sus labios. Su nombre en un grito de queja es lo ultimo que escucha antes de cerrar la puerta del baño para hacer lo que habia dicho.
Mientras tanto, Renato lo espera nuevamente tirado sobre la cama. Su cabeza no deja de reproducir todo lo que hicieron horas antes. Una de las mejores noches de su vida, estaba seguro.
Volvio a esuchar el sonido del celular de Gabriel, pero ahora anunciaba una notificacion.
Lo hubiese ignorado, no estaba bien revisar conversaciones ajenas,menos despues de garchar. Pareciera un novio celoso toxico y no lo era. Mucho menos la parte de la toxicidad.
Pero su fuerza de voluntad no fue suficiente luego de ver que el mensaje incluia su nombre. La curiosidad fue mas grande, y agarro el celular igual.
Sin siquiera presionar la notificacion, ya se podia leer el mensaje completo.
*Numero Desconocido*
"Decime donde esta Renato. De lo contrario ya sabes que es lo que voy a hacer"
Su boca se tranformo en una gran O al leer ese mensaje. No tenia ni la mas palida idea de quien podria estar buscandolo, y se atreviera a extorsionarlo a Gabriel.
Solo se le ocurria una persona. Pero era imposible.
- Che, fijate que queda poco sham... - trata de explicarle Gabriel al regresar a su pieza. Pero se sorprende al encontrarlo a Renato con su celular en la mano y a punto de partir en llanto -¿Renato que...?
- Decime por favor que este mensaje no te lo mando quien creo que te lo mando - se adelanta a responder con voz qeubrada y ojos ya llorosos, levantandose para mostarle el celular.
Gabriel se queda estatico frente al aparato. No podia creer que esto estaba pasando.
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